13.01.14

Serie oraciones – invocaciones - Oración para el Año Nuevo

Orar

No sé cómo me llamo…
Tú lo sabes, Señor.
Tú conoces el nombre
que hay en tu corazón
y es solamente mío;
el nombre que tu amor
me dará para siempre
si respondo a tu voz.
Pronuncia esa palabra
De júbilo o dolor…
¡Llámame por el nombre
que me diste, Señor!

Este poema de Ernestina de Champurcin habla de aquella llamada que hace quien así lo entiende importante para su vida. Se dirige a Dios para que, si es su voluntad, la voz del corazón del Padre se dirija a su corazón. Y lo espera con ansia porque conoce que es el Creador quien llama y, como mucho, quien responde es su criatura.

No obstante, con el Salmo 138 también pide algo que es, en sí mismo, una prueba de amor y de entrega:

“Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno”

Porque el camino que le lleva al definitivo Reino de Dios es, sin duda alguna, el que garantiza eternidad y el que, por eso mismo, es anhelado y soñado por todo hijo de Dios.

Sin embargo, además de ser las personas que quieren seguir una vocación cierta y segura, la de Dios, la del Hijo y la del Espíritu Santo y quieren manifestar tal voluntad perteneciendo al elegido pueblo de Dios que así lo manifiesta, también, el resto de creyentes en Dios estamos en disposición de hacer algo que puede resultar decisivo para que el Padre envíe viñadores: orar.

Orar es, por eso mismo, quizá decir esto:

-Estoy, Señor, aquí, porque no te olvido.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero tenerte presente.

-Estoy, Señor, aquí, porque quiero vivir el Evangelio en su plenitud.

-Estoy, Señor, aquí, porque necesito tu impulso para compartir.

-Estoy, Señor, aquí, porque no puedo dejar de tener un corazón generoso.

-Estoy, Señor, aquí, porque no quiero olvidar Quién es mi Creador.

-Estoy, Señor, aquí, porque tu tienda espera para hospedarme en ella.

Pero orar es querer manifestar a Dios que creemos en nuestra filiación divina y que la tenemos como muy importante para nosotros.

Dice, a tal respecto, san Josemaría (Forja, 439) que “La oración es el arma más poderosa del cristiano. La oración nos hace eficaces. La oración nos hace felices. La oración nos da toda la fuerza necesaria, para cumplir los mandatos de Dios. —¡Sí!, toda tu vida puede y debe ser oración”.

Por tanto, el santo de lo ordinario nos dice que es muy conveniente para nosotros, hijos de Dios que sabemos que lo somos, orar: nos hace eficaces en el mundo en el que nos movemos y existimos pero, sobre todo, nos hace felices. Y nos hace felices porque nos hace conscientes de quiénes somos y qué somos de cara al Padre. Es más, por eso nos dice san Josemaría que nuestra vida, nuestra existencia, nuestro devenir no sólo “puede” sino que “debe” ser oración.

Por otra parte, decía santa Teresita del Niño Jesús (ms autob. C 25r) que, para ella la oración “es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría”.

Pero, como ejemplos de cómo ha de ser la oración, con qué perseverancia debemos llevarla a cabo, el evangelista san Lucas nos transmite tres parábolas que bien podemos considerarlas relacionadas directamente con la oración. Son a saber:

La del “amigo importuno” (cf Lc 11, 5-13) y la de la “mujer importuna” (cf. Lc 18, 1-8), donde se nos invita a una oración insistente en la confianza de a Quién se pide.

La del “fariseo y el publicano” (cf Lc 18, 9-14), que nos muestra que en la oración debemos ser humildes porque, en realidad, lo somos, recordando aquello sobre la compasión que pide el publicano a Dios cuando, encontrándose al final del templo se sabe pecador frente al fariseo que, en los primeros lugares del mismo, se alaba a sí mismo frente a Dios y no recuerda, eso parece, que es pecador.

