5.09.13

¡Este cura no me gusta!

Sacerdote

Se dice muchas veces eso de que “para gustos, los colores” pues es bien cierto que cada cual tiene preferencia por uno u otro color aunque no sepa las razones de que eso sea así. Es algo, digamos, instintivo aunque en muchas ocasiones elegimos este o aquel conscientes del porqué. Y esto son decisiones muy personales que sólo a nosotros nos afectan.

Pues bien, al parecer en materia religiosa y, en concreto, en materia sacerdotal, hay creyentes que tienen, les da, la sensación de poder juzgar la actuación de un sacerdote y, tras largo o escaso tiempo de haberlo hecho, decir eso de “¡Este cura no me gusta!”. Y a otra cosa, a otra Parroquia o, a lo mejor, a ninguna… a casa a descansar de homilías y realidades similares que, total “para leer siempre lo mismo”…

En fin…

Esto lo digo porque he sido testigo, muchas veces, de expresiones como ésta. No es nada raro, extraño o está fuera de lugar que algunos creyentes católicos crean que el sacerdote ha de ser de su particular gusto para asistir con corrección espiritual a las celebraciones eclesiales o para no sentirse desplazado cuando asiste a las mismas.

Seguramente, los sacerdotes que escriben en InfoCatólica podrían poner muchos casos de lo que digo y, a lo mejor, hasta han sido víctimas personales de no ser del gusto de algunos fieles.

Leer más... »

4.09.13

Ad pedem litterae – P. Pablo Cabellos Llorente

Al pie de la letra es, digamos, una forma, de seguir lo que alguien dice sin desviarse ni siquiera un ápice.

En “Ad pedem litterae - Hermanos en la red” son reproducidos aquellos artículos de católicos que hacen su labor en la red de redes y que suponen, por eso mismo, un encarar la creencia en un sentido claro y bien definido.

Ad pedem litterae - P. Pablo Cabellos Llorente

Presentación del artículo del P. Pablo Cabellos .

Es muy bueno saber a qué atenernos en lo tocante a lo que nos ha tocado vivir porque no hay nada peor que vivir en Babia y estar a otras cosas.

El autor del artículo sabe más que bien que la situación por la que pasa, por lo menos occidente (esto lo digo yo) tiene mucho que ver con el olvido de Dios que viene produciéndose desde hace unos siglos desde que realidades como la Ilustración se adueñaron de los pensamientos y, ¡Ay!, de los corazones de muchos. A partir de tal momento, dejar de lado al Creador ha tenido como consecuencia muchos males.

Hedonismo, relativismo, individualismo… son gigantes que han ido ocupando los haceres y decires de muchos y han provocado, por ejemplo, la misma situación de crisis por la que estamos pasando pues no es que no tenga nada que ver el egoísmo, el mirarse a uno mismo, el que todo dé igual, el yo, el yo y el yo sino que, al contrario, es lo que más tiene que ver con lo que hoy pasa.

Dice el P. Pablo Cabellos en su artículo que “sin una libertad cabal, no crece la fe, pero tampoco la persona”. Y por eso, exactamente por eso, por falta de libertad como ha de ser la libertad, es por lo que pasa lo que pasa.

Y, ahora, el artículo del P. Pablo Cabellos Llorente.

Atisbar los signos de los tiempos

Pablo Cabellos Llorente

Con más o menos acierto, en todas las épocas de la historia, los pensadores han estado pendientes de los signos de los tiempos. Quien ha sido más capaz de descifrarlos, de entender bien el pasado y el presente para proyectarlos hacia el futuro, es quien mejor ha captado el origen de los cambios, se ha hecho presente en ellos y ha dirigido el futuro hacia la felicidad de los hombres. Por el contrario, los que han captado el futuro partiendo de una idea errada han sido hombres y mujeres capaces de convertir en catastrófica la existencia humana. Hitler y Stalin equivocaron el fin y, por consiguiente, fallaron en los medios, produciendo la más sangrienta de las guerras y un caudal de muertos inocentes, cuyo sólo pensamiento aterra.

