Carta de 45 profesores y sacerdotes sobre la  Amoris Laetitia

Se indican 19 proposiciones reprobables

Carta de 45 profesores y sacerdotes sobre la Amoris Laetitia

El 11 de julio de 2016 se publicó una nota de prensa en la que Joseph Shaw, profesor en Oxford, como portavoz de un grupo de 45 profesores y sacerdotes, daba a conocer el envío a todos los cardenales de una carta con la petición de que soliciten al papa Francisco la condena de los principales errores a que pueden ser inducidos los lectores de la Amoris Laetitia.

(InfoCatólica) El portavoz del grupo explicó las razones por las que no se quería hacer público el texto de la carta ni los nombres de los firmantes. El National Catholic Reporter dio a conocer los nombres de los firmantes el 22 de julio. Finalmente, la carta se publicó íntegramente por The Australian el 27 de julio. En España, Religión Digital publicó la nota de prensa (13-07-2016), las firmas (27-07-2016) y las 19 censuras (30-07-2016) .

El grupo de profesores y sacerdotes católicos remitió un documento al cardenal Angelo Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio, solicitando que los Cardenales y Patriarcas de la Iglesia Católica pidan a Su Santidad el papa Francisco que repruebe un listado de 19 proposiciones erróneas que pueden deducirse en una «lectura natural» de la exhortación apostólica post-sinodal Amoris laetitia. En las siguientes semanas la petición sería hecha llegar en diversos idiomas a cada uno de los 218 Cardenales y Patriarcas.

«No estamos acusando al Papa de herejía», dijo Joseph Shaw, «pero consideramos que numerosas proposiciones de Amoris laetitia pueden interpretarse como heréticas en una lectura natural del texto». El Papa podría aclarar la confusión creada, condenando esos errores. En este sentido, los 45 profesores y sacerdotes piden a los Cardenales y Patriarcas que soliciten al papa Francisco que condene «de forma definitiva y final» esas interpretaciones erróneas que pueden deducirse de tales contenidos de la AL.

La carta al cardenal Sodano, contiene un análisis teológico de la «autoridad» y los «peligros» generales de Amoris laetitia, seguida por un listado de 19 proposiciones del documento acompañadas por las interpretaciones que se extraen de una lectura «natural o inmediata» de dichos pasajes, tal y como los entendería un «lector medio».

Asimismo, a cada uno de estos 19 puntos y sus correspondientes interpretaciones se aplica una censura teológica que se refiere a i), el contenido de cada interpretación; y ii), los efectos supuestamente peligrosos de dicha exégesis. Y en cada punto analizado se añade una breve relación de citas de la Biblia y del Magisterio conciliar o pontificio para reafirmar la doctrina católica.

[N.de E. Todavía no se ha publicado ninguna versión oficial en español del análisis teológico. Ofrecemos a continuación una traducción no oficial, realizada por el Equipo de traductores de InfoCatólica].

La exhortación apostólica Amoris Laetitia: una crítica teológica

La exhortación apostólica Amoris laetitia, publicada por el papa Francisco el 19 de marzo de 2016 y dirigida a obispos, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, matrimonios cristianos y a todos los fieles laicos, ha causado dolor y confusión a muchos católicos por su aparente disconformidad con una serie de enseñanzas de la Iglesia Católica en materia de fe y moral. Esta situación plantea un peligro grave para las almas. Dado que, tal como enseña Santo Tomás de Aquino, el inferior está obligado a corregir públicamente al superior cuando existe un peligro inminente para la fe (Summa Theologiae, IIa IIae q. 33 a. 4 ad 2; a. 7), y por cuanto los fieles católicos tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia (Código de Derecho Canónico Latino, canon 212, §3), los teólogos católicos tienen el deber estricto de pronunciarse contra los aparentes errores del documento. La finalidad de la presente declaración sobre Amoris Laetitia es cumplir dicho deber y colaborar con la jerarquía de la Iglesia para hacer frente a esta situación.

La autoridad de Amoris laetitia

Por su carácter oficial, Amoris laetitia puede suponer un peligro grave para la fe y la moral de los católicos. Aunque una exhortación apostólica está comprendida, por lo general o principalmente, en el ámbito de la potestad de gobierno pastoral, habida cuenta de la interrelación entre las potestades de enseñanza y gobierno, también está incluida, de forma indirecta, en la potestad magisterial. Asimismo puede contener pasajes directamente magisteriales, que se indican claramente como tales. Este fue el caso de exhortaciones apostólicas anteriores, como Evangelii nuntiandi, Familiaris consortio y Reconciliatio et paenitentia.

Si bien no existe ningún obstáculo per se para que el Papa se sirva de una exhortación apostólica a fin de impartir, con carácter infalible, enseñanzas sobre fe y moral, Amoris Laetitia no contiene ninguna enseñanza infalible, ya que ninguna de sus declaraciones cumple los estrictos requisitos que deben concurrir en una definición infalible. Por tanto, se trata de una forma de ejercicio no infalible del magisterio papal.

Algunos comentaristas han afirmado que el documento no contiene enseñanzas magisteriales propiamente dichas, sino únicamente reflexiones personales del Papa acerca de los temas tratados. Aun en el caso de que fuera cierta, esta tesis no anularía el riesgo que el documento plantea para la fe y la moral. Si el Supremo Pontífice manifiesta una opinión personal en un documento magisterial, se da a entender así de forma implícita que dicha opinión es legítima para los católicos. En consecuencia, muchos católicos llegarán a creer que dicha opinión es efectivamente compatible con la fe y la moral católica. Como consecuencia del respeto atribuido a los pronunciamientos del Romano Pontífice, algunos católicos concluirán que esa opinión no sólo es admisible, sino también cierta. De este modo, si la opinión de que se trata no resulta en realidad compatible con la fe o la moral católica, dichos católicos rechazarán las enseñanzas de la Iglesia en materia de fe y moral en la medida en que se vean afectadas por tal opinión. En caso de que la opinión se refiera a cuestiones de moral, el resultado práctico para el comportamiento de los católicos será el mismo con independencia de que consideren que la opinión es legítima o verdaderamente cierta. Una opinión sobre cuestiones morales que el Supremo Pontífice sostenga de forma verdadera y legítima podrá ser seguida legítimamente por los católicos. Así pues, la creencia de que una posición moral es legítima inducirá a los católicos a creer que es legítimo actuar como si fuera cierta. Cuando los fieles tengan una fuerte motivación para actuar de ese modo, tal como les sucede a aquellos que se encuentran en situaciones afectadas por las cuestiones aquí examinadas, la mayoría de los católicos actuarán en ese sentido. Este factor es importante para la evaluación de Amoris laetitia, ya que esta Exhortación entra en cuestiones morales concretas.

Sin embargo, no es cierto que Amoris laetitia pretenda únicamente expresar las opiniones personales del Papa. El documento contiene afirmaciones que recogen opiniones personales del actual Santo Padre: ahora bien, tales afirmaciones no son incompatibles con las posiciones que el propio documento presenta como enseñanzas de la Iglesia. Gran parte del documento consiste en enunciados directos, categóricos e imperativos que no hacen referencia alguna a las opiniones personales del Santo Padre y que, por tanto, revisten la forma de enseñanzas magisteriales. Esta forma del documento propiciará que los católicos crean que tales afirmaciones no son simplemente permisibles, sino que son enseñanzas del magisterio auténtico que requieren el obsequio religioso de la voluntad y el entendimiento, es decir, enseñanzas que no sólo exigen de los fieles un silencio respetuoso acompañado de un desacuerdo interior, sino un verdadero asentimiento interior. (1)

(1) Cf. Lucien Choupin, Valeur des décisions doctrinales et disciplinaires du Saint-Siège, 2ª ed. (París: Beauchesne, 1913), pp. 52-55; y A.-M. Aubry, Obéir ou assentir? De la «soumission religieuse» au magistère simplement authentique, París, DDB, collection «Sed Contra», 2015.

Los peligros de Amoris Laetitia

En el siguiente análisis no se niega ni cuestiona la fe personal del papa Francisco. No es justificable ni legítimo negar la fe de un autor sobre la base de un único texto, especialmente en el caso del Supremo Pontífice. Hay otras razones por las que el texto de Amoris laetitia no puede considerarse como una razón suficiente para sostener que el Papa ha incurrido en herejía. El documento es extremadamente largo y es probable que buena parte de su texto original haya sido elaborado por un autor o autores distintos del papa Francisco, como es normal en los documentos papales. Las afirmaciones de dicho documento que contradicen a primera vista la fe podrían obedecer a un simple error por parte del papa Francisco, y no a un rechazo voluntario de la fe.

Ahora bien, en lo que se refiere al documento en sí, no hay duda de que plantea un peligro grave para la fe y la moral católica. Recoge numerosas afirmaciones cuya vaguedad o ambigüedad admite interpretaciones contrarias a la fe o la moral, o que dan a entender, sin formularla expresamente, una proposición contraria a la fe y la moral. Contiene también afirmaciones cuyo significado natural parece contrario a la fe y la moral.

Las proposiciones recogidas en Amoris laetitia no están formuladas con precisión técnica. Ello puede resultar beneficioso para la muy reducida proporción de católicos que disponen de formación académica en teología, ya que podrán discernir que las afirmaciones de Amoris laetitia no requieren el obsequio religioso de la voluntad y el entendimiento, ni un silencio respetuoso. Para que un enunciado magisterial sea vinculante de este modo, se requiere una formulación precisa y una forma jurídica adecuada, condiciones que, por lo general, el documento no reúne. No obstante, es perjudicial para la inmensa mayoría de católicos que carecen de formación teológica y no conocen suficientemente las enseñanzas católicas en los temas de los que trata la exhortación apostólica. La imprecisión de las proposiciones del documento favorece que sean interpretadas en contra de las enseñanzas reales de la Iglesia Católica y la revelación divina, y en el sentido de que justifican o requieren el abandono de tales enseñanzas por los católicos, en la teoría y en la práctica. Algunos cardenales, obispos y sacerdotes, traicionando sus deberes ante Jesucristo y el cuidado de las almas, ya están ofreciendo interpretaciones de este tipo.

El problema de Amoris laetitia no estriba en que haya establecido normas jurídicas vinculantes intrínsecamente injustas ni en que imparta con autoridad enseñanzas vinculantes que sean falsas. El documento no tiene autoridad para promulgar leyes injustas ni para exigir el asentimiento a enseñanzas falsas, porque el Papa no tiene potestad para realizar estos actos. El problema del documento consiste en que puede inducir a error a los católicos de manera que crean doctrinas falsas y realicen actos prohibidos por derecho divino. El documento está redactado en términos que no son jurídica o teológicamente exactos, pero ello no es óbice para evaluar su contenido, puesto que ni la formulación más precisa puede conferir estatus legal y doctrinal a pronunciamientos contrarios al derecho divino y la revelación divina. La importancia del documento radica en los efectos perniciosos que puede producir sobre la vida moral y la fe de los católicos. La naturaleza de dichos efectos dependerá del significado que la mayoría de los católicos atribuyen al documento (y este será el significado que aquí se examine), y no de su significado determinado mediante criterios teológicos precisos. Las proposiciones de Amoris laetitia merecedoras de censura deben condenarse, pues, según el sentido que el lector medio puede atribuir a sus palabras. A estos efectos, por «lector medio» se entiende aquel que no fuerza el sentido de las palabras del documento en ninguna dirección, sino que da por correcto el sentido natural o la impresión inmediata del significado de las palabras.

Procede reconocer que algunas de las proposiciones censuradas son contradichas en otros pasajes del documento y que Amoris laetitia contiene muchas enseñanzas valiosas. Algunos pasajes de Amoris laetitia suponen una contribución importante a la defensa y predicación de la fe. La crítica de Amoris laetitia que aquí se presenta posibilita que esos valiosos elementos surtan su verdadero efecto, separándolos de los elementos problemáticos del documento y neutralizando los consiguientes peligros para la fe.

Por razones de justicia y claridad teológica, esta crítica sobre los fragmentos perjudiciales de Amoris laetitia adoptará la forma de una censura teológica de los pasajes concretos que adolecen de deficiencias.

Estas censuras han de entenderse en el sentido tradicionalmente sostenido por la Iglesia (2) y se aplican a los pasajes prout iacent, es decir, tal como se encuentran. Las proposiciones censuradas son tan perjudiciales que no se pretende elaborar una lista completa de las censuras aplicables. La mayoría de las proposiciones, si no todas, caen bajo las censuras aequivoca, ambigua, obscura, praesumptuosa, anxia, dubia, captiosa, male sonans, piarum aurium offensiva, así como aquellas otras que se hacen constar. En la lista figuran censuras: i) que tienen por objeto el contenido de la proposición censurada, y ii) que tienen por objeto los efectos perjudiciales de las proposiciones. Mediante estas censuras no se pretende elaborar una lista exhaustiva de los errores que cabe detectar a través de una lectura razonable de Amoris laetitia. Se pretende señalar las amenazas más graves que presenta el documento para la fe y la moral católica. Las proposiciones censuradas se dividen entre aquellas que son heréticas y aquellas objeto de una censura menor. Las proposiciones heréticas, censuradas como haeretica, son aquellas que contradicen proposiciones de la revelación divina y definidas mediante un acto solemne como verdades de la revelación divina, por el Romano Pontífice pronunciándose ex cathedra, o por el colegio de los obispos reunido en Concilio, o enseñadas infaliblemente por el Magisterio ordinario y universal. Se hacen constar las proposiciones objeto de una censura menos grave que la herejía y que suponen un riesgo especialmente grave para la fe y la moral.

Las censuras de estas proposiciones no son censuras de actos administrativos, legislativos o doctrinales del Supremo Pontífice, dado que las proposiciones censuradas no constituyen ni pueden constituir ese tipo de actos. Las censuras configuran una petición filial al Supremo Pontífice solicitando que adopte un acto jurídico y doctrinal definitivo y final por el que se condenen las proposiciones censuradas.

