13.12.15

La Palabra del Domingo - 13 de diciembre de 2015

Lucas 3, 10-18

“En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: —‘¿Entonces, qué hacemos?’ El contestó: —‘El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo’.

Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: 

—‘Maestro, ¿qué hacemos nosotros?’ Él les contestó: —‘No exijáis más de lo establecido.’ Unos militares le preguntaron: —‘¿Qué hacemos nosotros?’ 

Él les contestó: —‘No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga.’ El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: —‘Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.’ 

Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.”

MEDITACIÓN   

El anuncio del Bautista

1.- Como culminación de las maldades de Herores, tetrarca de Galilea, éste, ante la acusación de Juan, hijo de Zacarías e Isabel, sobre su ilícito matrimonio con Hedorías, manda que lo prendan y sea encarcelado. 

2.- Juan, antes de este terrible momento, predica. Su predicación, continuación de su presentación al mundo, a su siglo, con ese “enderezad sus sendas” (se refiere a las del Señor) y la dura acusación a los hipócritas, a los que llama raza de víboras (Lc 3,7) tiene un sentido, que en este texto del evangelista médico de Pablo, doble, porque dos cosas nos quiere decir.

3.- El profeta de lo ordinario

Juan, el Bautista, en la primera parte de este discurso, justo antes de clarificar quién es él y, sobre todo, quién vendrá, da una explicación, ante las preguntas que hacían, de cómo se debe actuar, de cuál ha de ser el comportamiento de sus discípulos.

Era una pregunta muy genérica eso de “¿qué debemos hacer?”. Sin embargo, a este Juan contesta de una forma muy específica. No se limita a dar un gran discurso moral que pudiera valer para todos, no hace que su predicación sea algo vacío sino que, al contrario, da a cada uno una respuesta.

Juan, el Bautista, tenía, por así decirlo, respuestas para todos. Pero ¿qué quiere decir el primo de Jesús, por qué contesta así?

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12.12.15

Libro: "Su Cruz y nuestras cruces", de Eleuterio Fernández Guzmán

Su Cruz y nuestras cruces                         Su Cruz y nuestras cruces

Título: Su Cruz y nuestras cruces

Autor: Eleuterio Fernández Guzmán

Editorial: Lulu

Páginas: 100

Precio aprox.: 4 € papel – 1 € Libro electrónico 

ISBN Papel: 5800113843083

ISBN eBook: 978-1-326-50307-9

Año edición: 2015

Los puedes adquirir en Lulu

 

Su Cruz y nuestras cruces, de Eleuterio Fernández Guzmán

Siempre que un discípulo de Cristo se pone ante un papel y quiere referirse a su vida como tal no puede evitar, ni quiere, saber que en determinado momento tiene que enfrentarse a su relación directa con el Maestro.

Así, muchos han sido los que han escrito vidas de Jesucristo: Giovanni Papini (“Historia de Cristo”), el P. Romano Guardini (“El Señor), el P. José Luis Martín Descalzo (“Vida y misterio de Jesús de Nazaret“), el P. José Antonio Sayas (“Señor y Cristo”) e incluso Joseph Ratzinger (“Jesús de Nazaret“). Todos ellos han sabido dejar bien sentado que un Dios hecho hombre como fue Aquel que naciera de una virgen de Nazaret, la Virgen por excelencia había causado una honda huella en sus corazones de discípulos.

Arriba decimos que el discípulo deberá, alguna vez, ponerse frente a Cristo. Y es que no tenemos por verdad que el Maestro suponga un problema para quien se considera discípulo. Por eso entendemos que tal enfrentamiento lo tenemos por expresión de expresar lo que le une y, al fin y al cabo, lo que determina que sea, en profundidad, su discípulo. Sería como la reedición de lo que dice San Juan justo en el comienzo de su Evangelio (1,1):

 “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios”.

El caso es que podemos entender que la Palabra estaba con Dios en el sentido de estar en diálogo con el Creador. Por eso decimos que la relación que mantiene quien quiere referirse a Cristo como su referencia, un discípulo atento a lo que eso supone, ha de querer manifestar que se sea, precisamente, discípulo. Entonces surge la intrínseca (nace de bien dentro del corazón) necesidad de querer expresar en qué se sustenta tal relación y, sobre todo, cómo puede apreciarse la misma. O, por decirlo de otra forma, hasta dónde puede verse influenciado el corazón de quien aprende de parte de Quien enseña.

