Cuando ir a Misa es un peligro
Ser católico en España es muy fácil. Aunque si el zapaterismo, o cualquier sucedándeo, se prolonga durante mucho tiempo lo mismo llega el día en que no pueda decir esto, de momento nada nos impide profesar nuestra fe. Si queremos ir a misa todos los domingos vamos. Si queremos ir a diario, también. Llegamos, participamos de la liturgia, comulgamos si no estamos en pecado mortal y nos volvemos a casa dando gracias a Dios por las bendiciones recibidas.
En Iraq no ocurre así. Allí ir a Misa puede ser lo último que hagas en esta vida. Es lo que les ha ocurrido a dos sacerdotes -algunas fuentes hablan de tres- y un grupo de fieles en Bagdad. Estaban celebrando el sacrificio eucarístico cuando unos terroristas miserables entraron pegando tiros, asesinando a los sacerdotes y secuestrando al resto.
Cuando las fuerzas de seguridad iraquíes, con alguna ayuda de las tropas norteamericanas que quedan allá, entraron a liberar a los secuestrados, la masacre fue tremenda. 58 muertos y decenas de heridos.
Supongo que entre los muertos estarán algunos de los terroristas, que ahora mismo deben de estar pudriéndose en el infierno. Los sacerdotes y fieles muertos quizás no sean considerados oficialmente como mártires, pero es obvio que murieron por asistir al templo a dar culto a Dios en una tierra donde tal hecho tiene mucho peligro.
Se dice que los cristianos iraquíes viven hoy peor que en tiempos de Sadam pero no tengo la menor intención de debatir -ni de que se debata aquí- sobre lo que ha ocurrido en ese país en la última década. El terrorismo de corte islámico ataca a los cristianos allá donde puede. Pero también ataca a los musulmanes que no se pliegan a sus deseos. Es sabido de atentados suicidas a la salida de algunas mezquitas.
Lo que sí pido es que dediquemos un buen espacio en nuestras oraciones para pedir al Señor por aquellos de nuestros hermanos a los que su fe les pone ante una situación vital crítica. Ellos saben muy bien lo que quería decir San Pablo en 2ª Tim 3,12: “Y todos los que aspiran a vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones".
Es lo menos que podemos hacer por ellos. Además de alabar su ejemplo y su fidelidad a Dios.
Luis Fernando Pérez Bustamante
18 comentarios
¿A los terroristas? Sí, seguramente.
Pero no a los mártires, porque a éstos, podemos estar seguros, ya los ha llamado en su misericordia.
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De aquí se puede sacar una buena conclusión, y es que en vez de beatificar a tantos santos dudosos, santos de nula proyección, santos "de andar por casa", ya va siendo hora de que se vuelva a los mártires.
Estos, que han sido llamados por el Cordero y que siguen al Cordero dondequiera que va, sí merecen ser proclamados santos ya.
Ahora bien, las barbaridades que se hacen con muchísima más frecuencia en países musulmanes contra cristianos, eso sólo son realizadas por extremistas, porque claro, el Islam es una religión de paz, dicen.
Ya está bien de buenismo estúpido y falso.
Eso es mucho decir. Ni la Iglesia se ha atrevido jamás a decir siquiera que Judas Iscariote está en el infierno. No te precipites y no condenes a diestro y siniestro. La misericordia de Dios es más grande que el mayor pecado de los hombres. E ignoramos si los terroristas se han arrepentido en el momento de su muerte.
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LF:
Vale lo dicho al anterior comentarista.
LF, por tu propio bien, no hagas de juez (final). Tú no alcanzas a ver en la misericordia infinita de Dios, y en esas te puedes perder tú mismo; puesto que además tienes gran influencia.
En cuanto a lo demás, es tan cierto como que nuestra curia española sigue 'ejerciendo su pastoral' sin peligro de romperse una uña.
