(EP/InfoCatólica) La petición ha sido remitida el mismo día que se celebra el aniversario y fiesta de la Cátedra de San Pedro, a través de la postuladora nombrada por el presidente de la Fraternidad, que se ha constituido canónicamente como actor de esta Causa. Se trata de Chiara Minelli, profesora de Derecho Canónico y Eclesiástico en la Universidad degli Studi di Brescia.
La petición ha sido presentada al arzobispo de Milán, en cuya diócesis nació, vivió y ejerció Giussani, para que abra el proceso diocesano informativo sobre su vida, sus virtudes y su fama de santidad.
Al comunicar la noticia, el sacerdote D. Julián Carrón pide que “la Virgen, fuente viva de esperanza, nos ayude a ser cada día más dignos de las promesas de Jesucristo y de la gracia inmensa que hemos recibido y seguimos recibiendo a través del carisma de don Giussani”.
Comunión y Liberación
La Fraternidad de Comunión y Liberación es una asociación laica de derecho pontificio reconocida el 11 de febrero de 1982. En la carta que acompañó al Decreto de aprobación de la petición de reconocimiento, firmada por el cardenal Opilio Rossi, se reconoce que la contribución de la Fraternidad de CL a la Iglesia en la obra de evangelización es "de singular interés y urgencia pastoral", especialmente en los ambientes "alejados" y descristianizados, donde "están en juego los principios fundamentales de la vida del hombre y de la convivencia social". La naturaleza eclesial de la Asociación, concluye la carta, hace obvia "su plena disponibilidad y comunión con los obispos, a cuya cabeza está el supremo Pastor de la Iglesia", para colaborar en la vida de la pastoral diocesana, ofreciendo "su experiencia y sus contribuciones".
Los primeros grupos de "Fraternidad" nacieron hacia mediados de los años 70 por iniciativa de algunos "ex universitarios" del movimiento que deseaban profundizar, a través de un método comunional, su pertenencia a la Iglesia también dentro de la condición de la vida adulta y las responsabilidades que comporta. Hoy la Fraternidad acoge en sus grupos a miles de hombres y mujeres, decididos a comprometerse en una forma de vida que sostenga el camino a la santidad, reconocido como auténtico fin de la existencia.
La vida de la Fraternidad se realiza normalmente mediante la formación libre de grupos que sitúan este compromiso en el centro de su amistad y del compartir. La adhesión a la Fraternidad prevé una regla mínima de ascesis personal, momentos cotidianos de oración, la participación en encuentros de formación espiritual, entre los cuales se encuentran los ejercicios espirituales anuales y el compromiso de sostener, también económicamente, iniciativas caritativas, misioneras y culturales promovidas por la Fraternidad misma.
En los últimos años han surgido, en Italia y el extranjero, grupos de Fraternidad formados por sacerdotes diocesanos (el primero de ellos con el nombre de Studium Christi) que tratan de ayudarse en la profundización de su propia vocación y en el desarrollo de su misión.
Luigi Giussani
Luigi Giussani nace en 1922 en Desio, un pueblo de los alrededores de Milán. Luigi Giussani entra en el seminario diocesano de Milán siendo muy joven, y continúa y finaliza sus estudios en la Facultad de Teología de Venegono. Una vez ordenado sacerdote, don Giussani se queda como profesor en el mismo seminario de Venegono. En esos años se especializa en el estudio de la teología oriental (especialmente la eslava), de la teología protestante americana y en la profundización de las motivaciones racionales de la adhesión a la fe y a la Iglesia.
A mediados de los años 50 abandona la enseñanza en el seminario por la escuela media superior. Durante diez años, desde 1954 hasta 1964, enseña en el Liceo Clásico “G. Berchet” de Milán. Comienza a desarrollar entonces una actividad de investigación y de publicaciones, dirigida a centrar la atención dentro y fuera de la Iglesia en el problema educativo.
Son los años del nacimiento y de la difusión de Gioventù Studentesca. Desde 1964 hasta 1990 ocupará la cátedra de Introducción a la Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán. Guía el movimiento de Comunión y Liberación, presidiendo el Consejo General y la Diaconía Central, órgano directivo de la Fraternidad de Comunión y Liberación, asociación reconocida por el Pontificio Consejo para los Laicos en 1982. Finalmente, alienta y guía la experiencia de los Memores Domini, una asociación laical de personas de CL que han elegido la consagración a Dios en la virginidad, también reconocida por el Pontificio Consejo para los Laicos, en 1988.
Fue consultor de la Congregación para el Clero y del Pontificio Consejo para los Laicos. Falleció en Milán el 22 de febrero de 2005. El 24 de febrero, el cardenal Joseph Ratzinger, luego Papa Benedicto XVI, presidió el funeral en la Catedral de Milán como enviado personal de Juan Pablo II.