(180-2) Elogio del pudor -I
–Ya escribió usted tres artículos sobre este tema. ¿No es suficiente?
–No, no fue suficiente. Siguen creciendo en el mundo y en la Iglesia el impudor y la lujuria. Y siguen los predicadores silenciando en gran medida el Evangelio del pudor y de la castidad. Ésta es la causa principal de la degradación del mundo y de tantos cristianos en esta grave materia.
Hace unos años publiqué un Elogio del pudor (Fund. GRATIS DATE, Pamplona 2000). Y en julio de 2009 dediqué al pudor tres artículos de este blog (10), (11) y (12). Pero es obvio que la situación del mundo y de la Iglesia hace necesario insistir en la predicación de esta virtud natural y cristiana. Señalo esta vez brevemente diez verdades principales.
1.–El pudor está ordenado a favorecer la castidad (STh II-II, 151,4). Y como la virtud de la castidad es tan valiosa en todos los estamentos del pueblo cristiano, por eso es también tan grave mal la pérdida del pudor. Difícil es que se mantenga firme la castidad donde reina el impudor en el vestir, en el hablar, en los espectáculos y medios de difusión. El ser humano, que está llamado a ser para sus prójimos «imagen de Dios», se degrada por el impudor, convirtiéndose en instrumento del diablo.
2.–El mundo secular apenas conoce hoy el valor del pudor, también desconocido en gran parte del mundo antiguo. Y la situación actual del mundo en el impudor y la lujuria es semejante a la que halló la Iglesia en los primeros siglos, o quizá peor.
«Si una vez retirados [los cristianos] de la corrupción del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, de nuevo se enredan en ella y se dejan vencer, sus postrimerías se hacen peores que los principios… “Volvióse el perro a su vómito, y la cerda, lavada, volvió a revocarse en el cieno”» (2Pe 20-22). Los cristianos degradados se hicieron mundanos, ignorando que «todo lo que hay en el mundo –concupiscencia de la carne, codicia de los ojos y ostentación de la riqueza– no procede del Padre, sino que viene del mundo» (1Jn 2,16).
3.–Dios infunde el pudor en Adán y Eva, después de su pecado. Así como la predicación de la Iglesia afirmó la verdad original del matrimonio, librándolo de muchas corrupciones –«al principio no fue así» (Mt 19,8)–, también reveló al mundo con su predicación que Dios mismo, después de la caída del hombre y de la mujer, quiso al principio librarlos de la vergüenza que sintieron al verse desnudos: «les hizo vestidos y los vistió» (Gén 3,7.21). El vestido es, pues, con-natural a la naturaleza del hombre caído; y la desnudez es una indecencia y un peligro.
4.–El Evangelio del pudor fue una gran novedad que la Iglesia predicó al mundo antiguo con gran fuerza. El testimonio del pudor en los primeros siglos fue para la Iglesia ocasión de muchas conversiones, y también de muchos casos de martirio. Y así como el Occidente cristiano difundió con la luz de Cristo por todo el mundo el pudor y la castidad, ahora, caído en la apostasía, es lógicamente el mayor difusor del impudor y de la lujuria entre las naciones. Corruptio optimi pessima. Por eso es evidente que uno de los elementos de la nueva evangelización ha de ser la predicación y el testimonio del Evangelio del pudor y de la castidad, que es desconocido, es algo nuevo para el mundo y para gran parte del pueblo cristiano.
5.–El impudor es una ocasión próxima de pecado. La vanidad y la sensualidad de la mujer le llevan al impudor, y éste despierta fácilmente en el hombre la lujuria: «todo el que mira a una mujer deseándola, ya adulteró con ella en su corazón» (Mt 5,28). Y lo mismo, mutatis mutandis, ha de decirse del hombre en relación a la mujer. Por eso todas las formas de impudor en vestidos, palabras, costumbres, espectáculos, libros, son un escándalo.
Y «al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen una piedra de molino al cuello y lo arrojasen al fondo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es inevitable que sucedan escándalos, ¡pero ay del hombre por el que viene el escándalo!» (Mt 18,6-7).
6.–La gracia de Cristo mueve al recogimiento de los sentidos, por ejemplo, el de la vista, cuando sobreviene la tentación del impudor. Y lleva también a evitar la frecuentación de aquellos lugares en los que el pudor se ve agredido con tentaciones especialmente graves, como sucede en ciertas playas o espectáculos. Si el cristiano no se ejercita con la gracia de Cristo en la mortificación habitual de sus sentidos, será para él imposible evitar el pecado y más imposible aún ir adelante en el camino de la santidad. Por eso decía San Juan dela Cruz:
«¡Oh, si supiesen los espirituales cuánto bien pierden y abundancia de espíritu por no querer ellos acabar de levantar el apetito de niñerías, y cómo hallarían en este sencillo manjar del espíritu el gusto de todas las cosas si ellos no quisieran gustarlas», etc. (1Subida 5,4-5). «¡Oh, si supiesen los hombres de cuánto bien de luz divina los priva esta ceguera que les causan sus aficiones y apetitos, y en cuántos males y daños les hacen ir cayendo cada día en tanto que no los mortifican! Porque no hay que fiarse de buen entendimiento, ni dones que tengan recibidos de Dios, para pensar que, si hay afición o apetito [desordenados], dejará de cegar y oscurecer y hacer caer poco a poco en peor» (ib. 8,6-7).
7.–El mundo presente, al ser una gran Escuela de Impudor, es por eso mismo una gran Escuela para ejercitar la virtud del pudor. El mundo trata de inculcar el impudor y la lujuria ya desde la escuela, y en todos los ambientes y ocasiones. Y esta agresión al mal solo puede ser resistida con un ejercicio muy continuo y enérgico de las virtudes. Ahora bien, como éstas crecen precisamente con los actos intensos (STh I-II, 52,3; II-II, 24,6), por eso, si cada vez que los sentidos del cristiano reciben una incitación al pecado rechaza con la gracia de Dios la tentación, crecen en él mucho el pudor y la castidad. Y crecen al mismo tiempo con ellas todas las virtudes morales, pues todas están conexas y crecen juntamente, como los dedos de una mano (I-II, 65,1). Y quiera Dios que en este santificante ejercicio el cristiano, al rechazar la tentación, no se limite a realizar actos negativos –aunque, en realidad, todos los actos son positivos–, sino que siempre motive sus negaciones con actos positivos de amor y fidelidad a Cristo Esposo: «Señor, centra en ti mi corazón por el amor, y hazlo libre de toda criatura».
8.–La predicación insuficiente del Evangelio del pudor y de la castidad es la causa principal de la degradación creciente de estas virtudes en el mundo y en la Iglesia. Concretamente la Iglesia viene sufriendo en estas materias escándalos muy dolorosos. La causa principal de éstos no es la maldad del mundo circundante, sino el silenciamiento de la doctrina cristiana sobre estas materias, e incluso una aceptación ideológica del impudor como si fuera un progreso de la conciencia moral de la humanidad moderna. Solo la predicación del Evangelio, solo la verdad, puede vencer los males del mundo o al menos hacernos libres de ellos.
9.–El pudor cristiano no se limita a no-escandalizar, sino que pretende expresar la santidad de Cristo en formas nuevas que iluminen la oscuridad del mundo con su bondad y su belleza. Los cristianos no hemos sido enviados por Cristo al mundo para no hacer males, sino para difundir y acrecentar en él toda clase de bienes. Es decir, para re-novar el mundo a la luz del Evangelio, creando nuevas formas, modas y costumbres. La mejor manera –o la única a veces– que tiene el cristiano para negarse a participar de los males presentes es afirmando nuevos bienes.
«No os conforméis a este siglo, sino transformáos por la renovación de la mente, para que procuréis conocer cuál es la voluntad de Dios, buena, grata y perfecta» (Rm 12,2). «Así seréis irreprensibles, hijos de Dios sin mancha, en medio de esta generación mala y perversa, entre la cual aparecéis como antorchas en el mundo, que llevan en alto la Palabra de vida» (Flp 2,9).
10.–Laicos, sacerdotes y religiosos, todos los cristianos estamos llamados a la santidad, también evidentemente en el pudor y la castidad. En lo referente al vestir, por ejemplo, tanto las religiosas como las seglares deben ser reflejo de la santidad, pobreza y dignidad de Cristo. Aunque en modos diversos, según sus distintos estados, unas y otras deben vestir en formas absolutamente decentes. De hecho, una heterogeneidad extrema en el vestir de religiosas y laicas es ajena a la tradición católica, y solamente ha podido producirse en tiempos de apostasía generalizada entre los bautizados, y en clave de mundanización.
Que la Llena-de-gracia interceda por nosotros.
José María Iraburu, sacerdote
Post post.- Añado la imagen siguiente, que ya la puse en otro artículo (161), por sugerencia de Tina, comentario 1-VI-2012, 10:45. Va dedicada a ella y a los suyos.
Índice de Reforma o apostasía
60 comentarios
Gracias, padre I.
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JMI.-Como ves, Maricruz, es ya una costumbre.
Bendición +
Ji, ji, ji.
Váyase haciendo a la idea de que le acusarán de querer que nuestras "jóvenas" vayan vestidas con el burka o algo parecido.
Claro, que también preveo lo que le importará a usted esas críticas.
Posts como estos son siempre necesarios. Apenas nadie escribe sobre el tema. Y no digamos nada sobre los que predican. En toda mi vida no he oído una sola homilía en que se hablara del tema. Y me acordaría si hubiera habido una, por lo extraño de la misma.
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JMI.-No tengo nada contra las gafas de sol, de verdad: podría jurarlo. Pero ha sido preciso "gafar" a estas mocetas para ocultar su identidad.
