(ACI/InfoCatólica) Deng Jiyuan, de 29 años, señaló que tras la difusión de las fotografías de su esposa y el cadáver de su bebé, la familia fue puesta bajo vigilancia y se les impidió la salida del hospital. Fue golpeado y tildado de traidor por las autoridades de su país, por haber hablado sobre el crimen de su bebé. Intentó escapar tres veces, pero solo tuvo éxito en la tercera ocasión.
«No estamos satisfechos con los resultados de las investigaciones», indicó Deng, en referencia a las pesquisas que resultaron en el despido de dos autoridades del gobierno chino.
Según los informes, la policía de China se llevó a la fuerza a la ciudadana Feng Jianmei para obligarla a abortar a su segundo bebé porque no pudo pagar a tiempo los 40.000 yuanes (6.200 dólares) con los que el gobierno sanciona a quienes osan tener más de un hijo.
El padre del bebé abortado explica que «el gobierno no se comunicó mucho conmigo después de lo sucedido. Ellos sólo dijeron ‘lo hecho, hecho está. Esta situación ya ha pasado’».
«Después de que escapé, escuché las noticias de que ellos habían colgado pancartas llamándome traidores. Aparentemente, hicieron eso para amenazarme», señaló.
El domingo 24 de junio, autoridades de su aldea, Zengjiazhen, invitaron a Deng Jiyuan a cenar, y él encontró su mejor oportunidad para escapar.
«Incluso antes de que comenzara la cena, el líder de la aldea recibió una llamada telefónica del jefe del condado, así que se fue antes de que comiéramos. (En ese momento) me di cuenta de que mi oportunidad había llegado a escapar», recordó.
Sólo una mujer lo siguió, a bordo de una motocicleta. «Ella tuvo que bajarse de su moto en un puente peatonal, y fácilmente la perdí», dijo.
«Me quedé en la casa de un amigo en el condado Zhenping por dos días, habiendo quitado la tarjeta SIM y la batería de mi celular. No dormí ni conseguí ropa nueva, porque no me podía arriesgar a ser arrestado. Entonces, en la noche del 26 (de junio), alquilé un coche y fui a Ankang».
Deng Jiyuan se las ingenió para evitar a los policías hasta que logró llegar a la capital del país, Beijing. Durante todo ese tiempo, estuvo en contacto con su familia, a la que llamó todos los días, quienes temen una venganza de las autoridades.
La hermana de Deng Jiyuan estuvo el 30 de junio en el hospital, junto a Feng Jianmei, e indicó que las autoridades gubernamentales ya los habían dejado en paz.
Sin embargo, indicó que «estamos preocupados, de todas formas, porque la situación de Feng está empeorando otra vez. Ella tiene baja la presión sanguínea, y frecuentes dolores de cabeza y estómago», indicó.
Ella ha estado algo triste en estos días
La hermana de Deng Jiyuan denunció que muchos aldeanos ayudaron al gobierno local a secuestrar a Feng Jianmei y abortar a su bebé, e indicó que la investigación del incidente había sido como «una clase en la escuela donde el profesor principal regaña a sus alumnos sin realmente castigarlos apropiadamente».