Zenit se quedó sin editores. Todos ellos anunciaron hoy sus renuncias, incluido Tony Assaf, responsable del servicio en árabe y cuya salida estaba en duda hasta hace unos días. Con esta decisión la agencia de noticias sobre El Vaticano y la Iglesia católica quedó prácticamente descabezada tras el despido de Jesús Colina, su fundador 14 años atrás.
Desde la salida del periodista español, el 27 de septiembre pasado, tomó las riendas del proyecto su director ejecutivo Alberto Ramírez. Él y el superior territorial para Italia de los Legionarios de Cristo, Óscar Nader, deberán encontrar los sustitutos para los dimisionarios editores y otros colaboradores más. Varios de los co-editores también tienen un pie afuera.
Al interior del Consejo de Zenit se barajaron algunos nombres, sólo como hipótesis. Entre ellos –por ejemplo- el de Jorge Enrique Mújica, todavía seminarista y autor del blog Actualidad&Análisis. Pero el mismo religioso legionario hizo saber que no le propusieron tal puesto. Algunos de los mencionados (también en este blog) difícilmente aceptarían la propuesta. Por lo pronto no se sabe quien mantendrá viva a la agencia en el futuro próximo. En su sitio de internet aún no se publica comunicado alguno y se borró la página dedicada al equipo.
Como bien apuntan los editores salientes -en la carta que abajo adjuntamos-, su vocación histórica fue de servicio a la Iglesia universal y no de dependencia institucional a los Legionarios de Cristo. Aunque la congregación controla actualmente su Consejo y en la práctica la maneja, no es su propietaria real, como yo mismo (erróneamente) pensaba.
De sus documentos se desprende que esa organización pertenece a un sociedad sin fines de lucro llamada “Innovative Media Inc.”, registrada en el estado de Nueva York (Estados Unidos) con un objetivo preciso: “informar sobre los grandes acontecimientos de la Iglesia en el mundo, los temas, los debates y los eventos que interesan especialmente a los cristianos de los cinco continentes”. Esa y no otra es su razón de ser. Durante 14 años eso hicieron Jesús Colina y sus colaboradores.
Eso confirma otra apreciación: Zenit ya no será –ni remotamente- lo mismo que era hasta antes de esta desbandada. No sólo porque cambiarán quienes la hacían. Sino porque existe la declarada intención de parte de quienes legítimamente la administran, de modificar sustancialmente su quehacer para reflejar en ella una mayor “identidad legionaria”. Algo que de confirmarse, huelga decirlo, modificará drásticamente la esencia de esa plataforma digital.
COMUNICADO DE LOS EDITORES DE ZENIT
Los seis actuales editores de idioma de ZENIT (Karna Swanson en inglés; Gisèle Plantec en francés; Inma Álvarez en español; Mirko Testa en italiano; Alexandre Ribeiro en portugués; y Tony Assaf en árabe), anunciamos nuestra salida de ZENIT, con gran tristeza personal, y después de muchos años de servir a la Iglesia y a nuestros fieles lectores. [El puesto de editor de la edición alemana está vacante].
Después de años de fructífera colaboración con los Legionarios de Cristo, no estamos de acuerdo con la decisión de la congregación de subrayar la dependencia institucional de la agencia hacia la Legión. La visión inicial de ZENIT nunca fue hacer de ella un servicio a una congregación particular, sino a la Iglesia universal. Éste ha sido el espíritu con el que hemos trabajado a lo largo de estos años, y no podemos traicionarlo.
Agradecemos calurosamente a todos nuestros lectores por su fidelidad y apoyo durante estos años, y esperamos seguir trabajando por la Iglesia y por todos aquellos que buscan la verdad, de otra manera, pero siempre con el mismo espíritu.
Aggiunta.- En las últimas horas hemos podido saber que temporalmente ha tomado las riendas editoriales de la agencia Paul De Meyer, ex jesuita, sin experiencia periodística pero colaborador del sitio desde hace tiempo. Suena como plausible la posibilidad de que se proponga a Antonio Gaspari como sucesor de Colina. Es sólo una hipótesis. Se trata de un periodista italiano parte del proyecto prácticamente desde el principio.