(Efe) En declaraciones publicadas hoy por el diario local Vanguard, Potki explicó que 12 personas murieron en la explosión en el templo de la localidad de Yelwa, mientras otras 9 fueron víctimas de los disparos de las Fuerzas de Seguridad, con lo que la cifra de muertos se eleva a 21.
Según el portavoz de la Asociación Cristiana de Nigeria (ACN), Lawi Pokti, las Fuerzas de Seguridad "no tienen justificación moral, ética o empírica para abrir fuego sobre las mujeres, jóvenes y niños que fueron a velar por sus allegados. Vemos este acto como un asesinato extrajudicial".
Según Potki, los soldados dispararon a esas personas mientras los soldados se encontraban desplegados alrededor de la iglesia atacada para mantener el orden. Además, el pastor protestante precisó que "hay confirmados 45 heridos, de los que solo 25 fueron víctimas de la explosión, y los otros 20 tienen heridas de diversa consideración por los disparos de los militares".
Sin respuesta del ejército
El Ejército nigeriano todavía no ha respondido a esa acusación, pero siempre ha negado el ataque a civiles en el norte, de preponderancia musulmana, donde hay numerosos efectivos desplegados para combatir al grupo radical islámico Boko Haram.
Por su parte, Boko Haram se responsabilizó este lunes, a través de un comunicado, del ataque suicida, y agregó que actuó en venganza por los ataques que las Fuerzas de Seguridad han llevado a cabo con sus "hermanos". En el texto, el portavoz de Boko Haram, Abul Qaga, acusó a los militares y a la prensa nigeriana de informar erróneamente sobre los enfrentamientos entre el Ejército y el grupo terrorista.
Boko Haram, cuyo nombre significa "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer la ley islámica en Nigeria, de mayoría musulmana en el norte y cristiana en el sur. Desde el inicio de su campaña violenta en 2009, el grupo ha asesinado a más de 1.200 personas, la mayoría en ataques perpetrados en el norte de Nigeria, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas nigerianas, Oluseyi Petinrin.