¿Vox sí, Vox no? Esa no es la cuestión
Ha surgido estos días en InfoCatólica cierta polémica sobre si Vox es o no la solución ante la situación crítica que vive España, pensando en el voto de los católicos. Los medios de comunicación del sistema se han empeñado en calificar a Vox como la extrema derecha porque lo ven como un peligro. Y eso habla bien de Vox. Cuando los que van camino de destruir España se revuelven contra un partido, buena señal. En consecuencia, la posibilidad de que Vox alcance representación parlamentaria, a mí me parece una buena noticia. Y el hecho de que Ortega Lara esté en ese partido ya es un aval importante. Al menos para mí.
Sin embargo, creo que la polémica “Vox sí o Vox no” se queda en la superficie del problema político y moral de España y, por extensión, de todo Occidente. Decía Francisco José Delgado en su artículo No creo que sea un error Vox:
Mi postura es que no se puede distinguir entre temas morales y meramente políticos, porque la política debe ser una parte de la moral y todas las decisiones políticas deben ser discernidas según los principios de la ciencia ética. Así lo expresa Santo Tomás comentando Aristóteles:
«Por eso es que la Filosofía moral se divide en tres partes, de las cuales la primera, llamada individual, considera las actividades o acciones de un hombre en particular, ordenadas a un fin. La segunda, llamada familiar o doméstica, considera las actividades o acciones de la sociedad familiar. La tercera, llamada política, considera las actividades o acciones de la sociedad civil.» (In I Ethic., cap. 1)
La política, efectivamente, no se puede ni se debe separar de la moral. La política debe ser una parte de la moral y todas las decisiones políticas deben ser discernidas según los principios morales. Pero, ¿de qué moral hablamos? ¿la moral católica? ¿La “moralidad” del relativismo? ¿La amoralidad de unos o la inmoralidad de otros?
Dice el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (los subrayados son míos):
395 El sujeto de la autoridad política es el pueblo, considerado en su totalidad como titular de la soberanía. El pueblo transfiere de diversos modos el ejercicio de su soberanía a aquellos que elige libremente como sus representantes, pero conserva la facultad de ejercitarla en el control de las acciones de los gobernantes y también en su sustitución, en caso de que no cumplan satisfactoriamente sus funciones. Si bien esto es un derecho válido en todo Estado y en cualquier régimen político, el sistema de la democracia, gracias a sus procedimientos de control, permite y garantiza su mejor actuación. El solo consenso popular, sin embargo, no es suficiente para considerar justas las modalidades del ejercicio de la autoridad política.
Viene a reconocer el Compendio que la soberanía procede del pueblo que puede poner y quitar a sus gobernantes libremente. Se legitima así el sistema democrático: “el sistema de la democracia, gracias a sus procedimientos de control, permite y garantiza su mejor actuación”. Ahora bien: se señala igualmente que el solo consenso popular no es suficiente para considerar justo el ejercicio del poder político.
396 La autoridad debe dejarse guiar por la ley moral: toda su dignidad deriva de ejercitarla en el ámbito del orden moral, « que tiene a Dios como primer principio y último fin ». En razón de la necesaria referencia a este orden, que la precede y la funda, de sus finalidades y destinatarios, la autoridad no puede ser entendida como una fuerza determinada por criterios de carácter puramente sociológico e histórico: « Hay, en efecto, quienes osan negar la existencia de una ley moral objetiva, superior a la realidad externa y al hombre mismo, absolutamente necesaria y universal y, por último, igual para todos. Por esto, al no reconocer los hombres una única ley de justicia con valor universal, no pueden llegar en nada a un acuerdo pleno y seguro ». En este orden, « si se niega la idea de Dios, esos preceptos necesariamente se desintegran por completo ». Precisamente de este orden proceden la fuerza que la autoridad tiene para obligar y su legitimidad moral; no del arbitrio o de la voluntad de poder, y tiene el deber de traducir este orden en acciones concretas para alcanzar el bien común.
397 La autoridad debe reconocer, respetar y promover los valores humanos y morales esenciales. Estos son innatos, « derivan de la verdad misma del ser humano y expresan y tutelan la dignidad de la persona. Son valores, por tanto, que ningún individuo, ninguna mayoría y ningún Estado nunca pueden crear, modificar o destruir ». Estos valores no se fundan en « mayorías » de opinión, provisionales y mudables, sino que deben ser simplemente reconocidos, respetados y promovidos como elementos de una ley moral objetiva, ley natural inscrita en el corazón del hombre (cf. Rm 2,15), y punto de referencia normativo de la misma ley civil. Si, a causa de un trágico oscurecimiento de la conciencia colectiva, el escepticismo lograse poner en duda los principios fundamentales de la ley moral, el mismo ordenamiento estatal quedaría desprovisto de sus fundamentos, reduciéndose a un puro mecanismo de regulación pragmática de los diversos y contrapuestos intereses.
398 La autoridad debe emitir leyes justas, es decir, conformes a la dignidad de la persona humana y a los dictámenes de la recta razón: « En tanto la ley humana es tal en cuanto es conforme a la recta razón y por tanto deriva de la ley eterna. Cuando por el contrario una ley está en contraste con la razón, se le denomina ley inicua; en tal caso cesa de ser ley y se convierte más bien en un acto de violencia ». La autoridad que gobierna según la razón pone al ciudadano en relación no tanto de sometimiento con respecto a otro hombre, cuanto más bien de obediencia al orden moral y, por tanto, a Dios mismo que es su fuente última. Quien rechaza obedecer a la autoridad que actúa según el orden moral « se rebela contra el orden divino » (Rm 13,2). Análogamente la autoridad pública, que tiene su fundamento en la naturaleza humana y pertenece al orden preestablecido por Dios, si no actúa en orden al bien común, desatiende su fin propio y por ello mismo se hace ilegítima.
La doctrina social señala que uno de los mayores riesgos para las democracias actuales es el relativismo ético, que induce a considerar inexistente un criterio objetivo y universal para establecer el fundamento y la correcta jerarquía de valores: « Hoy se tiende a afirmar que el agnosticismo y el relativismo escéptico son la filosofía y la actitud fundamental correspondientes a las formas políticas democráticas, y que cuantos están convencidos de conocer la verdad y se adhieren a ella con firmeza no son fiables desde el punto de vista democrático, al no aceptar que la verdad sea determinada por la mayoría o que sea variable según los diversos equilibrios políticos. A este propósito, hay que observar que, si no existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, entonces las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia ». La democracia es fundamentalmente « un “ordenamiento” y, como tal, un instrumento y no un fin. Su carácter “moral” no es automático, sino que depende de su conformidad con la ley moral a la que, como cualquier otro comportamiento humano, debe someterse; esto es, depende de la moralidad de los fines que persigue y de los medios de que se sirve ». (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 407).
