(Efe/InfoCatólica) El cardenal Jaime Ortega ha adquirido en los últimos tiempos especial relevancia internacional al convertirse en mediador ante el presidente Raúl Castro en la causa por los presos políticos y abrir un marco de diálogo que permitió la excarcelación de prisioneros entre 2010 y 2011, un proceso apoyado por el Gobierno de España.
Entre 2010 y 2011 fueron liberados 115 presos, de los que 103 viajaron a España con 647 familiares. En esa cifra total figuraban los 52 presos que aún quedaban en la cárcel del llamado Grupo de los 75, como se conoce a los opositores que fueron condenados a penas de hasta 28 años en la ola represiva de la Primavera Negra de 2003.
El papel de la Iglesia católica en Cuba y del cardenal Jaime Ortega en ese proceso fue reconocido públicamente por el dictador cubano, general Raúl Castro, en un discurso en el VI Congreso del Partido Comunista (PCC, único) celebrado en abril.
Tras subrayar que las excarcelaciones fueron una decisión soberana de su Gobierno, Castro recordó entonces que se efectuaron "en el marco de un diálogo de respeto mutuo, lealtad y transparencia de la alta jerarquía de la Iglesia católica, que contribuyó con su labor humanitaria a que esta acción concluyera en armonía y cuyos laureles en todo caso corresponden a esa institución religiosa".
Biografía del cardenal
El cardenal Jaime Ortega, nacido el 18 de octubre de 1936, estudió teología en el seminario de San Alberto Magno, en Matanzas, y en el Seminario de Sacerdotes de las Misiones Extranjeras de Quebec, en Canadá.
Ordenado sacerdote el 2 de agosto de 1964, el ministerio del joven Ortega se vio interrumpido en 1966 al ser internado, en pleno régimen comunista, en un campo de trabajos conocido por las siglas UMAP, en el que permaneció hasta 1967.
En diciembre de 1978 fue designado obispo de Pinar del Río y desde el 20 de noviembre de 1981 es arzobispo de la Archidiócesis de San Cristóbal de La Habana.
Presidente de 1988 a 1999 de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, el cardenal Ortega fue el artífice de la visita de Juan Pablo II a Cuba en enero de 1998.
En la actualidad, la Iglesia católica cubana se encuentra inmersa en la celebración del 400 aniversario del hallazgo de la virgen de la Caridad del Cobre, patrona de la isla, cuya imagen es llevada por toda la isla en una macroperegrinación sin precedentes desde 1952.