El temor de Dios
El segundo mandamiento prescribe respetar el nombre del Señor y pertenece (como el primer mandamiento) a la virtud de la religión. El nombre del Señor indica comunicación de confianza, y únicamente se habrá de emplear para honrarlo, bendecirlo, alabarlo y glorificarlo (CIC 2142-2144).
El temor de Dios o temor santo es uno de los siete dones que el Espíritu Santo regala durante el sacramento de la Confirmación (Catecismo s.Pío X, 580; 918; CIC 1831) y que nos inspira reverencia de Dios y temor a ofenderle; de ese modo nos aparta de obrar el mal y nos impulsa a obrar el Bien (Catecismo s.Pío X, 926).