(Agencias) «Es muy fuerte decirlo, pero creo que las actuales autoridades hacen muy difícil, si no imposible (el diálogo), después de los insultos y errores que han cometido al maltratar al secretario de Estado, que es el hombre de confianza del Papa, y al haber insultado al cardenal por gusto», aseveró el cardenal.
Consultado además sobre la posibilidad de nombrar un rector interino para bajar el tono al conflicto entre la casa de estudios y la Iglesia, el purpurado dejó la decisión en manos de los exalumnos, profesores antiguos y estudiantes que quieren que su universidad siga funcionando.
«Creo que esas actitudes hacen imposible poder seguir dialogando con estas personas, y creo que eso (la decisión) está en manos no de los chicos que hacen política, si no de la gran familia de la Universidad Católica», dijo el prelado en RPP.
El arzobispo de Lima aseguró que «la Iglesia lo que quiere es acercar a todos los alumnos a la fe católica respetando hasta el último sol (…) la propuesta de la educación católica no es un atentado contra la autonomía. Creo que se ha generado un enfrentamiento inútil por parte de las autoridades actuales que no han sabido manejar la situación. Apelo el sentido común de los alumnos, no al diálogo, sino a la obediencia».