(Aci) Benedicto XVI señaló que ese acto fue interpretado de una forma política y revolucionaria por quienes esperaban un Mesías que librara a Israel del dominio de los romanos, de una forma violenta. “Jesús decepcionó esta expectativa, tanto que algunos discípulos lo abandonaron y Judas Iscariote además lo traicionó. En realidad, es imposible interpretar a Jesús como un violento”.
El Papa remarcó que el celo de Jesús por el Padre y por su templo “lo conducirá hasta la cruz. El suyo es el celo del amor que paga personalmente, no aquel que quisiera servir a Dios mediante la violencia”.
“Con la Pascua de Jesús inicia un nuevo culto, el culto del amor, y un nuevo templo que es Él mismo, Cristo resucitado mediante el cual todo creyente puede adorar a Dios Padre en espíritu y en verdad”.
El Santo Padre señaló que “el Espíritu Santo ha comenzado a construir este nuevo templo en el seno de la Virgen María. Por su intercesión, oramos para que cada cristiano se convierta en piedra viva de este edificio espiritual”.