400 Reconocer que el derecho natural funda y limita el derecho positivo significa admitir que es legítimo resistir a la autoridad en caso de que ésta viole grave y repetidamente los principios del derecho natural. Santo Tomás de Aquino escribe que « se está obligado a obedecer … por cuanto lo exige el orden de la justicia ». El fundamento del derecho de resistencia es, pues, el derecho de naturaleza.
Recapitulemos:
1.- El sujeto de la autoridad política es el pueblo que puede elegir libremente a sus representantes.
2.- El sistema político que mejor puede garantizar la libre elección de la autoridad política es la democracia.
3.- La democracia es fundamentalmente un “ordenamiento” y, como tal, un instrumento y no un fin en sí mismo.
4.- La autoridad debe dejarse guiar por la ley moral: toda su dignidad deriva de ejercitarla en el ámbito del orden moral, « que tiene a Dios como primer principio y último fin ».
5.- Los principios morales no se pueden fundar en la opinión de las mayorías, que son provisionales y mudables, sino que deben ser simplemente reconocidos, respetados y promovidos como elementos de una ley moral objetiva, ley natural inscrita en el corazón del hombre (cf. Rm 2,15), y punto de referencia normativo de la misma ley civil.
6.- El mayor riesgo de las democracias actuales es el relativismo moral, que determina que la verdad y la moral se basa en la opinión de las mayorías y no en la existencia de una Ley Natural o unos Mandamientos de la Ley de Dios.
7.- El derecho natural funda y limita el derecho positivo.
8.- Una democracia que no respeta los principios morales de la Ley Natural degenera en totalitarismo.
9.- Si las leyes positivas se oponen a la ley eterna, dejan de ser leyes y se convierten más bien en actos de violencia.
10.- Si la autoridad – el poder – viola grave y repetidamente los principios del derecho natural, es legítimo resistir.
Si esto es así, preguntémonos por lo que está sucediendo en la actualidad: ¿qué pasa cuando una sociedad descristianizada carece de principios morales?
La democracia – o cualquier otro sistema político – será aceptable por un católico si se respeta la Ley Natural o, si se quiere, los Mandamientos de la Ley de Dios. De esa manera, se buscaría siempre el bien común. El problema se hace evidente cuando ningún partido político reconoce la prevalencia de la Ley Natural sobre las leyes positivas.
En la Cristiandad, el Decálogo es la ley fundamental y ninguna ley positiva podría ir contra los Mandamientos de la Ley de Dios. Pero la modernidad ha prescindido de Dios. El hombre del siglo XXI ha guardado a Dios en el desván de los trastos viejos para que no estorbe. El materialismo, en sus distintas variantes, ha decretado que Dios no existe y que, de existir, resulta irrelevante para la vida del hombre. El Marxismo, los seguidores de Freud, el Darwinismo, el nihilismo nietzscheano… Toda la filosofía moderna es puro materialismo ateo. Dios es un invento de la mente humana: un cuento para aterrorizar a los niños o para tranquilizar a los adultos ante el miedo al sufrimiento y a la muerte. Pero ahora, el hombre ya es mayor de edad y ya no cree en cuentos. Paradójicamente, el vitalismo nietzscheano está en la raíz de la cultura de la muerte. Si Dios ha muerto, no hay mandamientos, no hay normas morales: la moral cristiana hay que erradicarla. Y así podemos dar rienda suelta a la voluntad, a nuestros deseos: todo vale con tal de no vulnerar los derechos del otro. Hay hombres superiores y hombres inferiores. El superhombre es el que está por encima del bien y del mal: quien determina por sí mismo su propia moral. Frente al igualitarismo cristiano, que considera que todos somos hijos de Dios, Nietzsche defiende que “los débiles y malogrados deben perecer: artículo primero de nuestro amor a los hombres. Y además hay que ayudarlos a perecer” (“El anticristo”). La felicidad para nuestra sociedad se identifica con el vitalismo dionisíaco de Nietzsche: hay que disfrutar de la vida, de los placeres terrenales. Porque fuera de esta vida no hay nada. Sin embargo, ese vitalismo desemboca en la desesperación y en la muerte. Andrés Hurtado, el protagonista de El árbol de la ciencia de Baroja, tras no encontrar salidas al dolor y al sufrimiento, al hastío vital (tan actual), toma la decisión de suicidarse (por cierto: la principal causa de muerte no natural en España a día de hoy). Cuando ya no se puede disfrutar de la vida (a causa de la enfermedad, la vejez, la discapacidad), la vida deja de ser digna y la solución es el suicidio (o la eutanasia, que está a punto de legalizarse en España, dicho sea de paso).
La muerte de Dios de la filosofía moderna conduce al nihilismo irremediablemente. La muerte de Dios es la muerte del hombre. Ya no hay esperanza de vida eterna ni de transcendencia alguna. El mundo moderno no soporta el sufrimiento ni el dolor, se retuerce ante la cruz y echa espumarajos como un poseído por el Demonio y trata de anestesiarse con todo tipo de distracciones alienantes: sexo, drogas, botellón, videojuegos, Internet, Whatsapp, turismo, gastronomía… Hay que pasarlo bien mientras se pueda. Y cuando ya no sea posible disfrutar, mejor morir. Por eso se asesina a los niños a los que se les detecta antes de nacer algún tipo de malformación: para que no sufran, porque no van a poder disfrutar de la vida (y además sale muy caro atenderlos). La muerte de Dios convierte al mundo en un lugar cruel e inhumano. Ocurre siempre que el hombre ocupa el lugar que le corresponde solo a Dios. Dios es amor, es caridad. Y si no conocemos a Dios, nos olvidamos de lo que significa amar y confundimos la felicidad con satisfacer las bajas pasiones y los instintos más primarios: hedonismo puro y duro. Por eso se empeñan en matar la inocencia de los niños desde bien pequeños, contaminándolos con planes aberrantes que más que educar, pervierten. Es lo normal. Es la consecuencia lógica. La voluntad de Dios no cuenta: solo importa la voluntad del hombre que pretende autodeterminarse incluso de su propia biología, negando las obviedades más evidentes de su propia naturaleza. “Yo soy lo que quiero ser y si quiero ser mujer, aunque haya nacido hombre, ¿por qué no puedo serlo? Yo puedo ser lo que me dé la gana, pensar lo que me apetezca, opinar lo que quiera. Yo soy libre y hago con mi cuerpo y con mi vida lo que me plazca”. Hasta aquí conduce el discurso liberal: a la negación de la propia razón, que es sustituida por lo que yo sienta o lo que yo quiera. Non serviam. “No acepto la voluntad de Dios ni sus mandamientos”. Ese es el lema de la modernidad atea y materialista. Por eso esta sociedad podrida es profundamente satánica, luciferina. Esta sociedad des-almada y des-graciada (sin alma y sin gracia de Dios), que desprecia y se burla de la santidad y exalta el pecado, considera al hombre como una realidad biológica, como un simple animal. Por eso algunos reclaman derechos para los animales al tiempo que tratan al hombre como si fuera un animal. Y la crueldad se disfraza de sentimentalismo barato. La sensiblería que no falte: “pobres ancianos, mejor ofrecerles una muerte digna para que no sufran; pobres niños con síndrome de Down: mejor abortarlos porque para la vida que van a llevar…”. Como si fuéramos perros o gusanos.