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JMI.-Bah... Si no dicen de nosotros más que eso, no es gran cosa.
Tranquilo en Dios.
Pues en realidad, hay un solo modelo para chica católica, y La verdadera muchacha católica, en su corazón y en su vida, es precisamente quien tiene como ejemplo al que sigue, es la imitación a la Santísima Virgen María. No solamente para católicas, también para los católicos es nuestro modelo después de Jesús, que también fue muy casto, San Juan Evangelista por su pudor, conoció los secretos del Corazón de Jesús.
Hay algunas iglesias dedicados a la Santísima Madre de Dios por ejemplo, que amablemente se invita a los visitantes, entrar con verdadero decoro, nada de ir a la Casa de Oración como quien va a una piscina, una playa. El impudor consentido en la casa de oración, cuando el sacerdote no advierte, que en pantaloncitos cortos, o faldas cortas, no debe ir a un lugar sagrado, y menos para recibir la Sagrada Comunión, niñas, muchachas jóvenes, y mayores, que no tienen reparo en mostrar su escote. Pues no es cosa de Dios, sino del demonio.
El pudor, yo diría que es un antidoto a la vida, porque amar la castidad, y practicarla, nos ayuda a que nuestra oración se vaya perfeccionando, y Dios se complace en los corazones puros y castos, y ese ha de seguir siendo nuestro trabajo constante.
Los impúdicos terminan en lujuria, no conocen la recompensa del Reino de Dios, al final de sus días, les invaden todo el mal que se ha hecho así mismo y a los demás con sus escándalos.
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JMI.-Las de la imagen se supone que son católicas. Están asistiendo a una gran concentración católica de 2011.
O sí: un sermón que debe ser de mis tiempos de catecúmeno, allá por los '50!!! Un enojado cura arremetía contra las señoritas que iban a misa sin mangas. Después recuerdo haber escuchado críticas de los feligreses acerca de la "moral por centímetro"...
Y después, silencio de radio...
Parecería que hay un acuerdo tácito: en las homilías los comentarios del Evangelio no deben cuestionar las costumbres concretas al uso.
Y lo peor del asunto: esto lo he comprobado muy vigente también en curas de excelente doctrina. De los cuales uno esperaría que todas sus homilías fueran como los artículos suyos, Padre. Pero resulta que no.
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JMI.-Oremos, oremos, oremos.
El 'mundo' es el que es, podria ser mejor, sin duda, que la inspiracion cristiana, la mejor, puede contrubuir a ello pienso que es muy posible pero hay que ver las cosas con naturalidad. Yo no creo que el 'mundo' este bañado en la lujuria, simplemente se han superado complejos absolutamente artificiosos que tampoco elevaban la moralidad. Y por muchas partes, no solo la de austeros evangelistas, he tenido alguna bronca con mi madre, cuando ella, feminista de las radicales, echa maldiciones sobre los concursos de belleza y asi y le respondo que cononzco a muchas chicas que nada les encantaria mas que ser miss de algun evento de esos.
Estas chicas que pone creo que lo asumen, de hecho es lo que vi en la JMJ en una jornada que asisti de invitada o de 'oyente' creame que estaba mas escandalizada yo que ellas, y cuando preguntaba con ... cierto animo casi inconsciente de inquisidora y evidente sorpresa me decian "y de donde vienes tu?" xd, al final veia tops y shorts con la misma naturalidad que ellas y los chicos, se mostraban tan llanos y con la misma desenvoltura, todo era 'normal'.
Claro esta que ... era pleno mes de agosto y hacia mas de 40C !!! si viera lo mismo en un templo, diria que si seria mas conveniente escoger mejor lo que te pones, mas que nada por la elegancia, las maneras, una cosa es ir a la playa, otra ir a la iglesia. O incluso asistir a cualquier acto social. Se que muchos recalcitrantes criticaron con ardor ese ambiente a priori tan alejado de lo que por convencion (por convencion!) ha de ser una asamblea de creyentes sin embargo a mi y creo que a muchos otros 'invitados' nos produjo una empatia que nos aproximo mucho mas a todos, se positivamente que mas de uno y una se convirtio, yo es cierto que a pesar del deseo de la amiga que me invito a este evento no sali convertida, pero tengo un antes y un despues del tema religioso con la JMJ. No se, les dira a esos ultraMontanos eso que tanto he oido "por sus frutos lo conocereis".
D. Jose Ma. poco se de la liturgia pero recuerdo bien una sentencia que dice " no mires nuestros pecados sino la fe de tu iglesia", a mi las chicas y chicos que vi, todos me parecian creyentes sinceros. Tampco creo que vd. dude de ello, a lo mejor opina que persistir en esta 'naturalidad' puede acarrear debilitamiento de esa fe y consecuentemente relajar la moral que debe presidir a un cristiano, por mi parte diria que no lo se, quiza si, aunque tengo entendido que la vida de un cristiano esta llena de retos, unos pocos mas que para los no creyentes, si esa fe es solida, creo que no hay nada que temer.
Ay!! no se cuanto llevo ya, disculpe el toxo, solo una ultima cosa mas, a porposito de alguna cita de su texto, si un dia me convierto, me seria imposible asumir esa insistencia en la ... (es que la sola palabra en si me da un no-se-que) ... mortificacion.
Ademas pienso que esta en contradiccion en una cosa, bellisima, de inspiracion -me parece- del Espiritu Santo "tu cuerpo es como un templo" y hay que cuidarlo, no solo por bueno, por vanidad, eso casi seria lo de menos (aunque ... algo hay, son cosas de la vida ;-), sino porque le conviene a la buena salud y buenos habitos. Entonces? porque esa necesidad de someterlo a malos tratos? no lo entiendo. Ya solo irte a correr una mañana de invierno a primera hora ya es a veces un martirio! porque esa insistencia de dolor autoProvocado? Pienso que es un grandisimo error que esas practicas calmarian impetus y apetencias insanas, mas bien al contrario diria que te hacen mas agrio y aspero.
(aunque quiza eso sea lo que se persiga, trasladar al caracter ese rigor entendido como signo de encono y severidad) (y caso de ser asi tampoco estaria de acuerdo)
Bueno, no se cuanto llevo ya, espero que no sea una paliza y quepa todo, un saludo a todos,
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JMI.-No, no exagero un poco las tintas.
Esa erotización morbosa del mundo (en TV, internet, publicidad, cine, calle, piscinas, etc.) la están diagnosticando hasta los psicólogos, sociólogos o historiadores no-creyentes. Es obvia: la primera con b y la segunda con v.
Ahora bien, creo que no dice nada sobre la importancia del padre de familia, del esposo, del novio, del amigo, del profesor, de los varones que quieren bien a las féminas impudorosas.
Tampoco dice nada de los varones impúdicos. Si antes se veía mal a los "viejos verdes" que deambulaban por las playas o a los "piropos de albañiles" por las calles, de modo semejante a como se veía mal a "chicas normales" que salían de sus casas vestidas "como prostitutas" o que hablaban o se comportaban de modo similar, ahora resulta prácticamente imposible distinguir a unos de otros en no pocas ocasiones. Y hasta se considera "gracioso".
En fin, el verano es gran ocasión para rezar y hacer penitencia por nuestros pecados y los de nuestros hermanos.
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JMI.-Sí que digo de "los varones impúdicos": "Y lo mismo, mutatis mutandis, ha de decirse del hombre en relación a la mujer. Por eso todas las formas de impudor en vestidos, palabras, costumbres, espectáculos, libros, son un escándalo".
Por otra parte, vea usted, p. ej., la publicidad semi-pornográfica en cualquier revista: el 97% del impudor, digamos, visual, con perdón, es femenino. ¿O no?
En conversaciones, p.ej., quizá, sea al revés, y los varones les "ganen" por bastante a las mujeres. Aunque vaya usted a saber... El ejemplo anterior, el de las revistas, es más obvio y verificable qu éste de las conversaciones.
Conformísimo con lo último que dice: "En fin, el verano es gran ocasión para rezar y hacer penitencia por nuestros pecados y los de nuestros hermanos". Exactamente. Y hay que machacarlo bien, porque para muchos el verano es un tiempo juergoso en el que vale todo.
Con la calor...
Yo también colaboré evitando que en casa (iglesia doméstica, no lo olvidemos) se vean "esas cosas" que mencionás. Jamás consentí en pisar esa trampa cazabobos del "si no lo ven en casa, lo ven afuera". Jamás. La casa es la casa, es el "molde" en el que se vacían las costumbres de los hijos. Es un "santuario" que hay que preservar, conservar y valorizar.
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JMI.-Dios dé a todos sus hijos cristianos padres capaces de hacer de su hogar familiar un templo. Un ámbito sagrado, en el que está presente todo lo bueno y no hay sitio para nada malo.
Bendición para Ricardo + y todos los suyos.
(Y recuerde que es una santa y muy antigua costumbre que los padres, p.ej., al fin del día, den a su hijos la bendición en el nombre de la Santísima Trinidad.
"Papi, la bendi, que me voy a la cama".
Yo he conocido en Navarra y en México, concretamente en Querétaro, todavía viva esa preciosa costumbre).
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JMI.-Bendición + para Mirta y los suyos.
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JMI.-Dios le bendiga.
Yo, la verdad, de parafilias culturales y cosas de ésas no sé prácticamente nada.
No siempre la piden, más bien cuando se acuerdan o se "motivan", pero bueno, no se olvidan vuelta a vuelta de pedirla antes de ir a dormir..
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JMI.-Deo gratias.
Yo solo he oido hablar del pudor a curas del Opus Dei o gente relacionada con esta institución.
