(Agencias/InfoCatólica) Un total de 58 personas, entre rehenes y oficiales de policía, fueron asesinados ayer cuando fuerzas de seguridad entraron en una iglesia para liberar a más de 100 católicos iraquíes que habían sido capturados por miembros de Al Qaeda. Entre los muertos se encuentran dos sacerdotes. Otras 25 personas fueron heridas muy graves y sólo entre 10 y 12 resultaron ilesas.
“Rezo por las víctimas de esta violencia que no tiene sentido y más despiadada que nunca al golpear a gente indefensa que se encontraba en la Casa de Dios, que es una casa para el amor y la reconciliación", ha dicho el Santo Padre al rezar la oración del Ángelus en la Solemnidad de Todos los Santos.
Según un testigo presencial, un joven de 18 años, "los terroristas entraron en el templo portando armas automáticas y vestidos con uniformes militares". Según el relato del joven, “fueron directos hacia el altar y asesinaron a tiros a los dos sacerdotes que estaban concelebrando la Santa Misa”. El joven testigo afirma que después de ver como asesinaban a los curas “escuchamos un monton de disparos y a continuación como caian ventanas, puertas y escombros que causaron heridas a muchas personas”.
La minoría cristiana en Irak es un objetivo frecuente de Al Qaeda, que ha reivindicado el ataque. De hecho, ya ha atacado con bombas varias de sus iglesias y ha asesinado a sacerdotes.