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11.12.15

¿Por qué pasan estas cosas? Una reconocible angustia

 

Hay testimonios, de creyentes que son testigos queremos decir, que vale la pena sean traídos aquí. A lo mejor a más de uno todo esto ya le suena pero es importante que se sepa lo que muchas veces pasa. Lo hacemos, además, porque es, casi, un grito, de auxilio. De pedirlo, espiritualmente, queremos decir.

Hace unos días recibí un correo que decía tal que así.

 

“La verdad no sé por qué esta necesidad a veces de buscar una respuesta a tanta confusión dentro de la misma Iglesia, no es ninguna queja, es desde hace un tiempo un sentimiento de dolor, algo así como si sintiera el desprecio y abandono que recibe Jesús de los suyos, no sé por qué me hiere tanto ver o parecer que veo indiferencia.  Así me parece cuando asisto a una Eucaristía y el lector/a dice lo contrario de lo que está escrito.  O saltar de una lectura a otra del día siguiente por pasar la hoja sin separar, o leer a saltos sin preparar,  o no escuchar nunca el Aleluya antes de la lectura del Evangelio, o no escuchar ningún domingo el salmo ni la segunda lectura. Reinventar plegarias e introducir canciones en la comunión que hablan de pan y no del cuerpo de Cristo, que hablan de banquete y no de sacrificio, no quiero alargar pero con todo esto cada vez huyo de ciertas parroquias buscando otras y cuando en una corrigen algo. Sé que es pecata  minuta con todo lo que existe.

Después vienen los salvadores del mundo y reformadores de la “Obsoleta Iglesia” porque cada vez que me envían algún comentario de PAGOLA, no le digo todo lo que saco en contradicción con la verdad que hasta hace poco hemos confesado.

Si le escribo esto, es porque se me hace imposible hablarlo,  y si tengo confianza con una amiga, después me tengo que ir a confesar porque me parece he criticado del sacerdote (por poner un ejemplo) me refugio en la oración pero sufriendo viendo las atrocidades que se introducen dentro de las parroquias, lo llamamos bonito porque con unas pantallas tan luminosas que deslumbran han conectado desde el ordenador, cantos y dibujos que van pasando mientras se celebra la Eucaristía  “ Dios mío “ por poco no termino llorando de pena, el sacerdote celebrando y los fieles mirando la gran pantalla.

¿A quién le interesa evangelizar?  Los pobres sacerdotes tienen tantísimo trabajo que no pueden salir del despacho pues están pegados a la pantalla un montón de horas.

Me temo que parte del comentario que estoy haciendo suene a queja, pero como le digo es desde el dolor, cuando quieres a una persona, más que quejarte te duele cuando ves que se aleja por caminos errados. Es verdad que dentro de una comunidad, hay muchas formas de enfocar la pastoral, pero cuando ésta no acerca a Jesús Eucaristía, ni se alienta a visitar y rezar a María, algo falla.

Último ejemplo, tras los acontecimientos sucesivos que vivimos, ¿alguien ha invitado a los fieles católicos en una celebración concreta, en cada ciudad para unirse y rezar juntos el Rosario? No está de sobra solicitado por la Reina del cielo que se consagren los primeros sábados y sean en reparación y por la paz.”

¿Qué les parece a ustedes?

Resulta, de todo punto, consolador que haya creyentes católicos que se dan cuenta de lo que muchas veces pasa en el seno de la Esposa de Cristo. Y es que, a veces, pudiera parecer que lo que se dice acerca de abusos litúrgicos o malos comportamientos de quienes no deben abusar o comportarse de forma nigérrima no se trata más que de palabras de personas negativas. No. Al parecer también los fieles sencillos se dan cuenta de lo que puede pasar.

Aquí se dicen cosas muy graves, a saber:

-Las malas lecturas de las Sagrados Textos.

-Dejar de leer aquello que está escrito para ser leído.

-Inventarse plegarias eucarísticas cuando las mismas están más que dispuestas en los libros al efecto.