Así, orar es, para nosotros, una manera de sentirnos cercanos a Dios porque, si bien es cierto que no siempre nos dirigimos a Dios sino a su propio Hijo, a su Madre o a los muchos santos y beatos que en el Cielo son y están, no es menos cierto que orando somos, sin duda alguna, mejores hijos pues manifestamos, de tal forma, una confianza sin límite en la bondad y misericordia del Todopoderoso.

Esta serie se dedica, por lo tanto, al orar o, mejor, a algunas de las oraciones de las que nos podemos valer en nuestra especial situación personal y pecadora.

Serie Oraciones – Invocaciones: Oración para el Año Nuevo

Leer más... »

12.01.14

La Palabra del Domingo - 12 de enero de 2014

Biblia


Lc 3, 15-16. 21-22

“15 Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; 16 respondió Juan a todos, diciendo: ‘Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego’. 21 Sucedió que cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo, 22 y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo: ‘ ‘Tú eres mi hijo; yo hoy te he engendrado’”.

COMENTARIO

Presentación al mundo

1.- Hacía muchos siglos que el pueblo judío esperaba la llegada del Mesías; mucho tiempo en el que, orando y pidiendo, reclamaban a Dios el cumplimiento de su promesa de enviar a un Salvador. Y Juan estaba allí.

2.- El Bautista ya había sido elegido por Dios para ser el último profeta de la Antigua Alianza y en eso se encontraba, bautizando, cuando los que asistían a esa sanación del alma en el agua del Jordán, río bendecido por el Creador, necesitaban conocer si él, Juan, el hijo de Isabel y Zacarías, era el que ellos esperaban.

3.- Pero Juan fija su atención en la especie de bautizo que él ofrece y el que ofrecerá, pues no es obligación para nadie, Jesús, el Mesías que, por otra parte, no es él, como trata de hacerles comprender a aquellos que están, quizá, cegados por los signos que hace pero, sobre todo, por lo que dice a quienes demandan auxilio espiritual.

4.-El bautizo de Juan, el que antecede al Cristo, es de agua. Con el se perdonan los pecados. No es que los perdone Juan sino que él es instrumento de ese perdón. Algo muy distinto de lo que hará Jesús, luego, en su vida pública. Esa inmersión, que proporciona a aquellos que la reciben un espíritu perdonado, les hace más fuertes ante las asechanzas del maligno, pero eso no les proporciona la vida eterna pues para eso tendrá que venir el Mesías, para cargar con los pecados de todos y él, Juan, no era esa persona, Dios, tan esperada.

Por eso el que viene es más fuerte que Juan. Pero su fuerza no es una fuerza física (como muchos querían que fuera el Mesías) sino una fuerza espiritual. Por el bautismo con fuego, con el que quema, de verdad y para siempre el pecado del mundo lo ha de traer Aquel que todos esperan. Y ese no es él, Juan.

Leer más... »

11.01.14

Serie Fundación GRATIS DATE – Fundamentos bíblicos de la teología católica, el P. Enrique Pardo Fuster.

GRATIS DATE

Escribir de la Fundación GRATIS DATE es algo, además de muy personal muy relacionado con lo bueno que supone reconocer que hay hermanos en la fe que tienen de la misma un sentido que ya quisiéramos otros muchos.

No soy nada original si digo qué es GRATIS DATE porque cualquiera puede verlo en su página web (www.gratisdate.org). Sin embargo no siempre lo obvio puede ser dejado de lado por obvio sino que, por su bondad, hay que hacer explícito y generalizar su conocimiento.

Seguramente, todas las personas que lean estas cuatro letras que estoy juntando ya saben a qué me refiero pero como considero de especial importancia poner las cosas en su sitio y los puntos sobre todas las letras “i” que deben llevarlos, pues me permito decir lo que sigue.

Sin duda alguna GRATIS DATE es un regalo que Dios ha hecho al mundo católico y que, sirviéndose de algunas personas (tienen nombres y apellidos cada una de ellas) han hecho, hacen y, Dios mediante, harán posible que los creyentes en el Todopoderoso que nos consideramos miembros de la Iglesia católica podamos llevarnos a nuestros corazones muchas palabras sin las cuales no seríamos los mismos.