No hace falta pensar en los caídos en Vietnam, Camboya o China. O los que son fruto de las guerras sin sentido en curso. En la antigüedad romana, griega, en Mesopotamia, también tiraban a dar, pero provocaban relativamente pocas bajas. Cuando Alejandro redondeó su imperio, tenía muchos menos muertos detrás que los producidos por los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Ahora, con una profunda mirada hacia atrás, si deseamos otear el futuro para prepararlo digno del hombre, hemos de tener en cuenta dónde estamos, aunque la tarea adquiera proporciones gigantescas.

Leer más... »

3.09.13

Un amigo de Lolo - De cómo Dios estuvo y estará

Presentación
Manuel Lozano Garrido

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

De cómo Dios estuvo y estará

“Dios metió sus manos en el barro, para crearnos y, después también, en el fango, para salvarnos”
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (955)

En realidad, nosotros no sabemos cómo, en verdad, Dios creó a nuestros primeros padres ni, tampoco, cómo nos creó a cada uno de nosotros. Sin embargo, por fe estamos seguros que lo que dicen las Sagradas Escrituras es cierto y, aunque estén escritas para un tiempo determinado (el Génesis, por ejemplo, hace muchos siglos) sí gozamos con su lectura porque en ella está plasmada la inspiración de Dios y eso sólo puede ser garantía de veracidad. Y no nos valen ni nos pueden servir aquellas insinuaciones acerca de lo que parece pero, en realidad, así no fue…

Dios nos creó como quiso. Pudo haberlo hecho de cualquiera forma porque para eso es Todopoderoso y a quien hizo lo que hizo antes de que nada hubiera nada le es imposible. Pero quiso hacerlo tomando un poco de esa materia humilde, lo menos de todo, lo que está en la propia tierra, para formar un ser humano y, de ahí, infundirle el alma con su aliento.

Es decir, Dios nos crea de lo que es casi nada, materialmente hablando, porque tiene poder para hacer, porque quiere hacerlo y, entonces, lo hace. Y nos pone en el mundo para que caminemos por él hasta que, llamados por su corazón, volvamos al Señor. Y eso ha sido la realidad desde que el hombre es hombre sin negar que es posible, más que posible y real, que infundiera el alma en homínidos que ya había creado por su propia mano y, entonces, el hombre fue hombre y el ser humano una realidad muy distinta al animal irracional del que venía. Pero todo fue creación del Creador.

Pero eso, claro, es cuestión muy otra porque lo que aquí nos concierne es saber, como decimos, que nos puso donde nos puso y que, desde entonces, libres también por su santa voluntad, hicimos y hacemos lo que mejor nos parece por mucho que, en demasiadas ocasiones, ni nos convenga lo que mejor nos parece ni sea lo bueno para nuestro futura vida eterna.

Hemos dicho muchas veces que Dios es Creador pero que no se olvidó de lo que creó y no se olvida de lo que crea. Siempre está presente y en aquel “yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo” de Jesucristo se encuentra plasmada una realidad patente: Dios está y no, sólo, estuvo.

¿Por qué está Dios, por qué sigue estando?

Leer más... »

2.09.13

Serie oraciones - Invocaciones - Invocación a san José, del beato Juan XXIII

Orar

No sé cómo me llamo…
Tú lo sabes, Señor.
Tú conoces el nombre
que hay en tu corazón
y es solamente mío;
el nombre que tu amor
me dará para siempre
si respondo a tu voz.
Pronuncia esa palabra
De júbilo o dolor…
¡Llámame por el nombre
que me diste, Señor!

Este poema de Ernestina de Champurcin habla de aquella llamada que hace quien así lo entiende importante para su vida. Se dirige a Dios para que, si es su voluntad, la voz del corazón del Padre se dirija a su corazón. Y lo espera con ansia porque conoce que es el Creador quien llama y, como mucho, quien responde es su criatura.