-La introducción de cantos poco adecuados para la materia de la que se trata.

-Obviar el sacrificio de Cristo en la Cruz.

Vemos que no son pocas cosas. Es más, estamos más que seguros que en este momento instante, al leer esto (hasta aquí) a más de uno le habrá venido a la memoria otras circunstancias que muy bien podían acompañar a lo dicho por la persona que envío, preocupada, el correo del que hablamos.

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10.12.15

El rincón del hermano Rafael – Gozosa Cruz de Cristo

“Rafael Arnáiz Barón nació el 9 de abril de 1911 en Burgos (España), donde también fue bautizado y recibió la confirmación. Allí mismo inició los estudios en el colegio de los PP. Jesuitas, recibiendo por primera vez la Eucaristía en 1919.”

Esta parte de una biografía que sobre nuestro santo la podemos encontrar en multitud de sitios de la red de redes o en los libros que sobre él se han escrito.   

Nosotros vamos a dedicar nuestra atención a un libro en particular. Recoge los diarios de San Rafael Arnaiz entre el 16 de diciembre de 1937 y el 17 de abril de 1938y está editado por la Asociación Bendita María.

Vayamos, de todas formas, ahora mismo, a escribir sobre el protagonista de esta nueva serie.

Cuando Dios tiene a bien escoger a uno de sus hijos para que siga una vida de fe acentuada hace que se note desde la corta edad. Y eso era que le pasaba a Rafael: daba muestras de que las cosas de Dios le interesaban más que al resto de sus compañeros de la infancia.

Sin embargo, desde temprana edad enfermó y empezó a llevar su particular cruz.

Aunque Rafael, dotado de una precoz inteligencia, parecía tener una vida en el mundo, en el siglo, de especial importancia (se matriculó en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid) no podía evitar, ni quería, su voluntad de profundizar en su vida espiritual.

Tal es así que ingresó en el monasterio cisterciense de San Isidro de Dueñas el 15 de enero de 1934.

La enfermedad que arriba hemos citado, la diabetes sacarina, le obligó a abandonar el monasterio en tres ocasiones pero volvió en otras tres ocasiones porque bien sabía que no otro era el camino espiritual que debía seguir.

Cuando recién había estrenado los 27 años Dios lo llamó cabe sí un 26 de abril de 1938 siendo sepultado en el monasterio donde había ingresado para seguir una vida espiritual acorde con su voluntad de hijo del Creador.

El caso es que la fama de santidad de un católico tan joven y tan entregado a su fe no tardó en salir de los muros del monasterio. Y es que aquello que había escrito estaba dotado de una especial atracción. Tal es así que el 20 de agosto de 1989, san Juan Pablo II lo propuso como modelo para los jóvenes que iban a acudir a la Jornada Mundial de la Juventud a celebrar en Santiago de Compostela. Y unos pocos años después, en 1992 fue beatificado (el 27 de septiembre).

Pero, seguramente, no bastaba con el reconocimiento que se hacía entonces. El Beato Rafael iba a subir un escalón más en el Cielo y el 11 de octubre de 2009 el ahora emérito Benedicto XVI canonizaba a quien había sabido comunicar al mundo que sólo Dios era suficiente para llevar una existencia propia de un buen y fiel hijo.

Que Dios nos ayude a acercarnos lo mejor posible al pensamiento espiritual de San Rafael Arnáiz, el hermano Rafael. Y, de paso, le pedimos que  interceda por nosotros. 

 VIII-Dios-y-mi-alma

13 de febrero de 1938

Gozosa Cruz de Cristo

“Abrazado a tu Cruz, entré en el capítulo… A los pies de tu Cruz tomé el alimento que necesita mi débil naturaleza… A los pies de tu ensangrentada Cruz, hallo el consuelo de escribir estas líneas… ‘No permitas que me aparte de ti’.

Esté siempre, Señor, a la sombra del duro madero. Ponga allí, a tus pies, mi celda, mi lecho… Tenga yo, Señor, allí mis delicias, mis descansos en el sufrir… Riegue el suelo del Calvario con mis lágrimas… Allí a los pies de la Cruz, tenga mi oración, mis exámenes de conciencia… ‘No permitas, Señor, que me aparte de Ti’.

