Centenario del nacimiento de Fernando Rielo Pardal
Hace ya un tiempo tuve la ocasión de conocer algunos escritos de Fernando Rielo Pardal (1923-2004), fundador de las Misioneras y de los Misioneros Identes. Como resultado de esas lecturas publiqué en 2021 un artículo en Compostellanum titulado: “Fernando Rielo: Filiación, apertura, relación y amor. La raíz y las claves de su pensamiento” (Compostellanum 66 [2021] 251-282). Se trata de un pensador original, que parte de su propia experiencia, pero que, de acuerdo con los principios de la fe, intenta dar respuesta a los problemas a los que hace frente la humanidad y la Iglesia.
Una razón abierta, capaz de tomar en serio el desafío de lo real, empuja al hombre a vivir a la altura de sus máximas posibilidades, de su dimensión espiritual. Abrirse a lo máximo es, en el planteamiento de Rielo, el resultado de un profundo diálogo con el Padre, que se manifiesta como “más que el ser”. Así como el Padre “es más”, también el hombre está llamado a “ser más”. Dios no se reduce al ser parmenídeo; el hombre, creado por Dios a su imagen y semejanza, no puede ser reducido, en el mejor de los casos, a mero “animal racional”. La enseñanza de Cristo no es en vano. Él es el Verbo de Dios. Él revela el “misterio” del ser, su grandeza, superando la oposición entre razón y fe y devolviendo a la razón humana su rumbo y orientación. El cristianismo ha de ser vivido y testimoniado; experimentado en cierto modo: místico.
Las claves del pensamiento de F. Rielo son, a mi modo de ver, la “apertura”, la “relación” y el “amor”.