(Aci) En una entrevista concedida a Radio Vaticana, Mons. Girotti afirmó que cada vez más aumenta el número de fieles que deciden reconciliarse con el Señor y recorrer "nuevos caminos penitenciales que evidencian su voluntad de caminar, acercarse al Sacramento de la reconciliación como al final de un camino en el que deben escuchar sus actos no como declaraciones de buena voluntad, sino como la presencia de la Gracia en sus vidas".
Según el Prelado, a pesar de que la sociedad experimenta un persistente debilitamiento del sentido del pecado, "en los últimos tiempos muchos fieles viven el sacramento dentro de una nueva dimensión". En el curso vaticano, XXIII edición del «Curso sobre el Fuero Interno», se ofrece a los sacerdotes la posibilidad de reforzar su labor en este Sacramento, se procura que no haya disparidades de juicio en las confesiones, y se apliquen correctamente los principios del Magisterio de la Iglesia.
"Un buen confesor debe mostrarse siempre hospitalario, tranquilo, sin prisa ante todo; debe tener siempre la máxima cortesía posible y no olvidar que desarrolla una tarea paterna, porque revela a los hombre el corazón del Padre: representa justamente la imagen del Cristo Buen Pastor", explicó.
Mons. Girotti consideró que el tiempo de Cuaresma es ideal para acercarse a la Iglesia y pedir la confesión y recordó que el Beato Papa Juan Pablo II decía que los sacerdotes "al impartir a los fieles la Gracia del perdón con los Sacramentos de la Penitencia, cumplen el acto más alto de su sacerdocio después de la celebración eucarística".