(El Tribuno) «Es evidente que existe una sensación de inseguridad y que ella se corresponde con la realidad, a lo que yo llamo «proliferación del delito y causa cada día una impresión mucho mayor porque hoy los delitos que se cometen son atroces, repetidos y cometidos a la luz del día», apuntó Mons. Aguer.
El arzobispo subrayó: «La crónica diaria registra lo que sucede, vemos que para robar se mata a mansalva y que muchas veces se mata y no se roba».
Durante su programa televisivo, el prelado manifestó que «se insiste mucho en que esos delitos atroces, causados impunemente cada día, tienen que ver con la difusión de la droga y las personas que los cometen están prácticamente enajenadas».
Para Mons. Aguer, «la causa profunda de tanta crueldad es que se ha borroneado el sentido absoluto del mandamiento que dice "no matarás"». «Es preciso recrear, desde las jóvenes generaciones, el sentido del valor de la vida, el valor absoluto del sentido de ese mandamiento que prohibe atentar contra la vida del prójimo», remarcó.