Otro éxito de la lucha pro-vida: un judío se ordena sacerdote católico (Paul Schenck)
Mañana 12 de junio a las 10:00, recibirá el orden sacerdotal Paul Schenck, co-fundador de Operación Rescate.
Muchos de los 'rescatados' ya son mayores de edad, así que imagino que la Iglesia de St. Joseph estará llena.
Días y días gastados en la «lucha por la vida», una de las tareas más hermosas e importantes a las que, humanamente, podemos dedicarnos. Pero no es sólo eso. Como he dicho en otras ocasiones, no debemos quedarnos ahí, en puro activismo. Un ejemplo muy claro es Human Life International, que junto a las vidas que salva, tiene como meta final la conversión de las personas, de todos.
Es normal que cuando hay coherencia, los propios implicados sufran procesos de conversión muy radicales (en la raíz). Digo normal, porque la densidad de virtudes humanas es alta. Y la rocosa defensa de la persona como hijo de Dios que realiza la Iglesia Católica es faro que guía y atrae, aunque se sea ateo.
Por eso un personaje como Paul Shenck, con nueve hijos, considera que la Iglesia es la última estación:
El movimiento pro-vida me llevó hacia el reencuentro con la Iglesia Católica. Vi que la teología moral coherente, unidad de los cristianos y la autoridad espiritual son esenciales para el éxito.
¿Nueve hijos (uno en el cielo, como le gusta decir a Schenck) y sacerdote católico? No adelantemos acontecimientos.
Paul nace en una familia de judíos reformados (judíos liberales). Cuando tiene 16 años recibe el bautismo con su hermano Bob en la «Asamblea de Dios». Durante veintidós años ejerció como ministro evangélico y pastor anglicano (se hace episcopaliano en 1995, su hermano metodista). Participa en la promoción de numerosas institutuciones ecuménicas orientadas a la construcción de la «Cultura de la Vida» Y también dos escuelas parroquiales, una asociación para «los sin techo» y una ONG internacional que ofrece atención médica y dental para los más pobres del planeta.
Es vicepresidente de la American Center for Law and Justice (ACLJ), que tantos quebraderos de cabeza provoca en los partidarios de la Cultura de la Muerte.
En 2004, ya en Washington, en medio de la sorpresa de alguno correligionarios, entra en plena comunión en la Iglesia Católica y se hace notar en el mediático tema de Terry Schiavo y en las nominaciones al Tribunal Supremo (el affaire de Sam Alito).
Ayudó a poner en marcha Priest for Life. Ya se ve que es un «soldado universal» de la Doctrina Social de la Iglesia: oración, matrimonio abierto a la vida, ayuda a los más necesitados, influencia en la esfera política y judicial.
Ordenado diácono transitorio católico, en virtud de la Provisión Pastoral de 1980 será ordenado sacerdote y acompañará a los cerca de cien sacerdotes casados «de origen» episcopaliano.
Bienvenido a Casa, Paul. Y, gracias.
21 comentarios
Gregory, bien visto, no se me había ocurrido.
Un hombre de origen judío, cristiano protestante desde los 16 años se convierte al catolicismo.
El ateísmo no necesariamente está vinculado con posiciones a favor del aborto. Hay ateos pro vida pues consideran que efectivamente hay una persona desde el momento de la concepción.
Kewois
Ahora bien, me alegro por la próxima ordenación de d. Paul Schenck, siempre es una buena noticia la llegada de un nuevo sacerdote, sobre todo en estos tiempos donde falta tanta entrega.
A lo que voy, los conversos son bien venidos con los brazos abiertos, pero los que les den otra ocupación dentro de la Iglesia. Yo no pienso nunca asistir a un servicio con un ministro casado. Eso déjenselo a los protestantes.
Ahora acúsenme de no caritativo, desobediente, etc., pero poco a poco van a ir minando las bases de la Iglesia.
Por cierto, ¿por qué hablas de dejar a los protestantes lo de los ministros casados? ¿acaso los sacerdotes católicos de ritos orientales en comunión con Roma son protestantes? ¿te negarías a recibir la comunión o la absolución de un sacerdote de rito bizantino por el mero hecho de estar casado?
Seamos serios.
Tome en cuenta lo siguiente: el celibato sacerdotal es ley dentro de la Iglesia latina, pero es ley eclesiástica no ley divina (irrefomable). Por tanto, el Papa puede derogarla, restaurarla o hacer excepciones o modificaciones de ella cuantas veces considere conveniente.
Saludos.
Una cosa es la religiosidad y otra muy diferente la fe. Una cosa es el rito y otra su significado para los verdaderos creyentes. En ocasiones creemos ser fieles y en realidad somos lo opuesto, somos los anti-misioneros, somos aquellos que le damos una pésima imagen de nuestra religión a los millones que desconocen el tronco y no las ramas de nuestra Iglesia. Luchemos por la tolerancia a las otras personas (no al pecado), el amor fraterno comprometido en el servicio a los otros, que es en ellos que se manifiesta Nuestro Señor.
Los sacerdotes que no pueden ejercer el ministerio por haberse casado, no es por haberse casado -disposición que la Iglesia puede cambiar- sino por haber violado el voto de celibato. Tan es así que se admiten -por excepción- curas casados. Esto no obsta que la Iglesia por norma general entienda que el celibato del sacerdote es conveniente. Que para servir a Dios es mejor que no tenga señora ni hijos. Pero no en todos los casos. Hay excepciones que demuestran que se puede servir bien a Dios y a la señora.
Averigue, por último desde cuándo rige el celibato eclesiástico dentro de la Iglesia Católica Romana. Verá por tanto que es un tema opinable y, sin duda, negociable en caso de readmisión a la Iglesia de hermanos separados.
Yo no sé si algún día volveré a vivir en plena comunión con la Iglesia o no (dice el refrán que nunca hay que decir "de esta agua no beberé"), sin embargo, veo en la Iglesia Católica, la más grande defensora de la vida humana y de la familia y en organizaciones como Human Life International, una fuerte voz y contrapeso para con la cultura de la muerte y sus secuaces como la IPPF.
Me agrada mucho tu blog, ojalá pudieras pasar por el mío: http://culturadevidacr.blogspot.com/
Dejar un comentario
Últimos comentarios