"Mi teología es tremendamente ortodoxa y moderada. En mi pensamiento soy creativo, gracias a mi maestro Amor Ruibal, intento pensar la fe de una manera que hoy resulte comprensible ese mensaje que me parece precioso y profundamente humanizador, que tropieza con teologías más atrasadas y mentalidades más jerárquicas", ha argumentado para añadir que su teología "está en la onda más normal de la teología actual y siempre con ese talante constructivo".
Al respecto, ha atribuido a "un pequeño grupo de teólogos, apoyados por obispos" las críticas a su obra y ha afirmado que "hay mucha gente dentro de la Jerarquía y teólogos que no están de acuerdo" con la notificación que le han hecho. "Les decía: vais a armar un lio sin necesidad alguna y la credibilidad de la Iglesia va a sufrir mucho. Es una pena", ha afirmado.
"Lo que es claro es que el grupo que elaboró el documento que no entendió mi obra. Hay algunas preguntas que me negué a contestar", ha manifestado para explicar que "fue un desenfoque de no sintonizar con lo que quería decir y se malinterpretan las cosas, seguramente sin mala voluntad, pero teólogicamente e intelectualmente está profundamente desenfocado".
En este sentido, Torres Queiruga ha dicho que ese "toque" dado "va mal orientado". "Leyeron una parte sin captar lo que es de verdad mi intención. Encuentro gente seglar que dice que gracias a mi teología puede mantener la fe y es lo que les anima a seguir adelante. De fondo hay un gran malentendido", ha dicho en relación a las críticas.
En esta línea, ha considerado que "hay una cierta desconexión --de parte de la Iglesia--, un vivir a parte de la evolución del mundo, que no permite captar la realidad más concreta y más viva que está ahí y lleva a perder el contacto más directo con la teología".
IGLESIA DE BASE
Preguntado por el papel de la Iglesia de base, el teólogo gallego ha explicado que "es mucho más viva, pero tiene poco papel público". "Los grupos de cristianos que son iguales aquí que en Brasil y México", ha reivindicado.
"Estas comunidades de base cristiana son una maravilla de calidez, diálogo y de libertad, la pena es que no es lo que aparece del rostro público de la Iglesia", ha señalado.
Además, ha apuntado la "falta de democracia" en el gobierno eclesial. "Si me preguntaran cuál es el problema práctico más grave de la Iglesia, es no haberse acomodado a la democracia", ha dicho.
GALLEGO
Por otra parte, preguntado por el empleo del gallego en el seno de la Iglesia, Torres Queiruga ha comentado que "hubo un retroceso" y ha afirmado que "no hay una situación normalizada". "Hoy la Iglesia está por detrás de la universidad y del mundo oficial, es una pena porque la Iglesia por naturaleza, por vocación y por presencia es de las instituciones más populares en Galicia, pero no está siendo suficientemente fiel a esta vocación", ha lamentado.
Sobre quien es el responsable, ha indicado que "todos". "Pienso que la Jerarquía, en la medida que tiene un papel dirigente y determinante, no está haciendo todo lo que debía, cuando además hay un mandato del Concilio Pastoral de Galicia que pedía esto", ha apostillado.
"Una Iglesia que no se obedece a sí misma no puede pensar que la van a obedecer los demás. El Concilio Pastoral instó a que había que aumentar mucho y con intensidad la presencia del gallego en la liturgia y en la vida de la Iglesia y eso no se cumple", ha concluido.
(EP) "Mi teología es tremendamente ortodoxa y moderada. En mi pensamiento soy creativo, gracias a mi maestro Amor Ruibal, intento pensar la fe de una manera que hoy resulte comprensible ese mensaje que me parece precioso y profundamente humanizador, que tropieza con teologías más atrasadas y mentalidades más jerárquicas", ha argumentado para añadir que su teología "está en la onda más normal de la teología actual y siempre con ese talante constructivo".
Al respecto, ha atribuido a "un pequeño grupo de teólogos, apoyados por obispos" las críticas a su obra y ha afirmado que "hay mucha gente dentro de la Jerarquía y teólogos que no están de acuerdo" con la notificación que le han hecho. "Les decía: vais a armar un lio sin necesidad alguna y la credibilidad de la Iglesia va a sufrir mucho. Es una pena", ha afirmado.
"Lo que es claro es que el grupo que elaboró el documento, no entendió mi obra. Hay algunas preguntas que me negué a contestar", ha manifestado para explicar que "fue un desenfoque de no sintonizar con lo que quería decir y se malinterpretan las cosas, seguramente sin mala voluntad, pero teólogicamente e intelectualmente está profundamente desenfocado".
En este sentido, Torres Queiruga ha dicho que ese "toque" dado "va mal orientado". "Leyeron una parte sin captar lo que es de verdad mi intención. Encuentro gente seglar que dice que gracias a mi teología puede mantener la fe y es lo que les anima a seguir adelante. De fondo hay un gran malentendido", ha dicho en relación a las críticas.
En esta línea, ha considerado que "hay una cierta desconexión --de parte de la Iglesia--, un vivir aparte de la evolución del mundo, que no permite captar la realidad más concreta y más viva que está ahí y lleva a perder el contacto más directo con la teología".