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JMI.-Cualquier día de éstos, con el favor de Dios, descubrimos el Mediterráneo.
Los ejemplos de la foto se quedan cortos en cuanto lo que se ve por donde vivo... ahora, no me costa que grado de compromiso con su Fe tengan las señoritas en cuestión que uno ve por acá. Cosa que se supondría de alguien que asiste a unas JMJ.
Terrible, ¿no?
Bendiciones.
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JMI.-Bendición +
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CésarAugusto, yo más bien diría:
"ahora, no me costa que grado de compromiso con su Fe tengan las señoritas en cuestión que uno ve por acá. Cosa que se supondría de alguien que INVITA Y SELECCIONA A LAS SEÑORITAS QUE asisteN a unas JMJ."
La diferencia no es mínima, ¿verdad?
Porque estoy casi seguro que esas señoritas de la foto están contentísimas con ellas mismas y reconvencidísimas de ser "muy católicas". ¡Pero hombre, si es que han estado en las JMJ!
Como decía el viejo cura amigo que nos acostumbró a las bendiciones : "Y ahora, ¿quién arregla esto?"
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JMI.-Lo arregla la Santa Madre Iglesia, Esposa de Cristo, por obra del ESanto, que procede del Padre y del Hijo, a través de los pastores, laicos, religiosos, contemplativos orantes-penitentes, y en especial, a través de los santos.
Y si no, Cristo mismo directamente en su Segunda Venida (Parusía, le dicen).
Por lo demás, coincido en la valoración del pudor como virtud natural y cristiana y en la necesidad de la predicación del Evangelio de la castidad. Pero con sentido común. No creo ni mucho menos que la desnudez sea una indecencia o un peligro. Solo hay que contemplar los frescos de la Capilla Sixtina. El problema es que la mirada del hombre sobre la desnudez humana está herida por la concupiscencia, pero la sublimación de la belleza del cuerpo ha llevado siempre a grandísimas cotas artísticas y estéticas. Cosa distinta es la hiper-erotización a la que nos tiene sometido el mundo moderno, utilizando el sexo o la voluptuosidad -especialmente femenina- como reclamo publicitario constante y continuo. Creemos un ambiente favorable a la castidad pero no nos convirtamos al puritanismo más absurdo y recalcitrante.
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JMI.-Estaré unas tres horas fuera. A la vuelta le respondo.
Tal vez lo que falta es "oración"...y por eso Fe...
De un corazón limpio, santo y caritativo (sea del '50 o del 2012), brota un comportamiento exterior puro y servicial, bueno y bello.
"A su imagen y semejanza..." Gn
Nuestra Sta Madre, Virgen Pura nos guarde y bendiga a todos.
...la están diagnosticando hasta los psicólogos, sociólogos o historiadores no-creyentes "
No niego que alguno se haya sentido ahogado al tener que "taparse", muchos de los jóvenes de hoy se sienten ahogados al tener que "destaparse".
La santidad no está en el vestido, está en la CARIDAD pero la caridad cambia las costumbres.
Seria como poner sujetadores a las niñas africanas por si hay hombres que se sientan impulsados a pensar mal , viendo su desnudez.
El mal está mas en los ojos que miran que en las niñas de Madrid
Gracias por intentar hacernos mas buenos.
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JMI.-No se juzga a unas chiquitas.
Se reprueban unas modas que no son decentes, y que las chicas siguen engañadas.
El mal está en la debilidad del ser humano pecador, inclinado a la sensualidad pecaminosa, y asistido al mismo tiempo por la gracia de Cristo (sobre-humana, divina, sobre-natural) para resistir la tentación y afirmarse en el bien.
Cuando más el alma se dedique a la oración y al recogimiento, más fuerza tendrá para vencer en las tentaciones. Pero tanto un varón, como una mujer, que no ora debidamente, terminará su vida en este mundo en desgracia, más aún, si encuentran las impurezas como una cosa normal, pero que en el momento de morir, se dará cuenta del gran error que ha vivido.
Durante la JMJ, de los que fueron, unos pocos vivieron la fe, pero la mayoría, se han olvidado de la visita del Papa y sus enseñanzas. En esta peregrinación, no ha faltado chicas con esa vestimenta, que llegan a tal obsesión de impureza, como otras, que diciéndose "católicas" no tienen reparo en mostrar una violencia tanto verbal como en la agresión física. No es esto lo que pide nuestro Señor Jesucristo ni la Iglesia Católica. Esas modas corrompe al corazón inocente si se deja llevar.
Las modas de este mundo, y lo que dice esa foto: "los nuevos modelos de chicas católicas" (sin reprobación eclesiástica) la vemos reflejada también como ejemplo del Evangelio, que quisieron entrar en la llegada del Esposo, pero no se prepararon espiritualmente, porque es la vida espiritual la que nos ayuda a persverar en la fe y si la fe es verdadera, defenderemos nuestra castidad, para no perder al Amor de nuestra alma.
EL camino que lleva a la perdición, es bien ancho y cómodo, y muchos van por él, dice el Señor.
En lo que ha escrito el P. José María Iraburu no hay exageración, como tampoco exageraba en su tiempo el Santo Cura de Ars, cuando guiado por el Espíritu Santo, denunciaba la maldad.
En cuanto a la desnudez, yo diría que la concupiscencia la siente más bien el hombre con respecto al desnudo de la mujer. La mujer suele tener, más bien, un sentimiento de vergüenza y muchas veces de, dígamoslo, de susto, ante el desnudo masculino. (Si es que no le da un ataque de risa.) Claro, que hay de todo. Las enfermeras y las médicos, no creo que se asusten si tienen que ver la desnudez de un hombre y no todos sus pacientes serán de proporciones armoniosas.
También, entre los hombres, hay de todo. La mirada de algunos es descaradamente lasciva. Otros, quisieran, y a veces lo logran parcialmente, tener una mirada más limpia; pero queda en ellos cierto residuo de sentimiento libidinoso. Otros, como los médicos y cirujanos, se terminan acostumbrando. Por último, hay algunos con una vida espiritual tan intensa que terminan por no tener ningún sentimiento lujurioso, incluso aunque tengan delante de ellos a una mujer desnuda. Hablo, por ejemplo, de algunos artistas plásticos, consagrados a su arte desde su juventud y que lo viven como una experiencia de elevación espiritual. Estos artistas han tenido que copiar, en sus años de formación, a modelos desnudas, directamente del natural y no han tenido jamás ningún resquicio de sentimiento de lascivia, viendo en el cuerpo femenino, únicamente la belleza de éste.
Ya estoy de vuelta. He tardado más de lo que pensaba; pero, como le he dicho, paso a responderle. Y valgan estas consideraciones también para los que piensan más o menos como ud., que son innumerables como las estrellas del cielo y las arenas de las playas.
«No creo ni mucho menos que la desnudez sea una indecencia o un peligro». En esto no concuerda ud. ni con Adán y Eva, que después del pecado sintieron vergüenza de su desnudez y se hicieron, como pudieron, unos vestidos (Gén 3,7; cf. 3,10), ni con el criterio de Dios Creador, que «les hizo vestidos y los vistió» (3,21). El Señor Dios quiso el vestido para el hombre pecador. Y ya los Padres antiguos enseñaron que en la resurrección no habrá vestidos.
«Entonces tendríamos que condenar todas las playas», etc. Argumentar por mayorías en cuestiones de fe y moral es completamente in-significante. Supongamos con tres ejemplos que un 85% de bautizados no va a Misa, practica en su matrimonio habitualmente la anticoncepción y acepta las modas del mundo, incluido el bikini en playas y piscinas. Y supongamos que un 15 % va a Misa, no es anticonceptiva y no admite el bikini ni modas semejantes. ¿Qué pensar? Que los primeros (al menos en esas cuestiones) están errados, y los segundos están en la verdad, y son de los que «no se conforman a este siglo» y, por «la renovación de la mente», aciertan con «la voluntad de Dios, buena, grata y perfecta» (Rm 12,2).
«Madrid, 40º C, pleno agosto», etc. Tampoco ese argumento vale. En el judaismo, el cristianismo, el islam, el hinduismo y en otras muchas culturas y religiones, viviendo a veces en climas muy calurosos, se han mantenido vestidos que evitaban cualquier grado de desnudez. Sin que hayan muerto de asfixia o hipertermia. Es cierto que en algunos pueblos se ha llegado a extremos como el burka, pero tales excesos han sido desconocidos en la tradición general de los pueblos cristianos.
«Si abroncamos a estas jóvenes católicas como las causantes de la impudicia reinante», etc. es una frase que, como ud. mismo apreciará, es falsa. Ni son causantes, ni las abroncamos. Simplemente indicamos que su modo de vestir se aproxima malamente al de las mujeres actuales mundanas, ajenas al Evangelio, y que ese modo hubiera sido considerado inaceptable durante casi veinte siglos por los cristianos. Ahora, es cierto, somos una minoría quienes predicamos en temas de pudor-castidad según la Biblia, el Magisterio apostólico, la Tradición católica y la enseñanza de los santos.
Somos pocos, consecuentemente, quienes estimamos indecentes (non decens, no convenientes) algunos modos, p. ej., de vestir que la mayoría considera aceptables, incluyendo la casi-total-desnudez del bikini. Pero para pensar-actuar así no es necesario irse «al puritanismo más absurdo y recalcitrante». Basta haber recibido de Dios y de la Tradición católica un sentido del pudor cristiano, que nos lleva a unos modos y modas distintos y mucho mejores que los del mundo: mucho más conformes con la voluntad de Dios (que "vistió" a los pecadores) y mucho más convenientes (decens) para la humildad y la castidad de los propios pecadores, hombres y mujeres, que todos lo somos.
