(Germinans/InfoCatólica) Organizado conjuntamente por las diócesis de Solsona y Vic, su organización podía haber pasado desapercibida, como ocurre tantos otros congresos y seminarios. Ninguna otra publicidad que una referencia al mismo en las webs diocesanas y un simple tríptico con su correspondiente cartelito. Ninguna presencia en los medios de información generalista y bastante escasa en los especializados. Germinans germinabit, desde InfoCatólica, apostó por un congreso cuyo éxito puede dejar huella en la Iglesia en Cataluña
Sacerdotes mayoritariamente muy jóvenes, orgullosos de vestir como sacerdotes, religiosas y religiosos con sus hábitos, nuevas congregaciones y nuevos movimientos, laicos muchos laicos también, ilusionados viendo el entusiasmo de los otros. Presencia relevante de participantes del resto de España, especialmente de las diócesis con mayor vitalidad, tanta que requirió un esfuerzo añadido en los comunicados de organización y en servicio de traductores: nadie podía perderse el testimonio entusiasta de Mons. Dominique Rey, obispo de Fréjus-Toulon, eje central de buena parte de la dinámica de las jornadas. Aunque, como él lo subrayó, "el protagonista es el Señor".
Cambio también a última hora del templo manresano para la celebración eucarística. De la parroquia de la Merced, que no hubiera dado abasto, a la de Cristo Rey.
Tras el rezo de Laudes y la bienvenida mano a mano de Mons. Casanova con Mons. Novell, obispos de Solsona y de Vic respectivamente, la presentación de Mons. Rey y su primera disertación. La primera referencia directa: “No es casual que hoy (por ayer) 7 de enero se celebre San Raimundo de Penyafort, uno de los más grandes santos catalanes, ni que mañana (por hoy) sea la Fiesta del Bautismo del Señor, ni que esta ciudad lleve la huella de San Ignacio de Loyola”.
Resto de la crónica, en el blog de Germinans germinabit.