No quiero, tampoco, que se crean muy especiales las citadas personas porque, en su humildad y modestia a lo mejor no les gusta la coba excesiva o el poner el mérito que tienen sobre la mesa. Pero, ¡qué diantre!, un día es un día y ¡a cada uno lo suyo!

Por eso, el que esto escribe agradece mucho a José Rivera (+1991), José María Iraburu, Carmen Bellido y a los matrimonios Jaurrieta-Galdiano y Iraburu-Allegue que decidieran fundar GRATIS DATE como Fundación benéfica, privada, no lucrativa. Lo hicieron el 7 de junio de 1988 y, hasta ahora mismo, julio de 2013 han conseguido publicar una serie de títulos que son muy importantes para la formación del católico.

Como tal fundación, sin ánimo de lucro, difunden las obras de una forma original que consiste, sobre todo, en enviar a Hispanoamérica los ejemplares que, desde aquellas tierras se les piden y hacerlo de forma gratuita. Si, hasta 2011 habían sido 277.698 los ejemplares publicados es fácil pensar que a día de la fecha estén casi cerca de los 300.000. De tales ejemplares, un tanto por ciento muy alto (80% en 2011) eran enviados, como decimos, a Hispanoamérica.

De tal forman hacen efectivo aquel “gratis lo recibisteis, dadlo gratis” (Mt 10,8) y, también, “dad y se os dará” (Lc 6,38) pues, como es de imaginar no son contrarios a las donaciones que se puedan hacer a favor de la Fundación. Además, claro, se venden ejemplares a precios muy, pero que muy, económicos, a quien quiera comprarlos.

Es fácil pensar que la labor evangelizadora de la Fundación GRATIS DATE ha des estar siendo muy grande y que Dios pagará ampliamente la dedicación que desde la misma se hace a favor de tantos hermanos y hermanas en la fe.

Por tanto, esta serie va a estar dedicada a los libros que de la Fundación GD a los que no he hecho referencia en este blog. Esto lo digo porque ya he dedicado dos series a algunos de ellos como son, por ejemplo, al P. José María Iraburu y al P. Julio Alonso Ampuero. Y, como podrán imaginar, no voy a traer aquí el listado completo de los libros porque esto se haría interminable. Es más, es mejor ir descubriéndolos uno a uno, como Dios me dé a entender que debo tratarlos.

Espero, por otra parte, que las personas “afectadas” por mi labor no me guarden gran rencor por lo que sea capaz de hacer…

Fundamentos bíblicos de la teología católica, del P. Enrique Pardo Fuster.

Leer más... »

10.01.14

Eppur si muove - ¿De verdad que nadie hay que pueda hacer nada? ¿Nadie?

Hay cosas que son, verdaderamente, sorprendentes. Es más, la sorpresa que producen se va dilatando en el tiempo y pudiera dar la impresión, quizá muestra de una verdad, de que lo que es así, así tiene que ser y punto en boca. Pero insistimos en que resulta, del todo punto, impresentable, lo que pasa.

Aquellos católicos que nos consideremos pequeños en la fe, sin falsas humildades sino porque nos sabemos que somos muy poca cosa teológicamente hablando, no acabamos de entender las razones de esto que pasa pueda pasar.

A veces, por cierto, la sorpresa puede hacernos creer que el dicho, muy español, que dice que “el que calla, otorga” es demasiado cierto y, fatalmente, aplicable a este caso.

Sin duda puede que parezcamos pesados por insistir tanto en esto pero si hubieran hecho, ya los mismos apóstoles en sus inicios más primeros, dejación de sus funciones, seguramente ahora no habría católicos sino, en todo caso, toda una serie de sectas diversas cada una a lo suyo. Y, claro, aunque eso haya pasado con la llamada Reforma protestante, no nos gustaría que hubiese pasado ya desde el principio de todo.