Qué alegría tan grande es poder vivir al pie de la Cruz. Allí encuentro a María a san Juan y a todos tus amadores. Allí no hay dolor, pues al ver el tuyo Señor ¿quién se atreve a sufrir?

Allí todo se olvida, no hay deseo de gozar, ni nadie piensa en penar… Al ver tus llagas Señor sólo un pensamiento domina al alma… Amor…, sí, amor para enjugar tu sudor, amor para endulzar tus heridas, amor para aliviar tanto y tan inmenso dolor.

No permitas, Señor, que de Ti me aparte.

Déjame vivir al pie de la Cruz sin pensar en mí, sin nada querer ni desear, más que mirar enloquecido la sangre divina que inunda la tierra…

Déjame, Señor, llorar, pero llorar de ver lo poco que puedo hacer por Ti, lo mucho que te he ofendido estando lejos de tu Cruz… Déjame llorar el olvido en que te tienen los hombres, aun los buenos…

Déjame, Señor, vivir al pié de tu Cruz, de día, de noche, en el trabajo, en el descanso, en la oración, en el estudio, en el comer, en el dormir…. siempre…. siempre.”

 

Hoy hemos traído un texto más extenso de lo que es habitual. Sin embargo, creemos que expresa muy bien lo que el hermano Rafael quiere decir acerca de su relación con la Cruz de Cristo.

Digamos, antes de empezar, que la relación que un discípulo de Cristo tiene con la Cruz en la que murió para salvarnos, dice mucho acerca de tal discípulo. Por eso San Rafael Arnáiz Barón muestra que recibe de ella un gran consuelo.

La entrega a la Cruz, a lo que supone para él, es esencial en la vida de este hombre católico. No quiere apartarse de ella porque, en cierta manera, también lleva la suya propia, la del sufrimiento y, muchas veces, la de la soledad.

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9.12.15

Serie pueblo gitano - Majarí Calí: Oración a la Majarí Calí

Majarí Calí

Como es propio de la Madre de Dios, el mundo gitano tiene, también, su advocación. A ella ya hemos hecho referencia en la serie dedicada a Vírgenes y Santos. Y nos referimos a la Majarí Calí que, como no podía ser de otra forma, es quien, propiamente, da nombre a esta categoría.  La Majarí Calí, santa gitana que acompaña al pueblo gitano por el mundo, es la protagonista primera de lo que vamos a tratar de traer aquí.

Pero debemos decir algo acerca de lo que va a formar parte de lo que empieza hoy. Y es lo que sigue:

1. La intención de este blog: transmitir todo lo referido al mundo gitano católico.

2. Traer aquellos casos que se encuentran bien en proceso de canonización  o de beatificación.

3. Hacer aportaciones acerca de la pastoral gitana de la Conferencia Episcopal Española.

4. Lo que Dios buenamente inspire al que esto escribe acerca del pueblo gitano.

Al respecto de esto último, la reunión de Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, LXXIX de las habidas, en fecha de 2 de noviembre de 2002 publicó el documento de título “La Iglesia de España y los gitanos” en los que, entre otras realidades (que iremos trayendo aquí) dice que el pueblo gitano mantiene y defiende una serie de valores muy a tener en cuenta (dadas las circunstancias de la sociedad actual) que son, a saber:

-El respeto a la familia como institución suprema de la sociedad gitana. La identidad personal del gitano viene en gran medida determinada por su familia: siempre será miembro de esta o de aquella familia y cargará gustosamente con sus ventajas e inconvenientes;

-La veneración por los miembros de más edad. Los mayores son acreedores de un respeto especial porque acumulan la memoria y la sabiduría de la vida. En momentos delicados buscarán el consejo de los “tíos” y su parecer será muy tenido en cuenta;

-Una concepción más humana del trabajo. El trabajo no lo es todo ni lo más importante para un gitano. El gitano no vive para trabajar, trabaja para vivir. Lo fundamental es la vida, la familia, la convivencia. El trabajo es sólo un medio al servicio de la vida y la familia;

-La hospitalidad y la solidaridad con los miembros de la etnia. Los gitanos guardan memoria de la necesidad y los malos momentos pasados y desean evitarlos a los que son de los suyos. Entre ellos hay una corriente de solidaridad profunda que no puede olvidar que el gitano desconocido, es un primo, un familiar;

-La virginidad de la mujer antes del matrimonio, que es un valor cristiano en sí, ha venido siendo un signo característico de la comunidad gitana, si bien ha dado lugar a que muchas jóvenes, con frecuencia, contrajeran matrimonio prematuramente.

