InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Apostolado laico -La Palabra para el Domingo

1.01.17

La Palabra del Domingo - 1 de enero de 2017

 

 

 Lc 2, 16-21.

 “16 Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17        Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; 18 y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. 19     María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. 20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. 21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.”

        

MEDITACIÓN

1.- Muchas veces nos planteamos, ante esta fecha tan simbólica, un ánimo nuevo, con ganas de comienzo, con ganas de renovar aquello que creemos debemos eliminar de nuestro comportamiento y con ganas, al fin, de crecer en cuanto personas, conocedores de que nuestro amor crece con eso. Con este día, 1 de enero, puede ser, para nosotros, o trazar, así, un camino que seguir. Y María, Madre, nos acompañará, como entonces, para darnos cobijo como lo dio a su niño Dios y porque había sido elegida por el Todopoderoso para cumplir aquella gozosa y, luego, terrible misión. 

2.- Los pastores venían de una pequeña tribulación. El Ángel del Señor, pensemos que con toda su majestad y luz, se les apareció. Como dice Lucas (2,9) “ellos se asustaron”. Sin embargo, tras hacerles mención de lo que había sucedido: que esa esperanza tan soñada, el Mesías, el Señor, estaba ya entre ellos muy cerca, en Belén, ellos creyeron, mostraron claros síntomas de fe (al creer en lo que no había visto) y partieron en busca del pesebre.

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25.12.16

La Palabra del Domingo - 25 de diciembre de 2016

 

 

 Jn 1, 1-18

 “1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. 2 Ella estaba en el principio con Dios.  3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. 4 En ella estaba la vida  y la vida era la luz de los hombres, 5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. 6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.  7  Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. 8 No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.  9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.  10          En el mundo estaba,  y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. 11 Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. 12 Pero a todos los que la recibieron  les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; 13 la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre,  sino que nació de Dios.  14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.     15 Juan da testimonio de él y clama: ‘Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí,  porque existía antes que yo.’ 16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia.  17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. 18 A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.’”

        

COMENTARIO

Y la Palabra de hizo carne

De los textos que el Nuevo Testamento refiere a la vida, existencia y realidad del Hijo de Dios el que el Calendario Litúrgico nos reserva para hoy, 25 de diciembre, tiene un contenido espiritual más que gozoso y rico. Queremos decir que se dice tanto que vale más que la pena meditarlo.

Cualquier católico sabe que una fecha como el 25 de diciembre es muy especial. Celebramos el nacimiento de Jesucristo, Hijo de Dios y hermano nuestro. Por eso este texto evangélico es tan importante. 

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18.12.16

18 de diciembre de 2016

 

 

Mt 1, 18-24.

 

“18 La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. 19 Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. 20 Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: ‘José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu

mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. 21 Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él

salvará a su pueblo de sus pecados.’ 22 Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: 23 = Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, = que traducido significa: ‘Dios con nosotros.’ 24 Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.”

 

 

COMENTARIO

La santa voluntad de Dios

Todo lo que estaba escrito debía cumplirse.

Los profetas, inspirados por Dios, anunciaron lo que ahora estaba pasando. Y, entre ellos, el profeta Isaías. Fue a quien el Todopoderoso inspiró la verdad, aquello que, con el paso del tiempo, iba a suceder. 

Seguramente por eso, cuando Jesús, muchos años después, habla a los discípulos de Emaús les habla acerca de lo que los profetas habían escrito sobre la venida del Mesías. Y es que todo, como decimos, debía cumplirse. 

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11.12.16

La Palabra del Domingo - 11 de diciembre de 2016

 

 

Mt 11, 2-11

“2 Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle: 3        ‘¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?’ 4 Jesús les respondió: ‘Id y contad a Juan lo que oís y veis: 5 los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva; 6 ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!’ 7 Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: ‘¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 8 ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes. 9 Entonces ¿a qué salisteis? ¿A ver un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. 10 Este es de quien está escrito: = He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti,  que preparará por delante tu camino. = 11 ‘En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.’”

                                            

MEDITACIÓN

Entre Juan y Jesús

1La vida de aquel hombre designado por Dios para introducir en el mundo a su Hijo había sido muy ajetreada. Si desde el seno de su madre, Isabel, recibió la buena noticia de que el Salvador del mundo iba en el vientre de la prima de su Madre, llamada María, no iba a dejar de cumplir la misión para la que, muy especialmente en el seno de una mujer a la que llamaba estéril, iba a nacer.

Pues bien, aquella misión la cumplió tan bien Juan el Bautista que, por eso mismo, fue encarcelado pues no pudo el Mal hacer otra cosa que utilizar a ciertas mujeres y a cierto hombre poderoso para que la cabeza de aquel buen hombre de Dios rodara por el suelo y fuese servida, ante indignos comensales, en una bandeja.

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4.12.16

La Palabra del Domingo - 4 de diciembre de 2016

 

 

 Mt 3, 1-12

 

“1 Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: 2 ‘Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos.’ 3 Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: = Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor,          enderezad sus sendas. = 4          Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre. 5 Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, 6 y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 7 Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo: ‘Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado  a huir de la ira inminente?  8 Dad, pues, fruto digno de conversión, 9 y no creáis que basta con decir en vuestro interior: “Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham.10         Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al  fuego. 11 Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de  llevarle las sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12 En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga.’”

        

 

COMENTARIO

Terribles y esperanzadoras palabras

 

No podemos negar que Juan el Bautista no era nada políticamente correcto. Como se suele decir, le importaba un comino lo que se pudiera decir de lo que él decía. Debía cumplir una misión y, como profeta, la iba a llevar a cabo pesase a quien pesase. Y por lo que sabemos de su vida y del final de la misma… fue a él a quien más le pesó. 

Pero ahora lo encontramos, podemos decir, predicando. Y lo que dice no podía gustar mucho a los aludidos que, como es bien conocido por todos, eran los mismos que iban a perseguir a Jesús hasta darle muerte.

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