(Agencias/InfoCatólica) El P. Mark Ivany, sacerdote de Bethesda, Maryland, se dirigió a la multitud reunida en el Verizon Center y les recordó que habla por aquellos que nunca podrán hablar por ellos mismos porque son asesinados en el aborto. "La gran diferencia entre otros movimientos de derechos humanos y éste es que muchos de los afectados por el fallo de Roe vs. Wade no pueden marchar en Washington y no pueden dar grandes discursos", dijo.
En su saludo de bienvenida los participantes a la marcha, el congresista republicano por Ohio, John Boehner, recordó que el aborto es una violación de los principios morales y constitucionales. La Marcha por la Vida y esfuerzos similares "buscan resarcir el daño de la decisión de Roe vs Wade" y por eso "tienen que seguir dándose", afirmó.
Después de señalar que "los estadounidenses aman la vida tanto como la libertad", Boehner dijo que "nadie está libre cuando los más vulnerables miembros de la sociedad pierden sus derechos. Sin respeto a la vida, la libertad también está en peligro".
Vigilia y concentración en dos estadios
El domingo por la tarde la Basílica Nacional de la Inmaculada Concepción acogió una vigilia de oración por la vida, en la que participaron cinco cardenales (de Washington, Houston, Boston, Filadelfia y Chicago), 41 obispos, 325 sacerdotes y 10.000 fieles. Muchos jóvenes pasaron buena parte de la noche en oración. La Misa fue presidida por el Presidente del Comité de Actividades Pro-vida del Episcopado de Estados Unidos, Cardenal Daniel N. DiNardo, quien les alentó a defender los derechos de los no nacidos.
El Cardenal recordó el legado del Papa Juan Pablo II, que será beatificado el 1 de mayo, y resaltó su infatigable defensa del derecho a la vida de todo ser humano. El Pontífice polaco, recordó, "nos llamó a ser una ‘conciencia luminosa’ para muchos cuya conciencia, sobre la dignidad de la persona humana, se ha distorsionado, y cuyas vidas están en medio de las sombras".
A primera hora de la mañana, 27.000 de estos jóvenes católicos llenaron dos estadios, el Verizon y el DC Armory, dirigidos en uno por el cardenal Wuerl, de Washington, y en otro por el cardenal DiNardio, de Houston, presidente de los obispos norteamericanos. En el encuentro se facilitaron las confesiones, mientras tenían lugar testimonios, canciones y una misa por las víctimas del aborto. Tras ella, los jóvenes se unieron a los cientos de miles de manifestantes en las calles.
Obispos comprometidos contra del aborto
Mons. Jaime Soto, obispo de Sacramento, uno de los diez que participaron el sábado en la Marcha por la Vida de San Francisco, pide a sus parroquias celebrar cuatro campañas pro vida anuales: en otoño, el domingo pro vida; en invierno, misas de reparación por el aborto (o enviar fieles a la Marcha por la Vida); en verano, recaudar fondos para ayudar a niños y mujeres vulnerables; en primavera, visitar al menos dos políticos locales y hablarles del aborto.
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