Yo siempre he sido creyente y he llevado shorts en la playa cuando tenia la edad de esas chicas.......tampoco hay que pasarse con las críticas
Saludos
Usted dice la verdad. Es chocante como se visten las chicas de colegios católicos -y de Universidades católicas-. En muchos barrios, peor que las que van al Instituto. Este tema molesta mucho a los padres (y madres que ven bien que sus hijas vayan con la falda del uniforme al mínimo), y educadores, que no quieren diferenciarse del mundo.
Adelante padre, estamos contigo. ¿Para cuando la traducción al inglés?
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JMI.-Eso es cosa de ingleses, como alguno que yo conozco.
Sobre la desnudez, quizá no me expresé correctamente. Efectivamente, su exposición pública, dada la condición concupiscente del hombre tras el pecado original, puede ser una invitación al pecado y por lo tanto un pecado en sí misma. Ahora bien, el problema no es la desnudez como tal, sino la lujuria que inevitablemente provoca. Porque el cuerpo humano en sí es bueno y santo ya que ha sido creado por Dios. En un examen médico, por ejemplo, exponer la desnudez no es pecado, porque se ordena a un fin bueno.
En relación con el argumento de cantidad, efectivamente no porque muchos hagan tal cosa esa cosa es buena. Pero creo sinceramente que entre las mujeres católicas, por ejemplo, está extendido el uso del bikini -cuando debe y como debe usarse, claro está- y no ha habido pronunciamientos magisteriales contudentes de condena. Caso contrario a cuando parecía que el uso de la píldora podía extenderse entre las mujeres católicas: ahí actuó rápido la Iglesia y expuso nítidamente que cualquier forma de anticoncepción, en sí misma, es mala.
Sobre los 40 ºC en el Madrid estival de la JMJ, creo que sí tiene su importancia considerarlo. Porque si estas chicas hubieran portado esa vestimenta con un frío de pelar en Noruega, por ejemplo, podríamos concluir sin mucho esfuerzo intelectual que sus intenciones no serían muy honestas. Pero cuando el calor aprieta, ir rebajando la cantidad de ropa es algo natural. Y mientras no se rebasen determinados límites -que en cualquier caso vendrían marcados por la invitación irresistible al pecado- me parece lo más normal del mundo.
Dicho esto, insisto que soy el primero en condenar la hiper-erotización de la sociedad. Pero no creo que sea el caso. Por lo demás, de acuerdo con las generales de la ley.
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JMI.-El Magisterio apostólico no ha sacado ningún documento, que yo sepa, sobre el bikini; pero ha dado mucha doctrina y exhortaciones sobre el pudor y la castidad. Y en todo caso, el Magisterio enseña cuando habla, no cuando calla o habla poco.
Tampoco hay frecuentes, fuertes y claras denuncias sobre la práctica generalizada de la anticoncepción en los matrimonios, y sin embargo bien claro está en el Magisterio su grave maldad y sus pésimos efectos sobre el matrimonio.
Lo de los 40º no convence. Los beduinos en el desierto se tapan bien para defenderse del calor del sol. No lo hacen ni por pudor ni por mortificación.
Quizás te convendría revisar algunos conceptos en beneficio de la coherencia.
Como han dicho más arriba, piensen en las bodas entre católicos, incluso católicos practicantes: el novio, padrino y los invitados van con camisa, corbata, chaqueta o variantes, pantalón largo, calcetín y zapato. La novia, madrina y las invitadas van con traje, largo o corto según la "categoría" o "momento" de la boda, al menos en España habitualmente novia y algunas invitadas más pudorosas llevan traje escote generoso delante y detrás y "algo" para cubrir "algo" durante la ceremonia, que se quitan durante la celebración y fotos. La madrina si es joven o "valiente", igual, si no, se une a algunas abuelas o tías "raras" o "viejitas" y va con un traje bonito y modesto apropiado. Y luego viene el capítulo calzado... y el peinado... y el maquillado... Señor, Señor...
¿Es que no hace el mismo calor para hombres y mujeres?
Lo mismo ocurre en los trajes de ceremonia de entrega de premios, de los músicos de orquesta, de las presentadoras de informativos y otros programas televisivos... ¿Los hombres de traje chaqueta o todo lo más camisa sin corbata y pantalón largo sport y zapato sin calcetín; la mujer de camiseta tirantes con muchos abalorios o collares, falda que no cubra ni mucho menos la rodilla, sandalia que ilustre convenientemente tobillo pie y uñas pintadas, toda ella generosamente bronceada y maquillada?
Pudor ¿y austeridad?
Tengo tres chicas y un niño. Recuerdo que hace unos meses, en un post sobre el optimismo pelagiano, puso Usted una foto que me ayudó mucho para darles un repaso a mis tres niñas, a ver si se enteraban. Las imágenes a veces dicen mucho. También la que ha puesto Usted en este post. Esas chicas de la imagen, con sus camisetas de tirantillos o sin tirantes, y con sus shorts dejando ver bien las piernas, no tienen la menor idea las pobres de lo que es el pudor cristiano.
Y la mayor culpa la tienen los padres y los educadores (parroquia, colegios ¿católicos?, universidades ¿católicas?, grupos y movimientos juveniles, que de todo esto, no tienen ni repajolera idea.
¿Se acuerda usted de aquella foto que me sirvió en mi catequesis familiar? Hizo estragos. Se lo aseguro.
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JMI.-Sí me acuerdo, la busco y la vuelvo a poner al final de este post en cuanto la encuentre. En unos minutos.
Gracias Tina. Bendición para ud. y toda su tropa +
Entonces pensaba (como veo que usted tambien piensa) que no debería permitirse estos excesos (mas bien defectos) en el vestir de las alumnas (cosa que se tiene en cuenta en otras zonas del mundo, como los EEUU). Pero pensase lo que pensase, la situación ha sido no solo aceptada sino (yo creo) que promovida. Las jovencitas se visten como prostitutas (permitame ser claro) y no hay manera de hacerles ver que eso es algo que no es correcto en un centro de enseñanza. Por supuesto, no se trata solo de las prendas, sino el modo en que las exhiben. Sus contorneos, sus sonrisas, sus miradas... todo va en el sentido de hacer perder el equilibrio mental (yo diria que hasta físico, pues hay momentos en que uno casi se cae de culo) de los destinados a calificar sus conocimientos académicos. (No es lo mismo, creame, discutir la nota con un muchacho que que una muchacha en esta epoca del año)
Pero bueno, a lo que iba. Con la edad me he ido adaptando y hoy me encuentro comodo y divertido en medio de la situación. Confieso que sonrío abiertamente cuando una femina vestida con shorts (de lo mas short) y enseñando la parte superior de las minibragutias se aproxima a mi con la loable intención de hacer que me suba la tensión, (y de paso hacer que le suba un punto la nota del examen). Me hace hasta reir cuando noto sus miradas seductoras sobre mi, (jejeje), pero reconozco que la mella que hacen en mi es muy pequeña ya, no porque esté fuera de juego, sino porque lo hago en otra division. En otras palabras: He aprendido a aceptar que forma parte del juego femenino, el conseguir cosas haciendo uso de su capacidad de excitar al hombre (al menos en su imaginación) Como profesor, he aprendido a vivir en medio de este juego, y he llegado a aceptarlo, e incluso a disfrutar de él (evidentemente sin caer en sus trampas y celadas que, por cierto, son completamente ingenuas dada su corta edad).
Y permitame que le diga, que prefiero un mundo así que un mundo en el que las muchachas vayan tapadas hasta el tobillo, y con un velo que cubra sus cabellos (es lo que los musulmanes proclaman a viva voz, que sus mujeres son castas en comparación con las "cristianas") Para mi una muchacha bonita, luciendo sus piernas juveniles, ha llegado a ser una estampa habitual en mi vida, sin que ello suponga el menor problema ni sobresalto emocional. Disfruto de su belleza, como se disfruta de la belleza de un cuadro impresionista, con la diferencia de que esta es una belleza viva, que provoca respuestas más intensas que un simple óleo. Y mi papel es claro en todo momento: siendo su profesor les enesño a mantener la distancia (aunque no el pudor). Y, por supuesto, la finura. Porque el atractivo sin finura es como una bonito paisaje lleno de basura.
Supongo que usted, en alguna misa, debe tener situaciones parecidas. Pero a su edad ya sabe como bregar con ellas (de eso no me cabe duda)
Un saludo, estimado Padre.
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JMI.-Describe ud. el acrecentamiento enorme del impudor con gran claridad y verdad. Pero finalmente yerra en cuanto a la valoración de ese proceso. No tiene nada de positivo, es contrario a la voluntad de Dios, que quiere a los pecadores "vestidos", y contrario a la conveniencia de las pecadoras (orgullo, vanidad, dietas severisimas para poder lucir semi-desnudas, impudor, culto al cuerpo, lujuria) y contra los pecadores (malos pensamientos, malos deseos, malas acciones de lujuria). Tantas adolescentes y jovencitas embarazadas, ya en los colegios (como ud. bien sabe: estadísticas negativas en esto siempre crecientes). Tanta abundancia de anticonceptivos físicos o químicos, y si fallan, abortos, o mucho más frecuentemente, abortos secretos: píldora postcoital.
Su adaptación personal a la situación, tal como la explica, me parece patética. Y describe con gran realismo la parte que corresponde a los educadores en este proceso degradante de niños y adolescentes, jóvenes y adultos. Dios acreciente en la mente y en el corazón de ud. la acción de su gracia y lo convierta, haciéndole apóstol positivo del pudor y de la castidad.