No obstante, con el Salmo 138 también pide algo que es, en sí mismo, una prueba de amor y de entrega:

“Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno”

Porque el camino que le lleva al definitivo Reino de Dios es, sin duda alguna, el que garantiza eternidad y el que, por eso mismo, es anhelado y soñado por todo hijo de Dios.

Sin embargo, además de ser las personas que quieren seguir una vocación cierta y segura, la de Dios, la del Hijo y la del Espíritu Santo y quieren manifestar tal voluntad perteneciendo al elegido pueblo de Dios que así lo manifiesta, también, el resto de creyentes en Dios estamos en disposición de hacer algo que puede resultar decisivo para que el Padre envíe viñadores: orar.

Orar es, por eso mismo, quizá decir esto:

-Estoy, Señor, aquí, porque no te olvido.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero tenerte presente.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero vivir el Evangelio en su plenitud.

-Estoy, Señor, aquí, porque necesito tu impulso para compartir.

-Estoy, Señor, aquí, porque no puedo dejar de tener un corazón generoso.

-Estoy, Señor, aquí, porque no quiero olvidar Quién es mi Creador.

-Estoy, Señor, aquí, porque tu tienda espera para hospedarme en ella.

Pero orar es querer manifestar a Dios que creemos en nuestra filiación divina y que la tenemos como muy importante para nosotros.

Dice, a tal respecto, san Josemaría (Forja, 439) que “La oración es el arma más poderosa del cristiano. La oración nos hace eficaces. La oración nos hace felices. La oración nos da toda la fuerza necesaria, para cumplir los mandatos de Dios. —¡Sí!, toda tu vida puede y debe ser oración”.

Por tanto, el santo de lo ordinario nos dice que es muy conveniente para nosotros, hijos de Dios que sabemos que lo somos, orar: nos hace eficaces en el mundo en el que nos movemos y existimos pero, sobre todo, nos hace felices. Y nos hace felices porque nos hace conscientes de quiénes somos y qué somos de cara al Padre. Es más, por eso nos dice san Josemaría que nuestra vida, nuestra existencia, nuestro devenir no sólo “puede” sino que “debe” ser oración.

Por otra parte, decía santa Teresita del Niño Jesús (ms autob. C 25r) que, para ella la oración “es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría”.

Pero, como ejemplos de cómo ha de ser la oración, con qué perseverancia debemos llevarla a cabo, el evangelista san Lucas nos transmite tres parábolas que bien podemos considerarlas relacionadas directamente con la oración. Son a saber:

La del “amigo importuno” (cf Lc 11, 5-13) y la de la “mujer importuna” (cf. Lc 18, 1-8), donde se nos invita a una oración insistente en la confianza de a Quién se pide.

La del “fariseo y el publicano” (cf Lc 18, 9-14), que nos muestra que en la oración debemos ser humildes porque, en realidad, lo somos, recordando aquello sobre la compasión que pide el publicano a Dios cuando, encontrándose al final del templo se sabe pecador frente al fariseo que, en los primeros lugares del mismo, se alaba a sí mismo frente a Dios y no recuerda, eso parece, que es pecador.

Así, orar es, para nosotros, una manera de sentirnos cercanos a Dios porque, si bien es cierto que no siempre nos dirigimos a Dios sino a su propio Hijo, a su Madre o a los muchos santos y beatos que en el Cielo son y están, no es menos cierto que orando somos, sin duda alguna, mejores hijos pues manifestamos, de tal forma, una confianza sin límite en la bondad y misericordia del Todopoderoso.

Esta serie se dedica, por lo tanto, al orar o, mejor, a algunas de las oraciones de las que nos podemos valer en nuestra especial situación personal y pecadora.

Serie Oraciones – Invocaciones - Invocación a san José, del beato Juan XXIII

Leer más... »

1.09.13

La Palabra del Domingo - 1 de septiembre de 2013

Lc 14, 1. 7-14

Biblia

1Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando.


