(El Universal/InfoCatólica) El gobernador Mario López Valdez explicó que se presume que las personas desconocidas pudieron haberse introducido a la catedral durante la noche para causar los destrozos, puesto que no se tienen evidencias de que se trate de un robo.
En el recinto, fueron halladas diversas imágenes tiradas al suelo, algunas estaban decapitadas y otras destruidas, sin embargo, las alcancías donde se recolectan la limosnas estaban intactas.
Poco antes de iniciar la primera misa de la mañana de ayer, el sacristán descubrió los destrozos y daños al arte sacro, por lo que lo reportó a las autoridades judiciales, las cuales enviaron a peritos a recolectar evidencias.
Los primeros feligreses que se presentaron poco antes de las siete de la mañana, al percatarse que las puertas de la basílica estaban cerradas y mientras bomberos se introducían, se hincaron en la entrada del atrio a rezar.
La diócesis de Culiacán calificó como acto de vandalismo la destrucción de las imágenes religiosas. El portavoz de la diócesis, el padre Esteban Robles Sánchez, dijo que no tienen evidencias de que este hecho tenga conexión con el reciente atentado contra el párroco del templo Cristo Resucitado, Simón García.
Según los registros periodísticos, desde 2007 se tienen documentados por lo menos siete casos de robos de arte sacro, saqueos y daños a las puertas de templos católicos, enclavados en varios puntos de Culiacán.