Pero el caso es que es de todo punto inadmisible (no se puede admitir de ninguna de las maneras) que por ejemplo, con nombres y apellidos haya católicos que se maquillen cada día con el polvorete de la fe para que se crean, algunos lo creen, que son católicos. Y tanto, por ejemplo, Juan Masiá, como Pagola, como algunas religiosas muy concretas que se creen el oro y el moro y cuyos nombres cualquiera podría repetir ahora (y eso es lo malo del asunto) y donde la humildad ni cabe ni ha lugar, pueden ir sembrando por los caminos del mundo en la seguridad, primero, de que alguno les comprará su mercancía averiada (pues de todo hay en la viña del Señor) y, segundo, más seguros aún de que, como mucho, recibirán algún coscorrón documental por parte de los pastores que han de proporcionárselos pero, en fin, de ahí la cosa no pasará, nada irá a mayores y… ¡hala!, a continuar con la labor de zapador-agujereador y abre boquetes en el dique de la creencia en Dios Todopoderoso, en su Hijo Jesucristo y en el Espíritu Santo.

Leer más... »

9.01.14

Anécdotas de una vida apostólica, del P. Jorge Loring: pruebas de la Providencia de Dios

Anécdotas de una vida apostólica

Título: Anécdotas de una vida apostólica
Autor: P. Jorge Loring, S.I.
Editorial: De buena tinta
Páginas: 156
Precio aprox.: 10 €
ISBN: 978-84-9414686-7-5
Año edición: 2013
Lo puedes adquirir en Librería Balmes .

Anécdotas de una vida apostólica, del P. Jorge Loring


“Al releer este escrito surge en mí un sentimiento de vergüenza, pues algunas cosas que cuento parecen vanagloria. Sin embargo no he querido suprimirlas, pues todo bien procede de Dios; y Dios sabe que a diario le doy gracias de lo mucho que me ayuda.

Y como dice San Pablo (1Cor 4, 7): ‘¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿de qué te engríes’” El vanidoso es un desagradecido, pues se apropia de lo que Dios le ha dado. Y lo que Dios nos ha dado pudo dárselo a otro y no a nosotros. Yo pude haber nacido minusválido, y si no lo soy, se lo debo a Dios. Pero yo no he hecho nada para no ser minusválido. Todo sea a mayor gloria de Dios.”

Este texto, que recoge la contraportada del libro escrito por el P. Jorge Loring, S.I. que subió a la Casa del Padre el 25 de diciembre de 2013, es lo último que contiene el que, seguramente, fue el último libro dado a la edición estando en vida el ilustre, afamado y nunca bien ponderado Padre Loring.

Leer más... »

Ad pedem litterae – P. Pablo Cabellos Llorente

Al pie de la letra es, digamos, una forma, de seguir lo que alguien dice sin desviarse ni siquiera un ápice.

En “Ad pedem litterae - Hermanos en la red” son reproducidos aquellos artículos de católicos que hacen su labor en la red de redes y que suponen, por eso mismo, un encarar la creencia en un sentido claro y bien definido.

Ad pedem litterae - P. Pablo Cabellos Llorente

Presentación del artículo del P. Pablo Cabellos .

El tema del aborto o, lo que es lo mismo, el hecho de provocar la muerte de un ser humano inocente, el más inocente de todos, es un tema, aunque muy antiguo, más actual que nunca.

El autor del artículo, con toda razón, nos dice que “el aborto es matar a un individuo de la especie humana, lo que no es progresista, es tan viejo como la humanidad” pues, en realidad se lleva practicando, casi, desde que el hombre sabe que puede hacer tal barbaridad.

Científicamente se ha demostrado que desde que se produce la fecundación nace un nuevo ser humano. Pero eso parece no tener importancia alguna a la hora de poder determinar su muerte.

Secuelas en la mujer que aborta, el “derecho” a matar a otro ser humano y demás aspectos relacionados con la mal llamada “interrupción voluntaria del embarazo” es lo que aborta el P. Cabellos Llorente en este artículo de título que muestra, en sí mismo, en efecto, lo que viene siendo el aborto, lo que es, la negra faz que muestra.

Y, ahora, el artículo del P. Pablo Cabellos Llorente.

