(El Mostrador/InfoCatólica) Ena Von Baer expresó su total rechazo a legislar las iniciativas sobre aborto; Guido Girardi señaló que "la tradición judeo cristiana es legítima, pero no puede ser impuesta"; e Ignacio Walker anunció que rechazará el proyecto de su par del PPD, porque incluye esa crítica en sus fundamentos. Jaime Mañalich fijó la postura del Ejecutivo y dijo que no se cree prudente legislar a favor del tema, "porque la situación de incompatibilidad con la vida de la madre está resuelta en nuestra práctica médica”.
La mano de Camilo Escalona en la Presidencia del Senado se hizo notar este miércoles en el marco del análisis de los proyectos que despenalizan el aborto terapéutico. En medio de un debate enardecido el legislador PS invitó a jóvenes que pifiaban a Ena Von Baer, a escuchar con respeto a la senadora. “Nadie tiene derecho de terminar con la vida de alguien, por muy tremenda que sea la situación que está viviendo”, fue el argumento con el cual la representante gremialista cerró su intervención, sin interrupciones desde las tribunas.
A solicitud de los comités opositores, se realizó esta sesión extraordinaria del Senado con el fin de tratar los proyectos que dicen relación con el aborto terapéutico. Hubo más de seis horas de debate, con un receso incluido. La jornada estuvo marcada por la polarización de posturas entre los legisladores.
La senadora Von Baer recalcó en su intervención que aprobar la idea de legislar sobre el aborto, a su juicio constituye apoyar que exista la posibilidad de abortar en Chile, algo sobre lo cual expresó su total rechazo.
Por su parte, los senadores DC, Mariano Ruiz- Esquide, Andrés Zaldívar, Jorge Pizarro, Ximena Rincón e Ignacio Walker anunciaron la presentación de una indicación sustitutiva al proyecto de Camilo Escalona. Dicha moción fue discutida junto a los proyectos de Fulvio Rossi y la ex senadora Evelyn Matthei, que despenaliza lel aborto por razones médicas y aborda la inviabilidad fetal; y la moción del senador Guido Girardi junto al ex parlamentario, Carlos Ominami, que despenaliza el aborto en determinados casos.
Walker recalcó que en su partido “no hay dos opiniones en cuanto al valor del derecho a la vida como piedra angular de una civilización de la vida”. Aunque precisó que sí es posible abortar “cuando esté en riesgo la vida de la madre”, anticipando además que votará en contra de la idea de legislar la moción del senador Guido Girardi y el ex senador Carlos Ominami, porque dentro de sus fundamentos señala que “lo que ha impedido esta discusión son los principios y prejuicios del judeocristianismo”.
Respecto a la iniciativa del senador Fulvio Rossi y la ex senadora Evelyn Matthei, dijo que “si bien se acerca más a lo que aspiramos sobre interrupción del embarazo, añade el tema de la inviabilidad fetal que nos parece una discusión de otra naturaleza”. Finalmente, la moción del senador Escalona que repone el artículo 119 del Código Sanitario alude a que “se podrá interrumpir el embarazo sólo con fines terapéuticos cuando esté en riesgo la salud física o sicológica de la madre, lo que a nuestro juicio abre una ventana que nos lleva a desestimar el proyecto”.
Ximena Rincón, por otro lado, dijo que su “primera definición en torno a este debate es que no solo debemos abordarlo, sino que debemos resolverlo aquí y ahora”, mostrándose abierta a aprobar la idea de legislar las mociones.
Proponen referendum sobre el aborto
En su intervención, Guido Girardi, se mostró orgulloso que el Senado tenga este debate y recordó el proceso de discusión frente a temas como el uso de los preservativos, los anticonceptivos y la píldora del día después. Señaló que “Chile es de los pocos países junto con Nicaragua, El Salvador, Honduras y El Vaticano, que penaliza aborto” y lo que queremos “es despenalizar el aborto en determinadas condiciones”. Además planteó que la visión de “la tradición judeo cristiana es legítima pero no puede ser impuesta a una sociedad” y se mostró partidario de promover la libertad sometiendo estos temas a Plebiscito, “porque las personas no van a permitir que el Estado les diga cómo vivir su sexualidad”
El ministro de Salud, Jaime Mañalich concentró su exposición en los aspectos técnicos y médicos. Dijo que la definición de aborto no está explicitada en la legislación chilena y la viabilidad fetal tampoco es un criterio absoluto. Por ello, “a falta de un pronunciamiento específico de nuestro aparato jurídico, uno debería aceptar provisoriamente que se entiende por aborto aquel embarazo interrumpido antes de las 22 semanas, aunque se están realizando avances en cirugía fetal que acortarían incluso ese plazo”.
Finalmente, fijó la postura del Ejecutivo y dijo que el Ministerio “no considera prudente legislar a favor de aborto terapéutico, porque la situación de incompatibilidad con la vida de la madre está resuelta en nuestra práctica médica. Tenemos 4 mil abortos por embarazo tubario (ectópico) y nadie presenta requerimientos por esos casos y lo mismo en aborto por histerectomía o cáncer”.
El senador Rossi, por su parte, señaló que se busca legislar no para reducir la mortalidad materna, sino que para adecuar la legislación, pues las normas vigentes señalan que no se podrá ejecutar ninguna acción cuya finalidad sea provocar un aborto. “Por eso hay que darle certeza jurídica a los equipos clínicos. Hay 972 mujeres que están esperando una respuesta que tienen que proseguir con un embarazo contra su voluntad a pesar que se sabe que el desenlace es fatal. Estamos planteando la interrupción de embarazo en casos en que no haya viabilidad del embrión, alteración cromosómica, no para el síndrome de down, como se ha dicho”, recalcó.
La Sala continuará el debate para la próxima sesión ordinaria, que se realizará al regreso de la semana regional. Esto sería en la primera semana de abril.