Por último, algunos de los teólogos firmantes de la presente carta se reservan el derecho de introducir ligeros ajustes en algunas de las censuras dirigidas contra ciertas proposiciones: sus firmas deben entenderse en el sentido de que creen que todas estas proposiciones han de ser objeto de censura y que están de acuerdo en general con las censuras aquí propuestas.

(2) Véase H. Quilliet, Censures doctrinales, DTC II, 2101-2113, y la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Comentario doctrinal sobre la fórmula conclusiva de la Professio fidei, 29 de junio de 1998.

Censuras teológicas de proposiciones extraídas de la Exhortación Apostólica Amoris laetitia

[N. de E. La traducción no oficial de las «Censuras teológicas de proposiciones extraídas de la exhortación apostólica Amoris laetitia» fue publicada por Religión Digital el 30 de julio de 2016. Nosotros le hemos añadido las citas bíblicas y de magisterio, que fundamentan las censuras]

A. Proposiciones heréticas

1).

La Iglesia ... «rechaza con firmeza la pena de muerte» (Amoris laetitia, 83).

Entendida en el sentido en que la pena de muerte es siempre y dondequiera que sea injusta en sí misma y por lo tanto no puede ser debidamente infligida por el Estado:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Perniciosa.

Gen. 9:6: «Quien derrame la sangre de un hombre, por otro hombre será su sangre derramada; porque a imagen de Dios hizo Él al hombre» *

Ver también: Lev. 20-1; Deut. 13, 21-22; Mt. 15:4; Mc. 7:10; Jn. 19:11; Rom. 13:4; Heb. 10:28; Innocent I, Letter to Exsuperius, PL 120: 499A-B; Innocent III, Profession of Faith prescribed for the Waldensians, DH ** 7954; Pius V, Catechism of the Council of Trent, commentary on the 5th commandment; Pius XII, Address to the First International Congress of Histopathology of the Nervous System, AAS 44 (1952): 787; John Paul II, Catechism of the Catholic Church, 2267.

* Las referencias de la Escritura están tomadas de la Vulgata o la neo-Vulgata. [N. de E. Hemos traducido solo las frases bíblicas citadas textualmente, ateniéndonos a la Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española; Madrid, 2011]

**Todas las referencias al Denzinger están tomadas de la 43ª edición [N. de E. La sigla empleada es DH, que corresponde a Denzinger - Hünermann]

2).

Es importante ser claros en el rechazo de toda forma de sometimiento sexual (AL, 156).

Entendida como no simplemente negando que la esposa le deba una obediencia servil a su marido o que el marido tiene una autoridad sobre su esposa que es lo mismo que la autoridad parental, sino también negando que el marido no tenga ningún tipo de autoridad sobre su mujer, o negando que la esposa no tenga ningún deber de obedecer las órdenes legítimas de su marido en virtud de su autoridad como marido:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Prava, perniciosa.

Ef. 5:24: «Como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo»

Ver también: 1 Cor. 11:3; Col. 3:18; Tit. 2:3-5; 1 Pe. 3:1-5; Pius V, Catechism of the Council of Trent, commentary on the sacrament of matrimony; Leo XIII, Arcanum, ASS 12 (1879): 389; Pius XI, Casti connubii, AAS 22 (1930): 549 (DH 3708-09); John XXIII, Ad Petri cathedram, AAS 51 (1959): 509-10.

3).

San Pablo la recomendaba [la virginidad] porque esperaba un pronto regreso de Jesucristo, y quería que todos se concentraran sólo en la evangelización: «El momento es apremiante» (1 Co 7,29) ... Más que hablar de la superioridad de la virginidad en todo sentido, parece adecuado mostrar que los distintos estados de vida se complementan, de tal manera que uno puede ser más perfecto en algún sentido y otro puede serlo desde otro punto de vista (AL, 159).

Entendida como negando que un estado de vida virginal consagrado a Cristo sea superior, considerado en sí mismo, al estado de matrimonio cristiano:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Perniciosa, suspensiva gravis resolutionis.

Concilio de Trento, Sesión 24, can 10: «Si alguno dijere que el estado conyugal debe anteponerse al estado de virginidad o de celibato, y que no es mejor y más perfecto permanecer en virginidad o celibato que unirse en matrimonio, sea anatema» (DH 1810).

Ver también: Mt. 19: 12, 21; 1 Cor. 7:7-8, 38; 2 Tes. 2:1-2; Apoc. 14:4; Council of Florence, Decree for the Jacobites, DH 1353; Pius X, Response of the Biblical Commission, DH 3629; Pius XII Sacra virginitas, AAS 46 (1954): 174; 2nd Vatican Council, Decree Optatam totius, 10.

4).

San Juan Pablo II proponía la llamada «ley de gradualidad» con la conciencia de que el ser humano «conoce, ama y realiza el bien moral según diversas etapas de crecimiento». No es una «gradualidad de la ley», sino una gradualidad en el ejercicio prudencial de los actos libres en sujetos que no están en condiciones sea de comprender, de valorar o de practicar plenamente las exigencias objetivas de la ley (AL, 295).

Ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante. Los límites no tienen que ver solamente con un eventual desconocimiento de la norma. Un sujeto, aun conociendo bien la norma, puede tener una gran dificultad para comprender «los valores inherentes a la norma» o puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar otras decisiones sin una nueva culpa (AL, 301).

Entendida como significando que una persona justificada no tiene la fuerza, con la gracia de Dios, como para seguir las exigencias objetivas de la ley divina, como si cualquiera de los mandamientos de Dios fuera imposible para los justificados; o como significando que la gracia de Dios, cuando produce la justificación del individuo, no produce invariablemente, y de su propia naturaleza, la conversión de todo pecado serio, o no es suficiente para la conversión de todo pecado serio:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Impia, blasphema.

Concilio de Trento, Sesión 6, can 18: « Si alguno dijere que los mandamientos de Dios son imposibles de guardar, aun para el hombre justificado y constituido bajo la gracia, sea anatema» (DH 1568).

Ver también: Gen. 4:7; Deut. 30:11-19; Ecclesiasticus 15: 11-22; Mc. 8:38; Lc. 9:26; Heb. 10:26-29; 1 Jn. 5:17; Zosimus, 15th (or 16th) Synod of Carthage, canon 3 on grace, DH 225; Felix III, 2nd Synod of Orange, DH 397; Council of Trent, Session 5, canon 5; Session 6, canons 18-20, 22, 27 and 29; Pius V, Bull Ex omnibus afflictionibus, On the errors of Michael du Bay, 54, (DH 1954); Innocent X, Constitution Cum occasione, On the errors of Cornelius Jansen, 1 (DH 2001); Clement XI, Constitution Unigenitus, On the errors of Pasquier Quesnel, 71 (DH 2471); John Paul II, Apostolic Exhortation Reconciliatio et paenitentia 17: AAS 77 (1985): 222; Veritatis splendor 65-70: AAS 85 (1993): 1185-89 (DH 4964-67).

5).

Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio (AL, 297).

Entendida como significando que ningún ser humano puede, o será, condenado al castigo eterno en el infierno:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Scandalosa, perniciosa.

Mt. 25: 46: «Y éstos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna»

Ver también: Mt. 7:22-23; Lc. 16: 26; Jn. 17:12; Apoc. 20:10; 16th Synod of Toledo (DH 574); 4th Lateran Council, DH 801; Benedict XII, Constitution Benedictus Deus, DH 1002; Council of Florence, decree Laetentur caeli, DH 1306; John Paul II, Letter of the Congregation for the Doctrine of the Faith, Recentiores episcoporum, AAS 71 (1979): 941; Catechism of the Catholic Church, 1033-37.

6).

Acojo las consideraciones de muchos Padres sinodales, quienes quisieron expresar que «los bautizados que se han divorciado y se han vuelto a casar civilmente deben ser más integrados en la comunidad cristiana en las diversas formas posibles, evitando cualquier ocasión de escándalo. La lógica de la integración es la clave de su acompañamiento pastoral, para que no sólo sepan que pertenecen al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sino que puedan tener una experiencia feliz y fecunda. Son bautizados, son hermanos y hermanas, el Espíritu Santo derrama en ellos dones y carismas para el bien de todos. Su participación puede expresarse en diferentes servicios eclesiales: es necesario, por ello, discernir cuáles de las diversas formas de exclusión actualmente practicadas en el ámbito litúrgico, pastoral, educativo e institucional pueden ser superadas. Ellos no sólo no tienen que sentirse excomulgados, sino que pueden vivir y madurar como miembros vivos de la Iglesia, sintiéndola como una madre que les acoge siempre, los cuida con afecto y los anima en el camino de la vida y del Evangelio (AL, 299).

Entendida como significando que los divorciados y vueltos a casarse por lo civil, que eligen su situación con pleno conocimiento y pleno consentimiento de la voluntad, no están en un estado de pecado serio, y pueden recibir la gracia santificante y crecer en la caridad:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Scandalosa, prava, perversa.

Mc. 10:11-12: «Él les dijo: Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio».

Ver también: Ex. 20:14; Mt. 5:32, 19:9; Lc. 16:18; 1 Cor. 7: 10-11; Heb. 10:26-29; Council of Trent, Session 6, canons 19-21, 27 (DH 1569-71, 1577); Session 24, canons 5 and 7 (DH 1805, 1807); Innocent XI, Condemned propositions of the ‘Laxists’, 62-63 (DH 2162-63); Alexander VIII, Decree of the Holy Office on ‘Philosophical Sin’, DH 2291; John Paul II, Veritatis splendor, 65-70: AAS 85 (1993): 1185-89 (DH 4964-67).

7).

Ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante. Los límites no tienen que ver solamente con un eventual desconocimiento de la norma. Un sujeto, aun conociendo bien la norma, puede tener una gran dificultad para comprender «los valores inherentes a la norma» o puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar otras decisiones sin una nueva culpa (AL, 301).

Entendida como significando que un creyente católico puede tener pleno conocimiento de una ley divina y voluntariamente elegir violarla, pero no estar en un estado de pecado mortal como resultado de este acto:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Prava, perversa.

Concilio de Trento, Sesión 6, canon 20: «Si alguno dijere que el hombre justificado y cuan perfecto se quiera, no está obligado a la guarda de los mandamientos de Dios y de la Iglesia, sino solamente a creer, como si verdaderamente el Evangelio fuera simple y absoluta promesa de vida eterna, sin la condición de observar los mandamientos, sea anatema» (DH 1570).

Ver también: Mc. 8:38; Lc. 9:26; Heb. 10:26-29; 1 Jn. 5:17; Council of Trent, session 6, canons 19 and 27; Clement XI, Constitution Unigenitus, On the errors of Pasquier Quesnel, 71 (DH 2471); John Paul II, Apostolic Exhortation Reconciliatio et paenitentia 17: AAS 77 (1985): 222; Veritatis splendor, 65-70: AAS 85 (1993): 1185-89 (DH 4964-67).

8).

Ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante. Los límites no tienen que ver solamente con un eventual desconocimiento de la norma. Un sujeto, aun conociendo bien la norma, puede tener una gran dificultad para comprender «los valores inherentes a la norma» o puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar otras decisiones sin una nueva culpa (AL, 301).

Entendida como diciendo que una persona con pleno conocimiento de una ley divina puede pecar al elegir obedecer esa ley:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Prava, perversa.

Sal. 18:8: «El precepto del Señor es fiel e instruye a los ignorantes».

Ver también: Ecclesiasticus 15:21; Council of Trent, session 6, canon 20; Clement XI, Constitution Unigenitus, On the errors of Pasquier Quesnel, 71 (DH 2471); Leo XIII, Libertas praestantissimum, ASS 20 (1887-88): 598 (DH 3248); John Paul II, Veritatis splendor, 40: AAS 85 (1993): 1165 (DH 4953).

9).

Pero esa conciencia puede reconocer no sólo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo (AL, 303).

Entendida como significando que la conciencia puede reconocer que actos condenados por el Evangelio, y en particular, actos sexuales entre católicos que tras un divorcio han vuelto a casarse por lo civil, a veces pueden ser correctos moralmente o reclamados o mandados por Dios:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Scandalosa, prava, perversa, perniciosa, impia, blasphema.

Concilio de Trento, Sesión 6, canon 21: «Si alguno dijere que Cristo Jesús fue por Dios dado a los hombres como redentor en quien confíen, no también como legislador a quien obedezcan, sea anatema» (DH 1571).

Concilio de Trento, Sesión 24, canon 2: « Si alguno dijere que es lícito a los cristianos tener a la vez varias mujeres y que esto no está prohibido por ninguna ley divina, sea anatema» (DH 1802).

Concilio de Trento, sesión 24, canon 5: «Si alguno dijere que, a causa de herejía o por cohabitación molesta o por culpable ausencia del cónyuge, el vínculo del matrimonio puede disolverse, sea anatema» (DH 1805).

Concilio de Trento, sesión 24, canon 7: «Si alguno dijere que la Iglesia yerra cuando enseñó y enseña que, conforme a la doctrina del Evangelio y de los Apóstoles, no se puede desatar el vínculo del matrimonio por razón de adulterio de uno de los cónyuges; y que ninguno de los dos, ni siquiera el inocente, que no dio causa para el adulterio, pueda contraer nuevo matrimonio mientras viva el otro cónyuge; y que adultera lo mismo el que después de repudiar a la adúltera se casa con otra, como la que después de repudiar al adúltero se casa con otro, sea anatema» (DH 1807).