Una sociedad que rechaza a Dios es una sociedad enferma. En non serviam niega la realeza de Cristo y desconoce lo que es el bien común. Hoy vivimos lo que el Compendio define como “un trágico oscurecimiento de la conciencia colectiva”. El escepticismo nihilista ha logrado poner en duda los principios fundamentales de la ley moral y, en consecuencia, el mismo ordenamiento estatal ha quedado desprovisto de sus fundamentos, reduciéndose a un puro mecanismo de regulación pragmática de los diversos y contrapuestos intereses. Y estos intereses diversos y contrapuestos se organizan en lobbies que tratan de llevar el agua a su molino influyendo en las decisiones políticas de los partidos: hay lobbies homosexualistas, lobbies abortistas, lobbies que defienden intereses comerciales o económicos, lobbies animalistas… La sociedad se fragmenta en grupos que buscan su propio interés: nunca el bien común o el “interés general”.
La democracia liberal nos ha traído hasta aquí. ¿Acaso no sirve la democracia? Por supuesto que sí: siempre y cuando esa democracia se asiente sobre los principios morales de la Ley Natural, única manera de garantizar el bien común.
Por ello, mi conclusión es que poco importa el “Vox sí” o el “Vox no”. Si no volvemos a evangelizar España, si no nos convertimos de corazón a Cristo, de poco sirve votar a un partido o a otro. Los partidos políticos se han convertido en estructuras de pecado y todos ellos rechazan la realeza de Cristo. Dios no figura en sus discursos. Y mientras no aceptemos que Dios es el principio y el fin de todo, mientras se siga negando a Dios, el resultado será el que ha sido hasta hoy: la promulgación de leyes inicuas que los católicos nos vemos en la obligación de resistir: divorcio, aborto, reproducción asistida, eutanasia, leyes de adoctrinamiento en la educación y un largo etcétera de disposiciones que atentan contra la ley moral universal. Todas las leyes de ingeniería social son sustancialmente leyes contra la moral católica que no buscan sino acabar con la Iglesia y con los propios católicos. Dentro de poco ya nos podrán insultar y blasfemar libremente sin que eso sea delito.
Lo que no podemos hacer los católicos es apostatar o pastelear con el mundo: renunciar a Cristo para resultar simpáticos y caerle bien a todo el mundo. En los años treinta del siglo pasado - hace menos de cien años - hubo en España miles de mártires: y ningún apóstata. Dios está por encima de todo. Nuestro fin último es el Cielo. No lo perdamos de vista. Negar a Dios y renunciar a la fe es la mejor manera de condenarnos: “el que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos” Mt 10, 32-33.
¡Viva Cristo Rey!
48 comentarios
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Aunque Donoso Cortés decía que «el principio electivo es de suyo cosa tan corruptora que todas las sociedades civiles, así antiguas como modernas, en que ha prevalecido han muerto gangrenadas», se puede aceptar que preservados principios predemocráticos irrenunciables como el respeto de la ley natural y divina, la democracia es asumible. Pero ocurre que la práctica totalidad de las democracias actuales son democracias liberales. Y eso ya no es asumible.
Esto contradice en apariencia la condena de las rebeliones de Gregorio XVI o esto de León XIII:
Muchos de nuestros contemporáneos, siguiendo las huellas de aquellos que en el siglo pasado se dieron a sí mismos el nombre de filósofos, afirman que todo poder viene del pueblo. Por lo cual, los que ejercen el poder no lo ejercen como cosa propia, sino como mandato o delegación del pueblo, y de tal manera, que tiene rango de ley la afirmación de que la misma voluntad popular que entregó el poder puede revocarlo a su antojo. Muy diferente es en este punto la doctrina católica, que pone en Dios, como un principio natural y necesario, el origen del poder político.(Diuturnum Illud)
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Pedro L. Llera
Es que el Compendio de la DSI está muy impregnada (algunos dirían "contaminada") de la filosofía personalista, que trata de conjugar - sin mucho éxito, desde mi punto de vista - la filosofía moderna, el liberalismo dominante y el cristianismo.
Yo estoy más de acuerdo con usted que con el Compendio: Dios es el principio del poder político; y no el pueblo.
Vox va en la buena dirección en muchos aspectos. Es cierto que es un partido liberal, pero es el único que tiene a España en su discurso. España, sin adjetivos. Lo único que queda en España de anti liberal es el nombre de España. Y no mezclemos churras con merinas: el apoyo a los Requetes no debe ser en la urnas (se burlarían de nosotros) sino en la cultura.
A Dios lo que es de Dios y a Cesar lo que es del Cesar. No seáis “católicos rígidos” (con perdón :-) )
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Pedro L. Llera
A mí Vox me parece un partido simpático. Lo dejo claro al principio del artículo: aunque solo sea por lo que les molesta al resto.
No sé a qué se refiere con el apoyo a los Requetés. En mi artículo no se hace alusión alguna a los requetés ni a los carlistas... Aunque también me caen simpáticos: más aún que los de Vox.
En cuanto al socorrido recurso de aludir a la frase de "a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César", permítame que no se lo acepte. Lo que he tratado de explicar en mi artículo es precisamente que no se le puede dar al César lo que solo le corresponde a Dios. Que la Ley Natural, los Mandamientos de la Ley de Dios, están por encima y antes de las leyes positivas. Dios está por encima del hombre. Y cuando el hombre en su soberbia quiere ponerse en el lugar de Dios, pasa lo que pasa y que en el artículo está suficientemente explicado.
Imagino de que mínimo debe estar en un 80% el promedio de cumplimiento de un gobierno de lo que se ofreció en campaña. Digo no, ya que el P Delgado basa toda su argumentación “en lo que VOX promete” y le da valor como si dicha promesa fuera creíble o si las estadísticas sustentaran dicha "esperanza".
Ahora bien, en una parte del post que refuta a Bruno Moreno, se habla de los 100 BLUFF DE VOX, más específicamente del 75 y se le cita así:
“75. Defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural”. PERO RESULTA QUE NO QUEDA AHÍ COMO LO CITA EL CURA DELGADO EN SU POST, SINO QUE CONTINÚA) “Es fundamental que las mujeres con embarazo inesperado tengan información veraz, asistencia y alternativas. Reforma de la ley de adopción nacional.”
O sea ¿TENEMOS QUE EMOCIONARNOS PORQUE LE VAN A DAR INFORMACIÓN VERAZ, ASISTENCIA Y ALTERNATIVAS QUIENES DESEEN ABORTAR??
Claro, luego, para darle contexto, el P Delgado entra en el Plan de Gobierno (espero que se tome la molestia de revisar la estadística de cumplimiento de plan de gobierno cuando son gobierno), resaltando un premio consuelo, el floro del “a corto plazo”……. ¿Y eso le emociona?
