28.09.09

Los socialistas abortistas se felicitan a sí mismos

Los paladines del aborto en el gobierno están que no caben en sí de gozo. En tan solo dos días han aprobado la futura ley del aborto, que va a convertir en legal lo que desde hace muchos años es una realidad, el aborto libre. Y desde hoy mismo se podrá comprar en las farmacias la píldora abortiva, como quien compra una caja de aspirinas. Ante semejante derroche de “liberación de la mujer” -¿cuándo podremos abortar los varones?-, la secretaria general de Políticas de Igualdad del Ministerio de Igualdad, que supongo que tiene rango de secretaria de Estado, ha felicitado al Ministerio de Salud por conseguir en tiempo récord que las adolescentes y las mujeres españolas puedan meterse esa bomba hormonal que les “evitará” tener un niño no deseado después de una noche loca. Y, por supuesto, no contentos con ello, pretenden insistir en sus políticas encaminadas a evitar embarazos no deseados.

Y yo me pregunto: ¿ya qué más da? Si se puede abortar libremente durante las primeras catorce semanas, ¿para qué tanta política preventiva, que además se demuestra que no sirve para nada, pues cada vez hay más embarazos no deseados, sobre todo entre menores? Los socialistas están convirtiendo el embarazo en una especie a extinguir, en un virus peligroso que pone en peligro la “realización personal” de las mujeres. Y además, presumen de ello. Y lo peor del caso, es que gran parte de la sociedad compra esa mercancía con la misma alegría que los heroinómanos compraban caballo al principio de la “movida". Cuando se quisieron dar cuenta de que eran prisioneros de una jeringuilla, era ya tarde. Cuando esa parte de la sociedad española, en especial su sector más joven, que hoy se entrega con la conciencia drogada en brazos de la cultura de la muerte, se dé cuenta de que está podrida sin remisión, ya será tarde.

Los que hemos vivido en barrios donde la droga ha causado estragos, conocemos bien que el rostro del drogopendiente refleja su adición. Y yo creo que algo así empieza a darse en el caso de los actuales gobernantes. Miren el rostro de Zapatero y, sobre todo, el de algunas de sus ministras y detrás de sus ojos verán un alma vacía y muerta. Es como cuando las pro-abortistas se manifiestan. Tienen la misma pinta que los batasunos. Los lacayos de la cultura de la muerte llevan impresa la violencia y el odio en sus caras. Eso es lo que España vota. Es lo que España se merece.

Luis Fernando Pérez

26.09.09

Las hijas de ZP

La foto en la que aparecen las hijas de Zapatero junto a sus padres y el matrimonio Obama está dando la vuelta al mundo. Es el resultado lógico de dos factores: la irresponsabilidad del presidente del gobierno de España al llevar a sus nenas de viaje oficial, cuando lo que deberían de hacer es acudir al colegio como todo hijo de vecino, y la necedad de unos padres que parecen incapaces de decirles a sus hijas que para ver al presidente de otro país conviene vestirse “normal".

Las crías, de 14 y 16 años, ya son objeto de rechifla general no sólo en España sino en el resto del orbe. Y por mucho que el necio de su padre arremeta contra la prensa por publicar la foto, la culpa es suya y sólo suya. Si alguna de las muchachas, o las dos, sufre un trauma al aparecer en internet en todo tipo de fotomontajes a cada cual más burlesco y/o patético, el dedo acusador debe dirigirse hacia tanto hacia su progenitor A como a su progenitor B.

Se dice que las adolescentes llevaban una estética “gothic", lo cual no tiene nada de particular. A esas edades suele ser normal que los muchachos vistan de forma peculiar. Durante mi adolescencia gustaba de llevar chupa de cuero o vaquera, muñequeras de clavos, camisetas de Iron Maiden y el pelo más bien largo, sin llegar a ser un melenudo. Uno de mis amigos de infancia optó por ir vestido de “mod". Pero no se nos hubiera ocurrido en la vida plantarnos delante de un presidente de los EE.UU o de Liechenstein de esa guisa. Y si se nos hubiera ocurrido, nuestros progenitores A y B nos lo habrían impedido por las buenas o por las malas.

