(Vatican Insider/InfoCatólica) En julio de este año, tras la polémicas que suscitó la publicación del informe sobre los casos de pederastia en la diócesis irlandesa de Cloyne, se había barajado la posibilidad de crear una ley para contrarrestar el fenómeno y que obligara a que los sacerdotes denunciaran los episodios de abusos sexuales que les fueran revelados en el confesionario, violando de esta manera el secreto de la confesión. Y esta propuesta había provocado una fuerte reacción por parte de la Iglesia Católica.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, había declarado que, en los casos en los que sucediera esto, incluso tratando “de encontrar indicios razonablemente” para defender a la víctima, se tiene que respetar el secreto de confesión. Su violación lleva aparejada la excomunión tanto para el sacerdote como para quien se confiesa.
Ayer mismo, el ministro Shatter, a pesar de que el pasado fin de semana insistió en que había que prohibir el secreto de confesión para los casos de pederastia, indicó que la controversia es “un problema falso”.