Lo que viene siendo el aborto

Pablo Cabellos Llorente

“No es para chacota el asunto, aunque titule con una frase que repite el humorista José Mota, no sé si porque es su inventor o hace eco gracioso de un modo de expresarse incorrecto. Sin embargo, aquí no está de más la frase, porque voy a tratar de escribir de lo que viene siendo el aborto, no tanto en nuestras leyes, sino en sí mismo considerado. El motivo es que se dan muchas razones para atacarlo o defenderlo pero nos detenemos poco a considerar su esencia. Me refiero al aborto provocado, eufemísticamente llamado interrupción voluntaria del embarazo o hasta salud reproductiva.

Aunque parezca un comienzo brutal, tomo nota de unas palabras del arrepentido médico abortista Bernard Nathanson: se presentó a sí mismo como ‘un asesino de masas’. ‘Soy el responsable de la muerte de 75.000 niños inocentes’, aseguró. Nathanson, que fue conocido como ‘el rey del aborto’, explicó que dirigía la ‘mayor clínica abortista de Occidente, en Nueva York. Tenía 35 médicos a mi cargo, con 85 enfermeras. Hacíamos 120 abortos cada día en 10 quirófanos. Durante los 10 años que fui director realizamos 60.000 abortos. Además, yo supervisé 10.000 y personalmente realicé 5.000. Tengo 75.000 muertes inocentes en mi haber’.

Leer más... »

8.01.14

Obligaciones que cumplir y obligados que no las cumplen

Guardián de la fe

Dios, que nos ha creado y ha permitido que existamos, sabemos que nos entrega una serie de talentos, de dones y, en fin, de posibilidades de demostrar que somos seres humanos y que nos encontramos en una u otra situación. En cada momento se espera, se ha esperar, de nosotros, un comportamiento adecuado a lo que somos.

Cada cual, eso es cierto, se encuentra o, mejor, ocupa un determinado espacio en la sociedad en la que vive. Y si hablamos de la Iglesia, católica a más señas, a cada cual nos corresponde un algo, un situarse en algún sitio, un… en fin, estatuto personal que nos diferencia de otros creyentes que ocupan, para empezar, el suyo propio y, para continuar y a lo mejor, uno que lo sea especial.

Todos estamos obligados y todos debemos cumplir una serie de obligaciones de las cuales no deberíamos nunca abjurar, olvidar o tenerlas por no puestas por Dios porque están puestas por el Creador que, no lo olvidemos nunca, nos mira, nos mira y, además, espera que donde es sí sea sí y donde es no sea no.

Eso, al parecer, no todos lo entienden. Hay situaciones que se permiten como si no tuvieran importancia, discusiones que se plantead que afean nuestra fe cuando no la tergiversan directamente; puntos de vista que más que puntos de vista parecen establecidos por un ciego que es ciego porque quiere ser ciego.

Y mientras… los que deben cumplir con sus obligaciones consienten que determinadas cosas se planteen, se digan y, con un poco de chamba, se comuniquen de unos a otros como la cosa más normal.

Y eso nos preocupa.

Leer más... »

7.01.14

Un amigo de Lolo - Sólo Dios basta

Presentación
Manuel Lozano Garrido

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Sólo Dios basta
“La presencia invisible de Dios es el gran testigo de la verdad de nuestra esperanza”
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (780)

El ser humano vive en el mundo, vive en un mundo, en el suyo propio. Cada cual, pues, tenemos que considerar lo que nos pasa desde un punto de vista, eso es cierto, muy particular que consideramos el mejor para nosotros.

Mentiríamos si dijéramos que todo lo tenemos claro y que no hay dudas en nuestra vida. Eso ni puede ser ni es, además, recomendable porque también crecemos espiritualmente cuando corregimos errores que, a lo mejor, no creíamos tener o cuando nos damos cuenta, simplemente, de que las cosas no son como creemos que son…

Es instintivo (también los seres humanos respondemos, debemos responder, de nuestro instintos) querer acertar siempre. Pero sabemos que nos equivocamos, sabemos que pecamos y que, muchas veces, hacemos, como diría san Pablo, lo que sabemos que no debemos hacer. Y con él tenemos más que claro que se trata del pecado que anida en nosotros y que nos convoca a estar con el mundo más que con Dios.

Pero el Creador nunca hace dejación en el hecho real y cierto de amarnos.