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25.09.09

Lo que va del cardenal Schönborn al arzobispo Burke

Conozco pocos casos de cardenales, arzobispos u obispos cuya imagen se haya deteriorado tanto en tan poco tiempo como el del cardenal arzobispo de Viena, S.E.R Christoph Schönborn. Hubo quien le incluyó entre los papables en el último cónclave. Y si hace dos años me preguntan quién podría ser el sucesor de Benedicto XVI, salvo que el buen Dios nos haga el favor de conceder al actual Papa muchos más años de vida, sin duda habría incluido al cardenal austriaco entre los candidatos. Hoy pienso que su mejor destino sería como Prefecto de la Lavandería vaticana, dicasterio que yo aconsejaría crear para que el Papa pueda librarse de cardenales y prelados varios que amenazan con arrasar por donde quiera que pasan.

Así que yo recuerde, en los últimos doce meses hemos visto a ese cardenal participar en una misa con globos, confetis, guitarras y batería. Le hemos visto permanecer impasible ante el boicot al nombramiento por el Papa de un obispo auxiliar para una diócesis austriaca. Le acabamos de ver permanecer callado como una tumba ante la acusación, con datos ciertamente importantes, de ser, como poco, filomasónico. Y por si fuera poco, monseñor Andreas Laun, obispo auxilar de Salzsburgo, le ha puesto en evidencia delante de toda la Iglesia al anunciar que le llamó por teléfono para prohibirle participar en una marcha contra el aborto y a favor de la vida ante el ayuntamiento de Viena. Vamos, que sólo le falta seguir los pasos de Rowan Williams, primado anglicano, y hacerse druida.

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24.09.09

¿Otra vez lo del negacionismo de Williamson?

Desde que el Papa tuvo la “osadía” de levantar las excomuniones a los obispos lefebvristas, las maniobras arteras desde fuera y dentro de la Iglesia contra el Santo Padre han sido casi el pan nuestro de cada día. Desgraciadamente monseñor Williamson dio munición a los críticos del Papa al realizar unas declaraciones poniendo en duda la gravedad del holocausto nazi. Pero la propia Fraternidad Sacerdotal de San Pío X le mandó callar y le separó de la dirección de su seminario en Argentina. Como quiera que ni en el Credo de la Iglesia, ni en el Catecismo, ni en el Código de Derecho canónico existe el dogma del Holocausto nazi, pues no veo forma de que a Williamson se le pueda hacer más de lo que se le hizo. Que fue un bocazas está claro. Que lo que dijo era históricamente inaceptable y, estando todavía tan cercano en el tiempo, una provocación, también parece evidente. Pero no tenía nada que ver con las razones que llevaron a Juan Pablo II a excomulgar a monseñor Lefebvre y el resto de obispos de la FSSPX.

Ya en su día hubo polémica sobre si el Papa conocía o no esas declaraciones. Desde la Santa Sede se aseguró que no. Pues bien, hete aquí que al arzobispo de Estocolmo, que debe de tener tantos fieles católicos a su cargo como el párroco de Caná en Pozuelo (Madrid), va y dice que ellos ya informaron al Vaticano de las palabras de Williamson. Ante lo cual Lombardi ha vuelto a decir que el Papa no sabía nada.

Todo ello abre las siguientes posibilidades:

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21.09.09

Cuando la política interfiere en el derecho a la vida

Mucho se ha hablado y escrito sobre la “imperiosamente” necesaria separación entre Iglesia y Estado, entre el ámbito de la fe y el de la acción política. En cuanto algunos católicos explicamos que la fe, de existir, configura cualquier tipo de acción del que la profesa, se nos tilda de fundamentalistas que deseamos para nuestro país una especie de legislación similar a la sharia islámica en versión “católica”. La verdad es que estamos en un caso claro de extremos que se tocan. Por una parte, el de un modelo que busca hacer de la ley civil y penal un mero trasunto de la religión religiosa y por otra, el de un modelo que desprecia por completo cualquier condicionamiento moral que venga dado por una tradición religiosa que ha conformado la civilización sobre la que se pretende aplicar dicho modelo.

Tenemos ejemplos de a qué conducen dichos extremos. En Italia un musulmán acaba de asesinar a su hija, ya mayor de edad, por haberle deshonrado al largarse a vivir con su novio “católico". Lo que en el país transalpino es un crimen, en muchos países musulmanes se vería como la cosa más normal del mundo. De hecho, la madre de la asesinada justifica lo que ha hecho su marido. Por otra parte, en España estamos a punto de que a las jóvenes entre 16 y 18 años se les permita abortar sin permiso paterno. Es decir, un modelo admite que un padre acabe con la vida de una hija rebelde y el otro anima a que las menores se pasen por el forro la autoridad paterna para asesinar a sus hijos.

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