Ver también: Ps. 5:5; Ps. 18:8-9; Ecclesiasticus 15:21; Heb. 10:26-29; Stgo. 1:13; 1 Jn. 3:7; Innocent XI, Condemned propositions of the ‘Laxists’, 62-63 (DH 2162-63); Clement XI, Constitution Unigenitus, On the errors of Pasquier Quesnel, 71 (DH 2471); Leo XIII, encyclical letter Libertas praestantissimum, ASS 20 (1887-88): 598 (DH 3248); Pius XII, Decree of the Holy Office on situation ethics, DH 3918; 2nd Vatican Council, Pastoral Constitution Gaudium et spes, 16; John Paul II, Veritatis splendor, 54: AAS 85 (1993): 1177; Catechism of the Catholic Church, 1786-87.

10).

Ruego encarecidamente que recordemos siempre algo que enseña santo Tomás de Aquino, y que aprendamos a incorporarlo en el discernimiento pastoral: «Aunque en los principios generales haya necesidad, cuanto más se afrontan las cosas particulares, tanta más indeterminación hay [...] En el ámbito de la acción, la verdad o la rectitud práctica no son lo mismo en todas las aplicaciones particulares, sino solamente en los principios generales; y en aquellos para los cuales la rectitud es idéntica en las propias acciones, esta no es igualmente conocida por todos [...] Cuanto más se desciende a lo particular, tanto más aumenta la indeterminación». Es verdad que las normas generales presentan un bien que nunca se debe desatender ni descuidar, pero en su formulación no pueden abarcar absolutamente todas las situaciones particulares (AL, 304).

Entendida como significando que los principios y verdades morales contenidos en la revelación divina y en la ley natural no incluyen prohibiciones negativas que condenan absolutamente ciertos tipos de actos bajo cualquier y cada circunstancia:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Scandalosa, prava, perversa.

Juan Pablo II, Veritatis splendor 115: «Cada uno de nosotros conoce la importancia de la doctrina que representa el núcleo de las enseñanzas de esta encíclica y que hoy volvemos a recordar con la autoridad del sucesor de Pedro. Cada uno de nosotros puede advertir la gravedad de cuanto está en juego, no sólo para cada persona sino también para toda la sociedad, con la reafirmación de la universalidad e inmutabilidad de los mandamientos morales y, en particular, de aquellos que prohiben siempre y sin excepción los actos intrínsecamente malos» (DH 4971).

Ver también: Rom. 3:8; 1 Cor. 6: 9-10; Gal. 5: 19-21; Apoc. 22:15; 4th Lateran Council, chapter 22 (DH 815); Council of Constance, Bull Inter cunctas, 14 (DH 1254); Paul VI, Humanae vitae, 14: AAS 60 (1968) 490-91. John Paul II, Veritatis splendor, 83: AAS 85 (1993): 1199 (DH 4970).

11).

Comprendo a quienes prefieren una pastoral más rígida que no dé lugar a confusión alguna. Pero creo sinceramente que Jesucristo quiere una Iglesia atenta al bien que el Espíritu derrama en medio de la fragilidad: una Madre que, al mismo tiempo que expresa claramente su enseñanza objetiva, «no renuncia al bien posible, aunque corra el riesgo de mancharse con el barro del camino» (AL, 308).

Entendida como significando que Nuestro Señor Jesucristo quiere que la Iglesia abandone su disciplina perenne de denegar la eucaristía a los divorciados y vueltos a casarse y de denegar la absolución a los divorciados y vueltos a casarse que no expresen ninguna contrición por su estado de vida y el propósito firme de enmienda en lo que a ello concierne:

i). Haeretica, sacrae Scripturae contraria.

ii). Scandalosa, prava, perversa, impia, blasphema.

1 Cor. 11:27: «De modo que quien coma del pan y beba del cáliz del Señor indignamente, es reo del cuerpo y de la sangre del Señor».

Familiaris consortio, 84: «La reconciliación en el sacramento de la penitencia –que les abriría el camino al sacramento eucarístico– puede darse únicamente a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concretamente que cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, –como, por ejemplo, la educación de los hijos– no pueden cumplir la obligación de la separación, «asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos»

2º Concilio laterano, canon 20: «Como quiera que entre las otras cosas hay una que sobre todo perturba a la santa Iglesia, que es la falsa penitencia, avisamos a nuestros hermanos y presbíteros que no permitan que sean engañadas las almas de los laicos por las falsas penitencias y arrastradas al infierno. Ahora bien, consta que hay falsa penitencia cuando, despreciados muchos pecados, se hace penitencia de uno sólo, o cuando de tal modo se hace de uno, que no se apartan de otro» (DH 717).

Ver también: Mt. 7:6; Mt. 22: 11-13; 1 Cor. 11:28-30; Heb. 13:8; Council of Trent, session 14, Decree on Penance, cap. 4; Council of Trent, session 13, Decree on the most holy Eucharist (DH 1646-47)); Innocent XI, Condemned propositions of the ‘Laxists’, 60-63 (DH 2160-63); John Paul II, Catechism of the Catholic Church, 1385, 1451, 1490

B. Proposiciones que caen bajo censuras menores

12).

San Juan Pablo II proponía la llamada «ley de gradualidad» con la conciencia de que el ser humano «conoce, ama y realiza el bien moral según diversas etapas de crecimiento». No es una «gradualidad de la ley», sino una gradualidad en el ejercicio prudencial de los actos libres en sujetos que no están en condiciones sea de comprender, de valorar o de practicar plenamente las exigencias objetivas de la ley (AL, 295).

Entendida como significando que los actos libres que no realizan las exigencias objetivas de la ley divina puede ser buenos moralmente:

i). Erronea in fide.

ii). Scandalosa, prava.

1 Jn. 3:4: «Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley».

Ver también: Leo XIII, Libertas praestantissimum, ASS 20 (1887-88): 598 (DH 3248); John Paul II, Veritatis splendor, 40: AAS 85 (1993): 1165 (DH 4953).

13).

«Dos lógicas recorren toda la historia de la Iglesia: marginar y reintegrar [...] El camino de la Iglesia, desde el concilio de Jerusalén en adelante, es siempre el camino de Jesús, el de la misericordia y de la integración [...] El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre» (AL, 296).

Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio. (AL, 297).

Entendida como significando que en circunstancias en las cuales el transgresor no cesa de cometer una ofensa la Iglesia no tiene el poder o el derecho de infligir castigos o condenas sin remitirlos o suspenderlos, o que la Iglesia no tiene el poder o el derecho de condenar y anatematizar a individuos después de su muerte:

i). Erronea in fide.

ii). Scandalosa, perniciosa, derogans praxi sive usui et disciplinae Ecclesiae.

1983 Code of Canon Law, can. 1358: «The remission of a censure cannot be granted except to an offender whose contempt has been purged».

3rd Council of Constantinople, Condemnation of the Monothelites and of Pope Honorius I: «En cuanto a ellos, es decir, a aquéllos de los cuales rechazamos las doctrinas impías, hemos juzgado que sus nombres igualmente debían ser borrados de la santa Iglesia: a saber, los nombres de Sergio...que osó sostener en sus escritos esta doctrina; de Ciro de Alejandría, de Pirro, Pablo y Pedro, los cuales tuvieron el encargo episcopal en la sede de esta ciudad protegida de Dios, y siguieron sus mismas doctrinas; y también de Teodoro, antiguo obispo de Farán. De todas estas mencionadas personas hizo memoria Agatón, el santísimo y tres veces beatísimo papa de la antigua Roma, en la carta que mandó al piísimo...emperador, y los rechazó como partidarios de enseñanzas contrarias a nuestra recta fe; y hemos establecido que éstos sean igualmente sometidos a anatema. Pero con ellos concordamos en disociar de la santa Iglesia de Dios y a castigar con anatema también a Honorio, que fue papa de la antigua Roma» (DH 550).

Ver también: 2nd Council of Constantinople, canons 11-12; Lateran Synod, canon 18 (DH 518-20); Leo II, letter Regi regum, DH 563; 4th Council of Constantinople, canon 11; Council of Florence, Decree for the Jacobites DH 1339-1346; Benedict XV, 1917 Code of Canon Law, canons 855, 2214, 2241:1 and 2257; John Paul II, 1983 Code of Canon Law, canons 915 and 1311; Code of Canon Law for Eastern Churches, canon 1424:1.

14).

Los divorciados en nueva unión, por ejemplo, pueden encontrarse en situaciones muy diferentes, que no han de ser catalogadas o encerradas en afirmaciones demasiado rígidas sin dejar lugar a un adecuado discernimiento personal y pastoral. Existe el caso de una segunda unión consolidada en el tiempo, con nuevos hijos, con probada fidelidad, entrega generosa, compromiso cristiano, conocimiento de la irregularidad de su situación y gran dificultad para volver atrás sin sentir en conciencia que se cae en nuevas culpas. (AL, 298).

Entendida como significando que las personas que están casadas por lo civil a otra persona que no sea su verdadero cónyuge pueden manifestar la virtud cristiana al ser fiel sexualmente a su pareja civil:

i). Erronea in fide.

ii). Scandalosa.

1 Cor. 7:10-11: «A los casados les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido; pero si se separa, que permanezca sin casarse o que se reconcilie con su marido; y que el marido no repudie a su mujer».

Ver también: Gen. 2: 21; Mal. 2:15-16; Mt. 5:32, 19:9; Mc. 10:11-12; Lc. 16:18; Heb. 13:4; Letter Quam laudabiliter of Leo I, DH 283; Letter Regressus ad nos of Leo I, DH 311-14; Letter Gaudemus in Domino of Innocent III, DH 777-79; 2nd Council of Lyons, Profession of Faith of Emperor Michael Palaeologus (DH 860); Council of Trent, Session 24 canons 5, 7; Pius Vl, Rescript. ad Episc. Agriens., 11th July 1789; Arcanum, ASS 12 (1879-80): 388-94; Pius XI, Casti connubii, AAS 22 (1930): 546-50 (cf. Dz 3706-10); John Paul II, Apostolic Exhortation Familiaris consortio, 19, 80-81, 84: AAS 74 (1982) 92-149; Catechism of the Catholic Church, 1643-49.

15).

La Iglesia reconoce situaciones en que «cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, –como, por ejemplo, la educación de los hijos– no pueden cumplir la obligación de la separación» (AL, 298) (Nota 329) En estas situaciones, muchos, conociendo y aceptando la posibilidad de convivir «como hermanos» que la Iglesia les ofrece, destacan que si faltan algunas expresiones de intimidad «puede poner en peligro no raras veces el bien de la fidelidad y el bien de la prole» (N.B. Esta última frase entre comillas aplica a las parejas divorciadas y vueltas a casarse una declaración del Concilio Vatican II, Gaudium et Spes, 51, que sólo se refiere a las parejas válidamente casadas).

Entendida como aprobando que las parejas divorciadas y vueltas a casarse por lo civil tienen una obligación de fidelidad sexual el uno al otro en vez de a su verdadero esposo, o que viviendo «como hermanos» puede ser o bien una ocasión culpable de pecado contra aquella supuesta obligación, o bien una causa culpable de daño a sus hijos:

i) Erronea in fide.

ii) Scandalosa, prava, perversa.

Eclesiástico 15:20: «A nadie obligó Él a ser impío, y a nadie dio permiso para pecar».

Ver también: Rom. 3:8, 8: 28; 1 Tes. 4:7; Stgo. 1:13-14; John Paul II, Veritatis splendor, 79-83: AAS 85 (1993): 1197-99 (cf. DH 4969-70).

16).

Puesto que «el grado de responsabilidad no es igual en todos los casos», las consecuencias o efectos de una norma no necesariamente deben ser siempre las mismas (AL, 300) (Nota 336) Tampoco en lo referente a la disciplina sacramental, puesto que el discernimiento puede reconocer que en una situación particular no hay culpa grave.

A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado -que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno- se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda crecer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia (AL, 305) (Nota 351) En ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos. Por eso, «a los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar de la misericordia del Señor». Igualmente destaco que la Eucaristía «no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles».

Entendida como diciendo que la ausencia de la culpa grave debido a una responsabilidad disminuida puede permitir la admisión a la eucaristía en casos de personas divorciadas y vueltas a casarse por lo civil que no se separan, ni se comprometen a vivir en continencia perfecta, pero que se mantienen en un estado objetivo de adulterio y bigamia:

i). Erronea in fide, falsa.

ii). Scandalosa.

Juan Pablo II, Familiaris consortio 84: «La Iglesia, no obstante, fundándose en la Sagrada Escritura reafirma su práxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez. Son ellos los que no pueden ser admitidos, dado que su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la Eucaristía. Hay además otro motivo pastoral: si se admitieran estas personas a la Eucaristía, los fieles serían inducidos a error y confusión acerca de la doctrina de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio.

La reconciliación en el sacramento de la penitencia –que les abriría el camino al sacramento eucarístico– puede darse únicamente a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concretamente que cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, –como, por ejemplo, la educación de los hijos– no pueden cumplir la obligación de la separación, «asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos».»

1 Jn. 2:20: «Vosotros estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis».

Ver también: Ez. 3:17; Mt. 28:20; 1 Cor. 11:27-29; Ef. 5:30-32; 2nd Lateran Council, DH 717; Paul V, Rituale Romanum, 49; Benedict XIV, Confirmation of the Synod of the Maronites; Encyclical letter Ex omnibus; Benedict XV, 1917 Code of Canon Law, canon 855; John Paul II, 1983 Code of Canon Law, canon 915; Congregation for the Doctrine of the Faith, Letter to bishops of the Catholic Church concerning the reception of Eucharistic communion by those faithful who after a divorce have entered a new marriage, AAS 86 (1994): 974-79; Code of Canon Law for Eastern Churches, canon 712; Catechism of the Catholic Church, 1650, 2390; Congregation for the Doctrine of the Faith, Concerning Some Objections to the Church’s Teaching on the Reception of Holy Communion by Divorced and Remarried Members of the Faithful, in «Documenti e Studi», On the Pastoral Care of the Divorced and Remarried, Vatican City 1998, pp. 20-29; Pontifical Council for Legislative Texts (PCLT), «Declaration Concerning the Admission to Holy Communion of Faithful who are Divorced and Remarried»; Benedict XVI, Apostolic Exhortation Sacramentum caritatis 29: AAS 99 (2007), 128-29.