¿Alguno en toda la bendita España me podría decir en que parte del Plan de Gobierno de VOX o de los 100 BLUFF especifican que período de tiempo es para ellos “Corto Plazo”? ¿A corto plazo es un mes, una año, un período de gobierno, una década.....etc????
Y la cita del plan de gobierno remata con el: “a largo plazo aborto 0”.
Si no se tiene ni la mínima idea de que espacio de tiempo es “corto plazo”…………..
Luego, el P Delgado, usted dice esto que realmente es una contradicción de aquellas (tan contradictorio como considero ser Católico y Liberal a la vez):
“¿Que VOX no prometa como medida de entrada la re-penalización del aborto lo descarta como opción de voto para un católico? Yo creo que no, porque consta de forma clara la opción provida de VOX y la voluntad de la formación de eliminar toda legislación despenalizadora del aborto. Uno podría preguntarse: entonces, ¿por qué no proponen como medida directa derogar las leyes de despenalización del aborto? Porque, lamentablemente, en España la mentalidad abortista es enorme, después de décadas de promoción estatal y muchos silencios de los eclesiásticos. No se trata aquí sólo de un cálculo electoral, sino que una actuación de ese tipo crearía una resistencia mayor de la sociedad, dificultando enormemente que una medida de ese tipo durara en el tiempo.”
Queeeeeeee??????????
O sea, NO PUEDEN Y NO QUIEREN HABLAR DE "ABORTO 0 YA" porque como dice Francisco José Contreras, RECIEN: “ A largo plazo, tras un periodo de batalla cultural que permita alcanzar una mayoría social pro-vida, VOX aspira al “aborto cero”” Y usted padre justifica este sin sentido argumentando que “No se trata de Cálculo Electoral , sino que una actuación de ese tipo crearía una resistencia mayor de la sociedad, dificultando enormemente que una medida de ese tipo durara en el tiempo.”…………… what????
Pues Pregunto UNA PREGUNTA QUE ES EL CORAZÓN DEL SIN SENTIDO:
¿Qué diferencia hay entre platear el aborto 0 ya y plantear el aborto 0 A LARGO PLAZO en aras de “no crear una resistencia mayor de la sociedad??????
No se que se respondan ustedes, pero mi respuesta es NINGUNA. NO HAY NI UNA SOLA DIFERENCIA.
Porque un ciudadano español que esté a favor del Aborto, no votará por un partido que apunte al Aborto 0, sea de inmediato o a largo plazo, no hay ninguna diferencia para quien esté a favor del aborto.
Y SOBRE TODO, AL VOTANTE QUE NO LE INTERESA EL ABORTO, NO LE INTERESA, SEA 0 YA O "A LARGO PLAZO"
¿PORQUÉ TENDRÍA QUE HABER DIFERENCIA PARA EL VOTANTE QUE ESTÁ EN CONTRA DEL ABORTO??
Pues bien, LA COSA QUEDA CLARA. VOX NO QUIERE ABORTO 0 YA PORQUE NO LO QUIERE, ESO DE LA ESTRATÉGIA "A LARGO PLAZO" LA USA COMO COMODÍN. No hay sustento lógico para comprarles el cuento.
Si se quieren comer el engaño, allá con quien se lo coma.
Pero para mi, VOX, con esa jugarreta del Corto y Largo Pazo, HACE LA DE QUIEN SE "INVOLUCRA" PERO NO SE COMPROMETE. Allá con quien “Ame tanto a España” que eso le baste.
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Pedro L. Llera
No tengo claro si está comentando mi artículo o el artículo de Francisco José Delgado:
http://www.infocatolica.com/blog/duropedernal.php/1810231027-no-creo-que-sea-un-error-vox
Le pongo el enlace por si quiere comentar allí directamente. Gracias.
El corto y medio plazo que Vox se da como margen para llegar al aborto 0 a largo plazo, puede ser mucho tiempo, incluso años o incluso décadas, y por lo tanto los inocentes asesinados durante ese largo tiempo en la Sanidad Privada, que serían también muchos a pesar de los nuevos requisitos, no le importan a Vox.
Por tanto Vox y los que le voten serán responsables de los niños asesinados en el vientre materno durante ese corto y medio plazo, que puede ser muchísimo tiempo hasta que finalize la batalla cultural provida que permita alcanzar en el largo plazo el aborto 0.
Creo que a un partido sinceramente provida no sólo le deben importar los asesinados a largo plazo sino también los asesinados en el corto y medio plazo, cuando además ese corto y medio plazo es previsible que dure muchísimo tiempo.
Por ello no votaré a Vox, ya que no le interesan los muchos inocentes que serán asesinados en el seno materno durante el corto y medio plazo que ,aunque se le llame corto y medio, lo más probable es que sea larguísimo.
Sólo así, con el esfuerzo de los más sabios, La Iglesia podrá aprender y/o recordar el Orden Natural o Ley de Dios, a la que nos debemos en cada momento, en el rol que nos corresponda.
Sólo con ayudas como la suya, en este Artículo, podremos los Católicos identificar y clasificar fácilmente a los que se guían por la Verdad y los que son enemigos de la misma, aunque se camuflen o utilicen las mismas “herramientas demagógicas”.
Todo esto, porque sabemos que es nuestra ignorancia la que les hace fácil a los políticos confundirnos y utilizarnos, con el fin de mantener un sistema en el que no prima el bien común sobre el provecho personal.
Dios lo Bendiga.
Yo encuentro dos razones, sacadas de las propias propuesta de VOX, por las que un católico no puede votar a este partido:
1) Abascal ha sido taxativo: “Sustituiremos el matrimonio homosexual por una ley de uniones civiles”. Para un católico,la propuesta de legalización de las uniones homosexuales es contraria a la Doctrina de la Iglesia (el documento “Consideraciones de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales” de la Congregación para la Doctrina de la Fe, concluye así:
La Iglesia enseña que el respeto hacia las personas homosexuales no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual ni a la legalización de las uniones homosexuales). Luego ésta propuesta es contraria a uno de los puntos “No negociables” de Benedicto XVI.O sea, que no es todo o nada, simplemente VOX no cumple con una de las condiciones de esos 4 puntos y eso no es que exija “todo”.
2) No es lo mismo aborto cero (propuesta del 2016), que defenderemos la vida en cualquier estadio (propuesta para el 2019). También el PP de hoy se declara PROVIDA.
Por lo demás, estoy de acuerdo con el artículo en general, porque discurre en un nivel en el que yo no he entrado. El gobierno es incapaz de proporcionar una educación moral a la sociedad; esa educación debe venir de los agentes sociales, como son la familia y la Iglesia, principalmente. El gobierno puede facilitar o favorecer la acción de estos agentes, pero no puede suplirla. Ahora, un gobierno malo sí puede pervertir profundamente la sociedad, aunque los gobiernos malos no caen del aire, sino que surgen de una sociedad que ya está corrompida, lo que produce un círculo vicioso. De ahí la necesaria función de la Iglesia como promotora de una sociedad cristiana, función que hoy en día los eclesiásticos en general han renunciado a ejercer.
