(Aci/InfoCatólica) Tras haber estudiado en Zurich y Ginebra (Suiza), Arber llegó a Estados Unidos donde trabajó con Joe Bertani, Gunther Stent, Joshua Lederberg y Salvador Edwards Luria. Se dedicó de manera particular al estudio del mecanismo de defensa de la célula bacteriana ante los virus. Su obra está ligada al descubrimiento de enzimas particulares, utilizados en la genética.
Su labor de investigación con el ADN lo llevó a conseguir que las bacterias, oportunamente tratadas, puedan generar hormonas como la insulina y algunas otras enzimas difíciles de obtener.
El profesor Arber ha desempeñado diversos encargos en organismos científicos a nivel internacional, entre otros el de presidente del Consejo Internacional para la Ciencia. Fue nombrado académico pontificio en 1981 y consejero de la Pontificia Academia de las Ciencias en 1995.