Venero perenne de Doctrina y Vida. Parte IIª.
Volvemos a la Carta de San Josemaría, de 9 de enero de 1959, dedicada muy en especial a sus hijas e hijos Supernumerarios.
Son los miembros de la Obra que, normalmente desde su Vocación Matrimonial -la gran mayoría de ellos-, y con su lucha personal por seguir a Cristo y estar muy unidos a Santa María, buscan santificar su Matrimonio -abierto a la vida, y centrado en la educación cristiana de su hijos: ellos son los primeros educadores en la Fe-, dan prioridad a su Vida de Piedad; hecha de frecuencia de Sacramentos -que dan la Gracia Santificante que significan-, y de vida de oración. Sin descuidar su Formación, que dura toda la vida.
A partir de aquí, buscarán santificarse en medio del mundo, con un apostolado de amistad y cercanía, construido desde el ejemplo y el trato personal.