Ya, ni la Iglesia. II
Seguimos. Falta hace.
Llama la atención que, cuanto más han arreciado las persecuciones, no sólo no se ha empequeñecido la Santa Iglesia de Dios, sino todo lo contrario: ha ido a más, en todos los órdenes de su Ser y de su Vida.
Su prestigio ha ido creciendo en esa misma medida. Y también ha ido creciendo por el universo mundo.
Así son -y es lo que tienen-, las Obras de Dios cuando sus hijos, que las gobiernan e implementan, son hijos fieles. Y administradores leales y competentes.
Item más. La sangre de los Mártires no sólo es semilla de nuevos cristianos. La sangre de los Mártires purifica a toda la Iglesia, a todos los hijos de Dios en medio del mundo. Es un verdadero baño de Regeneración. Y estos son los efectos que producen.