(Fides) El documento de la ONU en sus seis puntos prevé el fin de la violencia, la aplicación progresiva de un alto el fuego, el suministro de ayuda humanitaria, la liberación de las personas detenidas de manera arbitraria, la libre circulación de los periodistas, el inicio de un diálogo político.
El Nuncio ha participado ayer en un encuentro de oración interreligiosa celebrado en la iglesia de San Cirilo, en Damasco, donde se ha rezado por las víctimas de la violencia y el terrorismo, en presencia de líderes cristianos y musulmanes. “Es urgente orar por todas las víctimas del conflicto. Es urgente activarse en el ámbito humanitario: muchas personas están sufriendo y, en áreas tales como Homs, es imposible incluso hacer obras de misericordia como enterrar a los muertos”, señala el Nuncio.
En Homs, según una fuente local de Fides, sólo quedan unos 1.000 cristianos, que viven en la clandestinidad y en el miedo, en un barrio que “está atrapado entre dos fuegos”, mientras continúan los combates entre el ejército y los rebeldes. La mayoría de los cristianos ya han huido por la violencia creciente, pero “en este infierno hay algunos ángeles, los pocos sacerdotes que se han quedado para consolar y ayudar a las personas que sufren”.