Añado. Un vestido digno de un miembro del mismo cuerpo de Cristo, es decir, de un templo de la Sma. Trinidad, no tiene por qué ser tipo burka. La historia de la Iglesia tiene veinte siglos de experiencia sobre cómo debe vestir una mujer cristiana.
Lo segundo, una duda relacionado con el tema del pudor y la evangelización. En una sociedad como la actual, muy alejada de los valores católicos, se hace muy difícil convencer a los católicos “light” de determinadas cuestiones (pecado, infierno, gracia, confesión, castidad, etc...). Por defender la Verdad de la Iglesia, muchas veces serás tildado de poco menos que de anormal (es una cruz que hay que llevar) Ahora bien, si además de lo anterior tengo que convencer a mis sobrinas de que no vayan a la playa en biquini, es que directamente dejan de hablarme. Yo considero los biquinis inmorales pero, dado el ambiente reinante, si quiero que me escuchen en temas más importantes (castidad, matrimonio, aborto) no se si debo predicar el relativamente secundario (y todavía más incomprendido) pudor. La pregunta sería: a efectos prácticos de la evangelización, ¿existe una necesaria gradación y priorización en la predicación, o hay que entrar con toda la artillería? Por otro lado pienso que si no vives como piensas acabaras pensando como vives, y en este caso acabaras perdiendo el pudor moral y con el todo lo demás, hasta finalmente perder el alma.
Gracias, felicitaciones de nuevo, y perdone alguna falta de ortografía que seguro se ha colado.
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JMI.-Gracias por su gratitud.
En cuanto a su consulta creo que, como dice Sta. Teresa, "haya en todo discreción". En todas las acciones, también en las apostólicas, hay que guiarse por la virtud de la prudencia. Ella rige incluso el ejercicio concreto de la caridad. ¡Manda sobre la reina de las virtudes! (ya me entiende). Para que estimemos sobremanera la virtud de la prudencia, que es perfeccionada en su ejercicio concreto por el don de consejo (don del ESanto), que sin discurso mental, da como por instinto ciertísimo el conocimiento de lo que conviene en cada caso.
A la hora de dar el Evangelio hay que mirar muy atentamente la situación de la persona o del grupo, y como no se pueden dar de una vez TODAS las verdades cristianas, hay que ir dándo las verdades "prudentemente", siempre con la intención de darlas TODAS, es decir, de la plenitud de la verdad cristiana.
Y siempre con tendencia a dar prioridad a las verdades más fundamentales: que hay Dios, que Cristo es Dios, que Cristo se manifiesta y actúa en la Iglesia, que hay vida eterna (de salvación o perdición), que los actos de esta vida tienen una repercusión eterna de premio o de castigo, que las cosas no hay que considerarlas en relativismo sistemática (pues a mí me parece, pues tal me dijo que...), sino según las enseñó Cristo y enseña la Iglesia, etc. Y en esa serie de comunicación de verdades "llegar" al tema del pudor o la castidad cuando convenga.
Pero ojo, puede haber casos en que convenga "comenzar" por ahí, dar a la persona un buen electrochock que abra su corazón a las verdades más fundamentales. No es lo más frecuente, pero puede ser. Mire el caso de Jesús, cuando, como quien no quiere la cosa, le suelta a la samaritana, nada más conocerla, que a ver qué es eso de haber tenido cinco maridos y vivir ahora con quien no es su esposo (Jn 4). La mujer se conmocionó, se abrió a la fe en Cristo, y se fue a comunicar a los de su pueblo que a su entender había encontrado al Mesías. Ahí tiene ud.
Bendición +
Una petición: En espera de que publique su blog en formato libro. Podría recomendarme un manual de Moral Católica que sea bastante completo, y fácil de conseguir.
Saludos y que Dios le conceda muchos años de vida en plenitud de facultades. Todavía tiene mucho trabajo que realizar para Él.
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JMI.-Yo le aconsejaría, con perdón, la SÍNTESIS DE ESPIRITUALIDAD CATÓLICA, de Rivera-Iraburu (Fund. GRATIS DATE, Pamplona 2008, 7ª ed, 431 pgs., 12 €) donde, en 30 o 40 cpts. breves, se exponen los principales temas de dogma-espiritualidad cristiana. Pedidos:
[email protected] dando nombre y dir.postal. En el paquete va factura y modos de pago.
Cordial saludo.
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JMI.-Amén, amén, amén.
Hay chavalitas que visten así para provocar, otras porque es la moda, otras porque ni se les ocurre pensar (nadie se lo ha dicho y siempre han visto este tipo de prendas)que sea malo, bueno o medio pensionista.
Cualquiera que vaya a una tienda de moda para chicas jóvenes puede comprobar que tienen muy pocas cosas decentes y que hay que tener las ideas muy claras para buscar y buscar cosas decentes no solo para una católica sino para cualquier mujer decente.No las disculpo, simplemente comento esta difucultad.
En realidad, si somos buenos cristianos, tendríamos el mismo rasero para todos, pues todos tenemos la misma vocación.
Por ejemplo: ¿Un cura de bien estaría en esta playa en la que estoy? ¿No? Pues entonces yo tampoco pinto nada aquí.
Es que entonces no puedo ir a la playa. Bueno,no pasa nada, hay millones de personas que no lo hacen,qué menos que no lo hagamos nosotros por no ofender a Dios.
Una vida coherente, basada en la oración, los sacramentos y el sacrificio, da fuerzas para hacer lo que Dios nos manda para que seamos felices.(Los Mandamientos nos hacen felices, no nos fastidian la vida ni con 40º ni con 6 bajo cero)
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JMI.-Ele, la susi. Bien dicho todo, ésa es la cosa. Una cristiana ¡miembro del mismo cuerpo de Cristo!! (sic), sea niña o adolescente, joven, adulta o anciana, novia, casada, soltera sin compromiso, viuda, con trabajo o en paro, esté en la ciudad, el campo, la playa, el supermercado, la calle, la iglesia, sea laica, religiosa activa o contemplativa, miembro de un movimiento, grupo, instituto secular, estudie en un centro privado católico o en uno público, sea pobre, rica o maomeno, haga 40º o -6º, en primavera, verano, otoño e invierno, en la oficina o en la fábrica, en casa o en la calle, celebrando un bautizo, una primera comunión o confirmación o boda (o funeral), SIEMPRE TIENE QUE VESTIR DECENTEMENTE, expresando su condición de ¡¡miembro del cuerpo mismo de Cristo!! (sic), imagen de Dios, icono de la Virgen María.
Y todo lo demás son pamplinas, engaños del diablo, del mundo y de la carne, cristianismo descafeinado, falsificado, mundanizado, degradado, "light", sal desvirtuada, luz apagada, corrupción de lo mejor, no es ayuda sino obstáculo (= skándalon: trampa para hacer caer).
Bendición +
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JMI.-Bendición, Arantza +
Lo ùnico que nos queda es rezar (clamar) a nuestro Senhor "que venga pronto tu reino", y agregar bastantes mortificaciones, comenzando por las pequenhas, claro. Recuerdo que ante una pregunta sobre la Iglesia, a la madre Teresa de Calcuta, ella respondiò: "primero tenemos que cambiar usted y yo", muy en lìnea con lo que usted nos dice.
Un abrazo filial-fraternal desde Francia, Carlos
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JMI.-Con Dios, Carlos.
Que tu estancia, bueno, tu estadía, sea espiritualmente muy fecunda. Bendición +
La "reivindicación" que propones es inconducente porque no habrá reivindicación que contraríe la naturaleza de los sexos, eso es de orden natural. Pero me ha hecho ver la cuestión de otra manera: ¿hay suficientes varones católicos capaces de valorar correctamente a una chica bien vestida? Y digo esto sabiendo que hago caer la pelota en nuestro tejado, pero vamos, me parece que es un punto a tener muy pero muy en cuenta, ¿verdad?
Antes la chica sabía que podía, también, atraer a los jóvenes bien formados dándoles a entender que "te daré muchos hijos". Y esa era su fortaleza inexpugnable, su coto reservado, el motor de su dignidad social y el reaseguro de su autoridad matrimonial.
Caído eso, ¿qué vemos?
¡Ay!
Y si no, para muestra este botón.
A mí me ha llegado a aconsejar un sacerdote en confesión, que utilice la pornografía para mejorar las relaciones con mi marido.
Sí, lo que oyen.
Y no es precisamente un sacerdote de los que se etiquetan de "liberal", sino bastante conservador.
Pero lo que es peor, visto lo visto, es que no creo que yo sea un caso aislado.
Abramos los ojos: ya no es que no se predique sobre el pudor y la castidad, sino que el consejo, en muchos ámbitos "católicos" es, que tu marido puede ser un "cerdo" contigo, si quiere, y tú, cuanto más "puta" te hagas con él, mejor, así mantienes su interés.
Tranquila "que mientras se termine en el coito, la Iglesia lo permite"
¿QuÉEEE?
Sí, lo que oye. Eso dicen.
Pero bueno, ¿cómo va a permitir la Iglesia, mi Madre, un mal tan grande para los cónyuges?
Porque usar el uno del otro, como si de mercancía se tratase, no puede ser más que un mal. Por muy casados por la Iglesia que estén.Y por mucha "caridad" para con el otro que lo pinten.
Y agárrense, que éste fue el colofón del consejo:"¡Cuántas mujeres se han santificado así!"
Sí, lo que oyen.
Y lo digo con tristeza.
¡Qué confusión, Dios mío!
¿Es que nadie va a parar esto? ¿Es que nadie va a hablar claro en estos temas?