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Pedro L. Llera
En mi pueblo, cuando se publica un artículo - pongamos el de Bruno - y otro escritor le responde - pongamos que usted -, a eso lo llaman entablar una polémica o simplemente, polemizar. Pero si usted dice que no ha participado en una polémica... Puede ser que no haya "participado", sino que haya "generado" la polémica. Le podría aceptar ese matiz.
Por lo demás, agradezco su comentario y me alegro de que esté de acuerdo con el contenido de mi artículo.
Y la autocrítica que realiza sobre la negligencia de la Iglesia Jerárquica a la hora de promover una sociedad cristiana también se la agradezco. Es evidente. Con predicar buenismos y modernismos ya han tenido bastante en los últimos (pongamos que) cincuenta años.
Por lo tanto la doctrina social de la Iglesia en el s. XXI propuga una democracia regida por la moral objetiva, por la ley natural [que es ley divina: hay ley divina natural y ley divina positiva].
Coincide con lo formulado por santo Tomás en el s XIII como el mejor sistema político, donde aparece la democracia regida por la moral: gobernantes que gobiernen según "la justicia" [según la moral] y electorado popular que elija según "la justicia" [según la moral]. Esto último es muy importante y no se dice nunca; lo primero tampoco se practica, pero se dice a veces, al menos entre los católicos, como en este foro. Pero no se dice nunca que no nos es lícito votar a quien nos dé la gana, sino que es obligatorio en conciencia que votemos a quien debemos votar, aunque sea sin ganas.
Y claro, la soberanía es de Dios. Y la Iglesia tiene en vigor en el s XXI la fiesta de Cristo Rey, y además con categoría de solemnidad. Y tendríamos que votar sólo a los que propugnen la Soberanía Social de Jesucristo. Y a algunos no nos da la gana de votar a quienes no la propugnen.
No hay ninguno. Y los que dicen en algún punto que van a hacer algo según la moral, en otros puntos se separan u oponen o nos pretenden torear una vez más, a ver si consiguen "representación parlamentaria", es decir algún miserable escaño. Los otros, nos dicen que votarles a ellos es el voto útil, porque hay que unirse, etecé...
Pero el caso es que tenemos un voto, y lo damos aunque no votemos a los menos malos, porque en este caso reforzamos a los peores, incluso no dando nuestro voto a los del voto útil.
Y ya aparece lo del mal menor. Votar a los menos malos o a los que pueden contrarrestar más a los más malos. Que no son los mismos. Pero es que tal como se ha practicado lo del mal menor, se ha convertido en una estructura de pecado, que ha hecho tragar cosas cada vez peores. La doctrina del mal menor es doctrina de la Iglesia. Pero es una estructura de pecado la praxis habitual de la doctrina del mal menor, incluso la praxis a la que nos inducen habitualmente alguno o muchos eclesiásticos, incluso muy importantes. Para una praxis correcta tendríamos que exponer nuestro programa completo y decirles muy alto a los del mal menor y a los del bien posible que lo suyo son aberraciones inhumanas, y de ahí para arriba. Y engaños, falacias y burlas. Y que no creemos en ellos para nada. Y que edifican sobre arena y nos llevan a la ruina, pero que les vamos a votar [con asco, eso sí,] porque hay otros partidos aún más repugnantes y queremos y exigimos que los contrarresten.
La democracia no es garantía de nada si los ciudadanos (no digo pueblo, concepto sumamente abstracto) han retirado a Dios de sí.
Pero, ¿qué nos estáis contando?
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Pedro L. Llera
Doctrina Social de la Iglesia. Tienes el enlace en el artículo.
La fáctica es que los cristianos fueron perseguidos por el Estado cuando Roma era Imperio, no cuando era República.
La contrafáctica es que, dado que Jesús vivió cuando Roma ya era Imperio, no podemos saber si la República habría perseguido a los cristianos, y en tal caso si lo hubiese hecho más o menos ferozmente que lo que los persiguió el Imperio.
Me parece que esta observación es relevante a la hora de despotricar contra la supuesta perversión intrínseca del régimen electivo y la supuesta bondad intrínseca del régimen monárquico.
Una vez leí a un blogger católico tradicionalista alabar al régimen monárquico porque reflejaba mejor la manera en que Dios gobierna el universo. Lo que ese blogger olvidaba es que la manera en que Dios gobierna el universo presupone la infinita elevación óntica de Dios respecto al universo, elevación que no existe entre un monarca y el resto de la sociedad.
Saludos cordiales.
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Pedro L. Llera
punto 395 del Compendio DSI...
El compendio está muy impregnado de personalismo. No digo más.
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Pedro L. Llera
El Compendio de DSI, como he señalado a otros comentaristas, está muy imbuido de filosofía personalista. Y la filosofía personalista es más que discutible. En cualquier caso, el redactor se guarda bien de mantener la continuidad con la doctrina tradicional y aunque señala las bondades de la democracia, también deja claro que la democracia solo puede ser un sistema justo si se respeta la Ley Natural que proviene de Dios.
Por cierto, los que dividen el magisterio de la Iglesia en dos (el anterior y el posterior a CVII)son los modernistas, que consideran que la Iglesia empezó con el Concilio Vaticano II, como si este concilio hubiera derogado toda la doctrina anterior. Los tradicionalistas como yo (o simplemente católicos) defendemos la hermenéutica de la continuidad: el Concilio Vaticano II hay que leerlo en continuidad con la doctrina de los papas y los concilios anteriores, sin aceptar ningún tipo de ruptura doctrinal. La doctrina no cambia ni puede cambiar.
Hay eclesiásticos que son ortodoxos, o al menos procuran estar en regla con el dogma y la moral, pero les gusta emplear la terminología mundana, incluso la liberal y la revolucionaria. Quizá para congraciarse con el mundo y con los revolucionarios. Les gusta disfrazar o revestir las doctrinas tradicionales con palabrería revolucionaria. Esto es disfrazarse con piel de lobo. Y a veces con piel de lobo disfrazado de oveja. Pero ni siquiera consiguen congraciarse y hacerse perdonar por los revolucionarios. Sólo consiguen que se engañen los lefebvrianos.
Hablan de los derechos humanos. De valores. De libertad, igualdad y fraternidad.
Ya el Padre Ramière hace siglo y medio explicaba que la libertad, la igualdad y la fraternidad son cristianas. Y que el veneno del liberalismo es que niega que el poder viene de Dios. La doctrina del Pueblo Soberano.
Aunque el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia de 2004 dice que el sujeto de la soberanía es el pueblo, no es la doctrina liberal del Pueblo Soberano porque en este Compendio, basándose en Santo Tomás de Aquino, la soberanía y su ejercicio están sometidos a la ley natural dada por Dios al darnos la naturaleza, es decir, sometidos a normas objetivas de moral (n. 393).