17).

Los divorciados en nueva unión, por ejemplo, pueden encontrarse en situaciones muy diferentes, que no han de ser catalogadas o encerradas en afirmaciones demasiado rígidas sin dejar lugar a un adecuado discernimiento personal y pastoral. Existe el caso de una segunda unión consolidada en el tiempo, con nuevos hijos, con probada fidelidad, entrega generosa, compromiso cristiano, conocimiento de la irregularidad de su situación y gran dificultad para volver atrás sin sentir en conciencia que se cae en nuevas culpas. (AL, 298).

Entendida como significando que los divorciados y vueltos a casarse por lo civil pueden o bien pecar o bien exponerse de forma culpable a la ocasión de pecar al abstenerse de relaciones sexuales de acuerdo con la doctrina y disciplina perennes de la Iglesia:

i). Temeraria, falsa.

ii). Scandalosa, prava, derogans praxi et disciplinae Ecclesiae.

Eclesiástico 15:16: «Si quieres, guardarás los mandamientos y permanecerás fiel a su voluntad».

Ver también: 1 Cor. 7:11, 10:13; John Paul II, Veritatis splendor, 102-03: AAS 85 (1993): 1213-14; Apostolic Exhortation Familiaris consortio, 84, AAS 74 (1982) 92-149; Catechism of the Catholic Church, 1650; Benedict XVI, Apostolic Exhortation Sacramentum caritatis 99 (2007), 128-29.

18).

También está el caso de los que han hecho grandes esfuerzos para salvar el primer matrimonio y sufrieron un abandono injusto, o el de «los que han contraído una segunda unión en vista a la educación de los hijos, y a veces están subjetivamente seguros en conciencia de que el precedente matrimonio, irreparablemente destruido, no había sido nunca válido» (AL, 298).

Si entendida como significando que la certeza subjetiva en conciencia acerca de la invalidez de un previo matrimonio es suficiente por sí misma como para eximir de culpa o pena legal a aquellos que contraen un nuevo matrimonio cuando su previo matrimonio está reconocido por la Iglesia como válido:

i). Temeraria, falsa.

ii). Scandalosa.

Concilio de Trento, Sesion 24, canon 12: « Si alguno dijere que las causas matrimoniales no tocan a los jueces eclesiásticos, sea anatema» (DH 1812).

Ver también: Leo XIII, Arcanum, ASS 12 (1879), 393; John Paul II, 1983 Code of Canon Law, canons 1059-60, 1085.

19).

La enseñanza de la teología moral no debería dejar de incorporar estas consideraciones (AL, 311).

Entendida como significando que la enseñanza de la teología moral en la Iglesia católica debe presentar como probables o verdades cualquiera de las proposiciones más arriba censuradas:

i). Falsa.

ii). Scandalosa, prava, perversa, perniciosa.

Mat. 5:19: «El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos».

Ver también: Is. 5:20; Mt. 28:20; 1 Tim. 6:20; Stgo. 3:1; Pius IX, Bull Ineffabilis Deus, DH 2802; 1st Vatican Council, Constitution Dei Filius, cap. 4 (DH 3020); Pius X, Motu Proprio Sacrorum antistitum, DH 3541; 1st Vatican Council, Constitution Dei Filius, cap. 4 (DH 3020); Congregation for the Doctrine of the Faith, Iusiurandum fidelitatis in suscipiendo officio nomine ecclesiae exercendo, AAS 81 (1989): 106; Congregation for the Doctrine of the Faith, Donum veritatis, On the ecclesial vocation of the theologian, AAS 82 (1990): 1559; John Paul II, Veritatis splendor, 115-16: AAS 85 (1993): 1223-24; Benedict XVI, Congregation for the Doctrine of the Faith, Notification on the Works of Father Jon Sobrino SJ, 2 (DH 5107).

Listado completo de firmantes

[N.de E. El listado fue publicado por el National Catholic Reporter]

Dr. Jose Tomas Alvarado, Associate Professor, Institute of Philosophy, Pontifical Catholic University of Chile

Rev. Fr Scott Anthony Armstrong, PhD, Brisbane Oratory in formation

Rev. Claude Barthe

Rev. Ray Blake, Parish priest of the diocese of Arundel and Brighton

Fr. Louis-Marie de Blignieres FSVF, Doctor of Philosophy

Dr. Philip Blosser, Professor of Philosophy, Sacred Heart Major Seminary, Archdiocese of Detroit

Mgr. Ignacio Barreiro Carambula, STD, JD, Chaplain and Faculty Member of the Roman Forum

Rev. Fr Thomas Crean OP, STD, Holy Cross parish, Leicester

Fr. Albert-Marie Crignion FSVF, Doctor designatus of Theology

Robert de Mattei, Professor of History of Christianity, European University of Rome

Cyrille Dounot JCL, Professor of Law, the University of Auvergne, Ecclesiastical advocate, archdiocese of Lyon

Fr. Neil Ferguson OP, MA, BD, Lecturer in sacred Scripture, Blackfriars Hall, University of Oxford

Dr. Alan Fimister STL, PhD, Assistant Professor of Theology, St. John Vianney Seminary, archdiocese of Denver

Luke Gormally, Director Emeritus, The Linacre Centre for Healthcare Ethics, Sometime Research Professor, Ave Maria School of Law, Ann Arbor, Michigan; Ordinary Member, The Pontifical Academy for Life

Carlos A. Casanova Guerra, Doctor of Philosophy, Full Professor of Universidad Santo Tomas de Chile

Rev. Brian W Harrison OS, MA, STD, Associate Professor of Theology (retired), Pontifical University of Puerto Rico; Scholar-in-Residence, Oblates of Wisdom Study Center, St. Louis, Missouri; Chaplain, St. Mary of Victories Chapel, St. Louis, Missouri

Rev. Simon Henry BA (Hons), MA, Parish priest of the archdiocese of Liverpool

Rev. John Hunwicke, Former Senior Research Fellow, Pusey House, Oxford; Priest of the Ordinariate of Our Lady of Walsingham

Peter A. Kwasniewski PhD, Philosophy, Professor, Wyoming Catholic College

Dr. John RT Lamont STL, D.Phil

Fr. Serafino M. Lanzetta, PhD, Lecturer in Dogmatic Theology, Theological Faculty of Lugano, Switzerland, Priest in charge of St Mary’s, Gosport, in the diocese of Portsmouth

Dr. Anthony McCarthy, Visiting Lecturer in Moral Philosophy at the International Theological Institute, Austria

Rev. Stephen Morgan D.Phil (Oxon), Lecturer & Tutor in Theology, Maryvale Higher Institute of Religious Sciences

D. Alfredo Morselli STL, Parish priest of the archdiocese of Bologna

Rev. Richard A Munkelt PhD, Chaplain and Faculty Member, Roman Forum

Fr. Aidan Nichols OP, PhD, Formerly John Paul II Lecturer in Roman Catholic Theology, University of Oxford, Prior of the Convent of St. Michael, Cambridge

Fr. Robert Nortz MMA, STL, Director of Studies, Monastery of the Most Holy Trinity, Massachusetts (Maronite)

Rev. John Osman MA, STL, Parish priest in the archdiocese of Birmingham, former Catholic chaplain to the University of Cambridge

Christopher D. Owens STL (Cand.), Adjunct Instructor, Faculty of Theology and Religious Studies, St. John’s University (NYC), Director, St Albert the Great Center for Scholastic Studies

Rev. David Palmer MA, Ordinariate of Our Lady of Walsingham, Chair of Marriage and Family Life Commission, Diocese of Nottingham

Dr. Paolo Pasqualucci, Professor of Philosophy (retired), University of Perugia

Dr. Claudio Pierantoni, Professor of Medieval Philosophy in the Philosophy Faculty of the University of Chile, Former Professor of Church History and Patrology at the Faculty of Theology of the Pontificia Universidad Catolica de Chile, Member of the International Association of Patristic Studies

Fr. Anthony Pillari JCL (Cand.), Priest of the archdiocese of San Antonio, chaplain to Carmelite nuns

Prof. Enrico Maria Radaelli, International Science and Commonsense Association (ISCA), Department of Metaphysics of Beauty and Philosophy of Arts, Research Director

Dr. John C. Rao, DPhil (Oxford), Associate Professor of History, St. John’s University (NYC), Chairman, Roman Forum

Fr. Reginald-Marie Rivoire FSVF, Doctor designatus of canon law

Rt. Rev Giovanni Scalese CRSP, SThL, DPhil, Ordinary of Afghanistan

Dr. Joseph Shaw, Fellow and Tutor in Philosophy at St. Benet’s Hall, Oxford University

Dr. Anna M. Silvas, FAHA, Adjunct research fellow, University of New England, NSW, Australia

Michael G. Sirilla, PhD, Professor of Systematic and Dogmatic Theology, Franciscan University of Steubenville

Professor Dr Thomas Stark, Phil.-Theol. Hochschule Benedikt XVI, Heiligenkreuz

Rev. Glen Tattersall, Parish priest, Parish of Bl. John Henry Newman, archdiocese of Melbourne, Rector, St. Aloysius’ Church

Giovanni Turco, Professor of the Philosophy of Public Law, University of Udine

Fr. Edmund Waldstein OCist., Vice-Rector of the Leopoldinum seminary and lecturer in moral theology at the Phil.-Theol. HochschuleBenedikt XVI, Heiligenkreuz

Nicholas Warembourg, Professeur agrege des facultes de droit, Ecole de Droit de la Sorbonne – Universite Paris 1

 

92 comentarios

josep
poner los puntos sobre las íes.........
23/08/16 8:21 PM
Martin Ellingham
Para Francisco Suárez, el célebre Doctor Eximio, la legitimidad de la pena de muerte (cuestión distinta a su oportunidad, prudencial) es de fide.
Saludos.
23/08/16 8:52 PM
Juan Andrés
Ignoro absolutamente si existe algún tipo de procedimiento previsto para estos casos o qué debe hacer el cuerpo de cardenales en esta situación. Lo que si creo que, como el tiempo es superior al espacio al decir del destinatario de la nota, pasará una gran cantidad de él antes que se pueda tener alguna noticia al respecto. Si pudiera la suscribo.
23/08/16 8:58 PM
Rexjhs
Necesaria, muy necesaria Carta, que restablece la sana doctrina tan gravemente dañada por AL. Coincide, punto por punto, con los análisis que desde Infocatolica hemos hecho al alimón tanto los blogueros (con el padre Iraburu y Luis Fernando a la cabeza) como los comentaristas. Echo de menos la presencia de firmantes españoles. Tengo que decir, no obstante, que ante la preocupación que Amoris Laetitia supone entre los sacerdotes y teólogos fieles al magisterio de la Iglesia, un silencio de Francisco al respecto sería clamoroso y habría que interpretarlo como un rechazo del mismo. Y eso sería gravísimo
23/08/16 9:13 PM
pacomio
¡muchas gracias por publicar este esclarecedor documento!!
23/08/16 9:23 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Quiera Dios que los Cardenales y Patriarcas de la Iglesia Católica no hagan oídos sordos a esta petición y que le transmitan al Papa Francisco la necesidad de considerar los errores presentes en la exhortación apostólica Amoris Laetitia. Y quiera Dios que el Papa aclare la confusión creada, condenando esos errores.
23/08/16 9:58 PM
José María Iraburu
Como decimos al principio de la noticia, ésta se ha ido dando en trozos sucesivos a lo largo de un mes.

!º.-Se publicó primero el hecho. 45 profesores, etc. sobre la AL. Sin más: ni firmantes, ni texto del documento. No sabemos ni quiénes son, ni qué dicen o piden exactamente.

2º.-Se publican los nombres de los firmantes. Pero no el texto.

3º.-Las 19 proposiciones reprobables son por fin publicadas, con las censuras correspondientes. Pero no se publican ni el texto ni los documentos conciliares y pontificios que fundamentan cada una de las 19 censuras.

4º.-InfoCatólica estimó conveniente no dar información sobre esta importante noticia hasta poder conocer y comunicar TODOS los elementos fundamentales que hoy damos: //El texto del análisis teológico de la AL completo y en español (lo hemos traducido íntegro) // Las 19 censuras teológicas sobre la AL // La documentación de Biblia y Magisterio que ampliamente fundamenta cada una de las censuras // y finalmente los nombres de los 45 firmantes.

Queda ahora por informar si la solicitud de este amplio grupo internacional de católicos, en su mayoría académicos, es o no atendida y en qué modo y grado.
23/08/16 10:34 PM
pablovelasco
Excepto en la proposición 3º todo de acuerdo.
No creo que la vocación al celibato sea superior o inferior a la matrimonial. Me parece clericalismo, y leyendo la teología del cuerpo de Juan Pablo II, he llegado a conclusiones distintas.
23/08/16 10:47 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Muchísimas gracias, InfoCatólica. Que el Espíritu Santo los siga iluminando y bendiciendo. Cuenten con mis oraciones.
23/08/16 10:48 PM
Gris Funcionario
Muy claro e irrebatible. ¿A qué se agarrarán los defensores de las interpretaciones heréticas? También a ellos no les quedará más recurso que pedir al Papa que confirme sus interpretaciones. Así que al final uno y otros estamos mirando al Papa... esperando...

Hay que rezar mucho por el Papa porque va a necesitar mucha humildad para aceptar la realidad que se le está mostrando, y para corregir y aclarar los contenidos problemáticos de la AL.

Gracias a Infocatolica por el esfuerzo de traducción y por la prudencia con que han tratado la noticia.
23/08/16 11:12 PM
Benigno Soto
pablovelasco

"No creo" en lo referente al nº 3.