¿Cómo se van a corregir los hombres y las mujeres del vicio de la impureza, si es considerado "lo más normal", e incluso aconsejado como "moralmente católico"?
Para todos los que se divierten con la desnudez lasciva de la mujer:
MIRE VD., LAS MUJERES SOMOS ALGO MÁS QUE UN PEDAZO DE CARNE PARA SU PLACER.
¡Nada de que alegra la vista! Oiga: ¿lo querría vd. para su madre? ¿Se imagina a su padre y a su madre usando de la pornografía para traerle a vd al mundo?
Dios mío, ¿qué es el hombre y qué es la mujer a los ojos de toda esta gente?
Para mí, el hombre es mucho más que un cerdo.
Y la mujer, mucho más que un puro trozo de carne de prostíbulo.
SOMOS HIJOS DE DIOS. Y como tales, ¡¡con una altísima dignidad!!!
Y eso es lo que dice de nosotros Nuestra Madre la Iglesia.
Mujeres: hagámonos valer.
Mujer: Sé lo que eres: ¡¡¡ESTÁS LLAMADA A ELEVAR HACIA LO ALTO!!!!
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JMI.-"Ésta es la voluntad de Dios, que seais santos, que os abstengáis de la fornicación; que cada uno sepa tener a su mujer santa y respetuosamente, no por pasión de concupiscencia, como los gentiles, que no conocen a Dios; que nadie se atreva a ofender en esta materia a su hermano, porque vengador en todo esto es el Señor... que no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad" (1Tes 4,4-7).
Que dentro del matrimonio vale todo es una barbaridad enorme, diabólica, porque es mentira, mentira profanadora del matrimonio sagrado. La castidad ha de estar activa en todos los estados de vida: solteros, célibes, viudos, casados. Y en cada estado al modo propio que le corresponde.
Y es un error pésimo que se ha difundido no poco, también a través de obras de Edit. católicas sobre el matrimonio que da vergüenza leerlas, pues hablan de la relación sexual "como los gentiles". Hace uno o dos años en cierto programa sexológico de una radio "católica" situada en Madrid se afirmó en su momento esa gran mentira, no sin muchas protestas, gracias a Dios.
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JMI.-Gracias, filia, por tu gratitud.
Bendición +
En todo lo que puede influir en el pensamiento y la moral del católico de a pie. En todas partes encuentro esa afirmación: "Dentro del matrimonio, vale todo".
Y no se corrige.
Luego pedimos "peras al olmo". Pero no puede dárnoslas.
Estas chicas jóvenes de la JMJ, nacen de una familia y vienen de un ambiente.
Digamos que casi peor si las pobres se han confesado con un sacerdote que no tiene claras las cosas, o han leído un libro de un "especialista católico titulado" en el tema o asistido a algún cursillo sobre la sexualidad, dado por catequistas acreditados, dentro de su ámbito católico...
En los padres, los catequistas, los educadores, los escritores, los especialistas, los masters titulados, etc.... Todos los responsables de transmitir la fe, se encuentra adulterada la doctrina.
¿Para cuándo una reacción a esto?
Mientras no se empiece por arriba, no se van a obtener resultados.
Gracias por sus aportaciones a la causa.
Una pregunta, ¿y nunca dicen que el marido debe ser generoso con la mujer y que en ese tema lo primero sea ella?. Es que lo que has contado de la pornografía -que siempre es para hombres- me suena a que ella esté de "esclava sexual" y ni caso a sus necesidades (a las de ella); por lo que cuentas parece que solo importan las de el...y sinceramente, para eso...sin comentarios.
Un cordial saludo.
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JMI.-No hay ninguna necesidad de complicar las cosas ni de malinterpretarlas.
Sencillamente, la virtud de la castidad da forma santa a la vida sexual de los casados, como la da a la virginidad, evitando todo lo que es indigno de Cristo, y por tanto, del cristiano. Los dos esposos, en consecuencia, si de verdad se unen en la caridad de Cristo (eso es el sacramento del matrimonio: algo santo y sagrado), procurarán agradar castamente a su cónyuge, pensando más en el otro que en sí mismo.
"Que el marido dé a la mujer lo que es debido y de igual modo la mujer al marido. La mujer no dispone de su cuerpo, sino el marido; de igual modo, tampoco el marido dispone de su propio cuerpo, sino la mujer. No os privéis uno del otro, si no es de común acuerdo y por cierto tiempo, para dedicaros a la oración; después volved a estar juntos, no sea que Satanás os tiente de incontinencia" (1Cor 7,3-5). Y todo en caridad, y por tanto, en castidad. "No como hacen los gentiles, que no conocen a Dios" (1Tes 4,5).
Cuando, por ejemplo, en un "cursillo prematrimonial cristiano" se indica entre la posible bibliografía auxiliar algún libro pagano de "técnicas sexuales" al estilo del Kama Sutra, uno piensa que los organizadores de tal cursillo (párroco, catequistas, expertos) están en estas materias (como dicen en mi pueblo) "más perdidos que un perro en Misa". Y que mucho mejor sería que tal Cursillo no se diera más. El Sr. Obispo debería estar más vigilante para evitar que en su Diócesis se organicen Escuelas de Fornicación para novios y futuros esposos. Porque haberlas haylas.
Eso sí que es un problema, y bastante grave, sería conveniente, si quiere salvar su alma, renunciar ese puesto, o cambiarlo por otro, para evitar riesgos posibles de más aumento de pecados.
Pues no, si el demonio le hace creer que es un divertimento, mirar a chicas, sean alumnas a no, de forma indecorosa, es que ahí se ha metido Satanás. Esta mala costumbre es una cadena de si no se rompe de raíz, terminará en condena perpetua. Fíjese lo que dice San Alfonso María de Ligorio:
«Aguarda Dios al pecador a fin de que se enmiende (Is., 30, 18); pero al ver que el tiempo concedido para llorar los pecados sólo sirve para que los acreciente, válese de ese mismo tiempo para ejercitar la justicia (Lm., I, 15). De suerte que el propio tiempo concedido, la misma misericordia otorgada, serán parte para que el castigo sea más riguroso y el abandono más inmediato. «Hemos medicinado a Babilonia y no ha sanado. Abandonémosla» (Jeremías, 51, 9).
»»¿Y cómo nos abandona Dios? O envía la muerte al pecador, que así muere sin arrepentirse, o bien le priva de las gracias abundantes y no le deja más que la gracia suficiente, con la cual, si bien podría el pecador salvarse, no se salvará. Obcecada la mente, endurecido el corazón, dominado por malos hábitos, será la salvación moralmente imposible; y así seguirá, si no en absoluto, a lo menos moralmente abandonado. «Le quitará su cerca, y será talada…» (Is., 5, 5). ¡Oh, qué castigo! Triste señal es que el dueño rompa el cercado y deje que en la viña entren los que quisieren, hombres y ganados: prueba es de la abandona.
»»Así, Dios, cuando deja abandonada un alma, le quita la valla del temor, de los remordimientos de conciencia, la deja en tinieblas sumida, y luego penetran en ella todos los monstruos del vicio (Sal. 103, 20). y el pecador, abandonado en esa oscuridad, lo desprecia todo: la gracia divina, la gloria, avisos, consejos y excomuniones; se burlará de su propia condenación (Pr., 18, 3).
»»Le dejará Dios en esta vida sin castigarle, y en esto consistirá su mayor castigo. «Apiadémonos del impío…; no aprenderá (jamás) justicia» (Is. 26, 10). Refiriéndose a ese pasaje, dice San Bernardo (Serm, 42, in Cant): «No quiero esa misericordia, más terrible que cualquier ira».
»»Terrible castigo es que Dios deje al pecador en sus pecados y, al parecer, no le pida cuenta de ellos (Sal. 10, 4). Diríase que no se indigna contra él (Ez., 16, 42) y que le permite alcanzar cuanto de este mundo desea (Sal. 80, 13). ¡Desdichados los pecadores que prosperan en la vida mortal! ¡Señal es que Dios espera a ejercitar en ellos su justicia en la vida eterna! Pregunta Jeremías (Jer., 12, 1): «¿Por qué el camino de los impíos va en prosperidad?» y responde en seguida (Jer., 12, 3) : «congrégalos como el rebaño para el matadero.»
»»No hay, pues, mayor castigo que el de que Dios permita al pecador añadir pecados a pecados, según lo que dice David (Sal. 68, 28-29): «Ponles maldad sobre maldad… Borrados sean del libro de los vivos»; acerca de lo cual dice San Belarmino: «No hay castigo tan grande como que el pecado sea pena del pecado.» Más le valiera a alguno de esos infelices que cuando cometió el primer pecado el Señor le hubiera hecho morir; porque muriendo después, padecerá tantos infiernos como pecados hubiere cometido. (San Alfonso María de Ligorio, preparación para la muerte, Consideración 17, punto II, Apostolado Mariano, Sevilla)
Y esto le puede suceder a quienes se complacen en ver imágenes indecentes en la televisión, cada que lo hace, se debilita más y más, es lo que también escribe el Santo Doctor Ligorio, acompañado de textos de las Sagradas Escrituras y patrísticos.
De ninguna manera es una exageración dar poca importancia a las inmoralidades de hoy día, es preciso usar la violencia en sí mismo, y apartarse del lugar, por ejemplo, ni los buenos días al pervertido.
Si una chica cuando viste de esa forma, está claro que no están preparada para la Nueva Evangelización. Porque es necesaria las formas castas en sus gestos y en el vestir, Quien escuche a estas chicas con esas prendas, hablar de Cristo, los que la oigan, no pondrán atención a las palabras, sino al físico, pues es este el proyecto del Maligno. Se engañarán así misma, por lo que no conseguirán almas para el Señor.