Nada de nosotros también. Nosotros sí y ellos no. La ilustración tienen como sistema el despotismo ilustrado, que es la monarquía más absolutista. De la ilustración proviene el liberalismo, cuando las nuevas generaciones revolucionarias descubren que pueden adueñarse más y mejor del poder y de la riqueza en nombre del Pueblo Soberano. Después los socialistas, que descubren que pueden explotar la miseria de los trabajadores explotados para convertirlos en carne de cañón y de revolución que les lleve a ellos al poder, etecé...
Son absolutos los sistemas que se autofundamentan. Y la democracia liberal es "el más absoluto de los sistemas", como proclamaba Spinoza. Y "ellos" son espinozianos.
La democracia no es liberal. Es una palabra que viene de la antigua Grecia clásica. Santo Tomás de Aquino ya propugnaba en el s. XIII como el mejor sistema político el "bien combinado" donde aparece la democracia regida por la moral.
Y en el s. XXI el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia de 2004 propugna una democracia regida por la moral objetiva, por la ley natural [que es ley divina].
Los parlamentos no los crea el liberalismo del XVIII y del XIX. Los crea la Cristiandad medieval. El liberalismo los convierte en oligarquías absolutistas.
Como lo de Libertad, Igualdad, Fraternidad. Son ideas, entidades y palabras cristianas utilizadas por los lobos revolucionarios como disfraz de sus sistemas contrarios a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad. Ferozmente contrarios: liberticidas, plutócratas de la nueva clase, tiránicos y sangrientamente genocidas.
Y a estos pobres les gusta disfrazarse también con esta piel de lobo disfrazado de oveja.
Y los lefebvrianos a tragar las mentiras del padre de las mentiras; y nosotros a desenmascarar y a demostrar que esos eclesiásticos no han conseguido que la Iglesia haya tirado por la borda la doctrina revelada por Dios y enseñada por la Iglesia, que sólo querían congraciarse ellos y hacerse perdonar y ser admitidos y no excluidos.
Damos por hecho que ningún partido político va a recoger la enseñanza de JESUCRISTO. Hubo aproximaciones como la democracia cristiana que terminó en pura corrupción. Porque no contamos con un factor principal. El hombre herido por el pecado.
Si no curamos el corazón del hombre, que es la raíz...."del corazón del hombre salen las intenciones malas, asesinatos..."
Dicho esto. Tenemos que vivir sometidos al poder político. A las autoridades constituidas. Y puesto que tenemos que elegir hagámoslo a la opción que más se acerque a mis principios. Hoy por hoy, mientras no demuestren lo contrario es vox
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Pedro L. Llera
La democracia cristiana fue y es un fiasco porque trata de conjugar lo inconjugable: catolicismo y liberalismo.
Dice usted:
Porque no contamos con un factor principal. El hombre herido por el pecado.
Si no curamos el corazón del hombre, que es la raíz...."del corazón del hombre salen las intenciones malas, asesinatos..."
El hombre herido por el pecado se salva por la gracia de Dios. Olvida usted que donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. El hombre ha sido redimido por la sangre de Cristo en la Cruz y por su gloriosa resurrección. Le anuncio una buena noticia: ¡Cristo nos ha salvado! ¡Podemos vivir en gracia de Dios! ¡Podemos ser santos por la gracia de Dios!
Por eso hay que llamar a la conversión. Si no nos convertimos a Cristo, no hay nada que hacer. Pero Cristo es el rey verdadero: Él vive y reina por los siglos de los siglos. ¡¡Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!! Cristo está llamado a reinar en nuestro corazón pero también en todas la naciones. Y esa no es una utopía irrealizable, sino una verdad de fe, que es muy distinto. Su Corazón reinará en España y en el mundo. No es imposible. Es plenamente posible porque para Dios nada es imposible. Debemos aspirar a que nuestros gobernantes sean santos e irreprochables ante Dios y ante los hombres por la gracia de Dios. Ha habido reyes y reinas que han sido grandes santos y han buscado el bien común en sus naciones. ¿Por qué no aspirar a tener gobernantes santos hoy? ¿Por qué conformarse con comida basura si puedes comer solomillo?
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Pedro L. Llera
Yo no sé quién ha concluido que "la democracia es cacarruta y el franquismo casi que el paradigma del Reinado social de Cristo": yo desde luego, no. No soy franquista: soy cristiano y católico. Y en mi artículo no se nombra a Franco para nada, ni pongo al franquismo como ejemplo paradigmático de nada. Está haciendo usted un juicio de intenciones o extrayendo conclusiones que de ninguna manera se pueden extraer leyendo mi artículo. Así que hágame usted el favor...
Pues con esa forma razonar estais contradiciendo a la Tradicion milenaria de la Iglesia. Desde los primeros siglos. Ya la Epistola a Diogneto hablaba de este modo cristiano de estar en el mundo sin ser del mundo. Ese es nuestro ethos mas profundo.
Y ahora sin embargo, no paro de leer la autentica chiquillada (en boca de hombres adultos, porque la mayoria sois varones hechos y derechos) de que como no es lo que yo quisiera, no juego.
Tampoco el franquismo respetaba la DSI, el principio de subsidiaridad, la igualdad de dignidad y derechos de hombre y mujer en el matrimonio, etc. Se puede hablar bastante de la disincronia que las estructuras politicas franquistas guardaban con respecto a muchos principios catolicos, y sin embargo, no veo a muchos alegar que estuvo mal que hubiera catolicos que participaran politicamente en sus estructuras.
Y es que no estuvo mal, a pesar de ser el franquismo catolico solo cuando convenía. Pues un catolico tiene ademas del derecho, el deber, de participar en la politica de su gobierno se de el regimen de gobierno o la estrutura filosofico-social que se dieren.
No hacerlo es a mi juicio, falta de omision.
Así, que un buen paseo, Pepe Jacobo, ayuda a estirar las piernas.
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Pedro L. Llera
Una persona que aprecia la limpieza no se mete en un cenagal. Un católico consecuente no se mete en un partido corrupto que defiende principios opuestos a la moral católica. Con los enemigos de Cristo, ni a recoger duros. Cuando los partidos dejen de ser lo que son y haya verdadera democracia interna, ya veremos... Y según en qué partido. Yo no participaría en ningún partido abortista ni en ningún partido que defienda y apruebe leyes pro LGTB, por ponerle algún ejemplo obvio.
Hay quien dice que tiene que haber católicos en todos los partidos. A mí me parece una barbaridad que repugna a la razón. Pero allá cada cual con su conciencia. Yo hablo por mí. Tal vez yo sea muy "rigorista". Tampoco juzgo ni condeno a quienes se "comprometen" con los partidos políticos. Cada uno dará cuentas a Dios... Yo me guío por lo que me dicta mi conciencia.
Hay otras formas de participar en la vida pública que no pasan por la militancia en los partidos políticos: por ejemplo, publicar un blog como este.
