(A. Beltramo/Notimex) Apenas el 24 de junio pasado se cumplieron las tres décadas del inicio de las apariciones de la Gospa (Virgen en croata), que supuestamente se revela todos los días a un grupo de fieles, quienes eran jóvenes al momento de confesarse como videntes.
En marzo de 2010 El Vaticano confirmó el establecimiento de la comisión internacional compuesta por unos 20 miembros (obispos, teólogos y peritos), para estudiar ampliamente el fenómeno, encabezada por Ruini y coordinada por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Se trata del primer grupo de trabajo sobre el tema instituido formalmente por la Sede Apostólica, la cual en el pasado ha mantenido una posición prudente e incluso distante respecto a Medjugorje que, por el contrario, es cada vez más famoso entre los católicos de todo el mundo.
Desde el principio de esta historia el entonces obispo de Mostar, la diócesis donde se encuentra la zona del Podbrdo (sobre el monte Crnica) en donde los jóvenes aseguran ver todos los días a la Virgen, expresó su escepticismo.
La comisión deberá expresarse, ante todo, respecto de la “sobrenaturalidad” de las supuestas apariciones y lo deberá hacer eligiendo una de tres fórmulas.
Podría ser “constat de supernaturalitate”, con la cual se reconocería la existencia de fenómenos místicos o “non constat de supernaturalitate”, según la cual se declara no estar en grado de afirmar que se trate de episodios paranormales, aunque tampoco se desmienten categóricamente.
La última opción sería “constat de non supernaturalitate”, con la cual se excluye con certeza la presencia de manifestaciones sobrenaturales.
Es importante recordar que sobre Medjugorje pende ya el juicio de “non constat de supernaturalitate”, emitido por una comisión ad hoc y declarado por los obispos de la antigua Yugoslavia el 10 de abril de 1991.
Pese a esto los peregrinos han continuado con sus visitas al lugar de las “revelaciones marianas” en gran número hasta superar el millón de personas anualmente.
Los seguidores del movimiento creado en torno a la pequeña población bosnia han sostenido, en su favor, que la Iglesia católica “no se ha expresado de forma definitiva” al respecto y esperan que El Vaticano ponga la última palabra.
Por eso se formó la comisión que, entre otras cosas, deberá dar líneas muy claras sobre cómo se debe regir el culto individual y comunitario en torno a Medjugorje.
Algo que los peritos apostólicos no podrán soslayar es el castigo impuesto por la Iglesia a dos frailes muy conectados con las supuestas apariciones, Jozo Zovko y Tomislav Vlasic.
El segundo de ellos dejó ya el sacerdocio tras protagonizar episodios penosos como un supuesto “matrimonio místico” con una mujer alemana con la cual se unió en una comunidad religiosa mixta, esto “por órdenes” de la Virgen, quien habría manifestado tal voluntad a la vidente Marija Pavlovic.
Los miembros de la comisión deberán dilucidar también el trasfondo de los enfrentamientos que en 1992 tuvieron lugar en Medjugorje entre varias familias que se ocupaban del negocio de los peregrinos, particularmente escaso ese año.