Ha sido lanzar este grito y se ha llevado a más de medio país detrás. Hablo de Milei y de Argentina. Aunque seguro que ya lo habían adivinado.
Lo más sorprendente es que no era un polítiquillo al uso, y abuso: de lista cerrada, nómina y poder. Para nada. Era un empresario: no a nivel de Trump, por supuesto, pero empresario. Sin nada que ver con la política y los partidos políticos; hasta el punto de que ha tenido que “inventarse” un partido para concurrir. Y en dos años y medios: ¡Presidente!
Como carrera y currículum no está nada mal. Es más: es un triunfo sobre toda la gandalla (asturianismo) partidista, de profesión y cobro puntual: amén sobresueldos, mordiditas, chanchulletes, paraísos fiscales, intermediarios de IA o de caradura… Y así podríamos seguir.
Pero, como he dicho: ha sido gritar ¡¡¡LIBERTAD!!!, y empezar a echar mano -mejor, echarse al cuello- de lo que sobra en la Política y en la Sociedad: los famosos “chiringuitos” con los que se forra y disfruta el mundillo político-social en su machito, y con los que encandila a los tooontooos de baba, que se creen lo que dicen los políticos, aunque todas sus obras demuestran lo contrario de lo que afirman. Porque el Sistema es la Mentira, que engendra toda la Corrupción que nos asfixia y nos tritura, como en una maquinica de destruir papeles y documentos.
Y claro: se ha llevado de calle a los pobres de las grandes ciudades argentinas, y a los jóvenes, que no habían conocido otra cosa que la política peronista: eso sí, en “democracia". Pues: ¡¡¡toma democracia!!! Ha arrasado. Y a la primera
Esto es lo que no entienden los partidos supuestamente de derechas en España. Están tan cómodos y tan a gusto con el Sistema -en el que, por cierto, pierden casi siempre-, es decir: tan contentos con la Mentira y la Corrupción, hasta el punto de que no entienden de qué va el asunto: a excepción de las perricas y del poder.
Si no, no se explica su modo de funcionar: cuanto más gritan contra el Psoe, más quedan en ridículo: porque no pasan de hacerse -y, ya puestos, pretender hacernos- un García-Page, creyendo que así salvan la cara… Y no saben que “quedan como la chata”.
No están dispuestos a dar la batalla y ganar, arrasando. Porque, a estos tíos del Psoe y demás, sólo se les vence con lo contrario de lo que presumen; o sea: cogiéndoles la palabra. Porque siempre presumen de lo que carecen.
Si dice el Sánchez que “todo es por la concordia entre los españoles”, siempre es para lo contrario: pues se le coge la palabra y se le monta un pollo cada día. Lo de Ferraz ha estado bastante bien, pero es muy insuficiente: hay que ir a mucho más.
Hay que ponerse al servicio de lo que la persona ES. O sea: los políticos auténticos, frente a los compradores de votos y a los sembradores de corrupción, deben ir a potenciar -y proclamarlo a los cuatro vientos- la verdadera LIBERTAD que nos constituye y define; y, por eso mismo, nos deja crecer y desarrollarnos como tales.
Esta es la grandeza de la Política: servir a las personas. Como todo lo que se precie, dentro de las construcciones humanas. Es lo que hizo Ayuso durante la pandemia. Y lo bordó. Y arrasó.
En caso contrario, todas esas construcciones se vuelven contra ellas, y las destroza. Da lo mismo que se llame Medicina, que Justicia, que Comercio, que Banca, que Industria, que Educación, que Matrimonio, que Familia, que Iglesia…
Sí, también la Iglesia. Que parece que ha olvidado aquello de san Juan Pablo II de que “el hombre es el lugar de la Iglesia”. Que significa exactamente que está a su servicio. Y a su servicio más alto y noble: salvarlo del pecado y de la condenación eterna: llevarnos al Cielo.
Nada que ver con los plásticos, con la naturaleza, el calentamiento, el ozono… ni, mucho menos, con eso de la “conversión ecológica”.
Es lo típico desde el CV II: se mantiene una de las palabricas que tienen sentido en sí mismas, pero se las despoja de su carga natural -y sobrenatural, si es el caso-, con los calificativos que se les adjunta: “conversión", sí, que queda muy bien; pero “ecológica". Algo que nadie -y lo repito: ¡nadie!- en la Iglesia sabe qué significa “eso", con los Santos Evangelios en la mano. A no ser que se quiera incidir en la deconstrucción de la Iglesia. Y, ya puestos, blasfemando, de paso. O así.
¡¡¡Libertad!!! Algo que no entiende ya el mundillo de la Judicatura, Magistratura, Poder Judicial, y todo ese nicho, con puñetas o sin ellas. Ellos mismos, aparte de airear sus puñetas -los que las tienen y llevan-, han dicho que “no pueden hacer nada”, con la que está cayendo. Pobrecillos todos ellos. Y tan inútiles como se muestran. Eso sí: acudirán -algunos- a la UE para que hagan lo que ellos no están dispuestos a hacer: su trabajo, por el que cobran buenos dineros.
Pero, por si se les ha olvidado, les recuerdo que pueden hacer dos cosas -las dos legítimas y honrosas-: una: trabajar, cumplir con su deber: que no tiene -no debería tener- nada que ver con los partidos, en lugar de “tragar” todo lo que venga del Gobierno, por infame que sea.
Dos: si creen honradamente que “no pueden hacer nada” -así lo denunciaba ABC en sus páginas de Opinión, y de la mano de dos de sus firmas habituales, feminas ellas, para mas señas-, pueden DIMITIR. Y se convertirían en héroes.
Estas dos cosas conforman su personal LIBERTAD. Algo que les honraría y engrandecería: pero es lógico que hay que molestarse y agarrarse a la libertad, que está en el plano opuesto de la sumisión lacayuna en la que parece que están inmersos. Y a gusto. Y cobrando por no hacer nada: o sea, cobran del paro.
A. Lincoln, Presidente de USA, proclamó: “a EEUU no la derrotarán desde fuera. Si alguna vez somos derrotados es porque habremos dejado de ser nosotros mismos”. Cito a ojo, pero va por ahí la frasecilla. Se la brindo a todos esos del “no podemos hacer nada"; del acudir a Europa; del tragar, aunque sea con wiski para aligerar y facilitar la ingesta. O sea: a los asentados en la INDIGNIDAD. Y cobrando.