(Efe) Nolbert Kunonga, expulsado de la fe anglicana en 2007, respondió a su excomunión formando una Iglesia independiente en Zimbabue, que recientemente se ha hecho con el control de templos, hospitales, colegios y al menos un orfanato de su antigua congregación.
“Hemos compartido con el presidente nuestra preocupación por las divisiones en el seno de la iglesia anglicana y hemos mostrado nuestra solidaridad con nuestra gente“, afirmó Williams tras la reunión de varias horas con Mugabe.
“Hemos entregado a su Excelencia un dossier con algunas de nuestras preocupaciones, para compartirlas con él y discutirlas en profundidad“, añadió.
El cisma de la Iglesia anglicana que lidera Kunonga obtuvo el respaldo de la Corte Suprema, controlada por Mugabe, para hacerse con los inmuebles, lo que ha obligado a los seguidores del obispo legítimo de la capital Harare, Chad Gandiya, ha congregarse en lugares alternativos.
“Le hemos pedido con claridad al presidente que use sus poderes como jefe de Estado para poner fin a esta conducta ilegal e inaceptable“, explicó la Iglesia anglicana en un comunicado.
En un duro sermón impartido el pasado domingo en un polideportivo de Harare ante miles de feligreses, Williams cargó contra el trato dispensado por los seguidores de Kunonga a los anglicanos.
“Sabéis de aquellos, que por su codicia y violencia rechazan la gracia de Dios, están tratando de silenciaros y arruinar las iglesias, colegios y hospitales de este país“, dijo el arzobispo de Canterbury. “La voluntad de Dios triunfará sobre estas agresiones demenciales y paganas“, añadió.
Kunonga, sin embargo, permanece desafiante. El domingo sus seguidores se manifestaron en contra de arzobispo de Canterbury, al que Kunonga acusa de haber hecho pedazos la Iglesia anglicana.
“Rowan Williams se equivocó al aceptar la homosexualidad, y esto ha roto la unidad de nuestra iglesia“, aseguró Kunonga.
Pese a todo, Williams insiste en que su iglesia no acepta la ordenación de obispos abiertamente gays ni aprueba los matrimonios entre el mismo sexo.