(FarodeVigo.es) Aseguró Mons. Quinteiro que la ordenación era “la propuesta más hermosa para la evangelización”, y añadió que, era “el modelo de lo que hay que hacer” en la nueva evangelización: “Hay que llamar a muchas puertas”, añadió, para después preguntarse: “¿Por qué Alberto Novoa, que trabajó en el Puerto de Vigo, dijo que sí?” a esta propuesta de vida.
La celebración contó con la presencia del obispo de Abancay (Perú), monseñor Gilberto Gómez González, clero diocesano, familiares, amigos, miembros de órdenes, institutos y congregaciones religiosas y fieles que abarrotaron la catedral de Tui, entre ellos el alcalde de Porriño, Nelson Santos y su esposa.
Monseñor Quinteiro hizo una reflexión pública de lo que significa la entrega al servicio sacerdotal “el seguimiento es una aventura maravillosa, pero también un desarraigo de donde partimos. No podemos dejar de admirarnos por el regalo del Señor” de estas vocaciones.
Expresó la alegría que supone esto para toda la comunidad. Pidió a los diáconos que sean “el testimonio de la fidelidad al Señor”. La alegría de los tres sacerdotes de vivir este momento como el más pleno de su vida fue otra de las referencias en la homilía, como la fortaleza que deben tener para ayudar a “hermanos que buscarán ese sostén”.
Los diáconos prometieron obediencia y respeto al obispo, dispuestos a realizar el ministerio de la palabra, a presidir los sacramentos de Cristo y a invocar la misericordia de Dios. Tendidos sobre el suelo ante el altar, rezaron letanías. El obispo les impuso las manos y también lo hizo el clero. El prelado les entregó la patena con el pan y el cáliz con el vino.
Los nuevos presbíteros
Ángel Carnicero, de Porriño, estudio Historia y realizó un año de Erasmus en Lisboa. Cuando acabó su carrera, a los 24 años, decidió ingresar en el Seminario Mayor San José de Vigo. Disfrutó con sus amigos y, como contó días atrás, “me siento muy querido y tengo a quien querer”.
José Ángel Outeda descubrió este camino vocacional a los 39 años, después de estudiar electrónica y de haber trabajado como encargado de Pizza Móvil, como comercial, en una inmobiliaria y de administrativo en una empresa constructora.
Alberto Novoa, de 62 años, comenzó sus estudios en el Seminario de Vigo a los 55 años. Antes trabajó en una empresa exportadora del puerto vigués