InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Apostolado laico -La Palabra para el Domingo

12.03.17

La Palabra del Domingo - 12 de marzo de 2017

 

 

 

Mt 17, 1-9

 

“1 Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. 2 Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos  como la luz. 3 En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él. 4 Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: ‘Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.’ 5 Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: ‘Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle.’ 6 Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. 7 Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: ‘Levantaos, no tengáis miedo.’ 8 Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. 9 Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: ‘No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos.’”

                                                                            

 

A veces no comprendemos

 

1.- Jesús era conocedor de la especial dificultad que existía en el hecho de que sus discípulos comprendiesen su ministerio y que fuesen capaces de entender aquello que les decía pues, como es sabido, no eran letrados ni personas formadas intelectualmente, o, al menos, con una gran formación. Pero eso no iba a ir en detrimento de su aprendizaje. 

Por eso, además de las parábolas como forma de explicarse, forma que hacía más fácil la comprensión a base de ejemplos tomados de la vida ordinaria, tan dada a la analogía, se veía obligado a recurrir a ciertos momentos en los que lo que sucedía impelía a una rápida fijación en el corazón de aquello que acontecía. Por esto les hablo en parábolas, porque miran y no ven, escuchan y no oyen ni entienden (Mt 13,13) respondió a la pregunta de sus discípulos de porqué les hablas en parábolas (Mt 13,10).

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5.03.17

La Palabra del Domingo - 5 de marzo de 2017

 

 

 

Mt 4, 1-11

“1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. 2       Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. 3 Y acercándose el tentador, le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.’ 4 Mas él respondió: ‘Está escrito: = No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.’ =  5 Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, 6 y le dice: ‘Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: = A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.’ = 7 Jesús le dijo: ‘También está escrito: = No tentarás al Señor tu Dios.’ = 8 Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, 9 y le dice: ‘Todo esto te daré si postrándote me adoras.’ 10 Dícele entonces Jesús: ‘Apártate, Satanás, porque está escrito: = Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.’ = 11 Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.”

        

MEDITACIÓN

 

1.- Cuando Jesús es bautizado por Juan, en el Jordán, y, después de haber sobrevolado sobre Él el Espíritu Santo (al igual que en el Génesis, mientras Dios creaba, el mismo Espíritu, su Espíritu, sobrevolaba las aguas) se deja llevar por aquella persona que constituye la Santísima Trinidad y marcha camino del desierto, donde sólo se oye su corazón y a Dios buscando su seno porque necesita esa íntima comunicación. 

Quizá buscaba lo que dijera Isaías (32, 10) “en el desierto morará el derecho, y la justicia habitará en el vergel”, es decir, que trataba de hallar la plenitud de la voluntad de Dios; quizá quiera pasar una prueba puesta por su padre (Dt 8,2), al igual que pasara, con el paso del desierto, el pueblo de Israel: acuérdate del camino que el Señor te ha hecho andar durante cuarenta años a través del desierto con el fin de humillarte, probarte y conocer los sentimientos de tu corazón y ver si guardabas o no sus mandamientos. El respeto buscado por Dios de su Hijo por sus normas, quizá fuera lo que buscaba Jesús. Y todo esto sabiendo lo que dijera, también, como tantas otras veces, Isaías, (58, 11): Te guiará Dios de continuo. El caso es que Jesús, atareado en ese intento de descubrirse, no encuentra mejor sitio donde ir que a ese inhóspito espacio reseco. 

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26.02.17

La Palabra del Domingo - 26 de febrero de 2017

 

 

 

Mt 6, 24-34

“24 Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero. 25 «Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? 27 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? 28 Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. 29       Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.30   Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con  vosotros, hombres de poca fe? 31         No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? 32 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. 33 Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. 34 Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.”

 

COMENTARIO

Saber a Quién hay que servir

 

Jesús sabía que la misión que tenía que cumplir tenía mucho que ver con el “despertar” de los corazones y las mentes de aquellos a los que había sido enviado. Por eso muchas veces recomendaba lo que era importante para aquellos que le escuchaban y, luego, a lo largo de los siglos, para los que, de una manera o de otra, hemos tenido conocimiento de aquello que dijo, de aquello que predicó. 

Pues bien, si había algo que fuera importante tener en cuenta era lo que tenía que ver con la consideración que Dios tiene de sus criaturas, los hombres, y de lo que eso significaba de cara a una existencia que iba, que va, más allá de lo que solemos pensar. 

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19.02.17

La Palabra del Domingo - 19 de febrero de 2017

 

 

Mt 5, 38-48.

“’38 Habéis oído que se dijo: = Ojo por ojo y diente por diente. =  39 Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: 40  al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; 41 y al que te obligue a andar una milla vete con él dos.42  A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.43                    ‘Habéis oído que se dijo: = Amarás a tu prójimo = y odiarás a tu enemigo. 44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? 47     Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? 48 Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.’”

 

COMENTARIO

Una verdadera revolución espiritual

 

Podemos decir, sin temor a equivocarnos y sin faltar a la verdad, que el Hijo de Dios vino al mundo a ponerlo todo patas arriba. Es decir, su existencia no iba a ser la plácida vida de quien se aquieta a todo lo que haya y nada haga para cambiar lo que se deba cambiar.  Y eso es lo que hizo… porque debía hacerlo. 

Digamos, también, a este respecto, que no dejó títere con cabeza. Y no lo dejó porque debía poner todos los puntos sobre las íes y había muchas íes sobre las que poner el acento aunque a muchos les gustase más de la cuenta las faltas de ortografía espiritual… 

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12.02.17

La Palabra del Domingo - 12 de febrero de 2017

 

 

 

Mt 5, 17-37

“17 ‘No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.  18     Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.  19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los  Cielos.  20      ‘Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.  21     ‘Habéis oído que se dijo a los antepasados: = No matarás; = y aquel que mate será reo ante el tribunal.22   Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame “renegado", será reo de la gehenna de fuego.  23  Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,

24  deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas  tu ofrenda. 25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. 26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.  27   ‘Habéis oído que se dijo: = No cometerás adulterio. =  28       Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29     Si,  pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. 31 ‘También se dijo: = El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. = 32      Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.  33 ‘Habéis oído también que se dijo a los antepasados: = No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. =  34 Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el = Cielo =, porque es = el trono de Dios, =  35 ni por = la Tierra, = porque es = el escabel de sus pies; = ni por = Jerusalén =, porque es = la ciudad del gran rey. = 36 Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. 37 Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí"; “no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno.”

      

 

COMENTARIO

La difícil pero benéfica Ley de Dios

 

Dadas las expectativas que muchos tenían acerca de la llegada del Mesías al mundo, lo bien cierto es que Jesús las echa todas por el suelo. En realidad, no ha venido ni a batallar contra el invasor romano ni a nada parecido. Y es que su Reino, que no es de este mundo, sí está también en este mundo y tiene su fundamento en la Ley de Dios. Por eso dice a todo el que quiera escuchar que no ha venido a derogar tal Ley sino, como es lógico, a hacer que se cumpla. 

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