Y respecto a lo que enseña San Alfonso de Ligorio, la pérdida del sentido del pecado, es ya un gran castigo, el pecador incorregible, ve la inmoralidad como una forma de "pasarlo bien", pero cuántas almas, entrando en el umbral de la muerte, se ven atormentados por su propia conciencia, y por los demonios, que le cierra el camino a la esperanza. La costumbre de pecar, arrastra violentamente al alma, lejos de la eternidad para con Dios.
Más vale perder un puesto de trabajo como el que tiene usted "Seguidor silencioso" que no perder el alma. Pero recuerde lo que enseña la sana doctrina católica.
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JMI.-Dice ud. muchas y grandes verdades. Pero me tinca que algunas veces se desvía en una dirección falsa. El amor de Dios y su misericordia duran toda la vida del hombre, hasta su muerte: no le abandona en ningún momento a su miseria, como dándolo por irrecuperable, sino que su amor persiste en llamarlo cada minuto.
Otra cosa es, y es posible sin duda, que el hombre se encierre en su pecado y rechace la llamada y la gracia de Dios.
Me figuro que es así como ud. piensa, aunque no lo haya expresado con exactitud.
Volviendo a las malas miradas consentidas como algo positivo y, digamos, enriquecedor, hacia alumnas, viandantes, imágenes TV, internet, etc., permítanme recordar una frase que seguro que les sonará: "todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido con ella adulterio en su corazón". No es un refrán de mi pueblo: es palabra de Cristo, Hijo de Dios, Maestro único de la humanidad (Mt 5,28). Por supuesto, se refiere Jesús no a cualquier mirada, sino a miradas lascivas.
Las miradas lascivas "existen", de ellas habla Cristo: unas veces son provocadas por el impudor de la mujer o del hombre mirada/o o de las imágenes TV, cine, etc., y otras veces sin culpa alguna de nadie: por la pura maldad del "voyeur" o de la "voyeuse". Elemental. Esto es de experiencia y no merece la pena discutirlo.
Tenga en cuenta, que Satanás, se disfraza de sacerdote y confesor entre la variedad de sus muchos disfraces, como ha sucedido, por ejemplo a santas mujeres como a Santa Gema de Galgani, a la beata Catalina Emmerick. Y le decía cosas como el de su caso. Claro, que no hay que seguir esos consejos que contradicen las enseñanzas del Evangelio y de la Iglesia Santa de Dios.
Hay algunos que dice “tal cosa lo permite la iglesia, puede quedar tranquilo, tranquila”, y no es verdad, por eso, el cristiano debe estar formado en la sana doctrina católica, para no dejarse engañar por el demonio y sus seguidores.
Si usted ha quedado confundida, tenga la seguridad, que ahí no estaba Dios, sino Satanás. Porque lo que nos viene de Dios, nos hace feliz, pero si alguien nos aconseja algo que nos deja intranquilo, y confuso, cuando lo que tratamos es perfeccionarnos en una vida más pura y casta, y alguien nos aconseja lo contrario, ahí por medio está Satanás, y no Cristo. En esos perversos consejos, Satanás busca sus propios intereses.
En todo caso, hermana, busque otro confesor, si es necesario, en otra localidad. Pues también hay muy buenos sacerdotes que lo son, por su comunión plena con la Iglesia y el Santo Padre.
Y por el contrario, se podría leer testimonios, de que los pecadores que han buscado esa misericordia realmente no le ha sido negada, que a pesar de tener una mala vida, como aquel "ladrón" que murió también crucificado con Cristo, aquel mismo día, entró en el Reino de los cielos, Porque el corazón humilde verdaderamente consigue la misericordia de Dios. Que por el contrario, el mal ladrón no esperaba en la Misericordia de Dios.
Los Santos Padres, el Magisterio de la Iglesia Católica, el Santo Padre Benedicto XVI y otros tantos sacerdotes nos hablan también de la Misericordia.
La Misericordia de Dios es otro de los temas más hermosos que existe en la realidad, y bueno es hacer apostolado.
Otro de los libros que tengo: del Diario de Santa María Faustina Kowalska: «La Divina Misericordia en mi alma», Ed. Levántate. Que se puede comprar como se sabe, en librerías religiosas,
Como Cristo muestra su hermosa Misericordia a todos los que recurren a Él, que el pecador más endurecido, incluso en su agonía, puede alcanzar esa misericordia. Es una receta maravillosa.
Ahí, en este libro, leemos al detalle, lo que hemos de hacer para que no nos falte esa misericordia. Pues Cristo a toda costa quiere salvar a todo el mundo. Todos los pecadores en un momento de arrepentimiento sincero, cabemos en el Corazón de Cristo Jesús.
No solamente nos ha dejado su herencia en el Nuevo Testamento y la Iglesia Católica, también estas revelaciones privadas, y teniendo en cuenta que la Secretaria de Jesucristo, Santa María Kowalska, como bien se entiende, está canonizada.
También lo dijo San Agustín, que no se puede dar por perdido a ningún pecador, y esto es una realidad, pues el que quiere salvarse, la Iglesia Santa nos facilita el camino de la conversión.
Usted lo ha expresado mucho mejor. Pues sólo para alcanzar la Misericordia divina, el hombre tiene que abrirse a Dios.
Yo como otros, también estoy agradecido que usted hable también sobre estos temas, pues no en todos los ambientes podemos disfrutar de esta sana doctrina.
Y todavía pienso, que tampoco me habré expresado acertadamente en esta ocasión.
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JMI.-Gracias, José Luis.
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Comentario de Mulieris dignitatem
Sí, Padre Iraburu: emisoras "católicas", revistas "católicas", libros "católicos", tertulias "católicas", cursillos "católicos" ... en fin. Estamos rodeados.---
¡¡EStamos rodeados!!! Sí, ciertamente que lo estamos. En nuestra propia casa estamos rodeados.
Pero Dios aprieta pero no ahoga. Tenemos los sacramentos. Tenemos al Papa. Tenemos buenos obispos, excelentes sacerdotes y laicos de innegable testimonio y doctrina. Tenemos a Gratis Date, Infocatólica y muchos otros medios al alcance de cualquiera. Es cuestión de saber y de atreverse a elegir bien. Y de pedir la gracia de no errar en la elección.
Porque ¡estamos rodeados!
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JMI.-No con esas palabras, pero con otras equivalentes se han expresado Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Yo las he citado con frecuencia. Bastantes de ellas pueden ser halladas en el artículo (129) de este blog.
(Ricardo de Argentina: las mujeres se visten para darles envidia a sus amigas.Ja, ja)
Gracias por traer el texto de San Pablo; creo que después de escuchar las quejas de unos (siempre dicen que ellas no hacen más que negarse) y de otras (que son unos sátiros o que van a lo suyo), se debería de grabar con letras de fuego a los pies de los lechos, para que lo lean mil veces y lo tengan claro, tanto las unas como los otros.
Totalmente de acuerdo con usted, ¿en qué cabeza cabe recomendar obras como esos tipos de manuales?. Eso es abrir la puerta a vejaciones, degradaciones, indignidades, abusos e incluso por la falta de respeto que conlleva, a malos tratos. Un desastre.
Y mil gracias de nuevo también por el post sobre la impudicia; si le soy sincera, a mi las crias que van así me dan bastante pena ya que creo que no tienen a nadie que se tome la molestia de aconsejarlas; es decir, que los padres pasan bastante y ellas están engañadas y confundidas.
Un cordial saludo, en Cristo.
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JMI.-Dan mucha pena, sí.
Dios le bendiga, Ana +
El Señor nunca nos abandona.
Ana MS: estarás conmigo que ya ha contestado fenomenal el P Iraburu a tu pregunta.
Por otra parte, lo que hay que quitar de la mente de todos es que, entre "las necesidades" de los hombres, esté la pornografía. ¡Por favor! ¿Tan poquito los valoráis?
¡Que detalle, Padre!
Y déjeme que le comente otra cosa. ¿Entre impudor generalizado y anticoncepción parece que hay una relación, no?
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JMI.-"¡Qué datalle, Señor, has tenido conmigo!" (dice una horrenda canción religiosa moderna).
Voy a su comentario. Como la virtud del pudor es defensa de la virtud de la castidad, cuando se va perdiendo el pudor se va perdiendo o deteriorando la castidad. Es lo normal.
Y si se deteriora la castidad, vendrán los anticonceptivos en los jóvenes y también en los matrimonios. La relación parece evidente. Ya la persona se ha acostumbrado a buscar la unión sexual (fuera o dentro del matrimonio) sin atenerse a la ley de Dios, a Su voluntad, sino prefiriendo atenerse a su propia voluntad. O sea que sí, aunque no siempre y de modo necesario, el impudor lleva a la fornicación y a la profanación del matrimonio, acudiendo en ambos casos a la anticoncepción.
Y otra cosa muy importante. Cuando es silenciado el Evangelio del pudor y de la castidad vienen juntos todos esos males, y algún otro, como el aborto (si fallan los anticonceptivos). Le cedo aquí la palabra al Obispo Victor Galeone, de San Agustín (Florida, USA), en una carta pastoral (15-11-2003). Él habla porque cree en la doctrina católica.
Consigna primero unos datos de situación en su nación. Son datos objetivos: el divorcio se ha triplicado, las enfermedades sexuales han aumentado de 6 a 50, crece la pornografía en todos los campos, aumenta la esterilización y la reducción extrema del número de los hijos, etc. Y declara que, a su juicio, la causa principal de todos esos males está en la anticoncepción generalizada.