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LF:
Tengo algunos elementos de juicio para pensar razonablemente que esos terroristas asesinos están ahora pudriéndose en el infierno, pero si por la misericordia divina hubieran podido arrepentirse de sus crímenes en el segundo antes de morir y el Señor les acepta en su seno, con mucho gusto compartiré con ellos la eternidad en el cielo.
Sabemos que murieron en un momento en que, por gracia, el Señor los acompañaba de modo especial. Pero no sabemos siquiera si los mataron los terroristas o los mismos defensores entrando a saco.
"La comunidad musulmana que vive en Lérida está encolerizada y enojada porque unos infieles han depositado la cabeza de un jabalí en el solar que el ayuntamiento de la ciudad catalana ha cedido a dicha comunidad para edificar una mezquita. El hecho, recogido y difundido por el pro-gubernamental y dhimmi diario El País, ha provocado estupor en las filas de la dhimmitud: los ultraizquierdistas, relativistas éticos y multikultis.
El Council on American-Islamic Relations [CAIR] de los EEUU únicamente sabe quejarse de que unas tiras de tocino que han sido depositadas en una mezquita.
¿Dónde están los musulmanes que se solidarizan con las víctimas no-musulmanas, asesinadas en nombre de Alá, del Corán?
Su silencio les hace cómplices, pero no sólo el de los musulmanes que giran la mirada hacia otra parte y callan, sino también aquellos que colaboran con su silencio ante los crímenes que el supremacismo religioso del Islam bendice y legitimiza."
Y en cuanto al tema del blog, creo que para estos pobres hermanos nuestros es la hora ya de celebrar su fe en las catacumbas, no hay otra.
Me preocupan más sus familas.
Con los caldeos es más difícil, pero con Palestina, el Líbano, Siria... es mucho más sencillo: turismo de cristianos para cristianos, y que les entre dinero y trabajo.
Ayuda a la Iglesia necesitada está muy bien y es muy loable su labor... pero no puede ser que siga habiendo turismo y peregrinaciones a Tierra Santa y que ese dinero vaya a judíos o musulmanes: hoteles cristianos, autobuses cristianos, restaurantes cristianos para cristianos.
Hay que ir, hay que llevarles riqueza, forma de vida.
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LF:
Digo en el post... "no tengo la menor intención de debatir -ni de que se debata aquí- sobre lo que ha ocurrido en ese país en la última década". Y me ratifico en ello.
Decir que unos miserables que acaban de asesinar a unos sacerdotes y unos seglares, mientras estaban diciendo Misa, posiblemente están en el Infierno no es hacer ningún juicio temerario. En lo que nos es dado suponer, lo están, por desgracia. Y estoy con Luis Fernando: Si, por un milagro de la gracia, se convirtieron en el último momento y se han salvado, me alegro mucho, pues Dios quiere que todos los hombres se salven.
No habría manera de presionar a los medios para que estas cosas se conociesen, y no tanta noticia absurda en los telediarios nacionales en hora punta?
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LF:
¿Tú eres así siempre o sólo de vez en cuando?
Este es un blog serio y procuro que la zona de comentarios se mantenga también bajo ciertos parámetros de seriedad.
Fue una masacre con premeditación, ventaja y alevosía.
http://santiagonzalez.blogspot.com/2008/06/el-periodismo-qu-exotismo-las-dos.html
Aquí la comentan:
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elblogdesantiagogonzalez/2010/11/01/la-parabola-como-realidad-y-viceversa.html
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LF:
Gracias, me lo guardo en el cajón para futuros artículos.
No sé si es Vd. lo suficientemente inteligente para darse cuenta, pero es consustancial al ideario terrorista evocar, incluso si es necesario, a los tiempos de Adán y Eva para hacer su tributo de sangre a Moloc. ¡Qué mejor excusa que la historia!
Le aconsejo que entre gente culta no vaya por ahí: Justificar de esta forma las atrocidades humanas presentes -con la abstracta historia- es propio de terroristas. La ETA lo hace, el IRA lo hace, AL Qaeda lo hace. Y son unos miserables asesinos, no más que eso.
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