(EP/InfoCatólica) En rueda de prensa para informar sobre el recorrido por la provincia de la Cruz e Icono de la Jornada Mundial de la Juventud, Mons. González Montes, para quien resulta “de todo punto absurdo” el sentido de la resolución judicial que estima la demanda de Resurrección Galera, hizo referencia al contenido de los acuerdos internacionales suscritos por la Santa Sede y ha asegurado que, si se tienen en cuenta, “no son incompatibles el derecho a la libertad religiosa y el derecho laboral”.
En este sentido, ha señalado que el fallo del Tribunal Constitucional (TC) por el que se ordenaba al Juzgado de lo Social número 3 de Almería dictar una nueva sentencia acerca del cese de Galera en 2001 alude a que en este caso se ha producido un “conflicto de derechos” y ha abogado por “conciliar” ambos, un extremo que, a juicio del Obispado, no se da en la resolución que ha recurrido en suplicación al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
“Si en 2002 no se consideró la cuestión laboral, ahora no se considera la cuestión inalienable de la libertad religiosa, por lo que no hemos arreglado nada”, ha subrayado en referencia a la disparidad de las sentencias emitidas por el Juzgado de lo Social número 3, que rechazó hace nueve años que la no inclusión de Resurrección Galera en la propuesta de profesores de Religión para el curso escolar 2001-2002 constituyese un despido.
Falta de cualificación
Mons. González Montes ha recordado que, si bien la Iglesia “siempre se ha manifestado a favor del derecho al trabajo y de conciliarlo con el derecho a la libertad religiosa cuya garantía es muy importante”, enseñar esta materia “exige cualificación” que pasa por estar en posesión, bien de la diplomatura o la licenciatura en Ciencias Religiosas, bien el bachiller o la licenciatura en Teología”.
“Se dicen unas cosas, deberían decirse otras para tener una visión de conjunto de la cuestión”, ha advertido para, a continuación, invitar a que se le pregunte a Galera qué cualificación tiene para enseñar Religión y justificar la crítica al contenido de la sentencia que obliga a su readmisión en el mismo puesto y con las mismas condiciones. “Todas las sentencias son criticables como demuestra que hay un debate muy importante en torno a esto en el país”, añadió.
En este sentido, ha apuntado que en diez años “han cambiado las condiciones laborales por las que se rigen las clases” en esta materia, lo que, según ha añadido, “ha obligado a los profesores, que no docentes por ser personal contratado, a reciclarse a través del Instituto Superior de Ciencias Religiosas que la Diócesis de Almería ha aportado a la ciudad”.
El Obispo de Almería ha reiterado que son los acuerdos internacionales suscritos con la Santa Sede los que priman y ha defendido que los profesores de Religión sean considerados docentes y no personal contratado tal y como ha sostenido la Iglesia “en una larga pugna con la administración motivada por esta desconsideración hacía la naturaleza del servicio que prestan”.
“Esto ya en sí es un problema y constituye una violación de los acuerdos que establecen que tienen que estar en las mismas condiciones y que la materia de Religión tiene que ser considerada fundamental como las demás fundamentales”, ha afirmado al tiempo que ha destacado que estas situaciones están “previstas en la legislación de todos los países de la UE para atender al derecho laboral y al inalienable a la libertad religiosa”.
El Obispado de Almería adelantó el miércoles que va a elevar recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) contra la sentencia que declara la nulidad del despido de Resurrección Galera, quien fue apartada de las clases debido “única y exclusivamente” a su matrimonio civil con un hombre divorciado en 2001.