Los anti-Papa
Siete profesores universitarios han firmado un manifiesto en contra de la visita del Papa a Génova, programada para el 18 de mayo. Bueno, siete profesores y los de siempre: algunas asociaciones de gays, de lesbianas, de transexuales – con nombres tan sonoros como “Archigay” o “Ninfas Archilésbicas”- ; determinadas feministas; asambleas autodenominadas “anti-fascistas”; centros sociales “Zapata”… y demás personajes que pueblan nuestro pintoresco mundo.
No cejan. Llevados por su afán proselitista, estas personas han contra-programado la visita pontificia con un “Día anti-Papa”. Eso sí, han tenido la “gentileza” de no hacerlo coincidir exactamente con la estancia de Benedicto XVI en Génova, adelantando el “evento” al día 18. “Una movilización por los derechos, las libertades y contra el integrismo vaticano”.
Aunque van de “pacifistas”, los “antipapa” montarán un piquete. ¿Dónde? Piensen ustedes… Es muy fácil, justo delante de un hospital donde los médicos no practican abortos. Se ve que en ese rechazo a la carnicería infantil los “pacifistas” anti-papa ven el símbolo y la encarnación de la falta de las libertades, de los derechos y, por supuesto, la larga sombra del integrismo vaticano. Para colmo de desastres, el centro hospitalario de marras está presidido, en última instancia, por el “odiado” cardenal Bagnasco.
Como no podría ser menos, habrá manifiestos en pro de Cuba y de Vietnam del Norte, conocidos paraísos de la libertad y de la democracia. Todo les vale. Con tal de atacar a la Iglesia. Y aunque digan que respetan toda fe, es mentira. Su odio no se dirige, exclusivamente, contra Benedicto XVI, quien, a fin de cuentas, no les ha hecho nada. Su odio se dirige contra Cristo, contra Dios, contra su condición de criaturas; en suma, quizá hasta contra sí mismos.