«La práctica [de la anticoncepción] está tan extendida que afecta al 90% de las parejas casadas en algún momento de su matrimonio, implicando a todas las denominaciones» (se refiere a todas las confesiones cristianas, también a la católica). «La gran mayoría de la gente de hoy considera la anticoncepción un tema fuera de discusión». Y describe de modo impresionante el enorme deterioro que la anticoncepción crónica produce en la vida del matrimonio y de la familia. Es un horror.
«Me temo que mucho de lo que he dicho parece muy crítico con las parejas que utilizan anticonceptivos. En realidad, no las estoy culpando de lo ocurrido en las últimas décadas. No es un fallo suyo. Con raras excepciones, los obispos y sacerdotes somos los culpables debido a nuestro silencio».
Concluye con algunas normas prácticas «para ir en contra del silencio que rodea la enseñanza de la Iglesia en esta área», pidiendo en el nombre de Cristo, como Obispo de la diócesis, que se difunda y se cumpla la doctrina católica en estas materias en confesiones, homilías, cursos de preparación al matrimonio, catequesis y escuelas superiores.
Mientras no se prediquen suficientemente las verdades de Cristo sobre el pudor y la castidad, y mientras no se impugne suficientemente el impudor, la fornicación, la anticoncepción, la pornografía (activa y pasiva: TV, internet, playas, no-guarda de la vista, etc.), iremos de mal en peor en estas materias.
No hay otro camino de salvación. Cristo inicia la liberación del hombre por la verdad, sacándolo por la luz de la fe de la cautividad tenebrosa del diablo, padre de la mentira. "Padre, santifícalos en la verdad" (Jn 17,17). No hay otra vía de salvación. "El justo vive de la fe" (Rm 1,17).
Bendición, Tina +
Oremos, oremos, oremos.
Creo que no me has entendido o yo no me he sabido explicar; yo no he dicho que la pornografía sea una necesidad de nadie, de hecho la meto dentro del grupo en el que se encuentran esos manuales y demás que lo único que hacen es rebajar, hasta anular, la dignidad de la persona, la de el pero, sobre todo, la de ella.
Un cordial saludo.
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JMI.-Perdón, Ana, pero Mulieris no te atribuye esa opinión a ti, sino a esos malos libros o cursillos "católicos" sobre sexualidad. Creo.
¿NO ESTARÁ LA MALICIA MÁS EN NOSOTROS, QUE EN LA FORMA DE VESTIR DE LOS DEMÁS? Y ESTO NO ES UN ALEGATO A FAVOR DEL IMPUDOR EN EL VESTIR. ALGUIEN, NO SÉ QUIEN, DIJO: TODO ES PURO PARA LOS PUROS.
ANTE EL IMPUDOR EN EL VESTIR, LA VIRTUD DE NO MIRAR Y NO PONER LOS OJOS EN LO QUE CONSTITUYE OCASIÓN PRÓXIMA DE PECADO GRAVE.
POR ÚLTIMO, NO ES LO MISMO UNAS CHICAS VESTIDAS ASÍ EN LA JMJ, QUE EN UNA DISCOTECA. CREO QUE CUALQUIER CHICO QUE ME LEA, CON UNA VIDA INTERIOR DE CIERTA INTENSIDAD, ME ENTENDERÁ.
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JMI.-Aunque no creo que sea una norma escrita en algún lado, me permito indicarle que escribir en mayúsculas está mal visto en internet. En algunos blog simplemente no le dan el pase al texto.
Las objeciones que hace Ud. están ya varias veces contestadas por mí en el mismo artículo o respondiendo a los comentarios.
Pero es mucho más: es una defensa de la propia interioridad. Nos permite "poseernos", y no ser poseídos por los demás. Y la razón es muy sencilla: el conocimiento es posesión. Si yo me doy a conocer por entero a cualquiera... ya no tengo nada para mí.
Esta faceta me parece esencial para hacer ver la importancia del pudor a quienes la concupiscencia les pilla muy lejos, como los niños.
También le da más sentido positivo: no es una negación absurda, sino la defensa de unos valores... no sólo cristianos.
Y hace que el pudor sea más abarcante: no sólo cómo visto, sino qué cosas cuento, que comentarios escribo en la web, etc.
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JMI.-Esos aspectos muy valiosos del pudor los trato con bastante detenimiento en la obrita Elogio del pudor que cito al principio de este artículo. Y también los expongo en el libro El matrimonio en Cristo (Fund. GRATIS DATE, Pamplona 2003, 3ª ed., I parte, cp. 6). Puede ver el texto en
http://www.gratisdate.org/nuevas/matrimonio/ch1.6.htm
Todo lo anterior no es óbice para predicar el valor de la virtud cardinal de la templanza, dentro del cual se sitúa la castidad, ordenada a sí mismo a la perfección por la caridad. Tres virtudes esenciales. Y tampoco puede obviarse que, según es bien conocida doctrina católica, la virginidad perpetua es de suyo superior al matrimonio. Porque este último es de orden natural, pero el celibato por el Reino de los Cielos, donde se renuncia por amor a las inclinaciones biológicas del hombre, es más bien de orden sobrenatural. Y solo Dios sabe qué tiene preparado para quienes le aman con tremenda entrega.
Saludos.
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JMI.-Ésa es, efectivamente, la doctrina de la Iglesia en temas de castidad y matrimonio.
Las 129 catequesis de Juan Pablo II a las que Ud. alude las tenemos editadas en la Fundación GRATIS DATE, en un gran cuaderno A4, a dos columnas, de 186 pgs. 12 euritos: El amor humano en el plan divino.
Si entra en la www.gratisdate.org verá que está el texto íntegro, asequible, copiable y listo para la impresión parcial o total. Un gran libro, que nos lo piden bastante.
http://www.gratisdate.org/nuevas/amor/default.htm
1. Ana MS: perdóname, entendí mal este comentario tuyo:
"Es que lo que has contado de la pornografía -que siempre es para hombres- me suena a que ella esté de "esclava sexual" y ni caso a sus necesidades (a las de ella); por lo que cuentas parece que solo importan las de el...y sinceramente, para eso...sin comentarios".
Me sonaba a lo que ya estoy cansada de oír: que se da por hecho que las necesidades de él sean esas. Y le dejamos a nivel de los cerditos.
Está claro, no has dicho eso, y siento habértelo entendido mal.
2.Y P Iraburu: También me refería a los malos cursillos y libros...sí.
A mí lo que realmente me escandaliza, es oír en ambientes católicos lo siguiente:
"En el matrimonio todo vale, siempre la otra persona quiera y que se termine en el coito".
Obviamente, no me escandaliza que en ambientes católicos se potencie el aspecto unitivo sin olvidar el procreativo. ¡Faltaría más! Qué cosas.
Pero es que con nuestra premisa envenenada de marras, de "unitivo", nada, y de procreativo, a ver si por casualidad, en algún descuido.
¿No les suena a eso de Rousseau?: "El hombre es bueno por naturaleza".
Oigan a Juan Pablo II, con su "teología del cuerpo":
«El hombre y la mujer después del pecado original pierden la gracia de la inocencia originaria. El descubrimiento del significado esponsal del cuerpo dejará de ser para ellos una sencilla realidad de la revelación y de la gracia. Sin embargo, este significado permanecerá inscrito en lo profundo del corazón humano, como eco lejano de la inocencia originaria». (Juan Pablo II audiencia general 20 febrero 1980, n.2)
Me temo que tras el pecado original, nadie nace controlando la castidad... y, aviso para navegantes: la castidad requiere "un aprendizaje del dominio de sí" (CEC 2339)
Esto puede durar toda la vida.
De ahí lo necesario del pudor:
"El pudor protege el misterio de las personas y de su amor. Invita a la paciencia y a la moderación en la relación amorosa; exige que se cumplan las condiciones del don y del compromiso definitivo del hombre y de la mujer entre sí.
El pudor es modestia.
Mantiene el silencio o la reserva donde se adivina el riesgo de una curiosidad malsana; se convierte en discreción".(CEC 2522)
Que no hace falta ser mojigatos. Sólo estar con los pies en tierra y conocer la naturaleza humana.
Pero, ¿a que es bonito? A mí me resulta apasionante.
Conozcamonos, sepamos que somos de carne y hueso, y la naturaleza de esa carne. Sepamos que tenemos alma, y recurramos a la Gracia, que elevará nuestra naturaleza.
Sin temor a equivocarme, creo que todos los que escribimos en este foro, diríamos a esos "expertos" de pacotilla: ¿Quién necesita de esos manuales? Donde hay amor verdadero, hay entrega, hay caridad y hay castidad... hay placer.
Si no tienen esto último, quizá es porque les faltan las 3 cosas primeras.
A veces, cuando les oigo hablar, pienso que en su vida.. en fin... que no... que no saben de qué va la cosa, no ...
Nada que perdonar; más bien es que yo me he expresado fatal, queriendo decir algunas cosas pero procurando no ser explícita y claro, así me ha salido...¡de pena!.
Estoy totalmente de acuerdo contigo; yo también pienso que cuando se dan esas tres cosas primeras, no hace falta más. De hecho, estoy convencida -por cosas que me han contado- que la utilización de ese tipo de manuales, pornografía y demás no lleva más que al envilecimiento de ambos y, sobre todo al de ella, que acaba consintiendo vejaciones y cosas que...¡en fin, mejor no hablar! y claro, después de eso pues vienen malos tratos y otras cosas tremendas. Es muy peligroso, muy peligroso utilizar ese tipo de material; quienes lo aconsejan no saben lo que están haciendo.
Un cordial saludo, en Cristo.
Oh santísima Trinidad, tú eres nuestra esperanza, nuestra salvación y nuestro honor.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.
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