7 Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: 8 «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, 9 y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: “Deja el sitio a éste", y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto.10 Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba.” Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. 11 Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.»12 Dijo también al que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. 13 Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; 14 y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos.»

COMENTARIO

Humildad

Los que querían saber si Jesús era un gran profeta o era una persona que actuaba en contra de determinados intereses, lo invitaban a comer a sus casas. Allí le preguntaban y trataban de ponerlo en algún que otro aprieto espiritual.

Por otra parte, Jesús sabía que aquellos momentos eran muy importantes para su predicación porque, como también dijo en una ocasión, había venido a curar a los enfermos o a buscar a los pecadores y no a los sanos, espiritualmente hablando. Y no se podía negar que entre aquellos fariseos que lo convidaban a comer había muchos que necesitaban la salvación eterna más que comer.

Leer más... »

31.08.13

Serie Fundación GRATIS DATE – La Cristiandad. Una realidad histórica, de Alfredo Sáenz, S.J.

GRATIS DATE

Escribir de la Fundación GRATIS DATE es algo, además de muy personal muy relacionado con lo bueno que supone reconocer que hay hermanos en la fe que tienen de la misma un sentido que ya quisiéramos otros muchos.

No soy nada original si digo qué es GRATIS DATE porque cualquiera puede verlo en su página web (www.gratisdate.org). Sin embargo no siempre lo obvio puede ser dejado de lado por obvio sino que, por su bondad, hay que hacer explícito y generalizar su conocimiento.

Seguramente, todas las personas que lean estas cuatro letras que estoy juntando ya saben a qué me refiero pero como considero de especial importancia poner las cosas en su sitio y los puntos sobre todas las letras “i” que deben llevarlos, pues me permito decir lo que sigue.

Sin duda alguna GRATIS DATE es un regalo que Dios ha hecho al mundo católico y que, sirviéndose de algunas personas (tienen nombres y apellidos cada una de ellas) han hecho, hacen y, Dios mediante, harán posible que los creyentes en el Todopoderoso que nos consideramos miembros de la Iglesia católica podamos llevarnos a nuestros corazones muchas palabras sin las cuales no seríamos los mismos.

No quiero, tampoco, que se crean muy especiales las citadas personas porque, en su humildad y modestia a lo mejor no les gusta la coba excesiva o el poner el mérito que tienen sobre la mesa. Pero, ¡qué diantre!, un día es un día y ¡a cada uno lo suyo!

Por eso, el que esto escribe agradece mucho a José Rivera (+1991), José María Iraburu, Carmen Bellido y a los matrimonios Jaurrieta-Galdiano y Iraburu-Allegue que decidieran fundar GRATIS DATE como Fundación benéfica, privada, no lucrativa. Lo hicieron el 7 de junio de 1988 y, hasta ahora mismo, julio de 2013 han conseguido publicar una serie de títulos que son muy importantes para la formación del católico.

Como tal fundación, sin ánimo de lucro, difunden las obras de una forma original que consiste, sobre todo, en enviar a Hispanoamérica los ejemplares que, desde aquellas tierras se les piden y hacerlo de forma gratuita. Si, hasta 2011 habían sido 277.698 los ejemplares publicados es fácil pensar que a día de la fecha estén casi cerca de los 300.000. De tales ejemplares, un tanto por ciento muy alto (80% en 2011) eran enviados, como decimos, a Hispanoamérica.

De tal forman hacen efectivo aquel “gratis lo recibisteis, dadlo gratis” (Mt 10,8) y, también, “dad y se os dará” (Lc 6,38) pues, como es de imaginar no son contrarios a las donaciones que se puedan hacer a favor de la Fundación. Además, claro, se venden ejemplares a precios muy, pero que muy, económicos, a quien quiera comprarlos.

Es fácil pensar que la labor evangelizadora de la Fundación GRATIS DATE ha des estar siendo muy grande y que Dios pagará ampliamente la dedicación que desde la misma se hace a favor de tantos hermanos y hermanas en la fe.