-El respeto a los muertos. Los muertos siguen vivos de otro modo; merecen más que nunca todo el respeto del mundo. Ofender la memoria de un familiar difunto se considera una ofensa gravísima.

                               

Además, añade, digamos que como valores a tener en cuenta, estos:

-El sentido de libertad.

-El respeto a la palabra dada.

-El amor a la naturaleza,

Etc.

Bien podemos ver que el pueblo gitano aporta más de lo que, por lo común, se cree, a la sociedad católica en la que nos movemos. Hagamos lo posible para que esto no se olvide. 

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8.12.15

Nacer sin pecado

Seguramente Dios podía haber hecho las cosas de otra manera. Es más, si hubiera querido la historia del ser humano habría sido de otra manera. Pero quiso que fuera así y, a tal respecto, nada podemos (ni queremos) hacer. Su santa Voluntad ha de prevalecer sobre nuestros más que reconocibles egoísmos.

Desde que nuestros primeros padres Adán y Eva quisieron ser como Dios muchas cosas cambiaron para la humanidad que debía venir tras ellos. Queremos decir que, cuando pecaron hicieron mucho daño a la creatura que Dios había sacado de su corazón y había puesto en el Paraíso. Y, como tal, aquel daño iba a ser irreversible aunque, al menos, tendría el hombre el consuelo de, primero ignorar y luego saber, que, cuando Dios quisiera, iba a enviar al Mesías para que muchos comportamientos cambiaran y muchos corazones vinieran a ser de carne.

Pero, para eso, aun faltaba mucho tiempo. Mientras tanto el ser humano debía cargar con un peso nada liviano: el pecado y la muerte.

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6.12.15

La Palabra del Domingo - 6 de diciembre de 2015

Biblia

Mc 1, 1-8. Allanad los senderos del Señor.

“1 Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.2 Conforme está escrito en Isaías el profeta: = Mira, envío mi mensajero delante de ti,       el que ha de preparar tu camino. = 3 = Voz del que clama en el desierto:      Preparad el camino del Señor,  enderezad sus sendas, = 4 apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. 5 Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6 Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre.7 Y proclamaba: ‘Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa  de sus sandalias.8 Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.’”

                                             

COMENTARIO

 

El Precursor de Cristo

 

San Marcos empieza su Evangelio con lo primero. Es decir, antes de Cristo (seis meses antes) había nacido un hombre que estaba destinado por Dios a ser quien presentara al mundo al Hijo que iba a venir a salvar a la humanidad de caer, definitivamente, en el abismo del olvido de Dios.

Como todo estaba escrito en las Sagradas Escrituras judías esto no iba a ser menos. Se había dicho que antes que llegara el Mesías iba a venir al mundo quien sería su mensajero. Sería, además, quien iba a preparar el camino del Cristo y quien, en definitiva, allanaría lo que no estaba llano. En realidad era quien iba a bautizar para perdonar los pecados.

Aquel hombre se llamó Juan. Es más, era el nombre que se le había puesto desde la misma eternidad en la que Dios decidió que el hombre debía salvarse.

Para allanar el camino a su primo Jesús el Bautista bautiza, como decimos. Lo que hace es instar a la conversión de los corazones, a cambiar la forma de ser, a tener un corazón de carne y no duro como demasiadas veces veía que muchos tenían. Juan, en definitiva, quiere que la doctrina del perdón anide en el corazón de aquellos que acuden a bautizarse al río Jordán. Prepara, así, el camino de Cristo.

Pero Juan es mucho más. Tiempo después diría Jesús de Él que era el profeta más grande que había dado Dios al hombre. Debía serlo si era su labor introducir, ser el Precursor, del Cristo, del Mesías y Enviado de Dios. Y por eso fue perseguido.

