(Agencias) Benedicto XVI recordó que en su mensaje para esta Jornada, “he vuelto a llamar la atención sobre el tema ‘Migraciones y nueva evangelización’, subrayando que los emigrantes son no solo destinatarios, sino también protagonistas del anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo”.
El Papa subrayó que en un mundo en el que desaparecen las fronteras, las migraciones en busca de mejores condiciones de vida, o para escapar de las persecuciones, guerras, violencia, hambre y catástrofes naturales, han producido “una mezcla de personas y de pueblos sin precedentes”, con problemáticas nuevas no solo desde un punto de vista humano, sino también ético, religioso y espiritual.
Benedicto XVI agregó que la secularización, la aparición de nuevas sectas, una “insensibilidad generalizada” hacia el cristianismo y una marcada tendencia a la fragmentación “hacen difícil encontrar una referencia unificadora en sociedades que son cada vez más multiétnicas e interculturales”. El Pontífice denunció que en el mundo actual se intenta “borrar” a Dios y al cristianismo de la sociedad y que en ese contexto muchos inmigrantes crecidos en sociedades cristianas son “inducidos” a no considerar a Dios como importante en sus vidas, a perder la fe y a no reconocerse como parte de la Iglesia.
Benedicto XVI afirmó que los refugiados que piden asilo, tras escapar de persecuciones, violencias y situaciones que ponen en peligro su propia vida, tienen que ser acogidos y respetada su dignidad humana y sus derechos, así como deben saber cuales son sus deberes. El Pontífice pidió a los medios de comunicación que informen con “exactitud, objetividad y honradez de la situación de quienes han debido dejar forzadamente su patria y sus seres queridos y desean empezar una nueva vida”.
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
El Papa también recordó que del 18 al 25 de este mes de enero se desarrollará la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, por lo que invitó “a todos, a nivel personal y comunitario, a unirse espiritualmente y, donde sea posible, también de manera tangible, para invocar de Dios el don de la plena unidad entre los discípulos de Cristo”.