(EP) Los fondos irán destinados a salvar vidas, con programas de nutrición y salud, asegurando el acceso a alimentos para las familias más vulnerables, un millón y medio de personas, de Burkina Faso, Níger, Mali y Mauritania. La coordinadora de Acción Humanitaria de Save the Children, Bárbara Mineo, ha señalado que «la situación en Sahel es ya extremadamente grave».
De hecho, en países como Níger las familias están luchando por sobrevivir con casi nada y los niños están pagando el precio de la crisis. «Nuestros análisis revelan que la situación empeorará si no aumenta la ayuda», ha apostillado. Por ello, la ONG pide a los donantes mayor compromiso, ya que «el retraso en la ayuda podría tener consecuencias muy graves para la población más afectada».
Así, Mineo ha dicho que «sin ayuda urgente los niños más pobres y sus familias no tendrán acceso a los alimentos y por tanto será muy difícil que sobrevivan». Para emergencias humanitarias como ésta, Save the Children tiene abierto un fondo de emergencias en el número 0049-1837-58-2910344142 del Banco Santander.
Los análisis de Save the Children, elaborados junto con los distintos gobiernos, Naciones Unidas y otras organizaciones, revelan que, por ejemplo, en partes de Mauritania, las familias más pobres no verán cubiertas el 80 por ciento de sus necesidades básicas durante los meses de junio y julio.