Nos dice el texto que Juan vivía de forma pobre. Seguramente había sido educado en una comunidad esenia y, siguiendo sus doctrinas, se mantenía con lo que encontraba en el desierto en un espíritu de ayuno material que conformaba el espíritu de hombre santo.

Algo, sin embargo, estaba en el corazón del Bautista: sabía cuál era su misión y para qué había nacido.

Aquel hombre que bautizaba con agua sabía que él no era el Mesías (luego se lo preguntará algún enviado de los poderosos del Templo de Jerusalén). Por eso dice que detrás de él ha de venir quien es más fuerte.

Pero Juan dice mucho más del Mesías que él, luego, denominará el cordero de Dios. Nos dice, por ejemplo, que él mismo, Juan, es tan poca cosa a su lado que no tiene derecho, siquiera (que no es digno) de desatarle la correa de las sandalias. Y bien podemos imaginar en qué nivel se sitúa Juan al decir que no es digno de hacer lo que solía hacer un siervo de la casa o, en el peor de los casos, un esclavo.

Juan sabe quién es pero también sabe que Quien ha de venir hará algo más que bautizar. Si él bautiza con agua el Mesías lo hará con Espíritu Santo. Es decir que el bautizo en el hombre del Cristo infundirá el Espíritu de Dios a quien lo reciba. Y eso era establecer una diferencia muy grande entre quien bautizaba en el Jordán y Quien, precisamente, iba a ser bautizado por él mismo.

Juan, por tanto, prepara el camino a la llegada del Mesías que, por cierto, andaba muy cerca ya de aquel río santo.

 

PRECES

 

Por todos aquellos que no creen en el perdón de los pecados.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no tienen intención de convertir su corazón.

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener un corazón limpio y un alma limpia.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 Nazareno

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Por la libertad de Asia Bibi. 
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Por el respeto a la libertad religiosa. 
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Enlace a Libros y otros textos.

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

 

Los caminos que allanó Juan a veces los torcemos nosotros.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

…………………………….

InfoCatólica necesita vuestra ayuda.

 

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:

 

da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí.

 

5.12.15

Serie “Al hilo de la Biblia- Y Jesús dijo…” – De esto que dice Cristo… ¿qué es lo que nos conviene?


Sagrada Biblia

Dice S. Pablo, en su Epístola a los Romanos, concretamente, en los versículos 14 y 15 del capítulo 2 que, en efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza. Esto, que en un principio, puede dar la impresión de ser, o tener, un sentido de lógica extensión del mensaje primero del Creador y, por eso, por el hecho mismo de que Pablo lo utilice no debería dársele la mayor importancia, teniendo en cuenta su propio apostolado. Esto, claro, en una primera impresión.

Sin embargo, esta afirmación del convertido, y convencido, Saulo, encierra una verdad que va más allá de esta mención de la Ley natural que, como tal, está en el cada ser de cada persona y que, en este tiempo de verano (o de invierno o de cuando sea) no podemos olvidar.

Lo que nos dice el apóstol es que, al menos, a los que nos consideramos herederos de ese reino de amor, nos ha de “picar” (por así decirlo) esa sana curiosidad de saber dónde podemos encontrar el culmen de la sabiduría de Dios, dónde podemos encontrar el camino, ya trazado, que nos lleve a pacer en las dulces praderas del Reino del Padre.

Aquí, ahora, como en tantas otras ocasiones, hemos de acudir a lo que nos dicen aquellos que conocieron a Jesús o aquellos que recogieron, con el paso de los años, la doctrina del Jristós o enviado, por Dios a comunicarnos, a traernos, la Buena Noticia y, claro, a todo aquello que se recoge en los textos sagrados escritos antes de su advenimiento y que en las vacaciones veraniegas se ofrece con toda su fuerza y desea ser recibido en nuestros corazones sin el agobio propio de los periodos de trabajo, digamos, obligado aunque necesario. Y también, claro está, a lo que aquellos que lo precedieron fueron sembrando la Santa Escritura de huellas de lo que tenía que venir, del Mesías allí anunciado.

