5.06.23

Breves reflexiones (XVI)

Cuando le pregunto a Dios qué quiere de mí, su respuesta es siempre “te quiero a ti". Y cuando me siento querido por Dios comprendo que hará de mí lo que quiera. Espíritu Santo, limpia mi alma de todo aquello que me aleje del amor divino.

Por más que hable, Señor, de las maravillas de tu amor, ninguna palabra será capaz de describir el gozo de la comunión contigo en la oración. Tu sublime presencia me sigue anonadando.

Asustadizo y temoroso como un chiquillo, pero totalmente protegido por ser hijo tuyo. De ti nunca seré huérfano y sé que siempre estarás a mi lado y velarás mi sueño. Mi Dios y mi Rey, no dejes que me aleje de ti.

He aprendido que el amor y el sufrimiento siempre van de la mano. Siempre. De hecho, el mayor acto de amor ha sido el sacrificio de Cristo en la Cruz. Pero es que además, quien ama mucho sufre mucho cuando la persona amada sufre. Y sin embargo, no se puede dejar de amar. Sin amor, nada somos.

A veces las palabras no alcanzan a expresar los sentimientos. A veces los pensamientos son la única compañía en la soledad. A veces soñar despierto es más vida que la realidad que vives. A veces te das cuenta que solo la oración te marcará el camino. En el amor no hay un “a veces” sino un “siempre” que no tiene término.

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19.05.23

Breves reflexiones (XV)

El que ama siendo joven, espera lo mejor. El que ama siendo maduro, entrega lo mejor. Solo quien lo da todo conoce el verdadero amor.

Tú, Señor, sabes de mí lo que ni siquiera yo sé de mí, así que, ¿cómo habría de ocultarte nada? En tus manos me tienes y con ellas me moldeas.

La teoría de la cruz en la vida del cristiano es magnífica. Te la puedes aprender “de pe a pa". Aplicarla, vivirla, es otra cosa. Y que la hayas vivido muchas veces no la convierte en más fácil. Cada cruz es un mundo, un nuevo dolor, una nueva angustia. Pero en medio de todo brillan con especial fuerza las palabras de la Madre: “Fiat voluntas tua". Ella nos marca el camino, que es Cristo.

Cuando deseas llegar a un destino perfecto, a veces el camino se te hace eterno. Pero sin trayecto no hay destino. Así es la vida cristiana cuyo fin es el cielo.

Si Dios te ha dado un don, un talento, no es para que te lo quedes para ti, sino para que lo compartes con los demás, para servir al Señor con ese don. No te escondas detrás de una falsa humilidad para no usar lo que Dios te ha concedido. Esa falsa humildad puede llegar incluso a ser más peligrosa que la soberbia.

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14.05.23

Breves reflexiones (XIV)

A veces es muy complicado discernir cuál es la voluntad de Dios para nuestra vida, pero más peligroso es vivir alejado de la misma. No nos cansemos de rogar al Señor que nos muestre su voluntad. Y una vez lo haga, caminemos por ella. Es Él quien nos da tanto el querer como el poder andar por la senda que nos ha trazado (Fil2,13).

Dios es tan bueno conmigo que me hace recordar los momentos de mi infancia en los que me di cuenta de su presencia a mi lado. Y vuelvo a sentir la paz y la tranquilidad que sólo Él podía darme.

Déjate acunar cual bebé en los brazos del Padre y sabrás por qué Cristo dio su vida por ti en la cruz para acercarte a Él.

Déjate acunar cual bebé en los brazos de María y sabrás por qué Cristo te la regaló por Madre en la cruz.

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27.12.21

Hablar con Dios. Hablar de Dios

Te sientas en el último asiento del último banco del templo. Allá donde apenas puedan darse cuenta de tu presencia. Quieres contemplar más que participar, aunque repites de corazón todas las frases y oraciones que ya recitabas siendo niño. Tampoco entonces gustabas de sentarte en los primeros bancos. 

Dejas atrás dos décadas de batallas, polémicas, debates, denuncias, cruzadas, quijotismo y algunas dosis de vanidad y soberbia disfrazadas de falsa caridad. Lo que de bueno hiciste, fue por gracia. Lo que de malo, por tu pecado.

Te tapas bajo la manta buscando adentrarte en el diálogo con el Señor. Ya no te quejas de nada, pero tampoco pides mucho. Y sospechas que aquello que pides que más te gustaría recibir no te será concedido, pero ya aprendiste a aceptar que ese «no» es lo mejor para ti. También de niño te adentrabas tapado en ese lecho donde sólo estabais Dios y tú. Entonces pedías poco y preguntabas más. Con los años fueron respondidas tus preguntas por Aquel que siempre ha guiado tus pasos, por Aquel que ha evitado que te despeñes cuando te has separado de Él.

Bien sabes que solo hay algo que se acerca a la maravilla de hablar con Dios: hablar de Dios. Pero no es fácil encontrar un alma con la que compartir semejante don.

Vuelves a tu infancia sin ser niño. Sabes que allí aprendiste a amar a quien más te ama. Y no necesitas más.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Este es mi post de despedida de quienes habéis sido mis lectores en InfoCatólica. Seguiré trabajando en este portal pero mi etapa como bloguero católico finaliza ya. Lo que venga después, si es que viene algo, sólo el Señor lo sabe. Me habéis dado mucho más de lo que os haya podido dar yo, así que estoy en deuda con vosotros. Dios nos guarde para la vida eterna.

24.12.21

Todos los días es Navidad

Os felicito la Navidad con algo que escribió Lidia, a quien Dios tenga en su gloria, hace 29 años, y que conservo en la que fue mi primera web:

Navidad, día de alegría, amor y paz

Una vez al año celebramos con júbilo y alabanza la venida de un niño que habría de salvarnos.

En esos días cambiamos, sentimos su amor verdadero y nos gozamos. Las familias se reúnen y cantan cánticos. Parece que nos sentimos a Dios más cercanos.

Pero, ¿sabéis?… todos los días es Navidad.

Cuando paseamos a diario por la calle y, sin saber porqué, nos alegramos y le cantamos por su venida, es Navidad.

Cuando nos sentimos abatidos, derrotados y las más negras tinieblas se ciernen sobre nosotros sin saber porqué y de repente, sin pedirlo, tenemos la VICTORIA en Él, es Navidad.

Cuando en la negrura de la noche que envuelve el mundo, alguien caído, sin sentido en su vida, rodeado de miseria, odio y apatía, encuentra la estrella brillante que le devuelve a la vida, perdonando sus pecados y sanando sus heridas y llegándose al Niño nacido y resucitado le entrega su vida, ese momento, ese día es Navidad todavía.

Lidia, navidades de 1992

Feliz Navidad para todos. Y que el Niño Dios vuelva pronto.

Luis Fernando y familia