Concilio de Trento, Sesión 24, can 10: «Si alguno dijere que el estado conyugal debe anteponerse al estado de virginidad o de celibato, y que no es mejor y más perfecto permanecer en virginidad o celibato que unirse en matrimonio, sea anatema» (DH 1810).

Su situación es grave.
Dios le ayude a salir de ella.
23/08/16 11:19 PM
Rosío
Aquí se cumple el dicho: QUERÉIS SER MÁS PAPISTAS QUE EL PAPA!! A nadie que sea CRISTIANO DE VERDAD,va a confundir lo que ha escrito el Papa en su encíclica.
23/08/16 11:24 PM
Facundo Reverente
Hay una clara advertencia al Papa. Se le viene a decir que lo que ha escrito no es herético, pero que si él mismo apoya una interpretación herética de lo que ha escrito, estará a un paso de incurrir en herejía.
23/08/16 11:33 PM
Muchas gracias a IC por esta información y el documento completo, es algo muy valioso.

La Carta es una buena iniciativa, sin embargo, es impensable, a mi juicio, que el responsable de la exhortación llegue a condenar sus propias ideas, porque, aún en la hipótesis de varios autores, no se firma algo que no se comparte.

Siendo esta la situación, hay que temer que los cardenales no hayan hecho nada, o si lo han hecho tampoco cabe esperar nada, las notas del cardenal Müller, siendo el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, para evitar todo lo que la Carta de los profesores censura, fueron a parar a la papelera (Sandro Magister).

En cualquier caso, han pasado casi dos meses y Amoris Laetitia sigue completa, con toda su carga de profundidad contra el Magisterio de la Iglesia Católica, y con los graves peligros de los que se alertan para la salvación de las almas. Por eso es tan importante que se difunda todo lo que puede ayudar a contrarrestar el daño.
23/08/16 11:51 PM
Ricardo de Argentina
Dios bendiga a los firmantes y a Infocatólica.
E ilumine al papa Francisco y a los cardenales y además y por sobre todo, les infunda el valor para hacer lo que deben.
24/08/16 1:26 AM
hornero (Argentina)
Verdaderamente hay que agradecer y felicitar a InfoCatólica por este esfuerzo y por la gran responsabilidad con que ha procedido. Estamos, en efecto, frente a un caso grave: una Exhortación Apostólica es cuestionada en 19 de sus proposiciones con calificativos de censura casi extremos por un grupo numeroso de expertos sacerdotes y laicos. He experimentado gran consuelo, porque creo reconocer la voz del Espíritu Santo que sopla donde quiere y donde debe. Era hora de denunciar con suficiente autoridad públicamente los errores de este documento. Sólo me permito decir ante esto que se hace perentorio el orar por el Papa, por su entorno y por la Iglesia toda, porque el enemigo abre delante nuestro sus profundas cavernas. La Virgen nos está alertando constantemente al respecto, y Cristo pide que Su Madre sea escuchada. Sólo de las manos de María, sólo respondiendo a sus llamados, caminaremos seguros hacia la Verdad y el Bien.
24/08/16 2:46 AM
antonio
Muchas gracias infocatólica!!!!Esta todo muy solido expresado, con gran conocimiento doctrinal.

Mis pensamientos está contenidos en los comentarios, de los pensadores de está página.


Que Dios lo bendiga y lo haga con la Iglesia.

Que reine la Caridad, que como falta, como lo afirme en el post de Bruno, resultado de la apostasia.
24/08/16 3:05 AM
alexis
La firmarían muchos más académicos y reconocidos clérigos, incluidos españoles, si se les hubiese pedido su adhesión. Pero, supongo, que la idea no era el número de los firmantes y sí la contundencia de los argumentos.
"Conozcan debidamente los alumnos las obligaciones y la dignidad del matrimonio cristiano, que simboliza el amor entre Cristo y la Iglesia; pero comprendan la excelencia mayor de la virginidad consagrada a Cristo..." Optatam totius (Concilio Vaticano II)
24/08/16 7:10 AM
Joaquín
"No estamos acusando al Papa de herejía pero consideramos que numerosas proposiciones de Amoris laetitia pueden interpretarse como heréticas".

Y luego criticarán a los teólogos disidentes por defender cosas como "el disenso fiel". Los firmantes de este lamentable manifiesto son unos hipócritas. Porque lo que están haciendo es ni más ni menos que eso que niegan hacer: acusar al Papa de hereje.
24/08/16 9:09 AM
Luisillo
Carta absurda y poco cercana a la realidad eclesial. Se parecen a esos que provocaron el concilio de Jerusalén, queriendo imponer la circuncisión a todos los creyentes.

Lo siento por ellos, porque el cristianismo NO ES cumplir una serie de normas. Y no, la Amoris Laetitia no es herética.

"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas...!"
24/08/16 9:52 AM
juvenal
Curioso, sólo una mujer
24/08/16 10:07 AM
Alberto
Sería muy deseable ofrecer un análisis sobre lo que significan estas censuras, la finalidad que persiguen, etc.
24/08/16 10:13 AM
Juan Mariner
Las dos primeras "proposiciones" definen muy bien a sus autores, les ha traicionado su ideología, porque es ideología lo que rezuma la carta con interpretaciones rebuscadas hasta el absurdo. El Papa Francisco es muy claro si se parte de "la alegría del amor".

Pena de muerte: hay que entenderla como la "legítima defensa del Estado" (agresión ilegítima con respuesta proporcionada), y no ir más allá (un ejemplo sería que se te colaran por la frontera bandas organizadas del país vecino con el fin de invadirte e irte aniquilando). Pero, ¡cuidado!, porque el Estado liberal y el Estado marxista, con las leyes de aborto provocado, consideran que hay que aplicar la pena de muerte a los no nacidos a fin de garantizar su estabilidad demográfica con padres voluntarios que llevan al quirófano subvencionado a sus hijos.

La segunda proposición nos sitúa de lleno en el Antiguo Testamento, parece que a los autores de la carta el Nuevo Pacto no les haya afectado en lo más mínimo.

Una lástima de documento. No hay ningún español firmante. Es bueno que se expongan las dudas, pero no son dudas lo que leemos: es una visión retorcida del catolicismo.
24/08/16 10:14 AM
javier
Sinceramente, no me gusta el tono inquisitorial de esta carta:
Perversa, blasfema, escandalosa... ¡Solamente falta mandarlo a la hoguera!. ¿Es que se os ha nublado el entendimiento?
AL no es un texto doctrinal, porque el Papa Francisco ha reiterado una y otra vez que no quería hacer doctrina. Solamente por esa razón, ya es imposible que su Santidad caiga en herejía.
Podrá gustar más o menos, pero es una carta pastoral, en la que se expresan los problemas de la familia actual y se dan pautas prudenciales para acercar la Iglesia a los alejados. Quien quiera ver en el pontificado y en los textos del Papa Francisco lo que no hay, se desacredita a si mismo.
De hecho, así ha sido entendida por todo el colegio apostólico desde el principio, quedando de manifiesto por la recepción que se ha hecho del texto.
Instar al Papa a que hable "claramente", es decir, a hacer doctrina, me parece una temeraria provocación. El Espíritu Santo nos ha dado este Papa, con una tremenda fuerza apostólica en signos y gestos, que quiere abrir las puertas de las Iglesias, ponerlas en misión, "armar lío",... y vienen aquí los doctos de la ley a ver si le "pillan" en un renuncio. No sigo.
24/08/16 10:20 AM
Una
Gracias.
24/08/16 10:26 AM
rastri
pablovelasco

Excepto en la proposición 3º todo de acuerdo.
No creo que la vocación al celibato sea superior o inferior a la matrimonial. Me parece clericalismo, y leyendo la teología del cuerpo de Juan Pablo II, he llegado a conclusiones distintas.
___________

Tú, pablovelasco, no lo creerás. Pero estos sí que lo creen: Y ya muchos lo experimentan a plena luz-

Apocalipsis 14,4…3

Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. 4Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. 5En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha.
24/08/16 10:55 AM
Miguel García Cinto
Gracias a Infocatolica por tan sólida información y no menor formación, gracias a su Presidente, Director y colaboradores, sin olvidar al gran racimo de comentaristas, que enriquecen tanto la información como la formación.
Paz y Bien.
24/08/16 10:55 AM
Antonio1
Esta carta no irá a ninguna parte y dice mucho de la catadura moral, del fundamentalismonhermeneutico y de la fuerte ideologizacion de sus firmantes.
24/08/16 10:57 AM
Luis Cecilio Perales Rodas
Un comentario nada más: ni la carta ni la lista se escribieron para ser publicadas, porque lo último que se pretendía con ellas era escandalizar a nadie (en el sentido técnico de la palabra). Lo que sucede es que hubo una filtración interesada al progresista NCR, de la que se hizo eco nuestro RD, que es su equivalente chusco en lengua española. Ambos publicaron todo sin el menor sentido eclesial, simplemente para hacer daño, tanto a la Iglesia, como a la fe de los católicos, como a los firmantes de la carta (especialmente a estos últimos, ya que lo que se pretendía en última instancia era señalarlos públicamente y hacerlos candidatos a una eventual purga ideológica; actividad ésta -la de la delación- que a los periodistas de Religión Digital les enamora, ellos sabrán por qué).

Pero en fin, supongo que una vez que el gato está fuera de la bolsa (como dicen los ingleses), no pasa nada por hacerse eco de la noticia.

Saludos.
24/08/16 11:43 AM
Luis Fernando
Aquél capaz de apaciguar tempestades, dar vista a los ciegos, resucitar a los muertos, ¿no va a ser capaz de ayudarte a dejar atrás los pecados que te alejan de Él?

Necesitamos apóstoles de la gracia que prediquen el poder de Dios para librarnos de toda situación de pecado mortal pertinaz. La verdadera misericordia no solo perdona. Libera de verdad.
24/08/16 11:59 AM
Thomas Hennigan
A pablovelasco: Lo que afirma es falso. Otro criterio de la ortodoxia de una doctina católica (además de una clara definición del Concilio de Trento) es la practica totalidad de la doctrina de los Padres de la Iglesia, basada en la misma doctrina evangélica y de San Pablo. No hay que yo sepa, y lo he estudiado, prácticmente ningún Padre de la Iglesia que niegue que la virginidad como estado de vida es en sí superior al matrimonio, no que los consagrados en la virginidad sean más santos y perfectos. Lo reafirma la Encíclica Sacra Virginitas del Papa Pío XII. Produzca usted, pues, textos de a Sagrada Escritura, Padres, Doctores, Papas o Concilios que avalan lo que afirma. Le aseguro que no los encontrará.
24/08/16 12:54 PM
Tito Livio
Sorprende que no haya ningún español. Aquí todos calladitos y aplaudiendo con las orejas cualquier barbaridad venida de Roma. Pues así va la Iglesia en España.
Otro sí. Amoris Laetitia no es el único documento infumable. Vultum Dei Quarare supone la destrucción de lo poco que queda de las ordenes religiosas contemplativas. Evangeli Gaudium contiene muchos de los errores que se manifiestan en Amoris y otros documentos. El Motu Proprio Mitis Iudex Dominus Iesus, sobre la reforma del proceso canónico para las causas de declaración de nulidad matrimonial, que supone reducir las garantías procesales para las nulidades. matrimoniales. Y así se podría continuar sin parar. Y por no citar las homilías donde Bergoglio desarrolla nuevas exégesis que en muchas ocasiones contradicen la enseñanza de la Iglesia. A modo de ejemplo, recordemos su exégesis sobre Judas, el pobrecito; o su exégesis sobre Jesucristo haciéndose el tonto mientras escribía o pintaba en el suelo con la Magdalena a sus pies y las gentes con las piedras en las manos. En fin. Todo un desaguisado que responde a su idea primigenia: armar lío.
24/08/16 12:58 PM
Tito Livio
Hay algunos comentaristas, como Javier o antonio 1, que lesx parece maravillosa esta exhortación y reafirman -a lo mejor pirque no se la han leido- que trata de los problemas de la familia actual. Nada mas lejos de la realidad. Esta exhortación trata sucintamente algunos de nos problemas pero se centra en la homosexualidad (que bueno que haya amor) enel concubinato y amancebamiento (que bueno que haya amor), en la infidelidad (que bueno que haya amor)... Y así, hay tanto, tanto amor que todos ellos no viven en pecado, y encima están en gracia, y... Pueden comulgar, cómo no!. ¡¡¡ grandes estos problemas para las familias!!! Uff y yo con cinco hijos y no me había enterado que los problemas que sufrimos día axdua don estos. Y mis amigos con 7 8 9 y 10 hijos les entra la risa floja cuando les digo que segun el papa nuestros problemas son esos... Que si unos casados se lían con otros y otras o todos juntitos y revueltos porque se aman mucho y fornican mucho y que quieren comulgar.
24/08/16 1:33 PM
juanra
La mayoría - por no decir todos - de los puntos que se tratan como heréticos, son los cimientos de la pastoral actual de casi toda la Iglesia.

Y digo casi toda, porque personalmente, y he tratado con mucha gente, muchos grupos y carismas, no sabría decir a ciencia cierta si conozco a alguien que no se sume personalmente de forma práctica consciente o inconsciente a algunos de los puntos anteriores.

En esta cuestión se ha tratado de una forma muy torpe. Se ha tratado como una lucha entre posiciones conservadoras y progresistas, una lucha dualista. Nada más lejos de la realidad.

En el mundo pretendidamente conservador, ciertamente se guardan más las formas, pero el FONDO, es muy similar. En estos ambientes de sotana y cleryman, pueden no admitir a la comunión a un casado civilmente, pero RARÍSIMAMENTE se le dirá que es a causa de su situación objetiva de pecado mortal, ni siquiera se reconocerá este hecho.