Por otra parte, Pedro, aquel que sería el primer Papa de la Iglesia fundada por Cristo, sabía que los discípulos del Mesías debían estar

“siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3, 15)

Y la tal razón la encontramos intacta en cada uno de los textos que nos ofrecen estos más de 70 libros que recogen, en la Antigua y Nueva Alianza, un quicio sobre el que apoyar el edificio de nuestra vida, una piedra angular que no pueda desechar el mundo porque es la que le da forma, la que encierra respuestas a sus dudas, la que brota para hacer sucumbir nuestra falta de esperanza, esa virtud sin la cual nuestra existencia no deja de ser sino un paso vacío por un valle yerto.

La Santa Biblia es, pues, el instrumento espiritual del que podemos valernos para afrontar aquello que nos pasa. No es, sin embargo, un recetario donde se nos indican las proporciones de estas o aquellas virtudes. Sin embargo, a tenor de lo que dice Francisco Varo en su libro “¿Sabes leer la Biblia “ (Planeta Testimonio, 2006, p. 153)

“Un Padre de la Iglesia, san Gregorio Magno, explicaba en el siglo VI al médico Teodoro qué es verdaderamente la Biblia: un carta de Dios dirigida a su criatura”. Ciertamente, es un modo de hablar. Pero se trata de una manera de decir que expresa de modo gráfico y preciso, dentro de su sencillez, qué es la Sagrada Escritura para un cristiano: una carta de Dios”.

Pues bien, en tal “carta” podemos encontrar muchas cosas que nos pueden venir muy bien para conocer mejor, al fin y al cabo, nuestra propia historia como pueblo elegido por Dios para transmitir su Palabra y llevarla allí donde no es conocida o donde, si bien se conocida, no es apreciada en cuánto vale.

Por tanto, vamos a traer de traer, a esta serie de título “Al hilo de la Biblia”, aquello que está unido entre sí por haber sido inspirado por Dios mismo a través del Espíritu Santo y, por eso mismo, a nosotros mismos, por ser sus destinatarios últimos.

Por otra parte, es bien cierto que Jesucristo, a lo largo de la llamada “vida pública” se dirigió en múltiples ocasiones a los que querían escucharle e, incluso, a los que preferían tenerlo lejos porque no gustaban con lo que le oían decir.

Sin embargo, en muchas ocasiones Jesús decía lo que era muy importante que se supiera y lo que, sobre todo, sus discípulos tenían que comprender y, también, aprender para luego transmitirlo a los demás.

Vamos, pues, a traer a esta serie sobre la Santa Biblia parte de aquellos momentos en los que, precisamente, Jesús dijo.

De esto que dice Cristo… ¿qué es lo que nos conviene?

Y Jesús dijo… (Mc 8, 34-38)

“Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí  mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles”.     

En este texto nos plantea Jesucristo algo que es tan importante que, de ser olvidado, nos puede acarrear graves consecuencias de cara a la vida que hay después de la muerte. Además, aquí el Hijo de Dios no quiere que sean sólo sus apóstoles los que conozcan estas verdades. Por eso llama a todos los que andan con ellos. No quiere, pues, hacer ningún aparte con algunos porque todos deben saber lo que les conviene saber.

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4.12.15

Guerra justa

  

Tiene gracia, por decir algo, que los llamados miembros del supuesto Estado Islámico ataquen Europa haciendo uso del término “cruzados”. Quieren decir que atacan a la cruz.

Sin embargo, se nota demasiado que viven en un mundo aparte y, en general, en Babia. Y esto es tan cierto como que el hecho mismo de que alguien sostenga que Europa, la vieja Europa, sea cristiana, es síntoma de estar en la luna o en la inopia.

Empecemos con una noticia:

“El representante del Vaticano en la ONU, Silvano Tomasi, justificaría una coalición internacional contra el grupo terrorista, agotadas todas las demás vías pacíficas.

El representante del Vaticano en Naciones Unidas, Silvano Tomasi, se muestra partidario de una intervención militar para combatir al Estado Islámico en Siria e Irak. El jefe diplomático de la Santa Sede en la ONU explica su preocupación por el ataque a los cristianos por parte del yihadismo. “Tenemos que parar esta especie de genocidio (…). De lo contrario, en el futuro nos preguntaremos por qué no hicimos nada, por qué permitimos que una tragedia tan terrible sucediera”, comenta el diplomático vaticano en una entrevista a un diario católico.”