Por tanto, esta serie va a estar dedicada a los libros que de la Fundación GD a los que no he hecho referencia en este blog. Esto lo digo porque ya he dedicado dos series a algunos de ellos como son, por ejemplo, al P. José María Iraburu y al P. Julio Alonso Ampuero. Y, como podrán imaginar, no voy a traer aquí el listado completo de los libros porque esto se haría interminable. Es más, es mejor ir descubriéndolos uno a uno, como Dios me dé a entender que debo tratarlos.

Espero, por otra parte, que las personas “afectadas” por mi labor no me guarden gran rencor por lo que sea capaz de hacer…

La Cristiandad. Una realidad histórica, de Alfredo Sáenz, S.J.

Leer más... »

30.08.13

Eppur si muove - ¿Pero es que no hay nadie que ponga a este hombre de patitas en la calle?

No diré que esto dicho ahora sea el colmo pues hace mucho tiempo que este hombre colmó la paciencia de cualquier católico. Eso sí, parece que nada de lo que diga es suficiente y, claro, se va creciendo y, así, deja mal no a él mismo (que ya está más que perdido) sino a las personas que deberían hacer lo que no hacen.

En realidad es triste, por lo que supone de inacción de parte de quien debe actuar, cuando, de tanto en tanto, debemos dedicar un tiempo (muy necesario, por cierto) a refutar lo que dice esta persona porque no se cansa de decir lo que dice y no ceja en su empeño de ser zaherido, con merecimiento, por quienes creemos que lo que no puede ser, no puede ser.

Ciertamente, nos gustaría no tener que estar ocupados con esto pero es que, con franqueza lo digo, no nos dejan más remedio que decir lo que decimos pues no vaya a creerse nadie eso de que quien calla otorga. Y aquí otorgar sería lo mismo que traicionar, vender la fe y dejar que se prostituya (“Dicho de una persona: Deshonrar, vender su empleo, autoridad, etc., abusando bajamente de ella por interés o por adulación”) quien actúa de determinada y reiterada forma.

Leer más... »

29.08.13

La escoba de Francisco

Fray escoba

El que esto escribe tiene a san Martín de Porres, más conocido por “Fray escoba”, como un santo muy a tener en cuenta. Su humildad, su entrega a los demás fruto de su fe son ejemplo a seguir y a no olvidar nunca. Además, ¡casualidades no existen!, subió a la Casa del Padre el mismo día, 3 de noviembre, que siglos después, lo hiciera otro creyente fiel a Dios llamado el Santo de la alegría que no es otro que Manuel Lozano Garrido, Lolo. Ambos, digamos, extendían su fe desde un espacio pequeño que es bien el que daba el que se barre con la escoba o bien la silla de ruedas en la que vivió Lolo durante una gran parte de su vida. ¡Poco espacio pero tanto qué decir!

Pues bien, sabemos ese dicho que habla de que “si yo tuviera una escoba” en el sentido exacto de que, en caso de poder “quitar” de en medio lo que cada uno quisiéramos, entonces iba a ver más de uno…

Pues hilando una cosa con la otra hay personas que han dado en pensar que, a lo mejor, Fray escoba ha prestado su instrumento de trabajo y redención al Papa Francisco para que este barra lo que sobra de la Iglesia. Vamos, que alguno está en la seguridad de que el Santo Padre va a barrer en la Iglesia católica más de una cosa.

Barrer, por cierto, es una acción muy buena porque nos sirve para retirar todo aquello que ensucia el suelo que es, precisamente, por donde se anda. Así, no se mancha uno cuando pasa por un sitio sucio y, esto es mejor, no se impregna de lo malo que pueda haber en tal espacio o sitio. Y todo esto es muy sano… incluso si hablamos de realidades espirituales. Lo que ensucia, ¡hala!, a la basura pero si se puede reciclar y volver a servir… no se puede descartar tal solución aunque, claro, para eso, los corazones han de ser susceptibles de ser adaptados a lo bueno y mejor y no todos, por desgracia, lo son.

