(Efe) Otra persona murió en la ciudad oriental afgana de Jalalabad, según dijo a la agencia local AIP el director del departamento de salud pública de la provincia de Nangarhar, Baz Mohamed Sherzad, que situó en diez el número de heridos.
Algunas de las principales ciudades afganas están viviendo escenas de gran tensión, después de que saliera anteayer a la luz pública que varios ejemplares del Corán fueron quemados en la principal base de las tropas estadounidenses en Afganistán, Bagram.
Poco después del inicio de las protestas, el martes, el jefe de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF), John Allen, anunció una investigación y presentó sus disculpas tanto a las autoridades como al pueblo afgano asegurando que no fue una acción intencionada. El secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, también ha pedido disculpas a los afganos.
Distintos medios locales han informado de manifestaciones, en algunos casos con afluencias superiores al millar de personas, por segundo día en Kabul -donde hay al menos once heridos-, y también en Jalalabad y en Parwan.
Los talibanes han condenado ya lo que para los musulmanes es una grave profanación de su libro santo, y, en un comunicado citado por AIP, hoy mismo llamaron a los soldados y policías afganos a que disparen contra los militares de las fuerzas extranjeras.