Es más, el lenguaje utilizado con estas personas será muy similar al que se lee en Amoris Laetitia, en la cual, debo reconocer, he encontrado muchas ideas y expresiones ya desgraciadamente familiares en ambientes supuestamente seguros. Es decir, ante casos de pecado mortal, se les dirá casi los mismo que AL, pero se les pedirá que no comulguen. Las razones que se esgrimirán no serán teológicas, sino que simplemente su situación es "irregular", es decir, que su pecado consiste en un simple formalismo exterior.
24/08/16 2:05 PM
Luisfer
Lamento esa carta profundamente. Fuertemente ideologizada, con argumentos retorcidos hasta el extremo.
Lógicamente sólo la firma una mujer. Es de suponer que a muy pocas les puede atraer el sometimiento al marido.
Ideología pura y dura. Hace unos meses comenzó la caza de brujas y es obvio que la diana es Francisco.
Vds. rezan para que el Papa corrija la AL pero les aseguro que hay millones de católicos que rezamos para que Francisco no cambie, para que siga abriendo la Iglesia al mundo, para que siga diciendo esas cosas que tanto les molestan y para que envíe el mensaje de Dios por encima de normas, concilios, argumentos teológicos y amenazas infernales.
Sólo espero que Dios prefiera el amor y la humildad a la ideología politizada.
24/08/16 2:15 PM
Solanelles
Es curioso que los comentaristas críticos con la carta sólo son capaces de proferir los insultos y descalificaciones habituales: fariseos, hipócritas, doctores de la Ley, ideologizados (a saber qué querrá decir con esto Antonio1), etc. Ni un solo argumento que demuestre en qué se equivocan los autores de la misiva. Por algo será, digo yo.

La excepción es Javier, que propone la curiosa tesis de que un Papa puede decir exactamente lo que le plazca mientras lo haga de forma no magisterial. Lo que presumiblemente significa que a Javier le parecería fenomenal y nada preocupante que, por ejemplo, Su Santidad concediese mañana una entrevista de las suyas y afirmara que la Resurrección no ocurrió realmente, toda vez que el Papa no sienta doctrina en sus declaraciones a la prensa.

Ah, y por cierto, Javier, esto de que la Amoris Laetitia no es magisterial cuénteselo usted a los fans del Papa Francisco, que tratan cada palabra que sale de sus labios como si fuese ex cathedra.
24/08/16 2:28 PM
Jaime Fernández de Córdoba
La carta parece rigurosa y las argumentaciones sólidas. Es respetuoso y constructivo. Los que prestan sus nombres nada tienen que ganar y arriesgan por buscar la verdad.
En asuntos que tocan al Papa no me gusta "mojarme", en este caso las intenciones del pontífice quedan a salvo por la calculada ambigüedad de Amoris laetitia.
24/08/16 2:33 PM
jordi
1. Veo que se trata de un texto inédito en la iglesia sin precedentes que conozca

2. Si parte o todo de lo que dice es cierto entonces ha habido un fallo en los equipos de detección de errores teológicos, tanto de la Doctrina de la Fe o bien de los teólogos del Papa

3. El documento fundamenta en fondo y forma las deficiencias de Amoris Laetitia, con lo que es obligada una rectificación, aclaración o interpretación oficial, pues la demora u omisión de la emisión de la acción debida, a medida que pase el tiempo, causará graves perjuicios en la Iglesia

4. Por el peso de sus argumentaciones. sirve para justificar una objeción de conciencia a su aplicación y desarrollo tanto a nivel parroquiano, congregacional y Diocesano.

5. Da la sensación que la hermenéutica de la ruptura del Concilio Vaticano II que denunció Benedicto XVI, ya ha llegado al vértice mismo de la Iglesia

6. El documento de denuncia de los errores abre unas perspectivas completamente inéditas en la Iglesia, porque dentro de la misma Iglesia no existen solo y únicamente 19 proposiciones erróneas, sino que durante estos decenios se han desarrollado cientos, quizás miles de proposiciones, acciones y omisiones erróneas, temerarias, peligrosas, contrarias a la doctrina e incluso heréticas en todos los ámbitos de la Iglesia, que son el culto la moral y el dogma
24/08/16 2:45 PM
Inés
Si algo me llena de santo gozo y le agradezco al Señor es que la Sabiduría se la otorga sólo a los pequeños y humildes. Y al leer esta petición me doy cuenta que sus autores no han sido beneficiados con Ella. A ninguno de los autores la gracia que reciben a raudales en los sacramentos les aprovecha porque Dios mismo se ha impuesto un límite a Si mismo en Su acción sobre Su criatura: el libre albedrio.

Pero hay esperanza, que los pequeños, esos a los cuales los autores consideran de mentes simples e incapaces de leer y oír con la Luz del Espíritu Santo lo que dice y enseña el Papa reparen por ellos para que se les conceda en forma extraordinaria abrirse a la acción santificante de la Gracia.
24/08/16 3:08 PM
Robinson Antonio Bedoya Vélez
Muchas gracias por también importantes análisis, y por la publicación, causa alivio.
24/08/16 3:11 PM
José Luis
"Armar lio" no es lo que ha pedido Jesucristo, sino de ordenar todas las cosas hacia Dios nuestro Señor.

Javier, son expertos los que han examinado atentamente Amoris leitia, y han encontrado una serie de errores. La Iglesia católica tiene la necesidad de salvaguardar la fe de los cristiano, y es lo que van haciendo, y nos ayuda a crecer en la verdad. Ciertamente, Amoris leititia, hay contradicciones contra la Palabra de Dios. Y los más estudiosos han encontrado errores contra el Sagrado Magisterio de la Iglesia Católica, los más atentos a Cristo, no les ha gustado como se ha omitido, verdades de Jesucristo, o tergiversando ciertas enseñanzas.

Tenemos que ser agradecidos a Infocatolica que nos está ayudando mucho en las verdades conforme a la Voluntad de Dios.

Los hermanos que llevan Infocatólica son de esos trabajadores eficientes que en vez de hacer lio, obedecen a Cristo, restaurar todas las cosas en Cristo, que era lo que nos enseñaban San Juan Pablo II y Benedicto XVI por ejemplo. Lo que nos debe importar es la Voluntad de Dios, el modernismo no es compatible con la fe católica.
24/08/16 3:28 PM
Néstor
Gracias a Dios y a los firmantes de la carta. Ésta es la voz de la doctrina católica de siempre, y no hay forma de negarlo. Querer otra doctrina distinta es querer otra fe y otra iglesia diferente.

Saludos cordiales
24/08/16 3:39 PM
Alfonso Carles
Para los que piden más "amor", "humildad" y "misericordia", y menos "normas, doctrina, teología y concilios", sepan que gracias a esas normas (10 mandamientos), doctrinas (Palabra de Dios), teología (apóstoles, santos, padres de la Iglesia) y Concilios hoy pueden llamarse católicos y creer en lo que creen: el amor, la humildad y la misericordia divina. Ideología no es creer en ellas, sino justamente, no creer; porque en definitiva la normas y la doctrina mandan todo lo que hace bien al hombre y evitan todo lo que le perjudica. Sin su conocimiento es imposible seguir a Cristo (Camino, Verdad y Vida) y evitar perderse en los callejones del pecado y el mal.
24/08/16 4:11 PM
jordi
Al padre Iraburu: recuerdo que hace un mes leí que los firmantes de las 19 proposiciones erróneas no querían dar sus nombres a conocer porque temían ser objeto de represalias, tanto en sus lugares de trabajo en la iglesia o en centros de educación cómo en relación con sus familiares. Quizás recuerdo también que no quisieron hacer público el documento para no dañar a la Iglesia con una grave polémica.

Los filtrantes han querido hacer un mal, pero en realidad nos han hecho un bien, pues han difundido un documento de muy alta calidad teológica y muy bien estructurado, un modelo y ejemplo de cómo se debe de actuar.

Y de venganzas dudo que exista alguna, pues entonces se vería la relación de causa y efecto.
24/08/16 4:18 PM
Miguel Ángel
Gracias Infocatolica por la traducción de esta carta, y por haberla puesto a disposición luego de contar con todos sus elementos (cuerpo, citas, firmantes, etc).
Es fuerte comprobar en este período, incluso en los mismos comentarios que hay en esta noticia, que muchos cristianos "adhieren" al Papa, por la imagen que tiene de él o lo que entienden que es un Papa, aún a costa de la misma Fe. Esta idea no se encuentra en ninguna parte del Magisterio, y diría que es especialmente rechazada por San Pablo en sus cartas. Tal vez, este efecto era al que tenían miedo muchos Padres conciliares al definir la infalibilidad en el CVI.
24/08/16 4:29 PM
Néstor
Me parece que ante todo los que critican esta carta deberían aclarar si están o no de acuerdo con que lo que se censura en ella es efectivamente censurable desde la doctrina católica.

Sin eso, todo quedaría en pura demagogia declaratoria y vacía.

En caso de que se esté de acuerdo con las censuras de las proposiciones censuradas, ¿qué problema habría en que el Papa refrendara esas censuras con un acto de su Magisterio?

¿Sería necesario? ¿Y cómo no, si tantos Cardenales, Obispos, Sacerdotes, teólogos y fieles de todo el mundo lo venimos reclamando desde que salió el documento?

¿Cómo no, si efectivamente, como se puede ver, el texto de la Exhortación se presta tantas veces a interpretaciones contrarias a la fe y la doctrina católicas?

Eso incluso ayudaría a una mejor comprensión de AL.

Por otra parte, suponiendo, sin concederlo, que AL no tiene ningún contenido doctrinal ¿qué problema habría en condenar estos errores doctrinales?

Saludos cordiales.
24/08/16 4:31 PM
Solanelles
Inés, ¿quién se ha creído que es usted para afirmar que a los autores de esta carta no les aprovecha la gracia recibida en los sacramentos? ¿Es usted su confesor? ¿Lo sabe acaso por una revelación privada? ¿O es usted Dios todopoderoso? ¿Ha leído usted la carta? ¿De dónde ha sacado usted que los autores falten el respeto a los pequeños y a los humildes? Ya que usted se las da de humilde, aplíquese el cuento y sea más prudente antes de juzgar al prójimo, si no es mucho pedir.
24/08/16 4:32 PM
W. F.
Dice Inés:

"A ninguno de los autores la gracia que reciben a raudales en los sacramentos les aprovecha porque Dios mismo se ha impuesto un límite a Si mismo en Su acción sobre Su criatura: el libre albedrio."

Corre usted el riesgo de juzgar (mal) y atribuir intenciones negativas a quienes han firmado la carta, además de determinar cuánto o no aprovecha la gracia o los dones que de Dios reciben. Eso Dios sólo lo sabe y tampoco nos importa, ni nos aprovecha.

Conozco algunos de los firmantes y son excelentes maestros, claros y dignos sacerdotes. Y supongo lo mismo de las otras personas que firman. Se agradece un poco más de respeto y menos emotividad a la hora de opinar.
24/08/16 4:40 PM
Braulio
Para los cristianos de edad avanzada que hemos intentado vivir fieles a la doctrina y moral de la Iglesia, la AL nos ha dejado perplejos. Donde se encuentra el libro de reclamaciones? Desearía que lo ofreciera Francisco.
24/08/16 4:40 PM
Pablovelasco
He estado buscando información, y Es cierto, es tradición de la iglesia el afirmar que el estado virginal es superior al conugal. Esté o no de acuerdo, acato esa proposición, la considero como verdadera, y me retracto de cualquier declaración en contra que haya hecho.
24/08/16 4:41 PM
Guillermo
No sé por qué los comentaristas se escandalizan con las calificaciones magisteriales. Una lectura al Denzinger revela que fue una forma habitual de los Papas de reprobar proposiciones problemáticas. ¿Por qué con Francisco debería ser diferente?

Las acusaciones sin argumentos no valen nada. Lo que gratis se afirma, gratis se niega. Antonio1, le reto a que desarrolle qué quiere decir con "fundamentalismo" (no logro captar la connotación negativa) y me señale características de unq ideología en la carta.
24/08/16 4:54 PM
Mikel
La carta es una maravilla. De verdad creo que sin estas almas enamoradas del Señor el mundo estaría mucho peor de lo que está. Gracias a todos los que han volcado tanto amor y esfuerzo en elaborarla, gracias InfoCatólica por difundirla traducida y gracias a cada uno de vosotros hermanos, realmente el Señor no permanece callado, ¡gloria a Dios!
Respondiendo al comentario de Javier, no se trata de pillar a Francisco en un renuncio, se trata de que hay una estrategia perfectamente orquestada por poderes dentro de la Iglesia (masonería eclesiástica) para consumar la abominación de la desolación, la bendición del pecado implícita en Amoris Laetitia no es ni más ni menos que situar al hombre en el lugar de Dios, exactamente el plan de Satanás desde el principio, y eso es peligrosísimo porque se hace oficial el rechazo al Cordero que quita el pecado del mundo y que nos rescata y nos devuelve al Padre celestial.
Si la Iglesia mantiene Amoris Laetitia tal como está, a pesar de las voces proféticas que se están alzando, me atrevo a asegurar que los pilares del mundo se nos van a venir encima de la noche a la mañana.
24/08/16 5:09 PM
Ana
Dios mío! No les entiendo. Toda la vida aferrandose de la autoridad papal y esgrimiéndola para lo que les ha convenido....y hoy resulta que le están discutiendo? Llamándole hereje? Que escándalo el que USTEDES causan. Francisco es la respuesta del Espíritu Santo. Ya no siembren confusión por facor.
24/08/16 5:20 PM
Lorenzo
Gracias a infocatotica por recordar los principios permanentes de la Iglesia.

No se puede ir adulterando poco a poco el mensaje de la Iglesia católica para adaptarse a los tiempos.

El mensaje de Jesucristo tiene sentido y fuerza en la radicalidad, no en las medias tintas.

Con éstas posturas tibias se puede ganar una palmadita en la espalda de los medios de comunicación contrarios al catolicismo, pero también se consigue un debilitamiento de la fe y la moralidad católica.

