(Análisis Digital) En el acto participaron Encarnación González-Rodríguez, postuladora de la Causa del Doctorado de San Juan de Ávila y directora ejecutiva de la Junta, Isidro Catela, director de la Oficina de Información de la CEE, y los directores de los Secretariados de la Comisión Episcopal del Clero y de la Comisión Episcopal de Seminarios, Santiago Bohígues Fernández y Ángel Pérez Pueyo, respectivamente.
Hasta el momento son 33 los Doctores de la Iglesia. El primero de ellos fue San Atanasio de Alejandría, y la última Santa Teresa del Niño Jesús, que fue proclamada Doctora en 1997 por Juan Pablo II.
Encarnación González-Rodríguez señaló que “quinientos años después de su vida, la Iglesia y el mundo vuelven sus ojos a esta persona, maestro, cuyo testimonio de vida y enseñanza nos resulta actual”. San Juan de Ávila, sacerdote secular, ha sido “la persona más consultada de su tiempo”, en el que vivieron también san Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Santo Tomás de Villanueva, Juan de Rivera, Pedro de Alcántara, San Juan de Dios…, “toda una constelación de santos que no sólo son destacables o eminentes por su vivencia eclesial, sino que dieron brillo a este Siglo de Oro español” que fue el siglo XVI.
Recordó que el santo nació en 1499, siete años después del descubrimiento de América, época “de conquistar y evangelizar”, pero también “momento de reformas, con el Cisma luterano”. Para Encarnación González-Rodríguez, fue también una época de pleno humanismo, “en la que se vuelve los ojos a la escritura, hay una gran evolución educativa, se fundan las universidades, colegios mayores y menores”. Considera que “san Juan de Ávila fue una de las personalidades más representativas del siglo XVI, que contribuyó a que la energía espiritual del Siglo de Oro fuera pujante”. “Alentó todas las vocaciones en la Iglesia”, y también a la Compañía de Jesús, donde mandó a sus primeros discípulos -alrededor de una treintena. “Fue una llamada a la santidad”, resaltó.
Asimismo, hizo un repaso por la biografía de San Juan de la Ávila, que nació en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), “hijo de una familia muy cristiana”. A los 14 estudió Leyes en Salamanca, y años después se trasladó a la Universidad de Alcalá, recién fundada ésta por el Cardenal Cisneros. En 1526 se ordenó sacerdote, y para celebrarlo “volvió a Almodóvar del Campo y lo vendió todo para marcharse a América a evangelizar. Todo lo que sacó con la venta se lo entregó a los pobres, y se quedó sin nada”. Sin embargo, sus planes se vieron modificados cuando se entregó a una vida de “predicación”. “Fue el nuevo evangelizador de Andalucía”, añadió.
Fue acusado por la Inquisición y llevado preso al Castillo de san Jorge durante dos años, “que fueron extraordinariamente fecundos para un hombre de 30 años, ya que profundizó mucho en la oración”. “Tuvo una gracia de Dios muy profunda, y captó lo que supone para la humanidad el hecho de la encarnación de Cristo. Su tema era el amor de Dios, y es lo que predicó toda su vida”. Entre sus obras destacan “El Tratado del amor de Dios”, “Tratado sobre el sacerdocio”, y numerosas homilías y memoriales.
De Maestro a Doctor
San Juan de Ávila murió en 1569. En el año 1623 comenzó su causa de beatificación, que se produjo 271 años después, en 1894, por el papa León XIII. El 2 de julio de 1946 Pío XII le declaró Patrono del clero secular español. Fue canonizado el 31 de mayo de 1970 por Pablo VI.
Encarnación Rodríguez destacó que San Juan de Ávila será nombrado Doctor por que su doctrina es “eminente”, y “no es un teórico” sino que es “fácilmente comunicable: el pueblo sencillo lo entiende, su doctrina se basa en la escritura y la tradición de la Iglesia, ayuda a entender algunos de los misterios de la fe, resulta actual en cada época, y es universal”. Su nombramiento como Doctor fue aprobado de manera unánime por 12 teólogos y por todos los obispos presentes en una sesión plenaria de la Congregación de las Causas de los Santos.
Preguntada por cómo aplicar el pensamiento de San Juan de Ávila al momento actual, subrayó que “primero hay que conocerlo”, y “traerlo al presente depende de nuestra capacidad de lectura, pues se conecta enseguida con él, ya que toca la fibra de la humanidad y permanece a lo largo del tiempo”.
Lanzamiento de una web
Por su parte, Isidro Catela, director de la Oficina de Información de la CEE, señaló que se ha creado un logotipo, y la CEE ha lanzado la web http://sanjuandeavila.conferenciaepiscopal.es en la que se puede consultar la bibliografía, los estudios, los datos biográficos y otros documentos del Santo, lo que responde al reto de “poner a un hombre del siglo XVI que irrumpe en el siglo XXI en 140 caracteres”, en referencia a la primera frase que inaugura el perfil de twitter, que es @juandeavila_d
Por su parte Ángel Pérez Pueyo, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Seminarios, manifestó que “San Juan de Ávila vivió en una época no menos difícil que la de hoy, con crisis en la sociedad y en los valores. Fue un hombre capaz de ser maestro de santos”. Por ello, abogó por “preparar hoy buenos sacerdotes”, ya que “donde hay un sacerdote santo, hay una comunidad de personas, creyentes o no creyentes, que sacan lo mejor de sí mismos a flote”.
Santiago Bohíges Fernández, director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero, intervino en último lugar para recordar que San Juan de Ávila es Patrono de Clero secular español. Por tanto, “es referencia y modelo de todos los sacerdotes de España, y su obra es de gran riqueza para ellos”. Y concluyó afirmando que, a nivel de conversión, “ha hecho una gran cantidad de santos sacerdotes”.
