María y el ángel
Mis ojos la contemplan y me estremezco. Parece tan frágil, tan débil. Sin embargo, el Señor mi Dios la ha elegido para ser su Templo en esta tierra. ¿Qué no habrá hecho mi Dios para preservar toda su pureza? Puedo ver cómo ella está rodeada de Su gracia. Ha llegado el momento:
-Salve Kerajitomene, El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
¡¡Me ha hablado!! ¿Quién será? Sus cabellos son dorados y su porte es celestial. ¿Y porqué me saluda de esa forma? ¿Yo bendita entre las mujeres? ¿Por qué?