(Agencias/InfoCatólica) En su discurso antes del rezo del Ángelus, el Obispo de Roma aseguró que “debemos mirar a la Iglesia no en su aspecto temporal y humano, señalado por la fragilidad, sino como Cristo la quiso, es decir, como 'comunión de santos'”.
"Hoy”, continuó el Papa, “veneramos esta innumerable comunidad de Todos los Santos, los cuales, a través de sus diferentes recorridos de vida, nos indican los diversos caminos de santidad reunidos en un único denominador: seguir a Cristo y adaptarse a Él".
Según Benedicto XVI, “todos los estadios de la vida, de hecho, pueden convertirse, con la acción de la gracia y con el compromiso y la perseverancia de cada uno, en vías de santificación”.
El Papa también se refirió a la conmemoración de los fieles difuntos, a los que se dedica la jornada de hoy, “que nos ayuda a recordar a nuestros queridos que nos han dejado” y subrayó que la Iglesia ha cultivado “con gran piedad la memoria de los difuntos” y ha ofrecido por sus almas.
El Santo Padre afirmó que “nuestra oración por los muertos es, por tanto, no sólo útil sino necesaria, por cuanto no solo les puede ayudar sino que es a la vez eficaz para su intercesión en nuestro favor” y añadió que “también la visita a los cementerios, por la que se custodian los lazos de afecto con quienes nos han amado en esta vida, nos recuerda que todos tendemos hacia otra vida, más allá de la muerte”.
Tras el rezo de El Ángelus, Benedicto XVI saludó a los presentes en francés, inglés, alemán, español, polaco e italiano.