Creo que no merece la pena seguir las modas, mejor seguimos a Jesús.
24/08/16 5:26 PM
Ricardo de Argentina
El valor más grande que yo veo en esta medulosa y eruditísima carta (que los tiene muchos) es que desenmascara una estrategia sinuosa deliberadamente ambigüa: dar a entender herejías sin proclamarlas definitoriamente. Se juega con los límites. Se amaga sin concretar, pero ya el amague es cosa impropia. Y como bien señalan algunos comentaristas, esto se ha dado con una frecuencia alarmante a partir del advenimiento de Francisco la papado.

La fórmula que los autores de la carta han ideado me parece hábil e ingeniosa:
---
"...solicitando que los Cardenales y Patriarcas de la Iglesia Católica pidan a Su Santidad el papa Francisco que repruebe un listado de 19 proposiciones erróneas que pueden deducirse en una «lectura natural» de la exhortación apostólica post-sinodal Amoris laetitia..."
---

Eso de la "lectura natural" es lo que Néstor Martínez ha dejado muy claro en su blog: AL no dice expresamente ninguna herejía, pero "da a entender" unas cuantas. Por lo cual una "lectura natural" de la misma resulta peligrosísima.

Diré algo al respecto: NO ES ESTO PARA LO QUE NSJC DEJÓ UN VICARIO EN LA TIERRA. Creería más bien que fue para todo lo contrario: aclarar las confusiones y contradecir con definiciones tajantes lo que los hijos del demonio sugieren con medias palabras.
O dicho a la manera clásica: para confirmarnos en la fe.
Que es lo que se echa en falta en estos tristísimos tiempos de la Iglesia.
Maranata.
24/08/16 6:05 PM
carmelo
De algún modo se puede decir (viéndolo como dicen los/as ilustres: “entendida como significado, entendida como diciendo, como aprobando, como negando, como en un sentido”) que acoger erróneamente y con conocimiento (Hebreos 10,26-27) lo ambiguamente y oscurecido escrito en AL nos acercaremos temerariamente a “injuriar al mismo espíritu Santo” Mateo 12,31, de atribuirle imperfección, de despreciarlo, de encontrar auxilio en cosa distinta” cuando Este, que fluye de modo Sagrado en el Bautizo, el sacramento del Matrimonio y en la confección de los esposos, realmente actúa a su modo, formas y tiempos en medio de nuestra inmundicia quien se nos asegura como consolador, consejero, abogado, mediador, defensor de la iglesia que es santa formada también por pecadores pero que se muestran dóciles a la persona misma del Espíritu Santo, nuestro transformador de los actos espirituales y corporales. Una mala salida nos costara a esta generación, sin duda. 1 Juan 5,16.
Pero Jesus de Nazaert Vencio y vencio por siempre! y nos aseguro el Espiritu Santo y nos aseguro que guiados por el podremos ver el cielo abierto, los angeles de Dios y verlo sentado en el trono celestial" que cosa mas grande!! contra esa espernza, que nos quieren robar, la Virgen Maria nos protege hasta el ultimo dia! si la Virgen de las virgenes, virgen inmaculada. cualuqier otra esperanza es vana, fuego es riesgo!
24/08/16 6:13 PM
Ricardo de Argentina
LA retractación de Pablo Velasco lo honra. Demuestra que lo suyo fue apenas un error que todos podemos cometer y que de hecho cometemos más de una vez.
Distinto es el caso de otros comentaristas que reprueban fanáticamente esta carta y a sus autores, con lo cual se retratan. A mi juicio tienen un serio problema de deformación de la conciencia. Que no es un mero caso de ignorancia, porque los muy señorones pisan fuerte queriendo sentar cátedra. Eso no es ignorancia, eso es otra cosa.
Dios los ilumine.
24/08/16 6:14 PM
Rafael
Estos críticos que se rasgan las vestiduras, rayanos en un fanatismo dogmático (comparable a los islámicos o judíos más cerrados), pienso que a lo que apuntan es a provocar un cisma en la Iglesia. Ya hubo en otra épocas fanáticos que lo intentaron y arrastraron a muchos, pero la Iglesia igual se mantuvo, los fanáticos pasaron y casi nadie se acuerda de ellos. Probablemente deben haber unos cuantos masones metidos entre los firmantes. Fue más controversial el Concilio Vaticano II, tuvo mucho más críticos fundamentalistas, pero sin embargo, pasado el tiempo, de aquel Concilio salieron más aciertos que errores, si es que los tuvo, y fue fundamental para aggiornar la Iglesia a los nuevos tiempos, que de eso se tratan los Concilios. Lo que sí aquí hay una clara rebelión a la figura papal, cabeza de la Iglesia, que es lo que mantiene unida a la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
24/08/16 6:15 PM
Jorge
Mis más sinceras felicitaciones a Infocatolica por la manera de proceder en la publicación de esta historia. Con seriedad y caridad.

Gracias
24/08/16 6:30 PM
Lostrego
La frase de Jesus, el que me ama sigue mis mandamientos, Significa que los que intentamos seguirlos somos fariseos como pretenden algunos? Pues no, oh sorpresa!!!!! lo que dice es lo que dice, que los que intentamos cumplir los mandamientos es porque amamos a Jesus no dice que seamos hipocritas, fariseos y otras lindezas...
24/08/16 6:34 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Inés dice: "Si algo me llena de santo gozo y le agradezco al Señor es que la Sabiduría se la otorga sólo a los pequeños y humildes. Y al leer esta petición me doy cuenta que sus autores no han sido beneficiados con Ella".

De lo que deduzco que Inés es "pequeña y humilde" y que, por lo tanto, SÍ HA SIDO BENEFICIADA CON LA SABIDURÍA DIVINA". Razón por la cual está capacitada para señalar que los autores de la petición carecen de Ella.
24/08/16 7:39 PM
Albert L
Es la mejor noticia del año. Simplemente se pretende que el papa Francisco emita una declaración sobre párrafos dudosos, que si se interpretan según su "sentido natural" son herejías o incluso blasfemias.

Me hacen gracia las "críticas" de los contrarios a esta carta de peticion de aclaración. Sus "argumentos" son simplemente: fanáticos, fariseos, retorcidos, caza de brujas...

En fin, ¿no se dan cuenta que con estas cosas, que rayan el insulto, ponen de manifiesto su total falta de argumentos?

Me uno a la petición de una aclaración al papa Francisco.
24/08/16 7:41 PM
Pepito
Sí señor, muy bien hecho por estos 45 probos y doctos profesores y sacerdotes católicos. Contra ambigüedad petrina, claridad paulina.

No es ir en contra del Papa pedirle humildemente que aclare los pasajes de la AL que por su ambigüedad pueden ser interpretados por algunos de manera herética en contra del Magisterio y la Tradicción bimilenaria de la IC.
24/08/16 7:51 PM
Francisco Javier
Bueno basta con llamar "fariseo" a todo aquel que señala el error y asunto arreglado. A esto hemos llegado.
24/08/16 8:00 PM
ChemaV
Me gusta poner un ejemplo cuando se habla del pecado y la culpa: una mujer que es maltratada y violada por su esposo, que además maltrata a sus hijos, un día no puede soportarlo más, y lo mata. Posiblemente las circunstancias exijan decir que la culpa de esta mujer es muy pequeña, si es que es culpable. Pero la Iglesia (o cualquiera) no puede decir que, dependiendo del caso, matar al marido no es pecado, o que se le puede dar la comunión a la mujer que sólo ve esa salida, aunque no se arrepienta...¡porque entonces no queda un marido vivo! Cualquiera puede, en un momento dado, ver su situación insostenible, y entonces, aprovechar para matar al marido (o a la mujer, si el marido dice que lo maltrata), sin culpa. Veríamos sacerdotes que, conmovidos por el sufrimiento de la mujer, le podrían decir: "Es cierto, tu situación lo amerita: mata a tu marido. Tu tranquila"
Son casos distintos, es cierto, pero si matar a alguien es pecado grave, la Iglesia no puede decir: "Bueno, depende del caso"; si el adulterio es pecado grave, no puede decir: "Bueno, depende del caso". Acompañar espiritualmente, abrir el camino del perdón, siempre; pero no justificar ni quedarse con un "depende". Es imposible enseñar la verdad desde un "depende". Imposible, por tanto, amar si no hay verdad.
A mi me duele tener que decirle a alguien: "Mira, en tu situación no puedes comulgar", porque se está perdiendo las gracias de la comunión. Pero no puedo engañar a la gente sobre la verdad. Le hago más daño
24/08/16 8:22 PM
Anacoreta
Me parece una corrección fraterna digna de elogio expresada con sumo respeto al Papa, junto con un gran amor a Jesucristo y a su Iglesia. ¡Loado sea el Señor!
Gracias, Infocatolica.
24/08/16 8:22 PM
Miguel García Cinto
Luisfer:
Es sorprendente su comentario, lanza dardos envenenados descalificando el trabajo de un grupo de personas que desean clarificación en algunos contenidos ambiguos de AL, incluso critica la existencia de una sola mujer, igual desea que fueran muchas reverendas, en la Iglesia Catolica los reverendos son hombres, ya se que lo sabe.
De otra parte le recuerdo que otro papa, Benedicto XVI, expresa que el Papa no es un monarca absoluto cuya voluntad es ley; más bien es el custodio de la Antigua Tradición, y el primer garante de la obediencia.
Le recuerdo que ESCRITURA, TRADICIÓN y MAGISTERIO están tan estrechamente unidos entre si, que ninguno de ellos existe sin los otros.
Le deseo Paz y Bien.
24/08/16 9:27 PM
Guillermo
Ana, en tal caso no sería muy diferente del camino progresista: años de insumisión, llamando al Papa carca y de todo y ¡qué curioso! Ahora nos sujetamos firmemente. En definitiva es un camino seguro el que traza el progresismo para aquellos que viven en la ortodoxia, porque el progresismo es esencialmente heterodoxo. Siempre hemos de ir a la contra.

El desafío para Antonio1 y otros de la misma opinión sigue en pie.
24/08/16 9:32 PM
Yolanda O
Podría parecer algo serio, de no ser por el punto 2, don estos señores dejan claro que sólo les mueve su ideología talib por encima de lel amor a la Verdad, la fidelidad a la sana doctrina, el respeto al Magisterio y el sentido común. Con lo graves que son los fallos que señalan en otros puntos, tenían que dejar su tufillo enfermizamente misógino desde el principio, con una fundamentación tan endeble como reveladora.
24/08/16 9:44 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Ana: Muy sencillo. Si no te quieres escandalizar ni confundir con nuestros comentarios, no nos leas.

Lo único que pretende la carta de petición a la que se refiere el artículo es ayudarte a no confundirte cuando leas la exhortación apostólica Amoris laetitia. Pero, si no te resulta, tampoco la leas.

Bendiciones.
24/08/16 9:57 PM
JOSE IGNACIO LESACA ESEVERRI
No he leído toda esta publicación porque es un "peñazo", es demasiado larga. Pero me hago una idea del asunto. Lo único que yo puedo decir es lo que dijo don Fernando Sebastián Aguilar, cardenal y arzobispo emérito de Pamplona y Tudela. Y lo que él dijo es que AMORIS LAETITIA es un documento excelente. Y añadió que, en su opinión, ese documento llegará a ser normativo en la pastoral relacionada con el matrimonio (espero estar citando sus palabras con fidelidad: cito de memoria). Hombre, si esa es la opinión de un hombre tan fiel a la Iglesia, como don Fernando, y teólogo prestigioso, desde hace muchos años, como don Fernando... ¿Pues qué podría decir yo, que soy un tipo corriente, que tiene una buena formación doctrinal, pero de alcance más normalito? Añadiré que estoy leyendo AMORIS LAETITIA estos días, y me está pareciendo muy bueno. Tan solo echo en falta un poquito más de precisión del Santo Padre en algún que otro pasaje (por ejemplo, me gustaría que, cuando se refiere al aborto, en cierto lugar, lo hubiera dicho así de claro, con esa palabra). Pero nada que me suene a herejía ni cosas raras. Cosa, además, impensable en un Vicario de Cristo. Por cierto que, aunque no he terminado la lectura del documento (he terminado el capítulo cinco), me adelanté a leer el famoso capítulo octavo, que tanto llama la atención de algunas gentes. Y, hasta donde a mí se me alcanza, ese capítulo está muy bien. A mí me encantó, la verdad. Así, que estemos tranquilos. Dios guía al Papa.
24/08/16 10:20 PM
Ricardo de Argentina
Yolanda O, una de dos:
O este documente tiene, como dices, "un tufillo enfermizamente misógino",
O todo tu comentario está permeado por "un tufillo enfermizamente feminista".
¿Qué será? ¡Menuda cuestión, eh!

Sin embargo este aparente dilema va a resultar muy sencillo de resolver: abrimos la Biblia en las partes que los autores señalan ¡y asunto resuelto!. Porque si tú piensas que la Biblia tiene un tufillo misógino, entonces es que exudas un feminismo que no se soporta.
Al menos en portales católicos como éste.
24/08/16 10:41 PM
Fred
La carta está muy bien documentada, es aclaratoria, y está de acuerdo con el Magisterio de la Iglesia. Es importante que sigan habiendo voces formadas que digas las cosas claras. Y hay que advertir al cualquier sacerdote, obispo, cardenal o al mismo Papa, si enseñan sin claridad o erroneamente, porque de ello depende la salvación de mucha gente.

Los criticos con esta carta, son los de siempre: insultos sin argumentos. Se descalifican ellos mismos.
24/08/16 11:05 PM
Lucía Martínez
¡Gracias Señor por los valientes firmantes de la carta y por la gran labor de Infocatólica!
24/08/16 11:09 PM
JCA
Dos apuntes, para la reflexión de los que denigra esta carta:

1. No es necesrio que un documento tenga que ser herético para que sea reprobable o condenable: basta que induzca al error. Esta carta expone muy razonadamente —y no es exhaustiva— los puntos en que es así. Y sólo basta un punto problemático para que contamine el todo.

