(AnálisisDigital) Mons. Reig Pla habla sobre el significado del Congreso, sobre cuál es la actual situación de la familia y la nueva evangelización, que promueve Benedicto XVI.
- ¿Qué significado tiene el lema del Congreso “Nueva evangelización y familia a 30 años de la ´Familiaris consortio´”?
Con este congreso nos proponemos releer la Exhortación Apostólica del beato Juan Pablo II “Familiaris consortio”, que es como la Carta magna de la Pastoral Familiar de la Iglesia católica. Por primera vez Juan Pablo II, después de analizar la situación de la familia en 1981, propuso para la Iglesia un cuerpo completo de las enseñanzas sobre el matrimonio y la familia y diseñó el mapa de la Pastoral familiar estructurado en torno a los tiempos, servicios, agentes de pastoral familiar y situaciones.
Treinta años después continúan vigentes sus enseñanzas y orientaciones pastorales, que en España han dado origen a dos documentos del Episcopado español: “La Familia, Santuario de la vida y esperanza de la sociedad” (2001) y el Directorio de la Pastoral Familiar en España (2005).
- ¿Ha cambiado mucho La situación de la familia en la sociedad actual?
En treinta años la situación de la familia en España ha cambiado de modo vertiginoso. En 1981 se legaliza el divorcio y en 1985 se despenalizó el aborto en tres supuestos. Lo que ha venido después, particularmente en los últimos años, se ha calificado de auténtico “tsunami” contra la familia y la vida. Desde 2004 se han intentado promover diecinueve leyes o directivas que introducen la ideología de género, la agilización del divorcio, la supresión de los conceptos de paternidad y maternidad, el vaciamiento del concepto de matrimonio y la destrucción de la vida naciente o terminal. Al mismo tiempo este proyecto de ingeniería social ha promovido la anticoncepción, la esterilización masculina y femenina, y la equiparación de la unión de personas del mismo sexo al matrimonio. Todo este bagaje ha entrado de lleno en el campo de la educación con un conjunto de leyes y directivas que violentan el derecho de los padres a la educación de sus hijos.
El resultado de todo este cambio legislativo, unido a una cultura relativista y laicista, está resultando devastador para la sociedad española: ha descendido la tasa de nupcialidad, aumentan los divorcios y por tanto crece el número de familias rotas; la natalidad en España ha decrecido peligrosamente (1.38 % por pareja) y aumentan los abortos quirúrgicos, la dispensación de la PDD, etc. Todos estos datos se exacerban cuando los relacionamos con el número de parados (4.978.300 personas), el incremento de las drogas, el alcoholismo, la frecuencia de la prostitución, la pornografía, etc.
-¿Qué se puede hacer ante esta situación?
Junto a estos aspectos negativos, en España es elevado el número de familias que dan testimonio de fidelidad y que están abiertas a la vida. Del mismo modo se ha acrecentado en estos años el número de laicos que se están formando para afrontar con lucidez esta situación. Así se han podido renovar las Delegaciones de Pastoral familiar y enriquecer los movimientos familiares y provida. Son muchas las iniciativas eclesiales que en este momento están sosteniendo a los matrimonios, favoreciendo la acogida a la vida y promoviendo una renovación de la educación de los hijos.
Al mismo tiempo cada vez es mayor el movimiento asociacionista de las familias y la respuesta civil para promover el respeto de la vida humana y generar políticas familiares y educativas justas. A través de todas estas realidades está surgiendo una nueva cultura familiar y un nuevo humanismo centrado en la familia.
- ¿Por qué relacionar “nueva evangelización y familia”?
La razón es muy clara. Una situación tan difícil como la de la familia no se puede abordar con la pastoral ordinaria de la Iglesia. Por eso el Papa Benedicto XVI nos convoca a una “nueva evangelización” que nos haga recuperar el espíritu de los orígenes de la Iglesia apostólica. Hoy los católicos, centrados en la comunidad cristiana, necesitamos acrecentar el espíritu misionero y encontrar nuevos modos de ser Iglesia en las circunstancias en las que vivimos.
Al mismo tiempo no hay que olvidar que la nueva evangelización necesita da la familia para la transmisión de la fe y para rehacer el entramado cristiano de la sociedad. Las familias cristianas, como las minorías creativas, están llamadas a ser la regeneración de una sociedad que, por el rechazo de Dios, está olvidando la gramática del vivir humano.
- ¿Qué papel tienen los jóvenes en la Nueva evangelización?
La Jornada Mundial de la Juventud, recientemente celebrada en Madrid, ha puesto en evidencia que existe un modo alternativo de vivir. Estos jóvenes cristianos, agradecidos a sus padres por haber nacido, son un caudal de esperanza para la Iglesia. De esta juventud nacen las nuevas familias cristianas y las nuevas vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada que han vivido ya la experiencia de esta nueva evangelización. Ellos son, por tanto, como decía el beato Juan Pablo II, los centinelas del mañana, los llamados a ser testigos y apóstoles de la nueva evangelización.