(Luis F. Pérez/InfoCatólica) Mons. Munilla cree que "el Movimiento 15-M nos ha recordado que las nuevas comunicaciones tienen sentido solamente en la medida en que se ponen al servicio de contenidos y metas objetivos".
Sin embargo, añade el obispo, entre las sombras principales del movimiento "están en la incapacidad de superar el rodillo del pensamiento único. Por poner un ejemplo, basta recordar algunos slogans utilizados: “Menos crucifijos y más trabajo fijo” “Esta plaza no es del Papa”, “Esta mochila la he pagado yo”, etc".
"Uno de los problemas del 15-M", explica el prelado vasco, "es que ha nacido más como un movimiento de protesta que de construcción" y añade que "hubiese sido muy distinto un movimiento capaz de integrar la indignación con el compromiso personal y social".
Por último, el obispo de San Sebastián concluye asegurando que "el problema está en que es más fácil gritar contra los abusos, que aportar soluciones. Aunque, ciertamente, algún tipo de grito es necesario para despertarnos de nuestro letargo".