Leer más... »

6.01.14

Sí, sí, se manifestó… y al mundo

Presentación de Jesús

Existen tres llamadas “manifestaciones” (presentaciones) de Jesús al mundo. No será porque no quisiera que lo supiéramos. Así, por ejemplo, pasó eso cuando fue bautizado en el Jordán, también cuando dio comienzo su vida pública en las bodas de Caná y además, que es el tema de ahora mismo, cuando mediante los Magos de Oriente, aquel recién nacido dijo “aquí estoy” aún sin poder hablar.

Para aquellos tres extranjeros en cuanto a sus naciones de origen como en cuanto a sus religiones (de las que nada sabemos, por cierto) estar allí mismo, en aquel lugar pobre pero, a la vez, divino, suponía mucho. Había seguido a una estrella según sabemos por las Sagradas Escrituras. Y por aquella señal encontraron al Bien no sin antes hablar con el matarife Herodes, el Mal hecho carne y hueso mortal.

Pero el caso es que Jesús, allí, pequeño e indefenso como cualquiera otro niño, lucía, daba luz, iluminaba, la estancia en la que estaba con una especie de divino no se qué al que se ceñían los que se contemplaban.

Aquellos tres hombres, expertos en conocer los signos de los cielos y conocedores del mundo de su época no faltaron a la cita que les había preparado el Dios Único y Todopoderoso, Aquel que también los había creado. Confluyó, allí mismo, lo que había hecho el Creador con lo que, a partir de aquel preciso instante, aquel Niño, debía hacer y llevar a cabo. Nacido para morir de forma salvaje en manos de ignorantes seres humanos (“no saben lo que hacen” diría años después aquel retoño ante el que se postraban unos hombres hechos y derechos) se presentaba ante ellos y, a través de ellos, al mundo mismo que no sabía, ajeno a tanta fiesta en el Cielo, que había nacido el Salvador, el Ungido de Dios, el Mesías.

Pero Él, aquel Él pequeño y llorón (no podemos decir que no lo hiciera, como cualquier otro niño pues llorar no es pecar) debió causar una extraña sensación a los Magos. Sabían el qué pero no sabían el por qué. Sin embargo tuvieron la suficiente fe (ellos, también, sin saberlo, creyeron) como para ir allí y dejar claro que, incluso sin conocer a Dios se puede uno acercar a Quien todo lo hace y mantiene. Y por eso fueron llevados los tres allí y por eso le mostraron los regalos que llevaban. No todos, por cierto, de significado gozoso pero, al fin y al cabo, regalos que fueron aceptados, con todas sus consecuencias, por infante tan especial.

Leer más... »

5.01.14

La Palabra del Domingo - 5 de enero de 2014

Biblia

Jn 1, 1-18

“1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. 2 Ella estaba en el principio con Dios. 3Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. 4 En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres,5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. 7 Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. 8 No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. 9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció.11 Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.12 Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre;13 la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios.14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.15 Juan da testimonio de él y clama: ‘Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.’ 16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. 17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. 18 A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.’”

COMENTARIO

De donde, exactamente, viene Cristo

1. El texto que se nos ofrece hoy como Evangelio es uno que lo es muy especial. Es, antes que nada debemos decirlo, lo primero que escribe el discípulo más amado por Cristo (aquel joven que lo siguió y recostó su cabeza en el pecho del Salvador en la noche de la cena última antes de sufrir su Pasión de Hijo de Dios) y por eso mismo añade, a su inspiración divina, un aspecto nuevo que tiene mucho que ver con aquello que vio a quien se le había permitido estar presente en el Apocalipsis.

2. Nos dice san Juan algo muy importante y que tiene que ver con la historia misma de la humanidad. Escribe el más joven de los apóstoles que cuando aún no existía nada de lo creado por Dios ya existía la Palabra. Y por Palabra entendemos al Hijo engendrado por el Todopoderoso. Y estaba frente al Padre (tal es la traducción del griego original) porque permanecía en actitud de diálogo con Quien lo enviaría al mundo a nacer de una joven virgen llamada María.

Leer más... »