(Efe) Benedicto XVI lamentó que "la gratitud y la alegría por una historia tan grande de fe y amor" como la de la Iglesia en Irlanda, se hayan visto "conmocionados de una manera terrible al salir a la luz los pecados cometidos por sacerdotes y personas consagradas", en alusión a los casos de abusos sexuales a menores por parte de religiosos en ese país.
"¿Cómo se explica el que personas que reciben regularmente el cuerpo del Señor y confiesan sus pecados en el sacramento de la Penitencia hayan pecado de esta manera? Sigue siendo un misterio. Pero, evidentemente su cristianismo no estaba alimentado por el encuentro gozoso con Cristo: se había convertido en una mera cuestión de hábito", subrayó.