Y no insista con e franquismo, porque aquí la única que ha sacado a relucir el franquismo ha sido usted. Y en mi artículo no se hace ningún tipo de apología ni abierta ni encubierta del franquismo. Así que no insista.
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Pedro L. Llera
¡Ah! Tal vez no la entendí correctamente. Disculpe.
¿Algún representante de los que tienen que velar por la salud del catolicismo en Cataluña, dígase cura, obispo o cardenal, o directores y profesores de colegios supuestamente católicos ha salido al paso con enérgica protesta de que tal opinión no es católica, o simplemente decente y que ellos se desmarcan total y absolutamente de semejante movimiento que alienta la división, en enfrentamiento civil y el odio?
Pues yo no le voy a dar más vueltas. En mi región, Cataluña, se están conculcando mis derechos como ciudadano español por el mero hecho de serlo y a mi difunto padre le hicieron el funeral en catalán aun con expreso deseo de la familia de que se hiciera en español.
Y no sigo con más atropellos de unos u otros porque ya se han dicho hasta la saciedad.
¿Vox está planteando acabar con eso, con que haya españoles de primera y españoles de segunda? Pues Vox tiene mi voto. A partir de ahí, me cuidaré de velar más de ahora en adelante de revisar los programas de los idearios de los colegios "católicos" para que llevando a un hijo a que se eduque en valores cristianos no me lo devuelvan independentista, incluso agnóstico.
De tanto predicar el amor perfecto, parece que ya sólo sabemos odiar. A pesar de los no pocos palos que me ha dado la vida, sigo creyendo que en el hombre anida la semilla de Dios incluso en los que no creen o no tienen la menor conciencia de ello. Yo estoy por dar un voto de confianza a la que quizá sea la última posibilidad de regeneración de un sistema y de un país. Y esa confianza es cristiana y lícitamente moral.
"Mi política es la del Padrenuestro -decía-. Yo estoy con el Papa como católico, y quiero estar con él hasta la muerte. Estoy con el Papa en cuestión de religión... En cuanto a política, yo no estoy con nadie... (...) Esta conducta suya ocasionóle dificultades en la aprobación de las reglas de su congregación. Había puesto en ellas un artículo que rezaba así: "Todos los miembros de esta sociedad se mantendrán rigurosamente extraños a todo lo que se relacione con la política."
La Sagrada Congregación que estudió las reglas, tachó el artículo. Tiempo después volvieron a ser presentadas para la aprobación de la sociedad salesiana, y como Don Bosco insistiera en proscribir la política, los consultores volvieron a su rechazo. Por tercera vez, cuando se trató de la aprobación definitiva de la congregación, intentó Don Bosco hacer pasar el artículo, y otra vez lo suprimieron, con esta nota: " Es la tercera vez que se borra este artículo. Si bien en líneas generales podría admitirse, puede ocurrir, sin embargo, sobre todo en estos tiempos, que se deba actuar en política por deber de conciencia, estando las cosas políticas a veces inseparablemente mezcladas con los intereses de la religión; por lo cual no debe sancionarse su exclusión entre los católicos" (Editorial AOCRA, páginas 419 y 420).
La defensa de la vida, de la familia, del derecho de los padres a educar a sus hijos, a profesar la religión Católica, es muchas veces puesta en entredicho o sometida a limitaciones o injerencias indebidas o suprimidas por los políticos y gobernantes de turno. Creo que la participación política de los católicos (dadas las condiciones que la hacen moralmente válida) es un medio -no el único ni siempre el más perfecto- para defender los valores fundamentales mencionados. A veces no hacerlo, permite que el mal avance más de lo que lo haría si se diese la mencionada participación.
Por otra parte podría haber signos-no en España, pero sí en el mundo-de que las cosas han llegado a un punto en que se estén formando núcleos de resistencia a la marcha imparable hacia delante, en algunos casos de una hybris tan loca que ya es un desvarío de psiquiátrico.
Son todos rebotados del ala de la extrema derecha del PP.
A corto plazo lo que van a conseguir es restar votos al PP y darle diputados al PSOE por la ley electoral.
A medio plazo pueden ser como el Frente Nacional en Francia, un partido pagano y populista que para tener una amplia base de votantes, deje claro que no va a atacar el matrimonio entre homosexuales ni el derecho al aborto. Se limitará al discurso de la xenofobia y echar las culpas de todo a la UE.
Y los católicos, divididos como nunca en las altas jerarquías, amparando catalazis y similares entre nosotros, pusilánimes los demás y los católicos de a pié desnortados, desbordados o desesperanzados (salvo honrosas excepciones) ...
Por poner un ejemplo: Ustedes que saben las estadísticas de abortos en España.... ¿Se han parado a pensar que es rara la familia que no haya caído en el lodo?
Y así podríamos seguir con todas las lacras de nuestro tiempo.
Se impone ante todo una recuperación espiritual , educacional y cultural y será una larga tarea...
Pero habrá que comenzar por tener voz ....pues la mayoría de nuestros pastores desde luego no han utilizado sus púlpitos precisamente para denunciar con contundencia ....no sea que se pierda algún concierto económico...
Pero me estoy desviando..
(Sigue debajo)
Siempre hay opciones:
- El desesperanzado se quedará mirando y criticando lo todo
- El anacoreta se retirará a lo alto del monte, y supongo rezará fervientemente desde su posición de santidad, sin mancharse con los asuntos mundanos
- El teórico seguirá prometiendo crear una asociación influyente.... de cuatro gatos después de que el anterior gobierno de Rajoy le romera el pelo con la legislación sobre el aborto
- El que crea que el político del PP de su localidad es muy buena persona, o en nclyso un familiar (que los políticos tienen su familia y amigos) le seguirá votando
- El que ha experimentado en sus hijos las leyes del PP de Cristina Cifuentes ( que se ha ido, pero todos los demás que lo votaron siguen ahí) , al igual que las de otras regiones, pues seguramente querrá confiar su voto a Vox
- El que crea que Pablo Casado es muy buena gente( que lo es) lo votará ( otra cosa es que pueda y quiera ir contra todo un gran sector de su partido y fuera capaz de derogar lo que ellos mismos han legislado)
- el que no votaba hace tiempo, pues puede que haga un esfuerzo postrero y vote a Vox
- el que piense que un partido tiene proyección en principios morales sanos, siempre puede afiliarse y conseguir influir desde dentro..
- los que piensan en el voto útil, pues, eso: Que es lo único que puede ser verificado: es decir, es como querer hacer una tortilla con huevina por no cascar un huevo
En definitiva, estoy esperando a que mi político local del PP diga bien alto y claro algo que se parezca levemente a lo que demanda mi moral católica ..
Mientras tanto, mi voto moralmente útil irá a... .
(Pf: hasta el día de la votación mi voto estará en el alero) pero no seamos bianztinos !!!
¿Me puede decir por qué Vox es "la extrema derecha del PP"? ¿Y además todos?
¿Es extrema derecha estar en contra de las autonomías? Siempre creí que era típico de la izquierda el centralismo estatal...