2. En cuanto al alcance de la AL, se puede afirmar que, en su intención pastoral (suponiendo que realmente lo sea), HA FRACASADO COMPLETAMENTE: no es de recibo que un documento pastoral, que se supone que ha de ser claro, necesite de una legión de exegetas para decir que dice, pero no dice, que tal vez sí, pero no, etc. Cero pelotero en comunicación.
24/08/16 11:28 PM
Martinna
Ya habíamos visto que iba a pasar esto y esta pasando lo previsto, que lo no clarito de la AL esta incomodando a muchos.
Leo todo lo de Infocatolica siempre y por eso tengo esa opinion. Estoy de acuerdo con las quejas y las explicaciones que comentan al respecto. Pero también pienso que el Papa esto lo sabe mejor que nadie porque está en ello. Me parece que no necesita que le llamen la atención sobre lo que atiende ayudado muy especialmente por nuestro Señor. Debe tener un plan importante y hace lo que hace para que estemos todos unidos y aunque diferentes podamos caber todos en una misma Iglesia. Ha dicho que la Doctrina no se cambia, siempre sus homilias y catequesis tienen unción. Así que tenemos que esforzarnos en entender que tiene motivos que desconocemos para aguantar este lío - unos defendiendo lo de siempre y otros yendo por libre - mientras se dedica a acercar a la Iglesia incluso a los de otras nominaciones que siguen a Cristo a su manera.
Vienen tiempos difíciles para todos los que se dicen cristianos y conviene unirnos en lo principal que es buscar juntos todos la voluntad de Dios para sobrellevar los problemas que nos darán los enemigos de la fe.
No debemos tener miedo ni orgullo espiritual respecto a otros. Cada cual es llevado por el Espíritu Santo que es quien reprende, enseña, redarguye, convence a cada cual de pecado y de verdad.
Todos los que conocemos la buena doctrina tenemos experiencia y convención de haber sido pastoreados por Dios mismo. Todos
25/08/16 12:23 AM
Angel
Los ítems 14 a 18 inclusive versan sobre la situación de los divorciados vueltos a casar. Constituyen un solo tema que es el central de la Exhortación Apostólica. Los teólogos no aportan nada nuevo sobre el particular: “nosotros tenemos una ley”, dicen, y según ella, los que se encuentran en tal condición están condenados. Los demás ítems son lamentables tergiversaciones y absolutizaciones de lo que el Papa dice, y se puede constatar con una simple lectura el “animo de distorsionar” su pensamiento. En general, es un documento lamentable.
25/08/16 12:51 AM
Jose Ignacio
Muchas gracias por esta carta.
25/08/16 2:04 AM
carmelo
Invitamos a los comentaristas que con su pensamiendo ideologico repudian la Carta, que se animen y sustenten numeral por numeralm, en lugar de criticar o juzgar. El aporte es importante para el año de la misericordia. Comprendemos que no sustentar y atacar o denigrar es sinonimo de encontrarce "visto" y buscar esconder la veruenza..("quien te ha hecho advertir que estas desnudo...? GEN 3.
25/08/16 2:09 AM
Alvaro Orozco Carballo
Ni siquiera una de las proposiciones se deduce de la Exhortacion, recordemos el principio de que todas las del Magisterio Ordinario Eclesial han de leerse a la luz del extraordinario, en la analogia de la Divina Tradicion.Hermeneutica de la continuidad.
25/08/16 2:17 AM
JOSE MANUEL IZQUIERDO GARCIA
No soy teólogo pero al leer lo que comenta el artículo sobre el número 297 de AL, simplemente digo: con sólo leer el CONTEXTO del texto evitamos los peligros que quieren adjudicarle de heterodoxia. Me parece que aquí están queriendo usar argumentos de estilo protestante: sacar los textos de su contexto para hacerlos decir lo que el intérprete quiera. Simple observación.
25/08/16 6:26 AM
javier
La Iglesia Católica tiene vocación universal, llama a los gentiles de todas las naciones y predica el evangelio a toda persona de buena voluntad. El Papa se dirige a la familia de hoy, pero no a la "familia feliz", esas familias numerosas que encontramos en tantas agrupaciones laicales en el seno de la iglesia y que son un preciado tesoro de la misma, si no a la familia de hoy en el mundo: una familia atacada, herida, mal entendida, infectada de egoísmo, individualismo, herida por el aborto, la lujuria y el adulterio.
En este año de jubilar, el Papa quiere dirigirse a TODA la familia humana con palabras de misericordia, que acerquen el rostro de ese Padre bondadoso que tenemos en el Cielo y que tantos desconocen. El Papa quiere las Iglesias abiertas de par en par a los pecadores, para que acudan al confesionario y que esto no sea entrar en una sala de torturas donde oigan: ¡Pecado mortal! ¡Infierno! ¡Condenación!, quiere que en él se encuentren con la voz Viva del Espíritu Santo Consolador, con palabras de Misericordia, que sean aliento para la conversión y para la alegría.
Por lo visto hay algunos que no bailan al son que marca Roma, prefieren llevar su propia música, tienen su propia agenda, y siguen su propio Espíritu. A estos les digo, que igual que rezo para que el Papa no siga el espíritu del mundo sino el Espíritu Santo, que SOPLA POR DONDE QUIERE, que ellos no sigan su propio espíritu, si no que apoyen al Papa, que es la ROCA que sustenta nuestra Madre la Iglesia.
25/08/16 10:10 AM
Ricardo Ramos
Soy sacerdote licenciado en Teología Sistemáica, y desde que se publicó la AL, he recomendado a mis feligreses que no la lean, pues contiene diversos errores. Vale más leer la Familiaris Consortio.
25/08/16 10:30 AM
JUAN NADIE
JOSE IGNACIO LESACA ESEVERRI
Resulta usted muy divertido por los vericuetos de su pensamiento.
Nos dice primero que no se ha leido el documento que comenta, bueno al menos es sincero, pero eso si, luego nos dice empleando el argumento de autoridad de M. Sebastían, que como este cardenal dice que la AL es fantástica, pues que usted también lo dice, y por tanto desautoriza completamente el documento QUE CONFIESA NO HABER LEIDO.
Creame que es la refutación mas surrealista que he leido en mi vida.
Pero es que hay mas, luego nos confiesa tambien que no se ha leido la AL y que ha empezado a leersela ahora, toma ya. Usted ni se ha leido la AL completa ni el documento que la refuta, pero eso si, la AL es fantastica porque lo dice Sebastián.
Y usted que confiesa que tiene mucho menos conocimiento que Sebastíán tras leerse el capítulo 8 por adelantado de la AL ya se atreve a darnos su propio veredicto, el capítulo esta muy bien y a partir de ahí llega la conclusión final, que estemos tranquilos que Dios guia al Papa.
Nos tranquiliza usted, no sabe lo que hemos sufrido hasta que usted se ha dignado leer el capítulo 8 y nos ha ilumiado. ATENTA CRISTIANDAD, DIOS GUIA AL PAPA, PORQUE LESACA ESEVERRI, HA TENIDO A BIEN LEER EL CAPÍTULO OCHO, y a pesar de que confiesa que sabe mucho menos que SEBASTIÁN, el capítulo esta muy bien.
Con este tipo de raciocinio le recomiendo que se presente al club de la comedia. Puede usted hacer unos monólogos antológicos, y si los recita usted mismo es
25/08/16 12:58 PM
Antonio Girbau
No entro en el fondo del problema, sino en la forma(haciéndolo público).

¿Qué se pretende? ¿desautorizar la figura del Papa?...pues lo estáis consiguiendo.

¿No hay otra manera confidencial de hacer una crítica constructiva por los cauces establecidos resolviendo así el problema?

Si yo en mi empresa tengo queja contra el director no la pongo en conocimiento de la gente para que se airee y se pudra más y así no se resuelva, sino que la hago llegar de manera confidencial al director porque lo que pretendo es que el problema se resuelva, no fastidiarlo más.
25/08/16 1:31 PM
Daniel Iglesias
En teología lo que interesa es discutir sobre los temas teológicos, no sobre los teólogos o sus intenciones. La carta de los 45 profesores y sacerdotes es muy seria y es un gran aporte para la tarea de clarificación doctrinal, tan urgente en la situación actual. Lo que correspondería pues es que el Magisterio vivo de la Iglesia se pronunciara con autoridad sobre las 19 tesis rechazadas en la carta, que son en definitiva las 19 proposiciones que están en letra negrita, precedidas de la expresión "Entendida como significando que" u otra equivalente. Que esas proposiciones sean apoyadas por la Amoris Laetitia es discutible, pero que muchos católicos, clérigos y laicos, están interpretando la Amoris Laetitia en el sentido de esas 19 proposiciones erróneas es simplemente un hecho indiscutible, que vuelve muy oportuna y hasta necesaria la clarificación doctrinal pedida respetuosamente por los 45 firmantes de la carta.
25/08/16 3:39 PM
Nacianceno
JOSE MANUEL IZQUIERDO,

De acuerdo con tu punto, pero hay que recordar que lo que pide la carta es aclarar puntos que pueden resultar confusos o introducir errores en una lectura "natural" (vaga y/o rápida).

Es decir si se hace el comentario al no 297 de AL no es porque ellos entiendan que está mal en su TEXTO o CONTEXTO, sino que creen que puede haber personas(que de hecho las hay) que interpreten el TEXTO de esa manera.

En otras palabras: Se piensa que la gente se puede confundir al leer esa frase y pensar que sugiere otra cosa...por eso piden que se aclare.
25/08/16 3:51 PM
Feri del Carpio Marek
Precisamente para garantizar la lectura católica de AL es que estos teólogos proponen la condena de posibles errores que pueden darse en una «lectura natural».

Es curioso cómo para varios comentaristas no puede estar claro que el documento no es una condena a algunos pasajes de AL, sino a posibles interpretaciones erróneas que pueden surgir de la lectura de los mismos.

Ya si conviene o no hacer las correspondientes aclaraciones, y de qué manera hacerlas, lo decidirá el Santo Padre. Roguemos que el Espíritu Santo otorgue a Francisco el don de consejo para decidir lo más sabio.
25/08/16 4:45 PM
cjuarez
Angel dice:

Los ítems 14 a 18 inclusive versan sobre la situación de los divorciados vueltos a casar. Constituyen un solo tema que es el central de la Exhortación Apostólica. Los teólogos no aportan nada nuevo sobre el particular: “nosotros tenemos una ley”, dicen, y según ella, los que se encuentran en tal condición están condenados.

Yo digo:

No veo donde los firmantes dicen ” "nosotros tenemos una ley”, dicen, y según ella, los que se encuentran en tal condición están condenados"

Lo que afirma el documento es que los párrafos leídos por si solos en su sentido natural, sin formación teológica o contexto tienen o pueden tener una interpretación contraria a la fe católica proclamada por papas, concilios, y la Escritura por 2000 annos.

Los divorciados vueltos a casar son pecadores, como los somos todos. Simplemente se hace énfasis de que la doctrina de la Iglesia es que la situación de pecado mortal de estas personas no les permite comulgar a menos que reciban el perdón por el sacramento de la reconciliacion , para lo cual Deben estar sinceramente arrepentidos, mortificados por haber pecado y tienen el sincero deseo de no volver a pecar - lo mismo que todos los demas .

Angel dice:
Los demás ítems son lamentables tergiversaciones y absolutizaciones de lo que el Papa dice, y se puede constatar con una simple lectura el “animo de distorsionar” su pensamiento. En general, es un documento lamentable.

Yo digo:
Este documento simplemente no tiene tesgiversa
25/08/16 4:47 PM
Juan de los Palotes
Gracias Infocatólica por publicar. Esto es para archivar y tener a mano.
25/08/16 5:22 PM
Roberto Lara
Sr. Antonio Girbau estoy de acuerdo con usted, si existe el peligro de una mala interpretacion hay cauces adecuados para presentar esta queja, el hacerla publica provoca escandalo y muchos de los que han conentado estan escandalizados y eso es pecado; hay que dar tiempo al tiempo y conocer la postura de la Jerarquia al respecto, el Espiritu sopla donde quiere y a su debido tiempo sabremos cual es la postura oficial del Papa y los Obipos en Comunion con respecto a esta carta.
25/08/16 7:30 PM
Luis I. Amorós
Creo que el Santo Padre estará contento: estos 45 firmantes (entre los que no hay ningún teólogo de peso mediático o académico y, creo, ningún obispo) han "hecho lío". Quien anima a cuestionar todo lo escrito para buscar mejor a Dios en ello, sin duda se sentirá satisfecho de que apliquen ese método con sus escritos.

Lo que hacen los firmantes es escoger la interpretación torcida de cada término ambiguo de AL y explicitar rigurosamente porqué esa interpretación sería herética o censurable.

Como sin duda el papa y los asistentes al sínodo no desearían jamás ello, tampoco estaría de más que se publicara un documento oficial explicando punto por punto las interpretaciones correctas del documento que evitarían que un lector pudiese incurrir en dichas herejías.

Una Iglesia libre y abierta, como piden algunos comentaristas por encima de otras consideraciones doctrinales, no debería tener miedo a tales discusiones, que son viejas como el mundo.

Pido calma a nuestros amigos y lectores progresistas (y sorprendentemente papodulos), que se les ve un poco alterados con lo que no deja de ser una crítica teológica especializada.
No censuren el debate, por favor, y dejen que los expertos nos aclaren porqué no se deben interpretar heréticamente las 19 proposiciones comentadas. Por los 45 firmantes, y por muchísimos otros, que también podríamos estar interesados.

Seguro que es una discusión interesante y enriquecedora para la Comunidad de Cristo.
25/08/16 9:10 PM

Esta noticia no admite comentarios.