Esto lo traemos porque, como puede ser fácil adivinar, toda clase de diálogo con este tipo de personas (nos referimos a los miembros del autodenominado –quien no tiene pan sueña bollos- “Estado islámico”) es ridículo. Es más, han dado muestras de su voluntad dialogante hace unos días en Paris aunque llevan mucho más tiempo haciéndolo allí por donde sus negros pies pisan la tierra.

¿Qué cabe, pues, hacer?

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3.12.15

El rincón del hermano Rafael – Una soledad llena de amor de Dios

“Rafael Arnáiz Barón nació el 9 de abril de 1911 en Burgos (España), donde también fue bautizado y recibió la confirmación. Allí mismo inició los estudios en el colegio de los PP. Jesuitas, recibiendo por primera vez la Eucaristía en 1919.”

Esta parte de una biografía que sobre nuestro santo la podemos encontrar en multitud de sitios de la red de redes o en los libros que sobre él se han escrito.   

Nosotros vamos a dedicar nuestra atención a un libro en particular. Recoge los diarios de San Rafael Arnaiz entre el 16 de diciembre de 1937 y el 17 de abril de 1938y está editado por la Asociación Bendita María.

Vayamos, de todas formas, ahora mismo, a escribir sobre el protagonista de esta nueva serie.

Cuando Dios tiene a bien escoger a uno de sus hijos para que siga una vida de fe acentuada hace que se note desde la corta edad. Y eso era que le pasaba a Rafael: daba muestras de que las cosas de Dios le interesaban más que al resto de sus compañeros de la infancia.

Sin embargo, desde temprana edad enfermó y empezó a llevar su particular cruz.

Aunque Rafael, dotado de una precoz inteligencia, parecía tener una vida en el mundo, en el siglo, de especial importancia (se matriculó en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid) no podía evitar, ni quería, su voluntad de profundizar en su vida espiritual.

Tal es así que ingresó en el monasterio cisterciense de San Isidro de Dueñas el 15 de enero de 1934.

La enfermedad que arriba hemos citado, la diabetes sacarina, le obligó a abandonar el monasterio en tres ocasiones pero volvió en otras tres ocasiones porque bien sabía que no otro era el camino espiritual que debía seguir.

Cuando recién había estrenado los 27 años Dios lo llamó cabe sí un 26 de abril de 1938 siendo sepultado en el monasterio donde había ingresado para seguir una vida espiritual acorde con su voluntad de hijo del Creador.

El caso es que la fama de santidad de un católico tan joven y tan entregado a su fe no tardó en salir de los muros del monasterio. Y es que aquello que había escrito estaba dotado de una especial atracción. Tal es así que el 20 de agosto de 1989, san Juan Pablo II lo propuso como modelo para los jóvenes que iban a acudir a la Jornada Mundial de la Juventud a celebrar en Santiago de Compostela. Y unos pocos años después, en 1992 fue beatificado (el 27 de septiembre).

Pero, seguramente, no bastaba con el reconocimiento que se hacía entonces. El Beato Rafael iba a subir un escalón más en el Cielo y el 11 de octubre de 2009 el ahora emérito Benedicto XVI canonizaba a quien había sabido comunicar al mundo que sólo Dios era suficiente para llevar una existencia propia de un buen y fiel hijo.

Que Dios nos ayude a acercarnos lo mejor posible al pensamiento espiritual de San Rafael Arnáiz, el hermano Rafael. Y, de paso, le pedimos que  interceda por nosotros. 

 VIII-Dios-y-mi-alma

Una soledad llena de amor de Dios

12 de febrero de 1938.    

“Bendita soledad en la que Tú sólo recoges mis penas. En la que Tú sólo recibes mis lágrimas, y para quien sólo son mis fervores, mis ansias de tu amor, mis deseos de padecer una partecica de tu cruz”.

La soledad puede ser una cruz que pese mucho sobre el corazón de un creyente. Sin embargo, tampoco es descartable que muchas veces se busque para alcanzar un estado espiritual necesario para ciertas acciones de tal jaez.

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