¿Es extrema derecha estar en contra del aborto? ¿Es la Iglesia extrema derecha? ¿SAIN es extrema derecha?
¿Es extrema derecha la defensa de la familia natural (respetando la orientación sexual personal de cada uno, es decir, no persiguiéndole por su orientación sexual, cosa que, por cierto, ha hecho la izquierda)?
¿Es extrema derecha defender la libertad de enseñanza mediante cheque escolar? Defender el derecho de los padres es extrema derecha pues.
¿Es extrema derecha la defensa de la nación, proteger a los ciudadanos de un país de una invasión descontrolada?
Se ha puesto muy barato ser extrema derecha. De hecho, no sé entonces cómo denominar al fascismo y al nazismo....¿extrema extrema extrema muy extrema derecha...?
Por cierto, hay MUCHA gente en VOX que NUNCA ha estado en el PP.
Ser de extrema derecha no es un crimen y yo puedo decir que VOX es un partido fundado por políticos que llevan décadas metidos en el fango, y que ya saben de qué va la cosa.
El tal Abascal fue el delfín fallido de Esperanza Aguirre nada menos.
Que se presenten bajo siglas nuevas no cambia nada.
Es como decir que el PDCat es virgen cuando todos sabemos que es Convergencia de Catalunya con el nombre cambiado.
Y sí, en España estar contra las autonomías es ser de extrema derecha porque esto no es Francia (donde también hay autonomías por cierto, aunque con muchas menos competencias ).
Y estar a favor del cheque escolar es querer que con dinero de todos te paguemos un colegio privado de curas para tus hijos (pero luego vas de liberal y críticas el gasto público y las mamandurrias).
Y cuando se habla de defender la familia natural se quiere decir prohibir el matrimonio gay y devolverlos al armario.
Y cuando se habla de "invasión" para referirse a la inmigración también se es de extrema derecha. Y "defender la patria" es echar a los moros y los negros.
Basta de eufemismos.
Respecto al aborto, es una cuestión más complicada pero cuando quieres prohibición total y meter a las mujeres en la cárcel pues también eres de extrema derecha.
Lo que está en la DSI o es doctrina católica o no lo es, si no es doctrina entonces me imagino que los católicos no la deben aceptar, si lo es, entonces creo que lo consecuente es que el católico tradicionalista o progresista debería aceptarla y obedecerla. Esto es un dilema que veo que a algunos les cuesta sortear. Porque entonces, tendríamos que hay una tercera posibilidad, que sea doctrina pero que al mismo tiempo no lo sea, luego entonces toca ponerse a decidir que parte es y que parte no, ahora bien ¿a quien le toca hacer esto? ¿A Infocatólica? o ¿al tribunal laico de lo catolicamente correcto? o tal vez al "redactor", que se considera a si mismo el salvaguarda de la continuidad hermenéutica y en todo caso no a la iglesia misma, pues de antemano está viciada por estar permeada por corrientes dudosas.
Todo esto finalmente deja a la iglesia y su doctrina sometida al libre examen, tratando de mirar que posibles influencias modernistas, personalistas, cartesianas, leibnizianas, marxistas, evolucionistas, darwinistas etc, etc, tiene en su doctrina, para entonces decidir hasta que punto se puede aceptar, interpretar y desde luego obedecer lo que ella enseña. No entiendo esto.
¿Quién paga a los profesores de religión católica en las escuelas públicas?
Pues todos, porque son funcionarios (sin haber aprobado oposiciones, elegidos a dedo por los obispos).
Da igual que seas ateo, protestante, musulmán, judío, que pagamos a los católicos el adoctrinamiento religioso de sus hijos.
Y los padres de otras religiones raramente tienen profesores para ellos.
Y encima ahora queréis que os paguemos un colegio privado.
No, mira. La constitución dice que todos tenemos derecho a una vivienda digna, pero eso no significa que el Estado nos regale una casa a cada familia.
Tenéis derecho a educar a vuestros hijos en vuestra religión y creencias, y encima lo pagamos entre todos, pero al menos es en la escuela pública. Pagares el colegio de los jesuitas, por ahí no paso.
¿Qué es eso de que los niños en la pública tienen educación agnóstica?.
Sabes muy bien que a tus hijos los puedes matricular en la escuela pública y apuntarles a clSe
Y la mayoría de españoles de otras religiones aunque lo soliciten, no tienen profesores para sus hijos.
Y con el cheque escolar encima quieren algunos que también les paguemos el cole privado.
No sé cuál es la situación de las otras religiones, los judíos tienen la costumbre de pagarse sus escuelas, pero no si reciben ayudas, y estoy segura de que el resto de las religiones tienen algún tipo de convenio con el estado porque que no reciban un euro no me lo creo.
Un colegio público puede estar en barracones, uno privado tiene que cumplir la tira de normas. El que hizo la ley, hizo la trampa.
O sea que es el Estado el que impone que los colegios privados cobren un ojo de la cara a los padres. O que incluso que algunos de los concertados quieran que los padres bajo cuerda e ilegalmente paguen un suplemento con la excusa de los extras (equitación, piscinita, etc. ).
Pobrecitos dueños de escuelas privadas, si ellos están dispuestos a trabajar casi gratis por el bien de la infancia, es que el malvado Estado les presiona.
Lo que me faltaba por ver...
El cheque escolar es lo que es, una aspiración de católicos conservadores para que puedan meter a sus hijos en un cole de curas a cargo del erario. Y tan ingenuos son que se creen que no les iba a pasar como en los concertados, que el fraile o la monja de turno no les iba a querer cobrar bajo cuerda los extras.
La escuela no está únicamente para poner en la cabeza una serie de conocimientos, está para socializar es decir para enseñar a los niños a convivir en sociedad, por eso se deben mezclar distintos sexos y razas y creencias y clades sociales, porque así desaparecen los prejuicios.
El que quiera encerrar a los niños en guetos que lo haga, pero el Estado debe ofrecer un modelo público y universal.
Tanto quejarse de que los musulmanes no se integran, pero luego queréis que vuestros hijos vayan a unas escuelas exclusivas y que los hijos de los musulmanes vayan a otras.
Estoy de acuerdo con Gringo. VOX no es virgen y muchos de sus cabecillas no son ejemplo de nada. Quien no sabe ser fiel a su mujer o marido, a quien seguramente en algún momento a querido, ¿cómo nos va a ser fiel a nosotros a quien ni conocen ni nos han nunca visto?
PD: todos los partidos que hay en el arco parlamentario defienden la vida, todos. Ninguno dice ser contrario a ella. Lo único que tienen son matices. Unos dan prioridad a la calidad de vida de la madre o del hijo, otros a la perfección, otro a los ojos azules,...y admiten el aborto. También VOX dice volver a la ley del 85. Entiendo que es difícil proponer la erradicación de la ley del aborto, pero hay que hacerlo. Si ya de entrada se ponen metas bajas, nada conseguiremos.
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