(Efe/InfoCatólica) Por primera vez, la máxima dignidad de la Iglesia Ortodoxa Rusa instó a los gobernantes del país a “cumplir con la verdad”. Si se practica “la mentira en la vida privada o profesional”, subrayó, “no se puede exigir que se mantenga la verdad a más bajo nivel”. Según el patriarca, “la Iglesia exhorta a que a cada nivel reine la verdad: a nivel personal, a nivel familiar, a nivel del colectivo laboral y de los partidos políticos, de los consorcios económicos y a nivel del Gobierno, de aquellos que encabezan el país”.
En una sociedad libre cada persona debe tener el derecho a expresar su opinión, incluido el desacuerdo con las autoridades”, dijo el patriarca. Lo importante es, resaltó, que “las protestas, manifestadas de forma correcta, conduzcan a la corrección del rumbo político”. Kiril I explicó que “para la Iglesia la activación del movimiento protestatario es (un tema) muy sensible, por cuanto entre sus feligreses están quienes salieron a la plaza y también aquéllos contra quienes protestaba la plaza”.
“Es por eso que la palabra de la Iglesia ha de ser la verdad que será aceptada por los unos y por los otros”, destacó, para agregar: “la verdad consiste en que la mentira debe marcharse de nuestra vida, de nuestra vida política, económica, social y privada”.
Diálogo y desarrollo frente a revolución y ruptura
El “principal mensaje al poder y a la gente”, precisó, consiste en el imperativo de “recordar que el límite de confrontación, de toda posibilidad de transformación revolucionaria de la vida de la sociedad ya están agotados”. “Nuestra vía es la evolución, el desarrollo tranquilo, mediante el diálogo real con el poder y, cuando sea necesario, también mediante la expresión de la protesta, pero de modo que no sean socavadas las bases de la vida estatal”, recalcó.
Hace una semana, Kiril ya instó a las autoridades rusas a prestar atención a las protestas para no repetir la suerte de la Rusia zarista. “Entonces, fuimos incapaces de mantener el equilibrio y la sabiduría. Destruimos nuestro país. ¿Por qué ocurrió? Porque las protestas, en muchos casos justas, fueron explotadas muy habilidosamente por fuerzas políticas ansiosas de poder”, señaló.