Leer más... »

28.08.13

Como es de cristianos enseñar al que no sabe, ahí va esto

Enseñar al que no sabe

Antes de empezar, les tengo que decir que en principio el título iba a ir referido al “ignorante” y no, sólo, “al que no sabe”. Creo, con franqueza lo digo, que en este caso particular se trata de una persona, la aquí aludida, que es, eso, “ignorante” porque no conoce nada de lo que dice pero, por cumplir con lo que dice el principio católico le apeo de tal definición y le dejo con el más suave “al que no sabe” que es, aunque sea por caridad, más llevadero.

Pues bien, hecha esta advertencia, vayamos con lo que toca ir.

En la página web de título “Web católico de Javier” (www.webcatolicodejavier.org) que, por cierto, recomiendo muy vivamente y de donde he tomada la maravillosa, tierna e instructiva imagen que ilustra este artículo, se dice, al respecto de la Obra de misericordia denominada “Enseñar al que no sabe” que

“Es importante que cooperemos con nuestros hermanos, pero es mas importante enseñarles a realizar por ellos mismos aquello que no saben. Por ello, enseñémosle a orar, a perdonar, a perdonarse, a compartir, etc.”

Como comprenderán ustedes, es de suponer que el autor de tal definición se refiere, claro, otro creyente católico que, ciertamente, puede no saber de lo que dice y, claro, si eso es posible, conviene que lo sepa. Sin embargo, aquí hago extensión de lo que supone ser “hermano” porque como todos somos hijos de Dios es bien cierto que todos somos, pues, hermanos.

Y todo esto lo digo porque es posible, y hasta seguro, que el hermano David Torres, no se sienta nada católico pero, como digo, aunque no quiera aceptar la realidad de la existencia de Dios no puede escaparse a la verdad de que es hijo suyo; díscolo, alejado, embrutecido por el mundo… sí, pero hijo, al fin y al cabo.

Pues bien, el hermano David ha escrito en el diario, ahora internáutico, “Público” algo así, debe haberlo querido, como una ofensa al emérito Papa Benedicto XVI, otrora Vicario de Cristo y ahora emérito Vicario de Cristo a cuenta de que el mismo ha dado a conocer que cuando dejó la silla de Pedro lo hizo porque

Dice, por ejemplo, David Torres, refiriéndose al emérito Papa, que

Leer más... »

27.08.13

Un amigo de Lolo - Conscientes hijos de Dios

Presentación
Manuel Lozano Garrido

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Conscientes hijos de Dios

“Nacimiento: ‘hijo’; bautismo: ‘hijo de Dios’ ”
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (1008)

Desde el mismo momento de la fecundación somos hijos de nuestros padres y cuando nacemos confirmamos que, en efecto, lo somos, ahora de forma, digamos, palpable.

Tal realidad es tan importante para el ser humano que sin la misma de nada sirve lo demás: si no hay nacimiento, nada será de nosotros; si no hay entrada en la vida común, nuestros derechos como hijos escasamente tienen vigor.

Pero hay una realidad que es superior, espiritualmente, al nacimiento puramente físico.

De ser católicos nuestros padres deviene una realidad que se ha de producir lo antes posible: somos bautizados y, desde tal momento, considerados hijos de Dios.

Aunque es verdad que hijos de Dios lo somos desde que el Creador pensó en nosotros en la eternidad, lo bien cierto es que, humanamente hablando, es tras nuestro bautismo, Sacramento esencial para el desarrollo de la vida espiritual del hijo de Dios, cuando nos consideramos, somos, espiritualmente, descendencia divina.

Cualquiera podría decir que, en tal caso, el resto de la humanidad que no sea católica o, por extensión, cristiana, no podría considerarse hija de Dios. Sin embargo, más bien podemos decir que, siéndolo, no es consciente de que lo es y eso, se diga lo que se diga, es una gran pérdida pues siempre es bueno saber que se tiene algo bueno aunque Quien lo da sepa que lo tiene y sea, también, misericordioso y bueno con tal humanidad.

Leer más... »